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‘Zootopia 2’: los 10 mejores cameos de voz, rankeados

‘Zootopia 2’: los 10 mejores cameos de voz, rankeados

Lalo Ortega

Lalo Ortega

Editor de JustWatch

Casi una década después de la primera entrega y su exitoso mundo de animales civilizados, Zootopia 2 trae de regreso a Judy Hopps (voz en inglés de Ginnifer Goodwin) y a Nick Wilde (Jason Bateman), investigando una nueva conspiración que introduce a los reptiles.

Pero esto no es lo único que trae la película, que también brinda una oleada de cameos de voz—en su versión original en inglés, al menos—, incluyendo actores que han participado en otras películas de Disney, y que seguro habrás detectado si tienes un oído agudo. Si no, acá te contamos cuáles son los 10 mejores cameos de Zootopia 2, rankeados del menos al más interesante (con algunas menciones para ciertos doblajes de la película). Ten en cuenta que habrá algunos spoilers a continuación.

10. Shakira como Gazelle

Este cameo sigue siendo importante pero también es, en definitiva, el menos interesante de Zootopia 2, en esencia porque Shakira como artista invitada es algo que ya habíamos visto desde la primera película.

Una vez más, la cantante colombiana interpreta a Gazelle, la celebridad más importante de toda Zootopia. En la secuela, tiene un papel igual de breve pero más activo, intercediendo por los protagonistas. Shakira, en colaboración con Ed Sheeran, también compone “Zoo”, el tema principal de la película.

9. Hideo Kojima como Paul Moledebrandt

Luego tenemos uno de los cameos más difíciles de identificar, pues se necesita ser fan de los videojuegos y haber visto Zootopia 2 en japonés, cosa improbable pero ahí queda el dato. El personaje es Paul Moledebrandt, un pequeño topo que vemos trabajando en las oficinas de la policía de Zootopia como técnico (papel interpretado en inglés por Josh Gad, más al respecto en breve).

Sin embargo, en el doblaje japonés de la película, el encargado de darle voz es Hideo Kojima, en su debut como actor de voz. Los fans de los videojuegos lo reconocerán instantáneamente: es el legendario creador y productor detrás de títulos como la saga Metal Gear Solid y, más recientemente, Death Stranding. Como dato curioso, el nombre del personaje es una referencia a Paul Hildebrandt, un programador que ha trabajado con Disney como desarrollador de software desde hace dos décadas, por lo menos.

8. Josh Gad como Paul Moledebrandt

El elenco de voces de Zootopia 2 incluye a múltiples talentos que han colaborado en otros importantes proyectos de Disney. No quiere decir que sus personajes como tal aparezcan en la película, pero sí son interesantes guiños para los seguidores del estudio.

En la versión original de la película, Paul Moledebrandt es interpretado por Josh Gad, quien ha tenido uno de los roles más importantes en la historia reciente de Disney. Gad es, ni más ni menos, que la voz de Olaf, alivio cómico y mascota de la exitosísima dupla de Frozen y Frozen 2.

7. Bob Iger como Bob Tiger

Otro nombre que quizá sólo dominen los iniciados en las bambalinas de Disney es el de Bob Iger. No es un actor, pero sí es uno de los ejecutivos más importantes en la historia de la Casa del Ratón, y actual CEO de la compañía. A pesar de su largo historial con Disney, Bob Iger (aquí con crédito de Robert A. Iger) nunca había dado voz a ninguno de sus personajes animados, por lo que este es su debut.

En Zootopia 2, Bob Iger interpreta a un tigre llamado Bob Tiger, quien da el clima en las noticias. Es una referencia muy específica y que requiere conocer la historia del ejecutivo, quien tuvo por uno de sus primeros trabajos ser, precisamente, un hombre del clima.

6. Roberto Palazuelos como el Alcalde Brian Winddancer

Este es un cameo de voz exclusivo del doblaje latinoamericano de Zootopia 2, pero no podemos dejar de mencionarlo por la manera en que dialoga con el actor de voz detrás del micrófono.

Luego de que los acontecimientos de la primera película dejan a Zootopia sin alcalce, el actor caballo Brian Winddancer ocupa el puesto. Es un tipo carismático, musculoso y masculino pero no muy brillante, claramente una marioneta para los personajes que sí están en el poder. Es algo que hace eco de su actor de voz, el actor de telenovelas Roberto Palazuelos, quien tiene una reputación como notable mirrey y que también ha incursionado en la política (es su segundo rol de doblaje, después de Águila y Jaguar: los guerreros legendarios).

5. Ed Sheeran como Ed Shearin

El músico Ed Sheeran tiene un rol importante detrás de cámaras en Zootopia 2, pues compuso el tema “Zoo” de la película en conjunto con Shakira. Sin embargo, también es responsable por uno de los cameos de voz más curiosos.

En la película, Ed Shearin es una oveja que es accidentalmente esquilada de forma que parece llevar brasier y tutú. El nombre es un ingenioso juego de palabras con el apellido del músico y con el verbo en inglés shear, que precisamente significa esquilar.

4. Macaulay Culkin como Cattrick Lynxley

Los antagonistas de la película son una familia de linces conocidos como los Lynxley, una dinastía que ostenta poder económico y político dentro de Zootopia. El hijo incómodo es Pawbert (voz de Andy Samberg), pero hay dos breves interacciones con sus odiosos hermanos.

Uno de ellos, Cattrick, es interpretado por el emblemático Macaulay Culkin, protagonista de Mi pobre angelito. Aunque ya mucho menos activo desde su carrera como actor infantil, el actor sigue teniendo breves apariciones en proyectos. Dada la naturaleza de este cameo, podría ser un guiño a Succession, en la que su hermano, Kieran Culkin, interpreta a uno de los hijos de otra poderosa dinastía.

3. Danny Trejo como Jesús

Buena parte de la trama de Zootopia 2 gira en torno a la búsqueda de Judy y Nick por una comunidad de reptiles, quienes han sido desterrados de la ciudad desde mucho tiempo atrás. Cuando finalmente la encuentran, conocen a Jesús, un basilisco emplumado, informante de los bajos mundos y tipo duro de manual.

¿Y quién mejor para interpretar a un tipo duro con aspecto latino que Danny Trejo? Nadie más que el prolífico actor inmortalizado por Machete podía ser la voz de Jesús, un breve papel que también tiene una de las salidas más divertidas en toda la película.

2. Dwayne “La Roca” Johnson como Zeke

¿Qué hacer cuando tienes a tu disposición a uno de los actores más famosos de Hollywood por su corpulencia y aura masculina? Si esto fuese Moana, claro que le das el papel de un semidiós como Maui. Pero eso es Zootopia 2, que continúa la tradición de la primera para la parodia.

En esta película, Dwayne Johnson, mole de 120 kilogramos de músculo, brinda voz a Zeke, que pertenece a una especie de animales conocidos como dik-dik, de los mamíferos cuadrúpedos más pequeños que hay. Después de la persecución inicial, Zeke aparece en las noticias como parte del desfile del Zootenario, que termina accidentalmente atrapado en una tuba.

1. Michael J. Fox como Michael J.

De acuerdo, este no es un cameo nada sustancial, pero se ganó el primer lugar en el ranking—y en nuestros corazones—por el ingenio del juego de palabras, si bien se pierde un poco en la traducción. Cuando Nick termina en la cárcel, hay otro zorro entre los reos, cuyo nombre es Michael J.

¿Y si le agregamos el apellido “Zorro” en inglés? Tenemos a Michael J. Fox, precisamente el actor encargado de darle voz. Es una pequeña intervención del ícono de Volver al futuro, pero también es uno de los juegos de palabras más finos en toda Zootopia 2.

‘Percy Jackson y los dioses del Olimpo’: ¿dónde más has visto al elenco de la serie?

‘Percy Jackson y los dioses del Olimpo’: ¿dónde más has visto al elenco de la serie?

Lalo Ortega

Lalo Ortega

Editor de JustWatch

Dentro de la literatura fantástica juvenil contemporánea, la saga de Percy Jackson, creada por Rick Riordan, es una de las más populares gracias a su historia de magia y aventuras inspirada en la mitología griega. Aunque ya tuvo una adaptación cinematográfica (que llegó a tener una secuela), su versión televisiva ha demostrado un mayor éxito, además de mayor amplitud para adaptar la historia de las páginas con mayor fidelidad.

Y como suele ser con este tipo de producciones, ha sido una plataforma para las incipientes carreras de sus jóvenes protagonistas (además de introducir rostros veteranos a nuevas generaciones). Acá te contamos dónde más has visto al elenco de Percy Jackson y los dioses del Olimpo, tanto a sus actores juveniles como algunos de los ya consagrados.

Walker Scobell como Percy Jackson

El protagonista Percy Jackson, hijo de Poseidón, es interpretado por Walker Scobell, quien ha recibido elogios por capturar la personalidad tanto heroica como ingeniosa y sarcástica del personaje. Sin embargo, aunque su carrera en pantalla ha sido corta, no es la primera vez que ha tenido buen recibimiento.

Su debut cinematográfico vino con El proyecto Adam, película de ciencia ficción donde el piloto Adam Reed (Ryan Reynolds) viaja al pasado y se encuentra con su versión de 12 años (algo así como El encuentro conmigo pero en ciencia ficción). Scobell fue aplaudido por su mancuerna con Reynolds para interpretar juntos a un mismo personaje. También protagonizó El refugio secreto y participó en el modesto drama Mirando a través del agua.

Leah Jeffries como Annabeth Chase

La aguerrida e inteligente Annabeth Chase, hija de Atenea, es interpretada por Leah Jeffries, que debutó en pantalla a la corta edad de cinco años como Lola Lyon en la serie Empire sobre la ficticia familia Lyon, dueña de una importante compañía musical dedicada al hip hop.

Participó en casi todos los episodios de la cancelada sitcom Rel entre 2018 y 2019, antes de compartir escena con Idris Elba en la película de supervivencia Bestia, sobre un padre y sus dos hijas atrapados varados en la sabana bajo el acecho de un león. También tiene un pequeño rol en la comedia romántica Algo de Tiffany, pero su rol más prominente a la fecha sigue siendo en la serie de Percy Jackson.

Aryan Simhadri como Grover Underwood

El mejor amigo de Percy es un sátiro llamado Grover Underwood que, gracias a la magia, puede fingir ser un niño normal de 12 años. En la serie, es interpretado por Aryan Simhadri, quien ha hecho carrera principalmente en televisión, con roles en producciones para Netflix o Disney.

Su debut frente a la cámara vino con un rol secundario en la comedia familiar La pelea estelar, pero su primer protagónico sería con la película Spin, para Disney Channel. También formó parte del vasto elenco infantil en la más reciente versión del clásico Más barato por docena y, más recientemente, tuvo un pequeño rol en la esperada secuela Otro viernes de locos, como uno de los amigos de Harper (Julia Butters), la hija del personaje de Lindsay Lohan.

Dior Goodjohn como Clarisse La Rue

La voluntariosa hija de Ares, Clarisse La Rue, fue un personaje recurrente en la primera temporada de Percy Jackson y los dioses del Olimpo, pero se convierte en uno de los principales en la segunda.

Se trata de una actriz joven cuyo rol más relevante a la fecha es como Dior, en el que ha logrado transmitir el carácter fuerte y agresivo del personaje. Anteriormente, dio vida a Robyn Rook en la única temporada de Mi profesora favorita (remake de la serie homónima de 1986). También participó en algunos episodios del reboot de la serie juvenil de terror, ¿Le temes a la oscuridad?

Charlie Bushnell como Luke Castellan

Otro personaje que tendrá un rol fundamental a partir de la segunda temporada de Percy Jackson es Luke Castellan, hijo de Hermes, interpretado por Charlie Bushnell, quien en sus pocas apariciones ha logrado transmitir el carácter de un personaje con mucho odio y resentimiento hacia los dioses.

Bushnell ha tenido una carrera muy corta en pantalla, con participaciones en algunos cortos antes de aparecer en todos los episodios de la comedia juvenil Diario de una futura presidenta, donde interpreta al también odioso (inicialmente) hermano de la protagonista.

Virginia Kull como Sally Jackson

La desinteresada madre de Percy, Sally, es interpretada por Virginia Kull, actriz que ha realizado la mayor parte de su trayectoria en teatro y en una larga lista de esporádicos roles en televisión.

Serían demasiados títulos para citarlos aquí, así que nos limitaremos a los dos más relevantes: Emily Barnes en seis episodios de la serie Big Little Lites, y Linda McQueen a lo largo de toda la serie de terror sobrenatural NOS4A2.

Glynn Turman como Quirón / Sr. Brunner

El encargado de interpretar al señor Brunner, fachada de maestro de latín para el centauro Quirón, es el consagradísimo actor Glynn Turman, quien comenzó su larga carrera como actor siendo un niño, en 1959.

Podríamos dedicar un artículo entero para su carrera, así que mencionaremos sólo dos títulos: la serie En terapia (por la que obtuvo el Emmy como Mejor actor invitado) y, más recientemente, La madre del Blues, cuyo elenco (que incluye a Chadwick Boseman y Viola Davis) fue nominado al premio del Sindicato de Actores al Mejor reparto.

Adam Copeland “Edge” como Ares

¿Quién mejor que Adam Copeland para interpretar a Ares, dios de la guerra y padre de Clarisse? Si el nombre no te suena, quizá lo reconozcas como Edge, el veterano luchador de la WWE.

Copeland no tiene una carrera tan prolífica como actor fuera de la lucha libre, pero sí tiene un rol bastante notable: en la serie Vikingos, dio vida al guerrero Kjetill Flatnose. Un rol ideal para su experiencia y expresión intimidante, que sin duda informó su casting como Ares.

‘Más que rivales’ (‘Heated Rivalry’) y otras 9 películas y series de romance LGBTQ que no te harán llorar

‘Más que rivales’ (‘Heated Rivalry’) y otras 9 películas y series de romance LGBTQ que no te harán llorar

Lalo Ortega

Lalo Ortega

Editor de JustWatch

En las narrativas románticas LGBTQ tanto en el cine como en la televisión, es un cliché común—y ya anticuado—que las historias terminen en tragedia para los personajes. Sin embargo, poco a poco surgen propuestas que desafían estos tropos y brindan representaciones más positivas, saludables y realistas de la comunidad.

Un ejemplo reciente es Más que rivales (Heated Rivalry), serie de romance y deportes adaptada de las novelas Game Changers, de Rachel Reid. Si buscas más propuestas con representaciones similares, aquí te recomendamos otras nueve películas y series de romance LGBTQ que no te harán llorar (ni hacer corajes).

Más que rivales (2025)

Adaptada de Heated Rivalry, el segundo libro en la saga literaria Game Changers de Rachel Reid, Más que rivales sigue la relación entre dos jugadores de hockey rivales, Shane Holland (Hudson Williams) e Ilya Rozanov (Connor Storrie), dos celebridades de la Major Hockey League. Unidos por su ambición y pasión por el deporte, su intensa rivalidad se convierte en la fachada pública para un romance que deciden mantener en secreto.

La serie sigue, en parte, la fórmula de infinidad de dramas sobre rivalidades deportivas (piensa, por ejemplo, en Rush: pasión y gloria), pero con personajes LGBTQ bien construidos que navegan por las complejidades de ser homosexuales, en un entorno donde puede haber dudas sobre ser aceptados o puede haber consecuencias negativas, pero también hay belleza en el compromiso ante la adversidad, como en El amor es extraño de Ira Sachs. Lo que nos lleva precisamente a…

El amor es extraño (2014)

En esta comedia dramática independiente, Ben (John Lithgow) y George (Alfred Molina) son una pareja homosexual de Manhattan y que, luego de casi 40 años juntos, deciden casarse cuando el matrimonio del mismo sexo se vuelve legal. Sin embargo, cuando la noticia llega a la escuela católica donde George ha trabajado por años como maestro de música, lo despiden. Sin ingresos suficientes para mantener un departamento, deciden seguir juntos pero irse a vivir por separado a casas de amigos y familiares. Tensiones maritales e intergeneracionales suceden…

Aunque sí hay algo de tragedia en El amor es extraño, el director Ira Sachs no recurre a ella de una manera sensiblera y explotadora. En su lugar, la película explora las complejas dinámicas sociales, incluso culturales y políticas que pueden ejercer presión en una relación romántica LGBTQ incluso en la actualidad, pero siempre manteniendo el enfoque en la perseverancia de la pareja para seguir juntos (con la sensibilidad de Frankie y en sentido contrario a Pasajes, otras películas suyas). Además, vemos a una pareja gay de mayor edad, algo que no es tan común todavía.

Rojo, blanco y sangre azul (2023)

Adaptada de la novela homónima para jóvenes adultos de Casey McQuiston, Rojo, blanco y sangre azul (Red, White & Royal Blue) es una película de romance LGBTQ sobre el hijo de la presidenta de los Estados Unidos (Taylor Zakhar Perez) y un príncipe británico (Nicholas Galitzine), quienes tienen un altercado público. Para mitigar la crisis diplomática, son obligados a participar juntos en una campaña mediática, con la consecuencia de que el romance florece entre ellos.

Se trata de una de esas películas románticas un tanto fantasiosas (piensa en El diario de la princesa, hasta cierto punto, o en la también similar Jóvenes altezas), con una historia LGBTQ que comienza con una rivalidad y termina en romance, similar a The Thing About Harry.

Heartstopper (2022-2025)

Quizá la serie de romance LGBTQ feel-good por excelencia en años recientes, Heartstopper se basa en la exitosa novela gráfica de Alice Oseman y trata sobre la relación entre el dulce Charlie (Joe Locke), su compañero de clase y estrella de Rugby, Nick (Kit Connor), así como las historias de su grupo de amigos durante la secundaria.

La serie no sólo destaca por su tratamiento sensible de un romance juvenil, sino también por sus florituras visuales que evocan las novelas gráficas originales (similar a lo que la película de Scott Pilgrim hace para emular el material original). También brilla por su ecléctico elenco de personajes LGBT similar a lo que vemos en Sex Education.

Sex Education (2019-2023)

Excéntrica y frontal por partes iguales, Sex Education es una brillante serie con una premisa superficialmente divertida: Otis (Asa Butterfield) tiene una actitud reservada ante la sexualidad, en parte por tensiones en su relación con su madre (Gillian Anderson), quien es sexóloga sin vínculos románticos. En la escuela, él y su compañera Maeve (Emma Mackey) establecen un negocio clandestino de sexología, lo que resuelve las vidas de varios de sus compañeros, pero crea otras tensiones—incluyendo un romance floreciente entre ambos—.

La serie es notable por representar de forma positiva no sólo romances en buena parte del espectro de la comunidad LGBTQIA+, sino también por retratar la exploración de la sexualidad bajo una luz saludable, plural, franca y positiva, no muy diferente de lo que haría después la australiana Aprendiendo a vivir (Heartbreak High), y en sentido contrario a Euphoria, que a pesar de ser plural, está repleta de azotes y abuso psicológico.

Orgullo y seducción (2022)

Un grupo de amigos homosexuales emprenden un viaje a un destino vacacional LGBTQ en Long Island, Nueva York, donde el romance florece pero es complicado por tensiones con otro grupo.

Orgullo y seducción (Fire Island) parte de la premisa de que es casi imposible hablar de ficción romántica sin pasar por Jane Austen. Aunque sería muy inexacto decir que es sólo “Orgullo y prejuicio, pero con personajes gays”, pues esta película toma el esqueleto de la historia original, lo traslada a un contexto contemporáneo, y lo utiliza para deconstruir el clasismo e incluso racismo que puede atravesar las relaciones afectivas gays en la actualidad, algo que también podemos ver en Bros.

El banquete de boda (2025)

Una comedia en la que una pareja de hombres gays (Bowen Yang y Hang Gi-Chan) y una pareja de mujeres lesbianas (Kelly Marie Tran y Lily Gladstone) acuerdan hacer un “intercambio de parejas”. Uno de ellos se casará con una de ellas para poder mantener su residencia en Estados Unidos. A cambio, ellos pagarán el tratamiento de fecundación in vitro para que ellas puedan ser madres. Sin embargo, las cosas se complican cuando son confrontados con tener que realizar un banquete tradicional con toda la familia, conservadora y homofóbica.

Remake de la película de 1993, que tenía a tres personajes en vez de cuatro, El banquete de boda (The Wedding Banquet) es otra película romántica que explora las complejidades culturales y raciales que ejercen presión sobre vínculos afectivos LGBTQ, con una trama que reflexiona también sobre las familias elegidas y las diversas formas de integrarlas.

La noche de las nerds (2019)

Protagonizada por Beanie Feldstein (Lady Bird) y por Kaitlyn Dever (The Last of Us), esta es una de aquellas comedias adolescentes en las que una noche de fiesta se sale de control. La noche de las nerds (Booksmart) sigue a dos amigas—una de ellas lesbiana—, quienes han garantizado ir a las mejores universidades, pero sienten que se han perdido de toda la diversión de la preparatoria. En vísperas de su graduación, deciden compensarlo y prometen festejar como nunca.

Se trata de una comedia coming-of-age en una línea que te recordará a Súper cool (Superbad), pero bastante más progresista y positiva con la comunidad LGBTQ, en un espíritu más cercano a El club de las peleadoras (Bottoms).

Yo soy Simón (2018)

Yo soy Simón (Love, Simon) ya es un clásico moderno de los coming-of-age LGBTQ, con su historia sobre un adolescente (Nick Robinson) que no se atreve a revelar su homosexualidad, ni siquiera a sus mejores amigos, pero que es extorsionado por un alumno anónimo de la escuela que amenaza con revelar su sexualidad si no lo ayuda a ganarse a una de sus amigas.

Es una película romántica juvenil que, además, lidia con las vicisitudes de ser un estudiante en la era de las redes sociales. La película, sin embargo, brinda una representación positiva de la experiencia de salir del clóset, sentando precedentes para otras propuestas como el spin-off, Love, Victor, y la similar Alex Strangelove.

Feliz novedad (2020)

Protagonizada por Kristen Stewart y Mackenzie Davis, Feliz novedad (Happiest Season) es una comedia romántica navideña con un giro LGBTQ: una pareja de mujeres lesbianas pasará las fiestas decembrinas con la familia de una de ellas, con el pequeño detalle de que aún no saben la verdad sobre su sexualidad.

Es una película navideña con enredos familiares en una línea similar a Navidad con los Cooper, pero con el importante cambio de que las tensiones son fuertes al interior de la misma por la orientación sexual de uno de sus miembros. Piensa en algo como Shiva Baby, pero en Navidad y con más risas.

Películas de Navidad mexicanas para ver durante las fiestas

Películas de Navidad mexicanas para ver durante las fiestas

Lalo Ortega

Lalo Ortega

Editor de JustWatch

Ver películas navideñas es una actividad común para entrar en espíritu festivo durante diciembre, pero por lo general, la convención—para bien o mal—nos lleva a optar por clásicos en el canon hollywoodense. Si estás aquí, entonces quizás quieras hacer las cosas diferente esta vez.

En México también sabemos hacer cine con la temática de la temporada. Y como no podía ser de otra forma dentro de nuestro crisol cultural, hay desde comedias con cierta sensibilidad comercial, a producciones con nuestro ácido sentido del humor, así como todo lo que hay en los dos extremos de ese espectro. Descubre una selección de películas de Navidad mexicanas para ver durante las fiestas con un toque único.

Santa Claus (1959)

Que no te engañe su título: Santa Claus es, en efecto, protagonizada por el hombre del traje rojo (interpretado aquí por José Elías Moreno), pero no en su clásica versión que reside en el Polo Norte, viaja en trineo y reparte juguetes. No, este Santa Claus vive en el espacio y, cada año en Nochebuena, tiene una lucha cósmica para salvar las almas de los niños contra un demonio llamado Precio (José Luis Aguirre), enviado por Lucifer a la Tierra para arruinar las fiestas.

Hoy, es un clásico de culto sui generis, único en su tipo, de esas películas que han sido abrazadas bajo el dudoso calificativo de “tan malas que son buenas”, en un tiempo en que México comenzaba a abrazar las costumbres extranjeras de la temporada. Sólo podía ser obra de René Cardona, el hombre que también dio al mundo maravillas como La mujer murciélago y varias películas de El Santo.

Mi niño Tizoc (1972)

Otra indispensable en el canon de las películas de Navidad mexicanas es Mi niño Tizoc, que si bien no se centra por completo en las festividades, sí es enmarcada por ellas. La película sigue a un padre (Alberto Vázquez) y su pequeño hijo (Cuitláhuac Rodríguez), indígenas de Xochimilco que padecen pobreza y discriminación. El niño sueña con ir a una posada, comer un pollo y tener una piñata. Cuando no es invitado a ninguna posada, su padre le concede su deseo para él solo, lo que será el comienzo de varios problemas.

Es una película que apela al amor por la vida a pesar de las adversidades, aunque hoy en día podría ser un poco criticada por idealizar la pobreza. Es dirigida por el legendario Ismael Rodríguez, responsable de otros clásicos fundamentales del “Cine de Oro Mexicano”, como Nosotros los pobres y Los tres García, por citar sólo algunos ejemplos.

Pastorela (2011)

Una ácida comedia que, argumentaríamos, es una de las propuestas navideñas más infravaloradas que hay. En Pastorela, a un agente de policía (el genial Joaquín Cosío) le es negado interpretar el papel del Diablo en la pastorela por el nuevo párroco (Carlos Cobos), lo que da lugar a una lucha del bien contra el mal tan surrealista que, como sólo puede suceder en México, tiene secuencias de acción, crimen y hasta terror.

Como comedia, es algo cuyo tono satírico y absurdo sólo podríamos comparar con la española El día de la bestia (otra gran película navideña) o con la ya clásica Matando Cabos, que también cuenta con geniales actuaciones de Cosío y de Silverio Palacios.

Reviviendo la Navidad (2022)

Un hombre amargado (Mauricio Ochmann) es víctima de la peor maldición posible, y ahora sólo puede vivir su día menos favorito: su cumpleaños, que también resulta ser la Navidad. Para romper la maldición, tendrá que aprender a mirar a su alrededor y a reconocer las cosas buenas en su vida.

Mauricio Ochmann ya es un rostro común en las comedias mexicanas como Ya veremos, y en Reviviendo la Navidad no hace algo muy diferente a su trabajo típico. Sin embargo, esta película tiene a su favor que mezcla premisas como las de Hechizo del tiempo (Groundhog Day) con la de la comedia Click con Adam Sandler, para construir un relato sobre aprender a reconectar con la vida y los seres queridos en Navidad.

Las rosas del milagro (1960)

Aunque no es, como tal, una película de Navidad, Las rosas del milagro trata indirectamente sobre otra festividad decembrina que, por proximidad, se vuelve parte de la temporada. La película aborda, en parte, la historia de la aparición de la Virgen de Guadalupe (cuya festividad se observa el 12 de diciembre).

Dirigida por Julián Soler, la película es un díptico dramático que, también, comienza con el romance de una princesa azteca con un miembro de una tribu rival, a modo de Romeo y Julieta. La otra parte es la historia de Juan Diego, que también ha sido contada en películas como Tepeyac, producción silente de 1917.

Navidad S.A. (2008)

En Navidad S.A., Santa Claus (Pedro Armendáriz Jr.) debe enfrentarse a que el Polo Norte se está derritiendo y que la gente ha olvidado el espíritu de las fiestas ante el consumismo, por culpa de uno de sus antiguos duendes (Mauricio Barrientos), quien lo ha convertido todo en negocio.

Por su premisa, te recordará mucho a otra película navideña de temática similar, Elf, el duende, con Will Ferrell. Sin embargo, su comedia visual llega a niveles alocados que incluso remiten al espionaje y la ciencia ficción, por lo que también en algo se parece a El regalo prometido.

El hubiera sí existe (2019)

Otra película que, si bien no trata directamente sobre la Navidad, sí se sitúa durante la festividad e incluso se inspira en uno de los clásicos de ficción de la temporada. El hubiera sí existe sigue a una joven pero insegura mujer (Ana Serradilla), que ve la vida pasar entre su trabajo monótono de oficina y oportunidades perdidas. Eso hasta que se le aparece su yo del futuro (Ofelia Medina), quien la insta a cambiar su forma de abrazar la vida.

Es, en cierto modo, parecida a Un cuento de Navidad de Charles Dickens, pero en clave de comedia romántica (Cuando sea joven con Verónica Castro tiene una temática similar), aunque también podríamos plantearla como Mi encuentro conmigo pero a la inversa, en la que un adulto se encuentra con su versión joven.

Guadalupe Reyes (2019)

Contrario a los estadounidenses, la temporada navideña en México no comienza con el Día de Acción de Gracias para terminar con Año Nuevo, sino que comienza con el Día de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre y termina el 6 de enero con el Día de Reyes. A este periodo se le conoce como el “puente Guadalupe-Reyes”, periodo en el que se sitúa esta comedia sobre dos amigos (Juan Pablo Median y Martín Altomaro) que, luego de años de no verse y en plena crisis de mediana edad, deciden realizar un reto frustrado de su juventud: beber cantidades absurdas de alcohol durante las festividades.

Guadalupe Reyes es una clara heredera de comedias hollywoodenses como ¿Qué pasó ayer?, aunque con elementos de crisis de la mediana edad como en ¡Te atrapé! (Tag). De nuevo, no es totalmente sobre las fiestas en sí pero, dada su temporalidad, claramente cuenta como una película de navidad mexicana.

  • Episodios de Navidad tan oscuros que no creerás que se transmitieron por TV

    Episodios de Navidad tan oscuros que no creerás que se transmitieron por TV

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    La temporada navideña es, tradicionalmente, concebida como un periodo de paz, amor, esperanza por la humanidad y reconciliación con el prójimo, como demuestran algunos de los grandes clásicos de la temporada. Sin embargo, hay visiones discordantes, a veces pesimistas, otras muy realistas y algunas más incluso irónicas o hasta cínicas. Y quienes hayan visto los especiales navideños de estas series de televisión, no dejarán mentir.

    Se trata de episodios de Navidad tan oscuros que resulta increíble no sólo que hayan sido producidos, sino también que hayan llegado al aire en TV o streaming. Aquí seleccionamos algunos de ellos, para que dejes volar el lado más morboso de tu imaginación o para traer algo de acidez a tu cena familiar navideña.

    “Peces” de El Oso, temporada 2 (2022-actualidad)

    Las típicas cenas navideñas pueden venir con algo de incomodidad. Bien dicen por ahí que todas las familias son disfuncionales hasta cierto punto, lo que puede volver la convivencia extraña o hasta indeseable. Sin embargo, El Oso (The Bear) lleva esta premisa hasta los niveles de disfuncionalidad que vemos en el restaurante de Carmy (Jeremy Allen White) y que, además, los explican.

    “Peces”, el infame sexto episodio de su segunda temporada, es un flashback extendido a unos cinco años antes del comienzo de la serie. Carmy regresa a casa para pasar la Navidad con su familia, y los resentimientos, trauma, piques y depresión crean una espiral literalmente destructiva que se sale de control. Es la clase de episodio navideño para ver si te sientes terrible respecto a tu situación familiar, pues te recuerda que siempre puede ser peor.

    “Blanca Navidad” de Black Mirror, temporada 2 (2011-actualidad)

    A estas alturas, la serie antológica Black Mirror ya tiene su fama establecida como una serie que explora los lados más oscuros de la tecnología, presentando desde íntimas tragedias personales hasta escenarios distópicos del futuro próximo. Estaba claro que un especial navideño en esta serie no iba a ser uno feliz.

    Y en efecto, no lo es. El episodio “Blanca Navidad” de su segunda temporada trata sobre tres historias narradas por Matt (Jon Hamm) y Joe (Rafe Spall) en una remota cabaña, que exploran cuestiones como el arte del ligue en su forma más misógina, inteligencia artificial, asesinatos, la conciencia humana y el “bloqueo” de internet extrapolado a la vida real, con un giro tan siniestro y oscuro que te hará comenzar a ser un niño bueno para no quedar en la lista de “traviesos” de Santa.

    “Es una Navidad soleada” de It's Always Sunny in Philadelphia, temporada 6  (2005-actualidad)

    Otra serie repleta de disfunción es la ácida comedia It’s Always Sunny in Philadelphia, en la que cuatro egocéntricos amigos mantienen un bar en medio del caos por sus propios intereses personales. Claro que las fiestas navideñas iban a ser un desastre con estos tipos.

    Sin embargo, “Es una Navidad soleada”, especial navideño que concluye su sexta temporada, da giros bastante turbios, con más traumas infantiles que el consultorio de un psicólogo. Aunque, al final, los personajes terminan más unidos que al comienzo, el asunto se pone particularmente denso cuando Charlie (Charlie Day) descubre cómo es que su madre conseguía pagar por las celebraciones de Navidad en casa. Sólo digamos que estaba recibiendo regalos de más Santas de la cuenta…

    El especial de Navidad de BoJack Horseman (2014-2020)

    Una serie animada para adultos sobre un hombre-caballo celebridad venida a menos, drogadicto y depresivo; podría parecer la opción menos idónea para un episodio navideño. Y en efecto, lo es, así que BoJack Horseman hizo lo único que podía con su especial para la temporada.

    El especial de Navidad de BoJack Horseman es, en realidad, un episodio navideño sobre un episodio navideño. BoJack (voz de Will Arnett) y Todd (Aaron Paul) ven el especial de Horsin’ Around, la sitcom que el primero protagonizó en los 90. Y a partir de esta premisa, la serie reflexiona sobre las hipocresías del showbiz como sólo esta serie sabe hacerlo, trascendiendo sus gruesas capas de nihilismo para encontrar algunas verdades. Para el caso: mejor apaga la tele y ve a darle un abrazo a tu mamá.

    “Cuento de Navidad” de Futurama, temporada 2 (1999-actualidad)

    Situada en el lejano futuro del siglo XXX, Futurama es particularmente apta para satirizar las contrariedades y absurdos de nuestra cultura, en el siglo XXI. Su protagonista es Fry (voz de Billy West), un hombre criogénicamente congelado y despertado en el año 2999.

    En el episodio “Cuento de Navidad” de su segunda temporada, Fry se siente nostálgico por las navidades de su infancia mientras descubre cómo la festividad ha evolucionado a lo largo de los siglos. En el futuro, incluso el trabajo de Santa Claus ha sido automatizado por un robot que recorre el mundo repartiendo regalos, pero las cosas dan un giro oscuro cuando su programación, excesivamente estricta, dictamina que todos han sido niños malos… y el robot opta por la solución violenta.

    “La Navidad de los animalitos del bosque” en South Park, temporada 8 (1997-actualidad)

    Nada escapa de las garras de la incorrección política de la sitcom animada South Park, así que claro, la serie tiene entre sus numerosas y blasfemas distinciones uno de los episodios de Navidad más oscuros y satíricos en la historia de la televisión.

    “La Navidad de los animalitos del bosque”, conclusión de su octava temporada, sigue a uno de los jóvenes protagonistas, Stan Marsh (con voz del creador de la serie, Trey Parker), descubriendo a inocentes animales parlantes en el bosque, a los que decide proteger durante la Navidad. Inexplicablemente, todo se vuelve un complot para resucitar al Anticristo, y que incluye desde un Santa Claus con escopeta a orgías satánicas y un Apocalipsis en el nombre del judaísmo. Un cóctel molotov para incomodar a cualquiera en la temporada independientemente de creencias y afiliaciones, prueba de que nada está lejos del alcance de esta serie.

    El episodio piloto de A dos metros bajo tierra (2001-2005)

    ¿Qué mejor para entrar en el espíritu navideño que sexo en un aeropuerto, metanfetaminas y la muerte del padre? Así arranca la serie A dos metros bajo tierra (Six Feet Under), con un macabro sentido del humor para contar la historia de varios hermanos que, repentinamente, se ven obligados a trabajar para mantener la funeraria que les ha dejado su padre.

    Dada su premisa, el tono sombrío y la muerte son presencias constantes en esta serie, que siempre mantiene cierta morbidez en sus historias. Cabe señalar que las fiestas decembrinas volverían a ser el tema de otro episodio en la segunda temporada, Es el momento más maravilloso del año, situado en el primer aniversario luctuoso del patriarca mientras la familia debe trabajar en plena Navidad.

    “La incontrolable Navidad de Abed” en Community, temporada 2 (2009-2014)

    La sitcom Community es bien conocida por abordar diferentes géneros e incluso técnicas con fines autorreferenciales. “La incontrolable Navidad de Abed”, especial navideño de su segunda temporada, lleva las cosas más lejos al ser, ni más ni menos, una genial oda a la animación en stop motion.

    En la superficie, podría parecer un inocente homenaje a Rudolph, el reno de la nariz roja, clásico navideño animado con esta técnica. Sin embargo, no tarda en revelarse la razón por la que el episodio fue creado de esta forma, lo que trae a la mesa conversaciones sobre salud mental y sobre la soledad que muchas personas atraviesan por la temporada. Sin embargo, la serie lo maneja con un equilibrio ideal de sensibilidad y humor, convirtiéndolo en uno de los episodios de Navidad más oscuros, pero también más relevantes.

  • Las 8 mejores películas y series de Pedro Pascal

    Las 8 mejores películas y series de Pedro Pascal

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Es el mundo de Pedro Pascal, y nosotros sólo vivimos en él. De ascendencia chilena, el actor es una de las celebridades más populares—y queridas— de Hollywood y de internet. Su rostro está por todas partes, desde grandes franquicias como el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) hasta películas de autores como Pedro Almodóvar.

    Ya sea porque vives enamorado o enamorada de él, o porque quieres entender de qué va todo este fenómeno, acá seleccionamos las 8 mejores películas y series de Pedro Pascal, y así conocer su reciente—y meteórico—ascenso a la fama mundial, que lo ha llevado a ser protagonista de títulos como Amores materialistas y Los 4 Fantásticos: Primeros pasos.

    The Last of Us (2023-Actualidad)

    Para muchos, y por diversos motivos, esta adaptación del aclamado videojuego post-apocalíptico homónimo es el título definitivo de Pedro Pascal. The Last of Us de HBO se sitúa en una realidad alternativa de nuestro mundo, donde el calentamiento global ha permitido la proliferación en humanos del hongo parásito cordyceps, conocido por “zombificar” a los seres vivos. Pascal interpreta a Joel Miller, un hombre que perdió a su hija durante el comienzo de la pandemia. Años más tarde, es encomendado con el cuidado de Ellie (Bella Ramsey), una adolescente que parece ser inmune al hongo, por lo que debe protegerla a toda costa. En lo que concierne a historias distópicas sobre figuras paternas protegiendo a niños, tiene toda la vibra de El último camino.

    Por un lado, esta dinámica del rudo y masculino protector de una niña, se ha vuelto una piedra angular de la reputación de Pascal como el “papi de internet” (incluso más que otras producciones donde tiene papeles similares). Pero hay que darle un enorme crédito al actor, pues más que una historia de zombis, o “infectados”, The Last of Us es una historia sobre la desesperanza de un mundo destruido, pero también sobre la lucha por mantener viva la llama del optimismo. Pascal entiende que hay un corazón de oro debajo del cinismo y el dolor de su personaje, y logra maravillosamente transmitir toda la complejidad de esa evolución hacia el amor y la esperanza a lo largo de múltiples episodios, lo que en verdad le brinda el tiempo necesario para desarrollar ese mundo interior.

    Kingsman: El círculo dorado (2017)

    Son raras las secuelas que superan a sus predecesoras y, lamentablemente, pocos argumentarían que el caso de la saga de Kingsman sea la excepción a la regla. Kingsman: El círculo dorado es la típica continuación que repite mucho de lo que hizo funcionar a la primera parte, por lo que no resulta tan fresca ni propositiva, aunque su acción frenética te gustará si disfrutaste de propuestas como Kick-Ass: Un superhéroe sin superpoderes o El escuadrón suicida.

    Sin embargo, Pedro Pascal es, por mucho, uno de los mejores y más llamativos elementos de la secuela, dotando de una personalidad singular a su personaje, el Agente Whiskey. Su carisma brilla en combinación con las alocadas secuencias de acción de Matthew Vaughn, e incluso si no eres fan de la saga o de este tipo de películas, su actuación por sí sola es motivo suficiente  para verla.

    El peso del talento (2022)

    El título de la metacomedia El peso del talento (o más elocuentemente, The Unbearable Weight of Massive Talent) no es en alusión a Pedro Pascal, sino al protagonista, Nicolas Cage, quien básicamente se interpreta a sí mismo como un actor que, víctima de sus indulgencias y problemas financieros, debe aceptar cualquier trabajo. Así, accede a visitar la mansión de un presunto narcotraficante (Pascal) durante su cumpleaños, mientras la CIA intenta sacar provecho de la situación.

    Nicolas Cage es, básicamente, Nicolas Cage, por lo que recae en Pascal dotar de corazón emocional a la película, cosa nada fácil dada su cuestionable profesión. Pero el histrión demuestra aquí que también tiene una excelente vis cómica para hacer contrapeso a la grandilocuencia a menudo exagerada de su coestrella, cosa nada fácil. Además, este es un narco con corazón de oro, un cinéfilo fan de Cage y de Paddington 2 (también aquí creemos que es una maravilla y que nos hace querer ser mejores hombres, Pedro). En lo que concierne a metacomedias sobre el cine, los actores y sus vidas, tiene puntos en común con El ladrón de orquídeas (también con Cage) y con ¿Quieres ser John Malkovich?

    The Mandalorian (2019-2023)

    Puede que a The Last of Us le corresponda la reputación de consolidar a Pedro Pascal como el “papi de internet”, pero esa semilla fue sembrada por The Mandalorian. En este spin-off de la saga Star Wars, el actor interpreta a un frío mercenario mandaloriano, Din Djarin, en una misión para recuperar a un cierto “activo”. Cuando descubre que se trata de un bebé con sensibilidad a la Fuerza buscado por el Imperio, su compasión lo orilla a protegerlo.

    Y esto desencadena tres temporadas de Din Djarin protegiendo a Grogu de las amenazas del Imperio Galáctico, efectivamente haciendo de la marioneta (cariñosamente llamada “Baby Yoda”) el primero de los hijos adoptivos de Pascal en la pantalla. Aquí, Pascal tiene que hacer mucho con poco, pues el código de honor de los mandalorianos fundamentalistas demanda nunca descubrirse el rostro. El actor tiene que trabajar con la voz y con el cuerpo para transmitir una cierta frialdad emocional que se va derritiendo. Cuando alcanza su culminación en los raros momentos donde puede mostrar su rostro, consigue un efecto de lo más emotivo. Una serie que podrán disfrutar tanto los fans del resto de Star Wars como de The Last of Us—tanto por el factor Pascal como por su temática—. También es una gran opción para fans de Firefly, otro clásico wéstern espacial.

    Gladiador II (2024)

    Vamos a ser claros: Gladiador II no es una gran película, una indicación más de que el director Ridley Scott está muy lejos de los días de gloria marcados, precisamente, por la primera Gladiador. Sin embargo, es el elenco—y el propio Pedro Pascal, específicamente—lo que le da un alma a esta secuela, que sigue bebiendo de la fuente de Espartaco y Ben Hur.

    Aunque no es el protagonista (rol que corresponde a Paul Mescal), sí representa una fuerza antagónica—aunque noble—en el papel del general Acacio, líder del ejército romano que es leal a los ideales de Marco Aurelio (Richard Harris) y de Máximo (Russell Crowe), bajo quien entrenó y sirvió como soldado. Es decir que Pascal brinda el vínculo emocional e ideológico con el héroe de la primera parte, brindando una actuación creíble sobre un hombre trágicamente atrapado entre la responsabilidad de su cargo y los ideales que está traicionando en nombre de los emperadores.

    Robot salvaje (2024)

    Uno de los roles más humanos de Pedro Pascal es, irónicamente, uno en el que ni lo vemos, y ni siquiera está interpretando a un personaje humano. Se trata de la conmovedora animación Robot salvaje, de DreamWorks, cuyo corazón emocional está en la relación de la robot titular, Roz (voz de Lupita Nyong’o), varada en una isla repleta de animales, que encuentra un propósito en la crianza de un pequeño polluelo.

    Aquí le toca dar voz al zorro Fink quien, irónicamente, ejerce una paternidad inicialmente renuente, más inclinado a dejar que la selección natural haga lo suyo. Pero claro, su calidez eventualmente sale a flote. No verás al actor aquí, pero la personalidad que ha enamorado a multitudes está en este personaje también, gracias a un trabajo de voz muy distinto al realizado en The Mandalorian. Si te han gustado propuestas como Gato con botas: El último deseo por su estilo de animación, o La era de hielo por su temática de familias adoptadas, será para ti.

    Game of Thrones (2011-2019)

    Hoy tenemos a Pedro Pascal por todas partes, pero hubo un tiempo en que no fue así. Sin embargo, el origen de su auge en popularidad puede rastrearse hasta el fenómeno mediático que fue Game of Thrones, la serie televisiva ideal para fans de El señor de los anillos, The Witcher y demás fantasías medievales del tipo.

    El actor brilla específicamente en su cuarta temporada, transmitida durante 2014. Era un papel destinado a terminar pronto, pero Pascal cautivó en el rol del príncipe Oberyn Martell, que además era noble, sensual y carismático. Afortunado y prudente no tanto, al verse aquejado por representar a Tyrion Lannister (Peter Dinklage) en un juicio por combate que no tiene el mejor final para ninguno de los dos. Sin embargo, el hecho de que el personaje haya dejado una marca tal que aún es recordado entre los favoritos de los fans, ya era testimonio del carisma que el actor iba a traer a la mesa con futuros papeles.

    Narcos (2015-2017)

    Podríamos decir que la participación de Pedro Pascal en la serie Narcos fue la que terminó de ponerlo en el mapa. Una de las primeras producciones originales de Netflix en convertirse en un éxito ampliamente comentado, la serie inicialmente trató sobre el conflicto entre la DEA y el narcotraficante Pablo Escobar (interpretado por el brasileño Wagner Moura). Tu serie de Pedro Pascal ideal si te gustó Sicario: Tierra de nadie o Escobar.

    Sin embargo, en el transcurso de sus tres temporadas, la narrativa se expandió a horizontes más amplios. Pascal formó parte del único tejido conectivo entre la gran narrativa de la serie como el protagonista, Javier Peña, el agente de la DEA con la consigna de derribar primero a Escobar y, después, al cartel de Cali. Una responsabilidad considerable, dado que la serie se basa en la verdadera historia de esta lucha contra el crimen. Peña y su compañero, Stephen Murphy (interpretado en la serie por Boyd Holbrook) son agentes reales de la inteligencia estadounidense, por lo que Pascal y Holbrook tuvieron que caminar la delgada línea entre la realidad y la dramatización con respeto.

  • ‘Piratas del Caribe’: Todas las películas en orden cronológico

    ‘Piratas del Caribe’: Todas las películas en orden cronológico

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    No sucede todos los días que una atracción de parque de diversiones se convierte en una exitosa saga cinematográfica, pero ese es precisamente el caso de Piratas del Caribe (Pirates of the Caribbean). Basada en la atracción del mismo nombre de los parques de Disney, se trata de una taquillera serie fílmica de piratas y aventuras situada en la Edad de oro de la piratería, protagonizada por Johnny Depp.

    Si es tu primera vez viendo esta famosa saga, descubre cuál es el orden correcto para ver todas las películas de Piratas del Caribe y en dónde puedes encontrarlas.

    Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra (2003)

    La saga comienza con Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra, inaugurando la trilogía de películas que tendría al director Gore Verbinski al timón luego de su exitoso remake de El aro. Aquí se establecen a los actores principales que seguiremos durante, al menos, las siguientes dos películas: el capitán Jack Sparrow (Depp), un excéntrico y embustero pirata al que su rival, Héctor Barbossa (Geoffrey Rush) le ha traicionado y robado el barco. Barbossa, a su vez, ha secuestrado a Elizabeth Swann (Keira Knightley), hija de un gobernador británico, instando a su enamorado, Will Turner (Orlando Bloom) a aliarse con Sparrow para salvarla.

    La primera entrega de Piratas del Caribe podría ser definida como la perfecta y prototípica producción de franquicia atractiva para lo que mercadólogos denominan los “cuatro cuadrantes” del público objetivo del entretenimiento: hombres y mujeres tanto mayores como menores de 25 años. Es, en términos simples, una película que tiene de todo: secuencias de acción creativas y emocionantes, una historia romántica en su centro, terroríficos antagonistas y personajes excéntricos para proveer la comedia, todo contenido dentro de poco más de dos horas de metraje. En otras palabras: es muy probable que encuentres algo que disfrutar en estas películas, sin importar si eres un hombre al que le gustan los combates o una mujer que prefiere el romance.

    Un modelo que, en su momento, recordó a películas de aventuras como La momia de 1999 y que ha intentado ser replicado con diferentes grados de éxito por otros estudios y compañías, incluyendo por la propia Disney para gran parte de su Universo Cinematográfico de Marvel.

    Piratas del Caribe: El cofre de la muerte (2006)

    La saga, sin embargo, no volvería a las alturas de su primera entrega—al menos ante la crítica especializada—, introduciendo un arco narrativo más oscuro y dramático en la segunda entrega que abarcaría hasta la tercera. Piratas del Caribe: El cofre de la muerte retoma la historia un año después, con Jack Sparrow marcado para morir por el mítico capitán del Holandés Errante, Davy Jones (Bill Nighy), por lo que es perseguido por el temible kraken. Mientras tanto, Will y Elizabeth son arrestados por su complicidad con él, y sólo recibirán clemencia si lo traicionan.

    Dada la trama fatalista de El cofre de la muerte, se diluye mucho del humor excéntrico e impredecibilidad que Jack Sparrow tenía en la primera parte, lo que podría decepcionarte si eso fue lo que te gustó de la primera (aunque podríamos decir que es el equivalente a El imperio contraataca de esta saga, por su tono más oscuro). Su exhaustivo metraje de dos horas y media, pensado para introducir elementos narrativos que serán continuados en la tercera parte, provoca ciertos problemas de ritmo que la pueden volver cansada.

    Sin embargo, los efectos visuales son sencillamente espectaculares. La animación de Davy Jones, consumido por el Holandés Errante y transformado en un ser mitad humano y mitad pulpo, es uno de los pináculos de la captura de movimiento, brindando un realismo inigualable a un personaje fantástico, sin perder la actuación intimidante y profundamente humana de Nighy por captura de movimiento. Al menos por este aspecto por sí solo, es una película que merece mucho la pena, sobre todo si aprecias este virtuosismo técnico en el cine.

    Piratas del Caribe: En el fin del mundo (2007)

    Piratas del Caribe: En el fin del mundo fue concebida para cerrar la historia de Jack Sparrow y compañía y atar los cabos sueltos, pero requiere un metraje cercano a las tres horas para hacerlo. Su inflada trama lidia con el rescate de Jack de las garras de Davy Jones, con el control de Lord Beckett (Tom Hollander) de la East India Trading Company y su guerra contra la piratería; más una subtrama sobre Will Turner y su padre (Stellan Skarsgård), y otra sobre Jack y su padre (Keith Richards), y demás líos sobre las leyes de los piratas. Todo antes de la climática batalla final entre piratas, Davy Jones y la compañía.

    En otras palabras, es una historia tan extensa que podría parecerte cansada, pero una vez más, brilla por ofrecer un calibre de espectáculo que no fue igualado por años, similar en escala a lo que ofrecen otras grandes sagas en sus conclusiones, como El retorno del rey o Las reliquias de la muerte. Además, al dar un cierre a las historias de los protagonistas—o por lo menos, ese era el objetivo inicial—, también es una entrega muy emotiva, sobre todo en lo que se refiere a los arcos narrativos de Will y Elizabeth. Dada la enredada complejidad de su trama, sin embargo, es importante que hayas visto las dos entregas anteriores antes de acercarte a este clímax.

    Piratas del Caribe: Navegando aguas misteriosas (2011)

    Lo que parecía un punto final no tardó en convertirse en punto y aparte con el estreno de Piratas del Caribe: Navegando aguas misteriosas, secuela independiente que continúa las historias de Jack Sparrow y Héctor Barbossa en un arco narrativo nuevo, sin Will ni Elizabeth en la ecuación. Ahora Barbossa es un corsario del rey, mientras que Jack cruza caminos con su antigua amante, Rebecca (Penélope Cruz), y con el padre de ésta, el pirata Barbanegra (Ian McShane, de la saga John Wick), en su búsqueda por la mítica Fuente de la juventud.

    Esta película ya no fue dirigida por Gore Verbinski sino por Rob Marshall, quien eventualmente se convertiría en uno de los cineastas de cajón de Disney para dirigir películas de franquicia (como el remake de La Sirenita de 2023). Esa mentalidad es evidente, pues Navegando aguas misteriosas es una secuela notablemente menos inspirada que las anteriores, y queda a leguas de la creatividad lúdica que hizo de La maldición del Perla Negra una propuesta tan entretenida. Una parte de la responsabilidad recae en Depp, quien ya no brilla con el mismo ingenio caótico, aunque otros miembros del elenco como Cruz brindan cautivadoras actuaciones que hacen algo de contrapeso. Por otro lado, esta es una de las películas que mejor demuestra lo mucho que Piratas del Caribe le debe a la saga de Indiana Jones, y en particular a La última cruzada.

    Dado que no requiere haber visto las películas anteriores de la saga, puede funcionarte como punto de entrada, aunque definitivamente recomendamos mucho más que comiences por la primera.

    Piratas del Caribe: La venganza de Salazar (2017)

    La más reciente—y última, al momento de la redacción—entrega de la saga es Piratas del Caribe: La venganza de Salazar, otra secuela en su mayoría independiente que arroja a Jack Sparrow hacia una nueva aventura en busca de un mítico objeto conocido como el Tridente de Poseidón. Mientras tanto, es perseguido por el capitán Armando Salazar (Javier Bardem), quien busca venganza contra Jack por una traición que resultó en su muerte y la de su tripulación, quienes han sido maldecidos con la inmortalidad.

    Sin embargo, la mentalidad de franquicia vuelve a asomarse en esta película con guiños nostálgicos a otras entregas—siguiendo la escuela de Avengers y Marvel—, pues uno de los personajes, Henry Turner (Brenton Thwaites), es el hijo de Will y Elizabeth (Orlando Bloom y Keira Knightley también tienen pequeños cameos). Es, por mucho, el punto más bajo de la saga, todavía más lejos de los grandes momentos de comedia y acción de sus predecesoras, con Depp en uno de los momentos menos brillantes de su carrera y con papeles planos que no justifican la contratación de enormes talentos como Bardem y Rush. Es, tal cual, una película que disfrutarás más si eres fan, sobre todo por las referencias a la trilogía original y porque las batallas navales, al menos, siguen siendo muy entretenidas.

  • 8 películas de Navidad tan malas que igual las amamos

    8 películas de Navidad tan malas que igual las amamos

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    El canon de cine navideño es enorme, con nuevos títulos que se suman cada año. Pero no todas las películas de Navidad son iguales: existen los clásicos indiscutibles, sin duda. Sin embargo, también hay producciones que van y vienen sin pena ni gloria en los mejores casos, o pasando a la infamia en los peores.

    Pero también existen otras que caminan una delgada línea, de calidad cuestionable pero de un encanto singular, ya sea por sus estrellas, por lo estrafalario de sus premisas o por una ejecución tan digna de pena ajena que permanecen en la memoria. Por estas u otras razones, estas son ocho películas de Navidad tan malas que no podemos dejar de amarlas por intentarlo.

    El regalo prometido (1996)

    Arnold Schwarzenegger podrá haber sido una formidable estrella de acción de los 80 con clásicos como Depredador o Terminator, pero sus cuestionables dotes interpretativas no fueron exactamente aptas para los terrenos de la comedia—o no la del tipo voluntario, al menos—. En dicho sentido, El regalo prometido (Jingle all the Way) no es su mejor trabajo, pero este título se ha convertido en un clásico por antonomasia para dos sectores: quienes gustan de las películas de Navidad tan malas que son buenas, y quienes han vivido la histeria de encontrar ese regalo con el que sueña el niño de la familia.

    El guión tampoco hace de Schwarzenegger alguien fácil con quien simpatizar, un padre ausente y adicto al trabajo que, por lo menos, busca su redención. Para cuando llega la escena del combate contra los Santas piratas, ya es de dar pena ajena, pero es inevitable reír y emocionarse con la escena climática, tan inverosímil que sólo podría ser concebida por niños, quienes tampoco son realmente el público objetivo de este contradictorio clásico de Navidad. Y Schwarzenegger no será el único padre negligente en esta lista…

    Juanito Escarcha (1998)

    En Juanito Escarcha (o Jack Frost, su título original), un Michael Keaton post-Batman es el segundo padre ausente de nuestra lista. Tiene una hermosa esposa y un adorable hijo, para quienes no está presente debido a su trabajo como un exitoso músico constantemente de gira. Muere en un accidente durante una nevada, pero es traído de vuelta a la vida. Como muñeco de nieve. Por la armónica mágica (que no sabía que era mágica) que regaló a su hijo. Siguen pueriles aventuras en la nieve…

    El tema del padre ausente en busca de redención es, precisamente, similar a El regalo prometido, ¿pero qué es exactamente lo que está sucediendo aquí? ¿Es Jack un zombi? ¿Un muñeco de nieve poseído? ¿Una afrenta divina al orden natural de Dios? Por lo pronto, digamos que esta película es como el engendro navideño de Click con Adam Sandler y la melancolía paterna de El gran pez, y no podemos dejar de mirar.

    Un príncipe de Navidad (2017)

    Una joven periodista de tabloides debe ir al extranjero para una asignación de último minuto en plena temporada navideña: conseguir la primicia sobre un polémico príncipe, que será coronado próximamente, a pesar de su reputación como mujeriego. Y claro, cómo no, se van a enamorar. ¡Un milagro de Navidad!

    Un príncipe de Navidad es como si alguien hubiera tomado El diario de una princesa y la hubiera colocado en una licuadora con todos los clichés de las comedias románticas decembrinas de Hallmark—con todo lo que eso implica en términos de calidad de guión y actuaciones—. Créelo o no, hay tres de estas películas para cubrir los siguientes hitos de este romance: la boda y la llegada del bebé. ¿Pero quién no quiere algo de escapismo romántico para soñar en Navidad?

    Santa Clos conquista los marcianos (1964)

    Cosas de Navidad que van juntas: Santa Claus y las galletas, o los renos, o los juguetes. ¿Cosas que no van juntas? El viejo bonachón y una guerra con alienígenas. Pero precisamente de eso va Santa Clos conquista los marcianos (Santa Claus Conquers the Martians), una comedia de ciencia ficción serie B donde los habitantes de Marte, preocupados por la falta de diversión para los infantes de su mundo, deciden ir a la Tierra para secuestrar a Santa (junto con otro par de niños) para llevar la felicidad al planeta rojo.

    Es como la premisa de El extraño mundo de Jack si Tim Burton hubiese dado un volantazo hacia el mundo de ¡Marcianos al ataque! Esta película es cliente frecuente de las listas de las peores de la historia, lo que ya merece un morbo y fascinación similares a los que inspiran títulos como Plan 9 del espacio exterior, el rey entre sus dudosos congéneres.

    Un deseo mortal (2018)

    Una película que parte de una teoría comprobada: todo puede ser mejorado por la presencia de escualos. ¿Thrillers de asesinos seriales? Mejores con tiburones. ¿Tornados? También son mejores con tiburones. En Un deseo mortal (Santa Jaws), un chico que aspira a ser artista de cómics recibe de regalo un bolígrafo que, al parecer, puede cambiar la realidad. Con él dibuja un tiburón que porta un gorro de Santa Claus. Y así, el animal se materializa en la realidad, desatando una racha asesina para las festividades.

    Una más al divertidísimo canon de películas de terror baratas—y gloriosamente estúpidas—protagonizadas por tiburones. Maravilloso complemento para Sharkenstein, también.

    Matar a Santa (2020)

    Un Santa veterano y hastiado (Mel Gibson, no es broma) que, al ver su negocio hundirse, debe aceptar un contrato del gobierno estadounidense para producir armamento, mientras cae en la mira de un matón contratado por un niño de 12 años al que regaló un pedazo de carbón. Así de absurda es la premisa de Matar a Santa (Fatman), una película de Navidad pensada para adultos.

    Está más cerca del cansado absurdo del Rambo tardío que de Noche sin paz, la comedia de David Harbour como Santa Claus. Pero es, a todas luces, es el tipo de película híper masculina “de papá”, opción viable para ver en Navidad con quienes se tomaban en serio propuestas como Arma mortal, o para quienes quieran reírse de la seriedad con que se toma a sí misma.

    Intercambio de princesas (2018)

    Una ordinaria panadera de Chicago y una futura princesa (ambas interpretadas por Vanessa Hudgens) descubren que lucen prácticamente idénticas, así que idean un plan para pasar la Navidad una en el lugar de la otra (claro, ¿por qué no?). Así da inicio Intercambio de princesas (The Princess Switch), que inauguró otra trilogía de comedias románticas navideñas bobas para Netflix.

    Es, en esencia, El príncipe y el mendigo (o, si prefieres, Juego de gemelas) por vía de El descanso (una película infinitamente mejor). Y claro, si gustas, hay secuelas cada vez más inverosímiles, la primera con una nueva doble, y la segunda con un robo de reliquias. Porque para ser una película mala pero con encanto, hay que elevar las apuestas.

    Código: Traje rojo (2024)

    Con títulos en su filmografía como La falla de San Andrés y la saga de Rápido y furioso, Dwayne “La Roca” Johnson es el rey absoluto de las (malas) películas de acción de la actualidad, y sí, también tiene una contribución al canon de Navidad. En Código: Traje rojo (Red One), interpreta al jefe de seguridad del Polo Norte, quien debe hacer equipo con un mercenario de moral extremadamente dudosa (Chris Evans) para rescatar a un secuestrado Santa Claus (J.K. Simmons) y salvar la Navidad.

    Es una premisa boba que lleva el heroísmo hípermasculino de Johnson (Alerta roja) a un contexto absurdo, en una línea similar a las ya mencionadas Matar a Santa o Noche sin paz. Pero lo cierto es que el carisma de Johnson (aquí bien acompañado por Evans) es innegable. Es una buena opción si tu película de Navidad por defecto es Duro de matar y quieres algo un poco distinto en esta ocasión.

  • ‘Wicked’: Los 8 momentos más oscuros que no están en las películas

    ‘Wicked’: Los 8 momentos más oscuros que no están en las películas

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Tanto las películas de Wicked como el musical de Broadway en que se basan son, en general, relatos muy edulcorados y coloridos inspirados en el mundo de El mago de Oz de L. Frank Baum y su clásica adaptación cinematográfica de 1939. Sin embargo, vale recordar que, antes del musical teatral, vino el libro homónimo de Gregory Maguire.

    Wicked: Memorias de una bruja mala es una novela revisionista que parte de la mitología establecida por Baum para crear una fantasía oscura para adultos, con la que explora cuestiones más densas como la discriminación y el racismo, el fanatismo religioso, la política, el poder, la propaganda y la radicalización. Temas para nada afines al espectáculo familiar protagonizado por Cynthia Erivo y Ariana Grande, en resumidas cuentas. Para que sepas de qué estamos hablando, aquí te contamos sobre los 8 momentos más oscuros de Wicked, el libro, que no están en las películas.

    Ten en cuenta que habrá spoilers y menciones de abuso sexual en este texto.

    Las circunstancias del nacimiento de Elphaba

    El propio desarrollo de Elphaba (Cynthia Erivo) como un personaje más complejo y empático es una de las principales diferencias entre el musical de teatro, las películas y los libros de Oz de L. Frank Baum en general, en los que sólo es planteada como la “Bruja malvada del oeste”. Los cambios, sin embargo, vienen desde su concepción dentro de la ficción.

    En la película, sí se revela que Elphaba es hija ilegítima del Mago de Oz (Jeff Goldblum), por un amorío que tuvo con su madre, Melena (Courtney-Mae Briggs). También se nos dice que el color verde de su piel es dado por un elixir esmeralda que consumía el Mago, mientras que su poder se debe a que desciende “de los dos mundos”. Sin embargo, el asunto es mucho más oscuro en el libro: Melena no sólo es promiscua, aburrida en su matrimonio—hay bastante adulterio en la novela—, sino que su amorío con el Mago conduce a que éste la intoxique para violarla y, así, concebir a Elphaba. Lo que nos conduce a…

    El Mago es peor en el libro

    En la película y el musical de teatro, El Mago es un personaje despreciable, pero que inspira cierta simpatía como el gobernante de Oz—al parecer, instaurado de la noche a la mañana—. Esto, a pesar de que utiliza su desprecio hacia los animales para establecer un enemigo común y perpetuarse en el poder, estableciendo a Elphaba como enemigo público.

    De nuevo, en el libro, las cosas son peores. Además de lo que hace a la madre de Elphaba, es abiertamente un tirano, que derrocó al gobierno anterior de Oz, secuestró y ocultó a la princesa Ozma como bebé para que su gobierno no fuera cuestionado (Ozma sí aparece en la película Oz, un mundo fantástico). Por si fuera poco, su opresión hacia los animales es más directa y violenta en la novela, lo que nos lleva al siguiente punto.

    El destino del Doctor Dillamond

    En el mundo de Oz, los animales son inteligentes. En las películas, el Doctor Dillamond (voz de Peter Dinklage) es una cabra que enseña Historia en la Universidad de Shiz, y que exalta la importancia de aprender del pasado para no repetir errores como la discriminación y la opresión en el presente. Por sus creencias, es secuestrado por las fuerzas del orden y encarcelado, donde pierde la capacidad de hablar.

    Es un destino bastante oscuro, pero no se compara a lo que sucede en la novela de Maguire. En el libro, Dillamond es investigador de ciencias naturales en busca de prueba científica de que humanos y animales no son tan diferentes, para evitar la discriminación. Sin embargo, un día, aparece muerto, y su ejecución es excusada como un accidente y la verdad termina como polvo bajo la alfombra. Esto impulsa a Elphaba a continuar con sus investigaciones y es el comienzo de su activismo. Lo que sí es igual en el libro y la película, es que Galinda cambia su nombre a Glinda en su honor.

    Elphaba es más agradable en el musical

    Volviendo a Elphaba, el personaje está escrito bajo una luz bastante más amable en el teatro y las películas, y las actuaciones de Idina Menzel y Cynthia Erivo, respectivamente, hacen mucho más fácil simpatizar con ella.

    La realidad es más compleja en el libro, pues Elphaba es víctima de discriminación y desprecio por más que su piel esmeralda. Su naturaleza es salvaje, lo que combinado con sus colmillos al nacer, la volvían bastante difícil de cuidar. Tampoco tenía una cariñosa nana como en la película, y el texto incluso da indicios de intersexualidad, otro motivo para su marginación. A pesar de su disposición agresiva, logra forjar un vínculo duradero con Glinda y Fiyero (Jonathan Bailey en la película).

    El Reloj del Dragón del tiempo (y el fanatismo religioso)

    Un elemento importante en el libro, y apenas mencionado en la adaptación musical, es el “Reloj del Dragón del tiempo”. Aunque mencionado de paso en la película como una curiosidad, es un aspecto relevante en la vida política de Oz en la novela, sobre todo para los habitantes de Munchkinland.

    El Reloj del Dragón del Tiempo es un espectáculo itinerante de marionetas que presentan relatos proféticos, a partir de un diseño mecánico tan espectacular y complejo, que se desarrolla una religión a su alrededor, lo que provoca inestabilidad en Munchkinland. En la novela, Elphaba nace dentro del reloj y, más tarde, este le revela la verdad sobre su padre, aunque ella elige no creerlo.

    La relación de Elphaba y Fiyero

    El triángulo amoroso también existe en el libro. Sin embargo, es otra subtrama más compleja en las páginas, que tiene un desenlace muy diferente respecto a la película y que ni siquiera involucra a Glinda.

    Como príncipe Winkie, Fiyero está prometido a casarse desde la infancia, pero sí desarrolla afecto por Elphaba durante su tiempo juntos en Shiz. Cuando se reúnen después de que ella se convierte en prófuga del régimen, Fiyero ya se ha casado con Sarima (un personaje inexistente en la adaptación) e incluso tiene tres hijos, pero aún así tiene un amorío con Elphaba. En el libro, esto da origen a su hijo, Liir, sentando las bases para las otras novelas.

    El destino de Fiyero y su familia es cruel en el libro, pues todos son secuestrados y mandados asesinar por el Mago. En su declive psicológico, Elphaba cree que el Espantapájaros es su amado, que ha vuelto a ella de la muerte, cosa que se revela como mentira. En la película, Fiyero sí se convierte en el Espantapájaros como un efecto no intencionado de su encantamiento para salvarle la vida.

    La radicalización de Elphaba

    La película encuadra a Elphaba como una heroína, que incluso renuncia a su poder y activismo al final de la historia para salvarse y proteger a Glinda de las consecuencias de sus actos (es una historia de amistad, redención y aceptación más edulcorada, a final de cuentas). En el libro, sin embargo, es más una anti heroína maginada, con motivaciones complejas y que comete actos cuestionables, incluso violentos, en el nombre de la justicia por los ciudadanos animales de Oz.

    En la novela original de Gregory Maguire, Elphaba incluso está dispuesta a matar, y al participar en la resistencia de los animales, es asignada a la misión de asesinar a Madame Morrible (Michelle Yeoh en la película). Aunque llega a tarde para cometer el acto, pues Morrible muere de causas naturales, Elphaba sí agrede el cadáver.

    El destino final de Elphaba

    El desenlace de Wicked: Por siempre es una de las diferencias más importantes entre las películas y la obra de teatro frente a la novela. Al final de la película, se revela que Elphaba fingió su muerte para irse de Oz junto a Fiyero.

    El libro es, curiosamente, más congruente con los textos originales de L. Frank Baum, pues Elphaba sufre el mismo destino: derretirse cuando Dorothy le arroja un balde de agua (aunque las motivaciones de la niña en la novela de Maguire son más nobles, pues intentaba salvarla al incendiarse accidentalmente). La novela describe, durante varios párrafos, el dolor de la protagonista como “mareas arriba y fuego debajo”, mientras Elphaba ve a varias de las personas que pasaron por su vida. No hay un final feliz para ella en esta versión de la historia.

  • 8 películas que se sienten como libros de Stephen King

    8 películas que se sienten como libros de Stephen King

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Si hay un escritor que ha dejado una huella indeleble en la cultura pop por sus historias de terror (¡y de varios otros géneros!), ese es Stephen King. Con una amplia bibliografía que sigue creciendo y constantes adaptaciones al cine y la televisión a lo largo de varias décadas, ha tenido una enorme influencia en nuevas generaciones de creadores, cuyas obras demuestran sus marcas aun si no son adaptaciones directas.

    Es por ello que, probablemente, te hayas encontrado con películas que se sienten como basadas en libros de Stephen King, incluso si no lo son. Aquí seleccionamos ocho que tienes que ver si eres fan del autor y sus temas sobre el horror con tintes góticos, el trauma desde el realismo psicológico, lo inexplicable y los pequeños pueblos estadounidenses de Maine.

    El teléfono negro (2022)

    Comenzamos haciendo un poco de trampa: El teléfono negro (Black Phone) no se basa en una historia de Stephen King, pero tampoco es coincidencia que se sienta como una. Esto es porque fue escrita por Joe Hill, quien resulta ser su hijo.

    Situada en los 70, la trama tiene todo el perfil del autor más veterano: un chico (Mason Thames) de un hogar abusivo es abducido por un asesino en serie (Ethan Hawke) y atrapado en un sótano, donde lo sobrenatural interviene cuando, por medio del teléfono del título, las víctimas anteriores intentan ayudarlo. No estás solo si te da vibras de Cuenta conmigo y de la propia It (Eso).

    La hora de la desaparición (2025)

    Los relatos de Stephen King suelen lidiar con misterios—usualmente de carácter sobrenatural—, en pequeños pueblos de Estados Unidos, muchas veces con historias de abuso y con niños o jóvenes involucrados de algún modo. En este caso no estamos en Maine sino en Maybrook, a las afueras de Nueva York, pero en general, La hora de la desaparición encaja con el perfil. Sólo digamos que la tía Gladys (Amy Madigan) podría estar cómodamente sentada entre Jack Torrance y Pennywise.

    La trama sigue a una maestra, un padre de familia y otros personajes luego de la inexplicable desaparición de un grupo de niños casi entero de una escuela, a la misma hora de la madrugada, excepto por uno. Es otra película de terror con un bizarro sentido del humor de Zach Cregger, que te gustará si disfrutaste de Bárbaro o de misterios de desapariciones como Intriga.

    Longlegs: Coleccionista de almas (2024)

    Los protagonistas e incluso investigadores con algún tipo de habilidad psíquica, son comunes en la obra de Stephen King. Tal descripción aplica para el personaje de Maika Monroe en Longlegs: Coleccionista de almas, una agente del FBI que parece poseer clarividencia, una habilidad útil para resolver una serie de extraños y brutales asesinatos cometidos por padres contra sus familias antes de suicidarse, sin explicación o motivo aparente.

    Dirigida por Osgood “Oz” Perkins, la película fue comparada con otros thrillers como El silencio de los inocentes. Sin embargo, está claro que le debe más a historias de King como Doctor sueño e incluso La zona muerta, o si nos vamos hacia el terreno de los thrillers con elementos sobrenaturales, podemos mencionar a Mr. Mercedes y El visitante.

    Verano del ‘84 (2018)

    Dado que tantas adaptaciones de Stephen King se estrenaron en las décadas de 1970, 80 y 90, el autor ha sido asociado a la nostalgia por—e incluso idealización de—dichas épocas, incluso si sus relatos no siempre se situaron en esos años. Verano del ‘84 es, en cierto modo, un eco de esto.

    Se trata de un thriller con elementos de terror y aventuras que sigue a un grupo de adolescentes que investigan múltiples desapariciones sin resolver en su pequeño pueblo. Algo a medio camino entre Cuenta conmigo, Los Goonies y su contemporánea masivamente popular, Stranger Things.

    Los muchachos perdidos (1987)

    De nuevo, las historias juveniles en pueblos ficticios de Estados Unidos que ocultan algún secreto sobrenatural son tema frecuente en la bibliografía de King. Y si bien un poblado ficticio en California nunca va a estar tan olvidado por Dios como Derry, por ejemplo, este es apenas el primer elemento en común que tiene con Los muchachos perdidos (The Lost Boys).

    Aunque con un tono más autoconsciente y cómico como película de vampiros, este clásico de culto inserta a estos seres en un contexto moderno, no muy diferente a lo que King hace con La hora del vampiro (Salem’s Lot).

    En la boca del terror (1994)

    En definitiva, esta película no está basada en los libros de Stephen King, pero casi podríamos decir que está inspirada en el propio escritor. Dirigida por John Carpenter, En la boca del terror (In the Mouth of Madness) trata sobre un detective en busca de un famoso autor de terror, quien parece ejercer un extraño poder sobre sus fans por medio de su obra. Sin embargo, ha desaparecido sin dejar rastro antes de entregar su más reciente manuscrito.

    Aunque la película es, en parte, también un homenaje a H.P. Lovecraft, su trasfondo—e incluso un diálogo—nos lleva a pensar en King, el autor de terror más exitoso de su tiempo. Es usual que los escritores sean reflexivos sobre el acto creativo dentro de su obra, algo que el propio King ha hecho también en novelas como Miseria, por lo que podrás ver ecos de eso aquí.

    La noche del demonio (2010)

    Otro tema recurrente en la bibliografía de Stephen King es lo sobrenatural asfixiando el espacio tanto doméstico como psicológico, algo de lo que Eso y El resplandor son claros ejemplos. La noche del demonio (mejor conocida por su título original, Insidious) tiene influencias de ambas.

    La trama sigue a una familia que, después de mudarse a una nueva casa, padece una tragedia cuando uno de los hijos se accidenta y entra en una especie de coma que los médicos no pueden explicar, e incluso requiere la intervención de psíquicos e investigadores paranormales. Una ambigüedad que tiene en común con El exorcista, por ejemplo.

    La niebla (1980)

    Otra película de terror dirigida por John Carpenter que podría parecer adaptada de un libro de Stephen King. Y aunque no es el caso, también tiene varios elementos en común: La niebla (The Fog) se sitúa en el ficticio pueblo costero de Antonio Bay, California, que al celebrar su centenario se enfrenta a una misteriosa niebla que parece traer consigo algo sobrenatural.

    Otro pueblo ficticio olvidado por Dios donde la violencia del pasado tiene ramificaciones horripilantes bajo una entidad sobrenatural o cósmica en el presente. No muy diferente de Eso, pero en un escenario similar al de Castle Rock, otro pueblo (aunque en la costa Este) inspirado en la ciudad natal de King: Durham, Maine.

  • ‘Nueva Ola Francesa’ y otras 9 películas sobre el cine

    ‘Nueva Ola Francesa’ y otras 9 películas sobre el cine

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    El cine es un espectáculo que nos ha enamorado por sus diversas facetas. Una de ellas es como un arte moderno y maduro, que desde su lejana creación a finales del siglo XIX, hoy se mira en el espejo y reflexiona sobre sí mismo: el cine sobre el cine.

    Hoy en día existen múltiples producciones que hablan sobre las vicisitudes de escribir, filmar e incluso exhibir una película, además de presentar aspectos de la historia cinematográfica y meditaciones sobre su naturaleza. A propósito de Nueva Ola Francesa (Nouvelle Vague), contribución del director Richard Linklater a ese canon, seleccionamos para ti un total de 10 películas sobre el cine (y te decimos dónde verlas).

    Nueva Ola Francesa (2025)

    Dirigida por Richard Linklater (de la “Trilogía Before”), Nueva Ola Francesa podría sugerir, por su título, que alude al movimiento cinematográfico homónimo de la década de 1960, que transformó el cine mundial. Sin embargo, se trata de una comedia dramática histórica sobre la creación de la que sería su película más emblemática: Sin aliento, de Jean-Luc Godard.

    Se trata de una película esencial para cualquier apasionado por la historia del cine mundial, que si bien no tiene el ímpetu innovador que Linklater demostró en Boyhood—o del movimiento francés, a decir verdad—, sí tiene suficientes guiños cinéfilos para poner en vergüenza a Había una vez en… Hollywood.

    Cantando bajo la lluvia (1952)

    Con los legendarios Gene Kelly, Debbie Reynolds y Donald O’Connor, Cantando bajo la lluvia es uno de los clásicos fundamentales del cine, y punto. Es, además de un musical formidable, una clase de historia del cine: la trama sigue a un actor que debe adaptarse en plena transición del cine silente al sonoro, con las complicaciones que eso trajo consigo.

    Es uno de los títulos más espectaculares de la edad dorada de los musicales, en el ocaso del Hollywood clásico (contemporáneo de la también fenomenal Nace una estrella). Además, es la evidente influencia primordial para La la Land y Babylon, ambas películas de Damien Chazelle sobre el mundo del cine. Si disfrutaste de alguna de las dos, tienes que ver Cantando bajo la lluvia.

    Cinema Paradiso (1988)

    Una película sobre el cine que no habla tanto sobre crearlo, sino sobre su disfrute, parte esencial de su razón de ser. Cinema Paradiso es un clásico del cine italiano sobre un exitoso director de cine que recuerda su infancia en un pequeño pueblo siciliano, donde se enamoró del cine desde la cabina de proyección.

    Es una película que captura la nostalgia de Federico Fellini en Amarcord, y que tuvo su influencia en incontables películas autorreflexivas sobre el enamoramiento con el cine, desde Los Fabelman a La última función de cine.

    Ed Wood (1994)

    Para bien y para mal, ni todas las películas ni todos los artistas detrás gozan de la misma reputación, por arbitrario e injusto que esto pueda ser. Ed Wood, una de las películas menos célebres de Tim Burton, trata sobre esto precisamente. La trama sigue al cineasta del título, quien hoy es recordado como el responsable por algunas de las peores películas de la historia, muy a pesar de su pasión inquebrantable.

    Ya un clásico, mantiene el espíritu de asombro en la temprana carrera de Burton, cuando hizo El joven manos de tijera. Es un homenaje al ímpetu creativo de Wood, recordado por Plan 9 del espacio exterior.

    Sueños, misterios y secretos (2001)

    Mejor conocida por su título original, Mulholland Drive, Sueños, misterios y secretos es una película que, en la superficie, sigue a una joven y soñadora actriz (Naomi Watts) que se involucra en un misterio con una mujer que ha perdido la memoria (Laura Harring). Pero este es el mundo de David Lynch, y lo que sigue es un viaje onírico que, entre otras cosas, reflexiona sobre el cine y su naturaleza como una ilusión nacida de la mente.

    Es la obra maestra de Lynch, quien fue notablemente influenciado por Fellini y su 8½, a medio camino entre el díptico surrealista humano de Por el lado oscuro del camino (Lost Highway) y la densa pesadilla de El imperio (Inland Empire), que en conjunto presentan la carta de amor envenenada del cineasta a Hollywood.

    ¡Salve, César! (2016)

    Los hermanos Ethan y Joel Coen presentan en ¡Salve, César! (Hail, Caesar!) una comedia situada en el sistema de estudios hollywoodense de los años 50, en un esquizofrénico clima de la censura conservadora y la cacería de brujas anticomunista en plena Guerra Fría. Un famoso actor (George Clooney) desaparece de un set, el hábil “arreglador” Eddie Mannix (Josh Brolin) debe lidiar con ello y con otros 20 dolores de cabeza propios de la profesión.

    Esto es los Coen en clave de ácida sátira al estilo de Quémese después de leerse, un híbrido entre El ejecutivo, Cantando bajo la lluvia y la comedia más incisiva de (y sobre) la Guerra Fría, Dr. Insólito (Dr. Strangelove) de Stanley Kubrick.

    The Disaster Artist: obra maestra (2017)

    Otra película que goza de estatus de culto por el cuestionable mérito de ser una de las peores en la historia, es The Room, de Tommy Wiseau. Con los hermanos James y Dave Franco en los roles protagónicos, The Disaster Artist: obra maestra es una comedia dramática que relata la filmación que le dio origen, tan caótica como la enigmática figura en el ojo del huracán.

    Aunque es más convencional que la mayoría de las películas en esta lista, podríamos considerarla una “sucesora espiritual” de Ed Wood de Burton, con un tipo de comedia medio excéntrico que existiría cómodamente en títulos como Napoleon Dynamite.

    Los Fabelman (2022)

    Los Fabelman es, en resumidas cuentas, uno de los directores más notables en la historia del cine, Steven Spielberg, contándonos cómo se enamoró del cine, así como la historia de su familia, y el rol que ambas cosas jugaron en su vida.

    Aunque bajo el disfraz de un pseudónimo, esto es, en esencia, un drama autobiográfico, tanto un coming-of-age de que sería el responsable por clásicos como Tiburón y Forrest Gump (rescatando el tono nostálgico de este último), como un homenaje al arte cinematográfico en la misma veta melancólica de Cinema Paradiso.

    El libro de las soluciones (2023)

    Que el cineasta francés Michel Gondry realizara un largometraje sobre su propia experiencia con el cine, sólo podía traer consigo un lenguaje visual tan frenético como su ímpetu creativo. El libro de las soluciones es una comedia vagamente inspirada en la caótica producción de lo que eventualmente sería Amor índigo, creada en la estela de expectativas monumentales trazada por Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, la más modesta Originalmente pirata (Be Kind, Rewind) y el fracaso de El avispón verde.

    Es Gondry aplicando su lenguaje visual de onirismo videoclipero a su versión de 8½ de Fellini, aunque debe decirse que puede ser un tanto exasperante.

    Profesión peligro (2024)

    El género de acción tiende a ser un poco ninguneado en lo que se refiere al cine sobre el cine, y es por ello que Profesión peligro (The Fall Guy) puede resultar tan refrescante. Inspirada en una serie de televisión homónima de los años 80, su trama sigue a un doble de acción (Ryan Gosling) enrollado en la conspiración para asesinar a la estrella en el largometraje debut como directora de su ex (Emily Blunt).

    Se trata de una comedia de acción que se burla un poco de las convenciones y estereotipos de la industria hollywoodense, al tiempo que rinde homenaje a sus pocos reconocidos dobles de riesgo. Es dirigida por David Leitch quien, antes de sentarse en la silla de director en proyectos como John Wick y Deadpool 2, también fue doble de acción y coordinador de escenas de riesgo. En ese sentido, el ADN de Profesión peligro es más cercano al de Confessions of an Action Star, un falso documental de comedia escrito y protagonizado por Leitch que aborda Hollywood de manera similar. 

  • 8 películas animadas que los adultos deben amar sin pena

    8 películas animadas que los adultos deben amar sin pena

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Existen varios prejuicios equivocados alrededor de la animación, como que es un medio de expresión dirigido exclusivamente a infancias. Hay títulos, como Persépolis o Vals con Bashir, que demuestran que también puede ser sólo para adultos, pero también sucede un fenómeno curioso: existen películas de animación cuya apariencia inocente y accesible en la superficie, hace que el público mayor las subestime o incluso se sienta avergonzado por disfrutarlas. Un ejemplo es Zootopia y su secuela, Zootopia 2, que a pesar de ser producciones de Disney, abordan temáticas complejas.

    Pero no debe ser así, pues la animación es cine para todos y cuyas posibilidades artísticas ayudan a expresar emociones y temas que no son posibles por otros medios. Para muestra, descubre esta selección de películas animadas que los adultos deben amar sin pena ni tapujos.

    Zootopia (2016)

    Comencemos por Zootopia, una producción engañosamente compleja de Disney, un estudio conocido—y criticado—por sus narrativas inocentes, a veces simplistas y blanqueadas en exceso. La trama sigue a Judy Hopps (voz en inglés de Ginnifer Goodwin), una conejita que se une a la fuerza de policía de Zootopia, una civilización de animales donde depredadores y presas han evolucionado lo suficiente como para coexistir en paz. Sin embargo, la desaparición de varios depredadores y su regresión a un estado salvaje desata el pánico en la ciudad.

    Es una película que funciona perfectamente como entretenimiento aceptable para toda la familia, pero que utiliza su premisa para abordar temas como el prejuicio y la discriminación, en una clara alegoría sobre el racismo. Es una historia de crimen y detectives como una versión más ligera de ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, que aborda sus temas con la misma sensibilidad que producciones más recientes en el estilo de Cómo entrenar a tu dragón.

    Mi vecino Totoro (1988)

    La filmografía de Studio Ghibli es el ejemplo perfecto de que los adultos no tienen por qué avergonzarse de disfrutar el cine de animación para toda la familia. Precisamente las películas del estudio japonés se dirigen a las infancias sin condescendencia en sus imágenes y mensajes. Y claro que hay de todo, pero dentro de dicho repertorio, Mi vecino Totoro es considerada una de las propuestas más infantiles.

    Es el completo opuesto de La tumba de las luciérnagas (aunque ambas se estrenaron en conjunto, curiosamente). Pero el asombro inocente de sus personajes no es simplismo, sino un recordatorio del poder de la imaginación y la compasión para enfrentarse a tiempos difíciles, así como para encontrar un refugio en la naturaleza. A medio camino entre La princesa Mononoke y Recuerdos del ayer.

    Flow (2024)

    Esta bella película ganadora del Oscar es otro ejemplo perfecto de que la animación puede ser disfrutada a cualquier edad. Flow es un relato fantástico de lo más simple, incluso minimalista: el mundo se inunda y un gato huraño lucha por sobrevivir, para lo que debe aprender a colaborar con otros animales.

    Es una película contada con animaciones naturalistas y sin diálogos, recursos que contribuyen, precisamente, a su poder: se convierte en una historia universal de amistad y supervivencia, que despierta sentimientos y compasión casi al instante. Existe en el territorio de propuestas como Una aventura extraordinaria (Life of Pi) y La tortuga roja, ambas más orientadas al público adulto.

    Red (2022)

    En Pixar son maestros de la creación de historias que caminan la delgadísima línea entre entretenimiento infantil y subtexto adulto. Algunas, como Un gran dinosaurio, están claramente más inclinadas hacia las infancias, mientras que otras como Up, una aventura de altura requieren haber experimentado las pérdidas propias de la vida adulta para ser apreciadas completamente.

    Red es una propuesta cuya colorida dirección de arte parece perfilarla más como una aventura infantil sobre una chica que mágicamente se transforma en un panda rojo gigante. Sin embargo, de su premisa se originan desde una metáfora de la llegada a la pubertad femenina, hasta una áspera dinámica de madre e hija (como Valiente) que esconde complejos traumas generacionales. Cosas que parecerían más apropiadas para Aftersun o Todo en todas partes al mismo tiempo, pero que funcionan de maravilla aquí.

    Soy Frankelda (2025)

    Esta maravilla de animación en stop motion hecha en México también podría parecer más apropiada para niños—después de todo, la serie que le dio origen, Los sustos ocultos de Frankelda, es una antología de cuentos de terror infantiles—.

    Y sí, Soy Frankelda puede ser disfrutada como una fantasía musical en la línea de El extraño mundo de Jack o El cadáver de la novia, pero su narrativa—sobre una escritora del siglo XIX que viaja como fantasma al mundo de sus creaciones—también aborda las complejidades de ser artista, así como la dialéctica entre la creación artística y el mundo que le da origen.

    El espantatiburones (2004)

    A menudo considerada la “prima menos famosa” de Buscando a Nemo de Pixar (que le precedió por un año), El espantatiburones (Shark Tale) es una aventura animada de DreamWorks que, en realidad, es muy diferente más allá de la temática submarina. La trama sigue a un pez (voz de Will Smith) que, para subir en la jerarquía social, convence a todos de que ha derrotado a un tiburón, una mentira condenada a salirse de control.

    Se trata de una producción un tanto olvidada de DreamWorks, pero que bajo su fachada colorida aborda temas como el aspiracionismo, el fracaso y el engaño. Además, el elenco de voces originales consiste de nombres que sólo serían reconocidos—y apreciados—por el público adulto. Olvida a Will Smith y Jack Black. ¿Robert De Niro? ¿Martin Scorsese? Hay que haber visto Taxi Driver y otros títulos definitivamente nada aptos para infancias.

    Shaun el cordero

    Las producciones en stop motion de Aardman Animations siempre están entre lo mejor del mundo, y su sencillez es lo que las vuelve aptas para cualquier tipo de público. Pero pocas son más simples que las aventuras de Shaun el cordero, divertido personaje que se mete a sí mismo y a sus amigos de la granja en constantes problemas, pero siempre intenta solucionarlo.

    Son historias contadas sin diálogos, por lo que recurren a una finísima comedia visual y física para la creación de los enredos. Esto las hace accesibles para infancias, pero quienes verdaderamente las apreciarán son los fans de los clásicos del cine mudo, como el cine de Charles Chaplin o de Buster Keaton.

    La gran aventura LEGO (2014)

    La animación comparte su gran prejuicio con los juguetes: son, de acuerdo a las mentes cerradas, cosa de niños. Incluso si se trata de un gran comercial, La gran aventura LEGO combina ambas cosas para un divertido y emotivo recordatorio de por qué es importante no abandonar la imaginación al llegar a la adultez.

    Con una genial animación ideada alrededor de los icónicos ladrillos de juguete, se trata de una divertida aventura que critica el conformismo—cosa paradójica si consideramos su origen, pero ese es otro tema—. Una película que toma el legado de Toy Story y corre con él, con un estilo de animación espectacular sólo igualado por su secuela y por Lego Batman: La película.

  • Por qué más es famoso el elenco de Stranger Things además de la serie de Netflix

    Por qué más es famoso el elenco de Stranger Things además de la serie de Netflix

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Ya es un hecho que, con su quinta temporada, Stranger Things llega a su fin luego de casi una década de aventuras y misterios sobrenaturales cargados de nostalgia ochentera. Como una de las producciones más populares en la historia de Netflix, lanzó las carreras de los integrantes de su elenco (y relanzó algunas otras) al convertirse en un fenómeno de la cultura pop.

    Pero todo termina, y después de casi 10 años, seguro te preguntarás cómo seguirle la pista a Millie Bobby Brown, Sadie Sink, Finn Wolfhard, Gaten Matarazzo, David Harbour, Winona Ryder y demás miembros del reparto. Por ello, acá te contamos por qué son famosos los miembros del elenco de Stranger Things, para que puedas verlos después del éxito de Netflix.

    Millie Bobby Brown (Jane / “Once”)

    Con su tímida interpretación y cabeza rapada en el rol de “Once” (cuyo nombre real después fue revelado como Jane), Millie Bobby Brown se convirtió en estrella casi de manera instantánea con Stranger Things. Y la verdad es que bien podríamos decir que es el rostro no oficial de Netflix: casi toda su filmografía—como actriz y también productora—se ha estrenado en la plataforma, lo que le ha merecido el título de stream queen.

    La actriz ha tenido algunos estrenos en la pantalla grande como Godzilla II: El rey de los monstruos y su secuela, Godzilla vs. Kong. Sin embargo, su carrera se ha mantenido en la órbita del streaming, donde ha tenido éxito protagonizando y produciendo películas como la saga de Enola Holmes, la fantasía de Damsel y la aventura de ciencia ficción Estado eléctrico. Deseamos verla en roles de mayor sustancia (y pantalla más grande) que le permitan desplegar su talento, pero no esperaremos despiertos: tiene en camino los proyectos de Enola Holmes 3 y la comedia romántica Just Picture It, también para Netflix.

    Finn Wolfhard (Mike Wheeler)

    Finn Wolfhard encantó por su vulnerabilidad como Mike Wheeler, el carismático líder del grupo inicial. Discretamente, ha sido uno de los actores más prolíficos entre el elenco joven de la serie, pues además de ser músico (integrante de las bandas Calpurnia y The Aubreys), ha tenido ya varios créditos en grandes producciones de cine.

    Un año después del estreno de Stranger Things protagonizaba otra notable producción nostálgica con elementos sobrenaturales y de terror: la adaptación cinematográfica de It (Eso), como Richie Tozier. También formó parte de Ghostbusters: El legado, la secuela que revivió la saga de Los cazafantasmas. Ambas tuvieron continuaciones pero que, como buenas películas de franquicia, tampoco lucen mucho sus talentos. Para eso, recomendamos ver Cuando termines de salvar al mundo, donde comparte escena con ni más ni menos que Julianne Moore.

    Gaten Matarazzo (Dustin Henderson)

    El encantador actor detrás del icónico Dustin, Gaten Matarazzo, comenzó su carrera ni más ni menos que en Broadway, y es en los escenarios donde ha realizado la mayor parte de su carrera. Saltó a la fama en el rol de Gavroche en Les Misérables, y ha participado en producciones de Dear Evan Hansen y Sweeney Todd, donde luce su voz cantora. Poca cosa, ¿no?

    Ha sido menos prolífico en cine y televisión, pero puedes verlo en la comedia romántica juvenil Honor Society (junto a Angourie Rice). También hizo trabajo de voz para El dragón de papá, maravillosa animación de Cartoon Saloon, en el rol titular.

    Caleb McLaughlin (Lucas Sinclair)

    Otro actor que tuvo un contundente debut juvenil en teatro, pues su primer rol protagónico fue como el joven Simba en la producción de El rey león para Broadway. Sin embargo, desde su rol como Lucas en Stranger Things, ha trabajado más en cine y televisión en proyectos de renombre.

    Su primera película después de Stranger Things fue High Flying Bird, drama deportivo de Steven Soderbergh donde comparte créditos con André Holland, Zazie Beets y Kyle MacLachlan. También protagonizó el drama Cowboys de Filadelfia (compartiendo escena con Idris Elba), participó en La Biblia de Clarence (junto a LaKeith Stanfield, Omar Sy y Alfre Woodard) y dará voz al protagonista en Goat, de Sony Pictures Animation.

    Sadie Sink (Max Mayfield)

    Después de unirse al grupo en la segunda temporada, Max Mayfield se convirtió en una de las favoritas del público gracias a la aguerrida interpretación de Sadie Sink, otra joven actriz que demostró su talento en el teatro. Protagonizó la producción de Broadway del musical Annie antes de debutar en cine con La leyenda: La historia verdadera de Rocky Balboa (Chuck).

    Al igual que Millie Bobby Brown, Sink comenzó a ganar mayor notoriedad en otros proyectos de Netflix, como la saga de slashers La calle del terror. Pronto la vimos saltar (con éxito) a roles dramáticos más densos como en La ballena, de Darren Aronofsky, y la escuchamos lucir su poderosa voz en el musical postapocalíptico O’Dessa. Su rol más popular está por venir, pues compartirá escena con Tom Holland en su cuarta película de Spider-Man.

    Noah Schnapp (Will Byers)

    El último miembro del cuarteto original y gran víctima en la primera temporada de Stranger Things, Noah Schnapp trajo una necesaria vulnerabilidad a Will Byers, quien juega un rol fundamental a lo largo de todas las temporadas por su conexión con el Otro Lado.

    Schnapp ha tenido una carrera más modesta, pues debutó con un pequeño rol en Puente de espías de Steven Spielberg, y como la voz del protagonista en Snoopy y Charlie Brown: Peanuts la película. Protagonizó la comedia dramática Abe y el drama bélico El niño y la guerra en 2020, pero al momento de la redacción, no tiene más proyectos en fila tras la conclusión de la serie de Netflix.

    Winona Ryder (Joyce Byers)

    Como una de las veteranas en el elenco de Stranger Things, Winona Ryder ya era una estrella consagrada, una de las grandes musas del cine de la época en que se sitúa la serie, y cuya renombrada carrera merecería un artículo para sí.

    Sobran títulos para mencionar aquí, desde sus colaboraciones con Tim Burton en Beetlejuice y El joven manos de tijera, hasta su macabro rol en Jóvenes asesinos (Heathers) o la emblemática Drácula de Bram Stoker. Recomendamos verla en Una noche en la Tierra (dirigida por Jim Jarmusch y compartiendo escena con su ídolo, Gena Rowlands). O, si prefieres saber qué ha hecho recientemente, checa la miniserie The Plot Against America de HBO.

    David Harbour (Jim Hopper)

    El jefe de policía Jim Hopper es uno de los personajes más queridos de toda la serie, con una personalidad áspera y ruda que admite momentos de ternura, vulnerabilidad y cariño por Once y, más adelante, por Joyce. Y si bien David Harbour ya tenía una trayectoria sólida antes de Stranger Things, es innegable que este rol lo volvió bastante más famoso.

    Harbour ya había participado en grandes producciones Secreto en la montaña o 007: Quantum en roles secundarios. A partir de la serie de Netflix, pudimos verlo en roles protagónicos, brillando por su talento cómico en Thunderbolts de Marvel y en la genial comedia de acción navideña Noche sin paz.

    Natalia Dyer (Nancy Wheeler)

    La aguerrida aspirante a periodista Nancy Wheeler, hermana mayor de Mike, podrá no pertenecer al grupo principal a pesar de que juega un rol fundamental en perseguir pistas para resolver las constantes crisis en el pueblo de Hawkins. Y la joven actriz Natalia Dyer ha sido vital en brindarle ese espíritu a la vez intenso y frágil (se tiene que notar esa culpa por Barb).

    Dyer ha tenido ya una prolífica carrera en papeles secundarios y cortos independientes, pero a partir de Stranger Things, hemos podido verla en roles mayores como la primera temporada de Based on a True Story (junto a Kaley Cuoco), la comedia de terror Velvet Buzzsaw y la escalofriante Juega o muere. Sin embargo, recomendamos MUCHÍSIMO su divertido protagónico en Yes, God, Yes, una comedia sobre una adolescente católica enredada en un malentendido que la obliga a enfrentarse con la incipiente sexualidad que intenta reprimir a toda costa.

    Joe Keery (Steve Harrington)

    Originalmente un antihéroe bravucón en la primera temporada de Stranger Things, Steve Harrington se ha convertido en uno de los personajes preferidos por el público, una especie de “nana” para los chicos más jóvenes del grupo. Y se requiere el talento especial de Joe Keery para caminar esa delicada línea entre el antagonismo y la redención.

    Aunque tenía pocos créditos a su nombre antes de la serie, Keery se ha vuelto más prolífico gracias a ella. Tuvo un sorpresivo rol en la quinta temporada de Fargo y apareció en la comedia Free Guy: Tomando el control con Ryan Reynolds. Sin embargo, si quieres verlo hacer algo alucinante, míralo en Spree, una ácida comedia que comenta sobre la cultura de los influencers.

    Maya Hawke (Robin Buckley)

    Debutando en la temporada 3 de Stranger Things, Maya Hawke se ha convertido en otra de las favoritas del público por mucho más que el solo hecho de ser hija de Ethan Hawke y Uma Thurman. La actriz dota a Robin Buckley—uno de los personajes LGBTQIA+ de la serie—de ingenio mezclado con una torpeza enternecedora.

    Antes de aparecer en la serie, Hawke tuvo un pequeño papel en Había una vez en… Hollywood de Quentin Tarantino, y también forma parte del elenco de La calle del terror de Netflix. Desde entonces ha formado parte de ensambles como el de Asteroid City, de Wes Anderson, y el elenco de voces de Intensa-Mente 2, donde actúa como Ansiedad.

    Joseph Quinn (Eddie Munson)

    Mención especial para Joseph Quinn, quien a pesar de que hizo debut y despedida como el encantador metalero Eddie Munson en la temporada 4, ya tenía créditos importantes en la pantalla. Sin embargo, es uno de los miembros del joven elenco cuya notoriedad ha crecido más gracias Stranger Things.

    Quinn ya había protagonizado series como Regreso a Howards End y tuvo un rol secundario en la película Operación Overlord. Su carrera explotó con películas como Un lugar en silencio: Día uno, Gladiador II y Los 4 Fantásticos: Primeros pasos en cosa de un año. Al formar parte del Universo Cinematográfico de Marvel, lo veremos después en el masivo elenco de Avengers: Doomsday.

  • ¿‘El caballero de los siete reinos’ es un ‘Game of Thrones’ ligero, o esconde algo más trágico?

    ¿‘El caballero de los siete reinos’ es un ‘Game of Thrones’ ligero, o esconde algo más trágico?

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Con el estreno de la serie El caballero de los siete reinos (A Knight of the Seven Kingdoms) el 19 de enero de 2026, el mundo de Game of Thrones (o Juego de tronos) en HBO se expandirá con una nueva serie, situada en una época aún inexplorada de Poniente (Westeros) en la televisión.

    Será una experiencia diferente, sin duda, pero con la serie La casa del dragón también corriendo en paralelo, puede ser algo confuso. Aquí respondemos varias preguntas sobre El caballero de los siete reinos, en qué libro se basa, lo que esto significa para el tono de la serie y cómo será tanto similar como diferente a las otras entregas de la franquicia.

    Posibles spoilers a continuación.

    ¿De qué se trata El caballero de los siete reinos?

    La nueva serie sigue las aventuras de un caballero joven y valiente, pero ingenuo y de baja estirpe, conocido como Duncan “El alto”, o Dunk (Peter Claffey). Junto a su pequeño escudero, “Egg” (Dexter Sol Ansell), se embarca en múltiples aventuras, enfrentan peligrosos enemigos y logran asombrosas hazañas, en una época donde la casa Targaryen aún tiene el Trono de Hierro de Poniente bajo su control.

    ¿La serie es adaptación de un libro?

    La serie adapta tres novelas cortas escritas por George R. R. Martin: El caballero errante, La espada leal y El caballero misterioso, colectivamente conocidos como los Cuentos de Dunk y Egg. Estos han sido compilados y publicados en un solo libro, titulado igual que la serie, El caballero de los siete reinos.

    Se espera que la producción abarque tres temporadas, con la primera consistiendo de seis episodios, y la segunda ya confirmada para 2027. Dada la cantidad de material, es posible que la adaptación abarque cada una de las novelas cortas por temporada, aunque esto no está confirmado.

    Esto sería similar a lo que sucede con La casa del dragón, que ha adaptado un sólo libro, Fuego y sangre, en varias temporadas de televisión. Esto, al contrario de Game of Thrones, que adaptó varios tomos de Canción de hielo y fuego a lo largo de sus ocho temporadas.

    ¿Cuándo se sitúa El caballero de los siete reinos?

    La serie comenzará aproximadamente 90 años antes de los acontecimientos vistos en Game of Thrones. En esta época, la casa Targaryen aún gobierna Poniente, pero va en declive. Los recuerdos de los últimos dragones aún son recientes, pero la dinastía ya siente las repercusiones de los hechos representados en La casa del dragón.

    ¿La serie tendrá un tono diferente a Game of Thrones y La casa del dragón?

    Es probable que sí. Los Cuentos de Dunk y Egg, en los que se basa la serie, son considerados relatos con un “aire de heroico esplendor” que brindan una visión más amable de Poniente.

    Además, es importante considerar que, mientras Game of Thrones y La casa del dragón lidian con las intrigas políticas de las altas casas de Poniente, sus luchas de poder, alianzas y traiciones; la historia de El caballero de los siete reinos es más mundana, contada desde la perspectiva de un joven caballero y su escudero.

    Sin embargo, a pesar de su tono más ligero, es parte de la misma continuidad de las otras series de HBO. Para una comparación un poco simplista, imagina que estás viendo una aventura de Din Djarin y Grogu mientras, tras bambalinas, se gesta un complot político entre la Nueva República y los remanentes del Imperio por el control de la galaxia en Star Wars.

    ¿En qué será similar El caballero de los siete reinos a las otras series?

    La nueva serie se sitúa en la misma continuidad de las otras series de HBO, por lo que, a pesar de su tono más ligero y hasta cómico, puedes esperar que se sienta como una progresión natural entre La casa del dragón y Game of Thrones.

    A pesar de que buena parte del equipo creativo es nuevo, El caballero de los siete reinos tiene por showrunner a Ira Parker, quien también tiene crédito como productor en La casa del dragón.

    Además, la serie trae de regreso al diseñador de producción Tom McCullagh y al director de arte Harry Pain, quienes trabajaron originalmente en Game of Thrones y contribuyeron a darle a la producción su característica ambientación.

    ¿Cómo conecta El caballero de los siete reinos con las otras series de HBO?

    Aunque su tono más leve e historia más terrenal podrían dar la impresión de que no hay una conexión con el resto de la narrativa en las otras series, El caballero de los siete reinos sí que tiene lazos con la narrativa de Canción de hielo y fuego, adaptada en Game of Thrones. Leves spoilers a continuación.

    En resumidas cuentas, las aventuras de Dunk y Egg sembrarán las semillas para varios de los acontecimientos que veremos en la otra serie. Egg es, en realidad, el príncipe Aegon V Targaryen, quien contra todo pronóstico llegaría a convertirse en rey de Poniente (apodado “el improbable”). Duncan, por su parte, sería Lord comandante de su Guardia real.

    Ambos serían testigos de los eventos que trajeron la caída definitiva de la casa Targaryen, su exilio a Essos y, con ello, el comienzo de los conflictos en Game of Thrones. Existe la teoría de que la valentía de Duncan permitió a la reina Rhaella Targaryen vivir y, con ello, dar a luz a Daenerys Targaryen (Emilia Clarke en la serie).

    Ambos personajes también tienen nexos familiares con personajes que ya hemos visto en dicha serie. George R.R. Martin ha confirmado que Duncan es un ancestro de Brienne (Gwendoline Christie en la serie), mientras que Egg es el hermano del Maestre Aemon (Peter Vaughan), quien muere en el Muro durante el paso de Jon Nieve (Kit Harington) por la Guardia de la noche.

  • Elphaba no es verde y otras 9 diferencias entre los libros de Oz y el cine

    Elphaba no es verde y otras 9 diferencias entre los libros de Oz y el cine

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Con el final de la adaptación cinematográfica de Wicked, el fantástico mundo de Oz concebido por L. Frank Baum con la novela El mago de Oz, publicada en 1900, vuelve a ser tema de conversación. Y como suele ser el caso con las adaptaciones cinematográficas de la literatura, surge la pregunta: ¿qué cambia de la página a la pantalla?

    La respuesta es: bastantes cosas, en realidad. Desde el color de Elphaba hasta los tonos y desenlaces de ciertas historias, Oz ha sido muy distinto en cada iteración cinematográfica. Por ello, aquí seleccionamos 10 diferencias entre los libros de Oz y las películas, incluyendo no sólo los libros de Baum, sino también Wicked: Memorias de una bruja mala de Gregory Maguire.

    Spoilers de los libros y las películas a continuación.

    ¿Elphaba es verde en los libros?

    En Wicked, tanto su versión literaria como teatral y en su adaptación cinematográfica, la piel esmeralda de Elphaba es un elemento crucial del personaje, pues es el motivo principal de su marginación. Sin embargo, en el libro original de L. Frank Baum—donde simplemente es conocida como la “Bruja malvada del Oeste”, nunca se menciona que su piel tenga ningún color en particular.

    El característico color verde de la bruja no viene de las novelas, sino de su caracterización para la adaptación de El mago de Oz de 1939, donde fue interpretada por Margaret Hamilton. En ese entonces, el Technicolor era relativamente una novedad, por lo que se realizaron algunos cambios para que la película fuera visualmente atractiva. Es por eso que la piel de la bruja es verde, una característica que sería retomada por futuras adaptaciones del mundo de Oz al cine. Y no sería el único cambio motivado por el Technicolor.

    Las zapatillas no eran de rubí

    Otro cambio motivado por el Technicolor fue el color—y material—de las zapatillas de la Bruja Malvada del Este, que Dorothy Gale toma para sí cuando su casa cae sobre ella, terminando su reinado sobre Munchkinland. 

    Originalmente, las zapatillas eran de plata, no de rubí, una decisión creativa para que lucieran más por el rojo en la adaptación cinematográfica de 1939. Tal ha sido su impacto que la versión de rubí se ha vuelto parte de la iconografía de Oz—como en las referencias que hace David Lynch en Salvaje de corazón—. Aunque en Wicked también son de plata, una escena en la segunda parte las vuelve rojas, para hacer alusión a su otra versión famosa.

    La ciudad Esmeralda no es de color esmeralda

    Otro elemento crucial en la iconografía de este mundo es la Ciudad Esmeralda, el corazón del mundo de Oz y residencia del Mago. Es otra de esas instancias donde la imagen visual del cine pesa más que la de la literatura, pues en los libros, no es realmente una ciudad de vibrante color esmeralda. Sus ciudadanos simplemente la ven así porque son requeridos a usar, en todo momento, unos lentes de color verde. Otra alusión a que el Mago es, en realidad, un ilusionista.

    Este aspecto ha sido adaptado de diversas maneras. La versión de los lentes verdes fue mantenida tanto en el libro Wicked como en la obra teatral—donde incluso contribuye a que Elphaba se sienta aceptada, pues nadie percibe su color de piel como distinto—. Para la versión cinematográfica simplemente se optó por que la ciudad fuera en efecto verde, como en la película de 1939.

    El rol de Glinda

    El mundo de Oz tiene una mitología mucho más amplia en los textos de L. Frank Baum, y una práctica común al adaptar textos de este tipo, es condensar varios elementos en uno. Glinda es un ejemplo perfecto de ello.

    En la película de 1939, Glinda es quien recibe a Dorothy a su llegada a Oz, se presenta como la Bruja buena del Norte y le otorga las zapatillas de rubí. Sin embargo, esto sucede de forma muy diferente en la novela original, pues la Bruja buena del Norte es un personaje completamente independiente. Glinda, en realidad, aparece hasta el final del libro, y es la Bruja buena del sur.

    Los nombres de los personajes

    En los libros originales de L. Frank Baum, varios de los personajes centrales de Wicked ni siquiera tienen nombres. La villana es, simple y llanamente, la “Bruja malvada del Oeste”. En la novela Wicked es nombrada Elphaba en honor a L. Frank Baum (LFB). Glinda es la única que mantiene un nombre consistente en casi cada secuela literaria y adaptación cinematográfica del mundo de Oz. Sin embargo, en Wicked, su nombre original es Galinda. Decide cambiarlo en honor al Doctor Dillamond, una cabra que omitía la primera “a” de su nombre al no poder pronunciarla.

    Cabe señalar que la Bruja malvada ha tenido nombres diferentes en otras adaptaciones. Por ejemplo, en Oz, el poderoso (Oz, The Great and Powerful), es originalmente conocida como Theodora (interpretada por Mila Kunis). En la serie de fantasía Érase una vez (Once Upon a Time), es conocida como Zelena y luego como Kelly West (interpretada por Rebecca Mader y por Isabella Blake-Thomas).

    Wicked: el libro y la película son muy distintos en tono

    El libro de Gregory Maguire y su adaptación tanto al teatro como al cine son criaturas muy, pero muy diferentes. La novela parte del revisionismo al texto original de Baum para analizar temas como la discriminación, la propaganda, el poder y la insurrección, temas que son diluidos o simplemente omitidos para las adaptaciones, que son pensadas como espectáculos familiares.

    La novela presenta temas que van desde adulterio a asesinatos políticos y fanatismo religioso y, naturalmente, hay personajes cuyas historias son infinitamente más trágicas. Por citar sólo un ejemplo, el Doctor Dillamond no sólo es capturado y pierde su capacidad de hablar en cautiverio, como en la película. En el libro se convierte en un auténtico mártir al ser asesinado. Lo que nos lleva a…

    La caracterización y destino de Elphaba

    La protagonista también presenta muchos cambios entre la página y su versión teatral o cinematográfica. Maguire sí la presenta como una figura trágica, pero con la que es un poco más difícil simpatizar que las versiones interpretadas por Idina Menzel y Cynthia Erivo.

    En el libro es descrita no sólo con piel verde, sino también con dientes afilados, una personalidad difícil, e incluso hay insinuaciones de que es intersexual. Todos estos elementos son omitidos de la adaptación. También crea a los monos voladores intencionalmente en el libro, y no por accidente como en la película y obra. Curiosamente, su destino en el libro es más fiel al texto original de Baum: Elphaba es asesinada por Dorothy, tan simple como eso. El musical de teatro y de cine presenta una versión más amable de los hechos, pues logra fingir su muerte y dejar el mundo de Oz atrás.

    Madame Morrible es un personaje exclusivo de Wicked

    La mayoría de las obras de ficción basadas en los libros de Baum—sea en cine, teatro o literatura—toman prestados muchos de los personajes ya creados por el autor. Sin embargo, Madame Morrible (interpretada en la película por Michelle Yeoh) es una creación de Maguire para su novela.

    Curiosamente, a pesar de que el musical diluye varios de los análisis sobre temas como el poder, la propaganda y la manipulación política, el rol de Morrible es mayor en la obra y la película precisamente haciendo eso, manipulando al Mago (Jeff Goldblum en la película) tras bambalinas.

    Los orígenes del León Cobarde, el Hombre de Hojalata y el Espantapájaros

    El trío de acompañantes de Dorothy Gale en la novela original son fundamentales para el relato y la iconografía posterior, inmortalizada por las adaptaciones. Sin embargo, son personajes con trasfondos muy escuetos en el texto original de L. Frank Baum. Pero en sus diferentes versiones, Wicked les otorga otros orígenes, más cercanos a los de las protagonistas.

    En el libro, el musical de teatro y la película, el León Cobarde es liberado como cachorro por Elphaba durante una clase en la Universidad de Shiz, aunque en el libro, el animal no tiene recuerdo de ello.

    En las adaptaciones teatrales y de cine, Fiyero (Jonathan Bailey en la película) es eventualmente transformado en el Espantapájaros por Elphaba para salvarlo de la muerte. Sin embargo, ambos son personajes distintos en la novela. En el texto, Elphaba cree que Fiyero se hace pasar por el Espantapájaros, pero no resulta ser verdad.

    Finalmente, el Hombre de Hojalata tiene orígenes distintos según la versión. En el musical, él es un Munchkin llamado Boq (Ethan Slater en la película), transformado accidentalmente por Elphaba. La novela de Maguire es mucho más cercana a la de Baum en este sentido: en el pasado, el Hombre de Hojalata era conocido como Nick Chopper, quien estaba enamorado de una sirvienta de la Bruja malvada del Este, quien encantó su hacha para cortarle el cuerpo y sustituirlo por lata, hasta que no quedó nada más que metal.

    El tono general de las adaptaciones

    A pesar del impacto que han tenido Wicked y El mago de Oz en la imaginación popular, también existe un consenso respecto a que no son las adaptaciones más fidedignas del trabajo de L. Frank Baum. Sobre todo la película de 1939 es un musical alegre y colorido, mientras que las novelas tienen un lado surrealista y a veces macabro.

    Aunque no fue bien recibida en su momento, Oz, un mundo maravilloso (Return to Oz) es considerada una de las mejores adaptaciones cinematográficas del mundo de Oz precisamente por ese motivo, pues presenta personajes más retorcidos—representados con animatrónicos—y una dirección de arte más oscura. Además, con una entonces jovencísima Fairuza Balk, también trae una de las adaptaciones más fieles de Dorothy que, a diferencia de la adolescente July Garland en el clásico de cine, es descrita como una niña pequeña en las páginas.

  • ‘Wicked: Por siempre’ - El verdadero destino de Elphaba y el Desierto mortal, explicados

    ‘Wicked: Por siempre’ - El verdadero destino de Elphaba y el Desierto mortal, explicados

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    El estreno de Wicked: Por siempre marca el final de la adaptación cinematográfica en dos partes de la obra de teatro musical homónima, a su vez basada en la novela revisionista de Gregory Maguire, en sí misma derivada de la obra de L. Frank Baum. La segunda película concluye la historia de Elphaba Thropp (Cynthia Erivo), quien luego de oponerse al Mago de Oz (Jeff Goldblum) y ser nombrada como la “Bruja malvada del Oeste”, debe enfrentar persecución del régimen de Oz.

    A lo largo de la película suceden tragedias para múltiples personajes, incluida la propia Elphaba. ¿Cuál es su destino al final de esta historia? ¿Qué diferencias hay entre el desenlace para el personaje en la película, la obra teatral y las novelas?

    A continuación respondemos estas preguntas, pero ten en cuenta que hay spoilers de la película y de las otras versiones de la historia.

    ¿Elphaba muere al final de Wicked: Por siempre?

    No, Elphaba no muere al final de Wicked: Por siempre.

    Sin embargo, sí finge morir a manos de Dorothy Gale en un dramático montaje para que todos en Oz, incluida Glinda (Ariana Grande), crean que la “Bruja malvada del Oeste” finalmente ha muerto.

    Esto es parte de un plan de Elphaba para poder vivir en libertad, bajo la creencia colectiva de que ella ha muerto, y dar una oportunidad a Glinda de cambiar las cosas en Oz.

    ¿Cómo sobrevive Elphaba?

    En la película, sólo vemos los acontecimientos como sombras proyectadas en el muro: Dorothy arroja el balde de agua sobre Elphaba, y ésta parece derretirse. Glinda presencia todo desde un armario y, cuando sale a mirar cuando es seguro, sólo queda el sombrero que le regaló a Elphaba cuando estudiaban en Shiz.

    Sin embargo, todo es un montaje ideado por Elphaba. En realidad, su debilidad contra el agua era sólo una mentira propagada en Oz, y ella la usó a su favor. Elphaba sobrevive haciendo creer a todos que se derritió por el balde de agua que le arroja Dorothy, cuando en realidad sólo se ocultó en una puerta trampa en Kiamo Ko, el castillo desierto que Fiyero (Jonathan Bailey) le ofrece como refugio. Permaneció oculta ahí hasta que fue seguro salir para dejar a Oz atrás definitivamente.

    ¿Qué sucede con Fiyero en Wicked: Por siempre?

    Fiyero, el enamorado de Elphaba, también tiene otro de los destinos más trágicos en la historia. Al comienzo de Wicked: Por siempre, se ha convertido en Capitán de la Guardia, pero al poco tiempo decide cambiar de bando para proteger a su amada.

    Cuando Fiyero finalmente es capturado en Munchkinland, es considerado un traidor. Para salvarlo de la muerte, Elphaba hace un hechizo utilizando el libro Grimmerie para que su cuerpo “no se rompa”. Esto tiene el efecto secundario de transformar a Fiyero en el Espantapájaros que eventualmente acompaña a Dorothy.

    Sin embargo, Fiyero también sobrevive a los acontecimientos de Wicked. Cuando es seguro salir para Elphaba, Fiyero va a su encuentro en Kiamo Ko y se van de Oz juntos.

    ¿A dónde van Elphaba y Fiyero al final de la película?

    Al final de Wicked: Por siempre, Elphaba y Fiyero deciden dejar atrás a Oz juntos, para siempre. Sin embargo, el destino de su viaje queda ambiguo, aunque hay algunas pistas para explicar cuál es el último sitio donde los vemos.

    En la escena donde Elphaba confronta a los animales que huyen de Oz por medio de un túnel debajo del camino amarillo (“No Place Like Home”), estos hablan de un “lugar más allá de Oz”. Entonces, Elphaba tiene una breve visión de dos personas andando por un vasto desierto. Al final, se revela que estas dos personas son ella y Fiyero.

    Para explicar este lugar, hay que ir a los libros, tanto las novelas originales de L. Frank Baum como el libro Wicked de Gregory Maguire. En la literatura, se explica que Oz está rodeado al Norte, Sur, Este y Oeste por un vastísimo yermo encantado, conocido como el Desierto Mortal. Nadie puede cruzarlo normalmente pues, en teoría, quien toque sus arenas se convertirá en polvo. Por ejemplo, en la secuela Oz, un mundo fantástico (Return to Oz), Dorothy tiene que saltar de piedra en piedra para cruzarlo.

    Sin embargo, un tema recurrente en el mundo de Wicked es el uso de la propaganda, la ideología y las mentiras para mantener un régimen totalitario. Por lo tanto, es probable que el peligro del Desierto mortal también haya sido un mito para mantener a los pobladores atrapados en Oz, y que este sea el último sitio donde vemos a Elphaba y Fiyero en la película.

    ¿Qué diferencias hay entre el final de Wicked en el libro y la película?

    Es un hecho bien conocido que la novela revisionista Wicked: Memorias de una bruja mala de Gregory Maguire es muy diferente tanto en temas como en tono al musical de teatro y la película que vinieron después. El libro está dirigido a adultos y utiliza la mitología original de Oz de L. Frank Baum para crear un relato que habla sobre discriminación, racismo, totalitarismo, propaganda, fanatismo religioso y otros temas mucho más complejos que son excluidos o rebajados en sus adaptaciones.

    El destino de Elphaba en el libro es muy distinto. Contrario a la obra de teatro y a la película, ella sí muere de verdad cuando Dorothy le arroja un balde de agua. Sin embargo, las motivaciones de la niña son diferentes. Ella había viajado hasta Kiamo Ko para disculparse, y Elphaba se prendió fuego accidentalmente. Inocentemente, Dorothy le arrojó el balde de agua para ayudarla.

    La muerte de Elphaba en el libro es, curiosamente, más congruente con otras adaptaciones de los libros de Oz de L. Frank Baum. Su destino es el mismo en la clásica película El mago de Oz de 1939, de la que Wicked toma vasta inspiración.

  • Las 10 mejores películas navideñas de terror para celebrar “Creepmas”

    Las 10 mejores películas navideñas de terror para celebrar “Creepmas”

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Para algunos, la Navidad es la mejor temporada del año. Pero no todos piensan igual. Otros, incluso, dirían que la festividad decembrina está yendo demasiado lejos al anticiparse cada vez más y filtrarse hacia el otoño, invadiendo el territorio de Halloween.

    Es así como nace “Creepmas”, una respuesta a este fenómeno que busca brindar una experiencia de la oscuridad y lo macabro en Navidad. Una venganza de los fans de Halloween que prefieren más tripas que suéteres feos y coloridos en las festividades. Si es tu caso, llegaste al lugar correcto: descubre esta selección de películas navideñas de terror ideales para la temporada.

    Terrifier 3: Payaso siniestro (2024)

    Una de las propuestas más recientes—y horrorosas—en las que el terror se filtra de lleno en el territorio de la Navidad. Terrifier 3 continúa la lucha entre el bien y el mal de Sienna (Lauren LaVera) contra el Payaso Art (David Howard Thornton), quien ha resucitado una vez más y decide desatar su racha asesina en inocentes pobladores de Nueva York en plena temporada navideña, con todo y disfraz de Santa Claus… robado con uno de los usos más creativos y letales del nitrógeno líquido. Blanca Navidad, en verdad…

    La tercera entrega eleva todavía más el presupuesto de producción y las apuestas comparada con su predecesora directa, Terrifier 2. Esto quiere decir que la violencia es llevada a extremos incluso más vomitivos, así que debemos advertir que ésta es una de las opciones más impactantes en esta lista, más en los terrenos del cine de Takashi Miike (como Audición) o del Nuevo Extremismo Francés, como Mártires de Pascal Laugier.

    Krampus: El terror de la Navidad (2015)

    Imagina pasar las fiestas con una familia tan disfuncional, que rompen el espíritu navideño. Así comienza Krampus: El terror de la Navidad: con su corazón roto después de las constantes discusiones y acoso en la familia, un niño invoca, sin quererlo, la furia de Krampus. En el folklore europeo, se trata de un ser que acompaña a Santa Claus y es su antítesis, castigando a los niños malos. Sólo que aquí se va sobre la familia entera, y el “castigo” es algo un poco más brusco.

    Se trata otra película del director Michael Dougherty, conocido por la sutilmente cómica Trick 'r Treat, que a su vez bebe de la fuente de Gremlins. Es una película de terror sobrenatural de monstruos en una línea similar a Boogeyman: Tu miedo es real, a medio camino con slashers como Halloween.

    Qué bello es morir (2023)

    Desde su título, Qué bello es morir (It’s a Wonderful Knife) deja muy clara su premisa: es el clásico de temporada con James Stewart, ¡Qué bello es vivir! (It’s a Wonderful Life!), pero en terror. Una adolescente (Jane Widdop) detiene a un asesino psicótico en víspera de Navidad, pero un año después, su vida es problemática. Cuando desea no haber nacido, es llevada a un universo paralelo de pesadilla donde no existe, y las cosas pueden ser todavía peores sin su presencia.

    Qué bello es morir es un slasher cómico y autorreflexivo en la misma línea que otros recientes de esa escuela, como Feliz día de tu muerte (Happy Death Day), Dulces y sangrientos 16 (Totally Killer) y Freaky: Este cuerpo está para matar. Si disfrutaste alguno de los anteriores, esta es la película de terror navideña para ti en Creepmas.

    El día de la bestia (1995)

    La española El día de la bestia, de Álex de la Iglesia, ya es un clásico de la temporada de Creepmas, una ácida comedia que se inserta de lleno en la Navidad pero con varios elementos de terror. La trama sigue a un sacerdote (Álex Angulo) que cree haber descifrado un mensaje en el Apocalipsis según San Juan que revela el lugar y tiempo del nacimiento del Anticristo: Madrid, 25 de diciembre de 1995. Con este conocimiento, emprenderá una implacable y sangrienta misión para impedirlo a toda costa en plenas celebraciones navideñas.

    Se trata de un viaje alucinante y con un sentido del humor irreverente, que De la Iglesia ha rescatado en otras producciones como Las brujas de Zugarramurdi, y similar al visto en comedias de terror como Muertos vivos (Braindead), de Peter Jackson.

    Red Snow (2021)

    Una escritora (Dennice Cisneros) de novelas románticas de vampiros (tipo Crepúsculo) padece bloqueo creativo, por lo que decide pasar las fiestas decembrinas sola en un remoto rincón nevado de Lake Tahoe. Su aislamiento da un vuelco cuando un vampiro de verdad (Nico Bellamy) aparece herido en su puerta, y ella decide ayudarlo a cambio de retroalimentación para su nuevo libro. Las cosas se complican cuando los amigos del vampiro—y un cazador persiguiendo su rastro—aparecen también.

    Red Snow es una divertida comedia de terror con el encanto que sólo trae el bajo presupuesto, con una premisa que mezcla Miseria con La hora del vampiro (Salem’s Lot), con los vampiros apuestos propios de Crepúsculo y de otras franquicias como True Blood.

    Ana y el Apocalipsis (2017)

    Para los fans de Creepmas, la mañana de Navidad ideal no tendría regalos, sino el fin de la civilización por vía de epidemia zombi. El cual es exactamente el caso en Ana y el Apocalipsis (Anna and the Apocalypse), una comedia musical situada en plenas fiestas y con mucha sangre.

    Imagina, pues, el mismo descaro irónico de comedias de zombis como El desesperar de los muertos (Shaun of the Dead) y Tierra de zombies (Zombieland), filtradas por un cínico desdén por el espíritu navideño.

    Feliz Navidad (2022)

    Ni las películas sobre robots asesinos ni sobre terroríficas encarnaciones de Santa Claus son cosa nueva, pero Feliz Navidad (con el más elocuente título original de Christmas Bloody Christmas) es de las pocas que mezcla ambos conceptos con resultados muy divertidos. Dos amigos (Riley Dandy y Sam Delich) salen a beber en Nochebuena, sin saber que el Departamento de Defensa de Estados Unidos ha requerido la devolución de un Santa robótico, pues ha presentado una falla en su programación. Una catastrófica y violenta falla.

    Es la típica película de terror serie B que demanda no ser tomada en serio para abrazar sus altos grados de ridiculez y violencia. Es como Terminator, Robots asesinos (Chopping Mall) o Five Night at Freddy’s con un gorrito de Santa Claus encima.

    La sustancia (2023)

    La sustancia provocó tal sensación por tantos otros motivos que es fácil olvidar que, técnicamente, es una gran opción para Creepmas: la meta de la versión joven de su protagonista, Sue (Margaret Qualley), es conducir el popular show de Año Nuevo para la televisora que despidió a su versión mayor, Elisabeth (Demi Moore) debido a su edad.

    La película es un denso análisis sobre el etarismo y las expectativas estéticas que los medios y el culto a las celebridades colocan sobre las mujeres. Sin embargo, lo hace por medio de un demencial, grotesco—y muy divertido—horror corporal, por lo que es una propuesta a medio camino entre el feminismo de Venganza del más allá (de la misma directora, Coralie Fargeat) y el clásico fundamental del subgénero, La mosca, de David Cronenberg.

    Gremlins (1984)

    Otro de los grandes clásicos entre las películas navideñas de terror—aunque en clave de comedia—es Gremlins. La trama sigue a un adolescente que recibe como regalo a Gizmo, una curiosa criatura de una especie mística conocida como mogwai. Sin embargo, al romper las reglas básicas y muy específicas para su cuidado—no alimentarlo después de la medianoche, no mojarlo ni exponerlo a la luz del sol—, se desata el caos en su pequeño pueblo durante Nochebuena.

    Se trata de una alocada película con más comedia que terror, si somos sinceros, pero cuyo sentido del humor es deliciosamente macabro. De ella derivarían otras como la franquicia de Critters, aunque su espíritu—y artesanía—es más similar a comedias como Beetlejuice.

    El extraño mundo de Jack (1993)

    Quizá no exista hay mayor clásico para Creepmas que El extraño mundo de Jack (The Nightmare Before Christmas), dado que su premisa encarna, precisamente, el sincrético espíritu entre ambas festividades: Jack Skellington (Chris Sarandon y Danny Elfman), rey del mundo de Halloween, descubre la existencia del mundo de la Navidad y decide secuestrar a Santa Claus, suplantarlo y, efectivamente, robar para su reino la festividad de invierno.

    Es un musical en stop motion tan mágico como deliciosamente macabro ideal para cualquiera de las dos fiestas, y que disfrutarán sobre todo quienes gocen de la peculiar sensibilidad de sus dos mentes creativas: Tim Burton (El cadáver de la novia) y Henry Selick (Coraline y la puerta secreta).

  • 10 películas de Navidad infravaloradas para ver en 2025

    10 películas de Navidad infravaloradas para ver en 2025

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Las fiestas decembrinas son el momento ideal para relajarse y disfrutar de una buena historia navideña. Y seamos claros: existen clásicos de la temporada ya consagrados y probados, queridos por el público para ver una y otra vez durante las fiestas, desde ¡Qué bello es vivir! a Mi pobre Angelito.

    Pero si ya te cansaron las mismas historias de siempre, quizá busques algo nuevo, diferente, que no conozcas o que no haya sido detectado por tu radar en su momento. Seleccionamos para ti algunas películas de Navidad infravaloradas pero que merecen mucho la pena para dar un giro a tu maratón de las fiestas navideñas.

    El día de la bestia (1995)

    Ya un clásico del español Álex de la Iglesia, El día de la bestia es una comedia de terror perfecta para ver en Navidad si lo que quieres es infartar a tu abuelita católica. Un sacerdote cree haber descifrado un mensaje secreto en el libro del Apocalipsis según San Juan, y cree que el Anticristo nacerá en Madrid el 25 de diciembre. Con ayuda de un aficionado al heavy metal, no se detendrá ante ningún escrúpulo religioso ni moral en su noble misión por detener el nacimiento del Maligno.

    Iglesia echa mano del humor ácido e irreverente, sin temor de Dios, que veríamos en eventuales producciones suyas como Las brujas de Zugarramurdi, y que sólo es igualado por otras comedias de terror como Muertos vivos (Braindead), de Peter Jackson.

    Piso de soltero (1960)

    Para ser considerada una película de Navidad, basta con que su trama (o una parte importante de la misma) se sitúe durante las fiestas—y si no, ahí está Duro de matar como prueba—. Siendo el caso, debemos incluir a Piso de soltero (The Apartment, también conocida como El apartamento), clásico de Billy Wilder sobre un empleado de una compañía de seguros (Jack Lemmon) que, como forma de ganar favor entre sus superiores, presta su departamento para que cometan sus infidelidades. Las cosas se complican cuando se enamora de una ascensorista de la empresa (Shirley MacLaine), y resulta que ella está involucrada con el jefe.

    Y de acuerdo, no toda la película se desarrolla durante Navidad, pero un evento clave sí que sucede durante la fiesta navideña de la empresa. Es una fenomenal opción si disfrutas de las inteligentes comedias de Wilder como Una Eva y dos Adanes (Some Like it Hot).

    Mujercitas (2019)

    Ni la novela de Louisa May Alcott ni sus múltiples adaptaciones cinematográficas son, fundamentalmente, películas de Navidad. Sin embargo, en muchas de ellas, la festividad enmarca varios momentos importantes de la trama, por lo que Mujercitas es una infravalorada pero merecedora adición al canon de la temporada.

    La más reciente y popular en los últimos años es la versión de 2019, protagonizada por Saoirse Ronan y dirigida por Greta Gerwig. Sin embargo, otras alternativas más que dignas son la de 1949 (con Elizabeth Taylor) y la de 1994 (con Winona Ryder).

    Ana y el Apocalipsis (2017)

    Ana (Ella Hunt) se va a dormir en Nochebuena y, a la mañana siguiente, no encuentra regalos sino el colapso de la civilización por el Apocalipsis zombi. Así de sencilla y así de divertida es la premisa de Ana y el Apocalipsis, la comedia de terror que no sabías que necesitabas si sufres por ser más de Halloween que de Navidad.

    Esta genial comedia es, en esencia, la versión musical navideña de Tierra de zombies o de El desesperar de los muertos (Shaun of the Dead), y una muy digna sucesora en este muy específico nicho habitado por otros títulos como El día de la bestia.

    Arma mortal (1987)

    Ha sido tan sonado el debate sobre si Duro de matar (Die Hard) cuenta como una película de Navidad, que solemos olvidar que Arma mortal (Lethal Weapon) debería contar en el canon por los mismos argumentos: es una película de acción enmarcada por la temporada navideña. A pesar de que precede a la otra por un año, se ha vuelto “infravalorada por omisión”.

    A decir verdad, la acción situada durante las fiestas decembrinas parece ser una marca de Shane Black, guionista de Arma mortal que ha repetido el recurso en otras buddy comedies como Iron Man 3 y Dos tipos peligrosos (The Nice Guys). Lo que nos lleva a…

    Entre besos y tiros (2005)

    Más conocida por su título original de Kiss Kiss Bang Bang (pero menos conocida en el canon de Robert Downey Jr. post-rehabilitación), Entre besos y tiros es una comedia neo-noir sobre un ladrón mediocre (Downey) que termina haciéndose pasar por actor. Una cosa lleva a la otra y termina enrollado en una investigación de asesinato junto a un investigador privado (Val Kilmer) durante, adivinaste, la temporada navideña.

    Un tanto opacada por la carrera posterior de Downey Jr. después de Iron Man y por la eventual Dos tipos peligrosos, también de Shane Black, es una digna adición al canon de películas navideñas infravaloradas en una escuela de buddy comedies similar a Arma mortal. 

    Pastorela (2011)

    En lo que respecta a las fiestas decembrinas, pocas cosas son tan mexicanas como la tradición de las pastorelas, representaciones teatrales del viaje de los pastores para rendir tributo al Niño Jesús. Pastorela parte de ahí. A un agente de policía (Joaquín Cosío) le es negado el papel que siempre ha interpretado, el del Diablo, por el nuevo párroco (Carlos Cobos), lo que desata una lucha entre el bien y el mal tan surrealista como sólo puede suceder en México, que vira hacia los inesperados territorios de la acción, el crimen y el terror.

    Es una comedia mordaz que sólo podríamos comparar con el clásico español El día de la bestia por vía de Matando Cabos (en la que también actúan Cosío y Silverio Palacios), y que además gustará a quienes conozcan el trabajo posterior del director Emilio Portes (que colaboró de nuevo con Cosío en el terror de Belzebuth).

    Jingle Jangle: Una mágica Navidad (2020)

    El problema con los estrenos exclusivos de streaming es que pueden ser un arma de doble filo: por un lado, el potencial de llegar a la pantalla de cualquier casa; por otro lado, la fugacidad de cualquier impacto dado la marea de estrenos semanales y los algoritmos atomizados. Es por eso que Jingle Jangle: Una mágica Navidad no ha tenido el impacto que, gracias a sus méritos, le hubiera garantizado el estatus de clásico navideño.

    Con un reparto conformado por nombres como Forrest Whitaker, Keegan Michael-Key y Phylicia Rashad, se trata de una fantasía musical sobre una niña que quiere ayudar a su abuelo desencantado a crear la invención que salvará su taller de juguetes. Es en cierto modo como la igualmente fenomenal Klaus, por vía de Matilda (la versión musical).

    Operación regalo (2011)

    El canon de cine navideño está tan saturado de producciones familiares o infantiles, que muchas pasarán desapercibidas de forma inevitable. En ese sentido, Operación regalo (Arthur Christmas) es, quizá, la película de Navidad más infravalorada de todas, pues es en verdad maravillosa. Segunda animación por computadora del aclamado estudio de stop motion Aardman (conocido por producciones como Shaun el cordero) después de Lo que el agua se llevó, la trama sigue al hijo más joven del actual Santa Claus en una misión para remediar un error impensable: un niño se ha quedado sin regalo en Navidad.

    Es convencional dentro de los parámetros de las películas navideñas infantiles, pero profundamente sincera y conmovedora en su ejecución, a la altura de las joyas en la corona de Aardman como Pollitos en fuga, y similar en su premisa a Las crónicas de Navidad.

    Feliz novedad (2020)

    Una película de Navidad que pasó relativamente desapercibida en su momento, pero cuya temática le ha abierto un lugar a la comunidad LGBTQIA+ en el canon de cine navideño por su temática (incluso si tampoco es tan distinta o superior a las comedias románticas navideñas promedio). Feliz novedad (Happiest Season) es la típica comedia donde una pareja pasa la Navidad en el hogar familiar de uno de sus integrantes. El asunto es que son una pareja lésbica (Kristen Stewart y Mackenzie Davis), y la familia en cuestión es tan conservadora, que salir del clóset es impensable.

    Imagina, pues, algo como Navidad con los Cooper, pero que alude a las tensiones aún vigentes para varios miembros de la comunidad LGBTQIA+. No es tan punzante ni irreverente como la muy superior Shiva Baby, pero es un sustituto aceptable si buscas algo con temática navideña.

  • ‘Stranger Things’: 10 películas que influenciaron la serie

    ‘Stranger Things’: 10 películas que influenciaron la serie

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Es bien sabido que Stranger Things, la popular serie de Netflix, es tanto una apasionante historia de misterio sobrenatural como un viaje cargado de nostalgia ochentera. Gran parte de esto último se debe a sus influencias, provenientes del cine de dicha década (y algo de los 70, también).

    De cara a la quinta temporada, seleccionamos para ti 10 películas que influenciaron Stranger Things (y te decimos dónde verlas), para que aprecies aún más la serie durante su conclusión. Ten en cuenta que discutiremos algunos spoilers aquí, necesarios para explicar los enlaces entre la serie y sus influencias.

    Cuenta conmigo (1986)

    Aunque totalmente desprovista de elementos sobrenaturales, Cuenta conmigo (Stand By Me) es uno de los queridos (y múltiples) clásicos cinematográficos basados en la obra de Stephen King que influenciaron Stranger Things. La película sigue a un grupo de cuatro amigos (como el cuarteto titular de la serie) que buscan resolver un misterio escabroso. Incluso hay una escena de la primera temporada de la serie que homenajea la famosa escena en las vías del tren en esta película.

    Aunque los recursos de terror sobrenatural comunes en la obra posterior de King están ausentes aquí, se trata de una historia de amistad que sentaría las bases de otras como It (Eso), siendo que la adaptación cinematográfica de esta última también cuenta con la actuación de Finn Wolfhard. Un espíritu hasta cierto punto emulado por El club de los cinco.

    Los Goonies (1985)

    ¿Chicos resolviendo problemas que no deberían ser de su edad, sin supervisión adulta en una aventura peligrosa? Podríamos estar describiendo a Stranger Things o a una de sus principales influencias, Los Goonies, clásico de Richard Donner que sigue a un grupo de niños y adolescentes en busca de un tesoro pirata para salvar a su pueblo. El círculo se cerró cuando Sean Astin, quien protagonizó esta película cuando era niño, participó en la segunda temporada de la serie como Bob Newby (¡superhéroe!).

    Este espíritu de cine de aventuras ha sido replicado con éxito muy pocas veces—y cada vez menos—, pero una película similar en su premisa es Super 8, otro título que recomendamos ampliamente para fans de Stranger Things.

    Alien, el octavo pasajero (1979)

    Como ya es bien sabido, la historia de Stranger Things aborda la existencia de una versión paralela o alterna, y más oscura, del mundo en el que viven los personajes. Conocida como “El otro lado” (“the upside down”), este mundo aloja toda clase de monstruos tan horrorosos como letales en combate.

    La apariencia de dicho mundo y sus habitantes fue abiertamente inspirada por lo que artistas como Dan O’Bannon y H.R. Giger concibieron para Alien, el octavo pasajero, película de terror y ciencia ficción que crecería hasta convertirse en una de las grandes franquicias cinematográficas. Así como esta primera película, la primera temporada de la serie contaba con un sólo monstruo, el Demogorgon, como rival de nuestros héroes. Pero esta franquicia también ha crecido en magnitud y, al igual que en la secuela Aliens, ahora cuenta con legiones de Demogorgons e incluso una mente colmena en forma del Desuellamentes (Mindflayer).

    Carrie: Extraño presentimiento (1976)

    Uno de los personajes clave de Stranger Things es Jane, alias “Once” (“Eleven”), una niña que adquiere poderes psíquicos luego de padecer experimentos en el laboratorio de Hawkins. Una influencia directa en este aspecto del personaje es Llamas de venganza (Firestarter), película de terror con una pequeña Drew Barrymore sobre una niña con poderes de piroquinesis, aunque conforme la serie ha progresado, podríamos compararla con Carrie: Extraño presentimiento, sobre una adolescente de un hogar abusivo que desarrolla psicoquinesis (ambas son adaptaciones de obras de Stephen King).

    Esto, dado que a lo largo de la serie, el arco de “Once” hace eco de ambas historias: atraviesa experimentos como la protagonista de la primera película, pero en la cuarta temporada es víctima de acoso escolar al igual que Carrie.

    Estados alterados (1980)

    Otro aspecto fundamental del personaje de “Once” es que sus poderes psíquicos son utilizados por los científicos en el laboratorio de Hawkins para establecer contacto con el “otro lado”. ¿El método? Colocar a la niña en un tanque de privación sensorial, lleno de una solución salina que la aísla de todo lo demás. Esto se parece a la premisa de Estados alterados, clásico de body horror dirigido por Ken Russell, sobre un científico que utiliza un tanque similar para explorar otros estados de conciencia… con horripilantes resultados.

    Es una de las películas fundamentales del horror corporal, aunque es menos célebre y menos conocida que La mosca o Cuerpos invadidos (Videodrome), otros títulos esenciales del subgénero, ambos de David Cronenberg.

    E.T. el extraterrestre (1982)

    Un elemento importantísimo en la iconografía de Stranger Things son las bicicletas, vehículo predilecto del cuarteto principal y de todo adolescente de los 80, en esta visión idealizada de los suburbios americanos que replica Hawkins. Sin embargo, esto es heredado de otro clásico inmortalizado por otra escena con bicicletas: E.T. el extraterrestre, de Steven Spielberg.

    Sólo que, contrario al benevolente personaje del título, “Once” no eleva a sus amigos por el aire, sino que usa sus poderes para atacar directamente a sus enemigos. Este clásico de Spielberg contaría con una predecesora esencial en Encuentros cercanos del tercer tipo, e incontables sucesoras como Super 8 o Elio, de Pixar.

    Tiburón (1975)

    Según han dicho los creadores de la serie, los hermanos Matt y Ross Duffer, Tiburón de Spielberg es su película favorita. Y las influencias son claras, más allá de guiños esparcidos por todas las temporadas. El Demogorgon es un rival tan escalofriante como el escualo de dicha película por ser una bestia instintiva e implacable, motivada únicamente por el instinto. Sin embargo, Stranger Things también es notable porque, al igual que el clásico de Spielberg, cuenta con personajes policías en constante confusión sobre cómo lidiar con los extraños asuntos a su alrededor. En este caso, se trata del alguacil Jim Hopper (David Harbour).

    Si lo que te fascina—o atemoriza—de los Demogorgons es este carácter amoral e instintivo, prueba ver la clásica Los pájaros de Alfred Hitchcock, predecesora natural de Tiburón en dicha genealogía. Si, por el contrario, te gusta su horroroso diseño, prueba con Un lugar en silencio.

    La cosa del otro mundo (1982)

    El cine de terror de los 80 es una influencia fundamental en Stranger Things, y éste, a su vez, no se entiende sin la obra de John Carpenter. Y dentro de la misma, quizá el título más conocido de los 80 sea La cosa del otro mundo, que tiene varios paralelos con la serie en sus temporadas posteriores. Por ejemplo, la premisa de cosas horrorosas invadiendo una base en un sitio nevado y remoto, donde los humanos sólo tienen lanzallamas y otras cuantas armas para defenderse; podría describir tanto a dicha película como a la cuarta temporada de la serie, en la que Hopper lucha por sobrevivir en una base soviética.

    Es un clásico del terror inimitable (aunque se ha intentado), pero que tiene ecos temáticos en otras como Los usurpadores de cuerpos y Mimic.

    Terminator: El exterminador (1984)

    La entrega original de Terminator era, en principio, una influencia más espiritual para Stranger Things que otra cosa. En la trama por proteger a “Once” y a Will Byers (Noah Schnapp) de fuerzas superiores y posiblemente apocalípticas, había una sensación similar a la lucha de Kyle Reese (Michael Biehn) por proteger a Sarah Connor (Linda Hamilton), y luego de ésta por proteger a su hijo, John Connor (Edward Furlong en la segunda entrega). Los “agentes” de Matrix serían herederos de estos implacables androides del futuro.

    Sin embargo, las referencias comenzaron a volverse más directas en la tercera temporada, en la que Hopper, protegiendo a Joyce (Winona Ryder), debe enfrentarse constantemente a Grigori (Andrey Ivchenko), un poderoso e implacable agente de la KGB—que, casualmente, es apodado Schwarzenegger por los personajes—. El círculo se cierra una vez más, pues Linda Hamilton tiene un papel en la quinta y última temporada de la serie.

    Pesadilla en la calle del infierno (1984)

    Conforme la serie ha avanzado, también se han ampliado las influencias de las que se nutre. Y en la cuarta temporada, con el debut de Vecna (Jamie Campbell Bower), Stranger Things bebió directamente de la fuente de Pesadilla en la calle del infierno. Vecna, producto de experimentos similares que dieron sus poderes a “Once”, utiliza sus poderes psíquicos para arrastrar a sus víctimas a un estado de trance, donde las asesina en sus alucinaciones. Muy, pero muy similar al método de Freddy Krueger (Robert Englund), quien mata a sus víctimas desde los sueños.

    Dicha película es una evolución surrealista de slashers más convencionales como La masacre de Texas o Halloween. Sin embargo, en la serie, los personajes aprenden a contrarrestar a Vecna de manera activa, lo que la vuelve más similar a la secuela Pesadilla en la calle del infierno 3 - Los guerreros del sueño.

  • ‘Rápidos y furiosos’: todas las películas en orden cronológico

    ‘Rápidos y furiosos’: todas las películas en orden cronológico

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    hecho de Rápidos y furiosos (Fast & Furious) una de las franquicias cinematográficas de acción más queridas y taquilleras del siglo XXI. La saga narra, en su mayoría, las aventuras de Dominic Toretto (Vin Diesel) y su equipo, o “familia”, que van desde las carreras clandestinas de autos a misiones de espionaje.

    En general, las películas se han estrenado en el orden de la narrativa, pero los spin-offs y reapariciones de ciertos personajes pueden volver la historia un poco confusa. Por ello, esta guía tiene el objetivo de mostrarte cuál es el orden cronológico para ver todas las películas de Rápidos y furiosos, tomando en cuenta estos saltos en el tiempo.

    Rápido y furioso (2001)

    Rápido y furioso es la primera entrega cronológica de la saga Rápidos y furiosos (lo sabemos, lo del plural y singular se puede volver confuso). La franquicia tiene sus inicios en una forma muy distinta a lo que llegó a ser después, pero que introdujo varios de sus elementos fundamentales.

    No sin razón, la película ha sido comparada con Punto de quiebra (1991), de Kathryn Bigelow, y si la has visto, notarás las similitudes. La trama sigue a Brian O’Conner (Paul Walker), un oficial de policía de Los Ángeles que se infiltra en el mundo de las carreras clandestinas para investigar una serie de robos, de los que el principal sospechoso es Dominic Toretto (Vin Diesel). Aunque firmemente anclada en las carreras de autos modificados, la primera entrega establece la amistad y rivalidad entre Brian y Toretto, e introduce a otros miembros clave de la familia: Letty Ortiz (Michelle Rodriguez) y Mia Toretto (Jordana Brewster). Debes saber que esta es una película muy diferente a lo que vendría después en la saga, más aterrizada y todavía ajena a las acrobacias alucinantes. Si esto último es lo que esperas, te podrá parecer un tanto básica. Sin embargo, notar la evolución de la franquicia hacia este territorio también puede ser muy entretenido.

    +Rápido +Furioso (2003)

    La primera secuela no contó con la participación de Vin Diesel, quien optó por protagonizar Las crónicas de Riddick (2004) en vez de regresar a su papel. Por lo tanto, +Rápido +Furioso es la única película de la saga principal que no cuenta con participación alguna de Dominic Toretto en la trama, aunque su presencia aún se siente.

    Por ayudar a Toretto, Brian O’Conner ahora vive como prófugo en Miami, viviendo de las carreras clandestinas. Sin embargo, el pasado lo alcanza cuando su antiguo jefe le ofrece borrar sus antecedentes a cambio de su ayuda como encubierto para derribar a un capo de la droga. Esta segunda entrega aún se mueve dentro del mundo del crimen y las carreras, pero introduce a otros miembros permanentes de la familia: Roman Pearce (Tyrese Gibson) y Tej Parker (Ludacris). En cierto modo, es como una buddy comedy con autos, así que la disfrutarás especialmente si te gustan películas de la época como Una pareja explosiva, con algunos elementos en común con Corrupción en Miami.

    Rápidos y furiosos (2009)

    Aquí comenzamos con los saltos en el tiempo, pues si bien Rápidos y furiosos (en plural) fue la cuarta entrega en ser estrenada, es la tercera en términos cronológicos—la aparición de Sung Kang como Han Lue provocaba una inconsistencia narrativa arreglada de forma retroactiva—.

    Esta es la entrega en la que los caminos de Brian y Toretto vuelven a cruzarse, primero como rivales y luego como aliados forzosos al servicio del FBI. Aunque todavía no entramos al terreno de las acrobacias imposibles, las persecuciones alcanzan un nivel de locura muy superior a las películas anteriores. Además, aquí se sientan las bases para los giros narrativos alocados que verás en las siguientes películas, así que te recomendamos ir practicando tu suspensión de la incredulidad. Es la saga en un territorio medio entre la acción criminal aterrizada y las acrobacias alucinantes, por lo que se parece un poco a películas de Michael Bay como Dos policías rebeldes.

    Rápidos y furiosos: 5in control (2011)

    La quinta entrega es la que marca un antes y un después para la saga. Aunque los autos son un elemento permanente de la fórmula para las secuencias de acción, la historia de Rápidos y furiosos: 5in control deja atrás las carreras callejeras para convertir a los personajes en una especie de antihéroes motorizados en misiones imposibles. Es más parecida, precisamente, a las entregas tardías de Misión: Imposible (de la cuarta en adelante) o a títulos de superhéroes como Capitán América y el Soldado del invierno.

    Como fugitivos internacionales, Dom Toretto, Mia y Brian huyen a Brasil, donde se reúnen con Roman y Tej para comprar su libertad por medio de un atraco absurdo a un funcionario corrupto. El clímax de esta película es una secuencia de persecución fantástica que cada nueva película intentaría superar. Además, esta es la introducción del que se convertiría en otra de las grandes estrellas de la franquicia: el agente Luke Hobbs (Dwayne Johnson). Por todos estos elementos, te recomendamos acercarte a esta película como una prueba para todo lo que vendrá después: si te diviertes con ella, las siguientes películas serán un deleite para ti. Si, por el contrario, la encuentras exagerada y que pierde el piso, las secuelas difícilmente serán para ti.

    Rápidos y furiosos 6 (2013)

    En Rápidos y furiosos 6, Toretto es llamado de nuevo a la acción por Hobbs para ayudar a detener a un peligroso mercenario, Owen Shaw (Luke Evans). ¿La razón? Letty Ortiz, el gran amor de Toretto que creía perdido, parece haber vuelto de la muerte para trabajar con Shaw.

    Es en el sexto capítulo de la saga donde la continuidad retroactiva comienza a hacer de las suyas con más libertad que nunca, trayendo de vuelta a personajes que, en teoría, no tendrían cómo regresar, así que te recomendamos seguir este orden cronológico para que no se te vuelva confuso. Sin embargo, también marca la transición definitiva de la familia, de ser perpetuos prófugos de alto perfil a una fuerza de mercenarios al estilo de Los indestructibles, pero en muscle cars.

    Rápido y furioso: Reto Tokio (2006)

    Es por esta película que la cronología de Rápidos y furiosos puede ser un poco confusa. Fue la tercera en ser estrenada, en realidad, pero dentro de la narrativa sucede entre el sexto y el séptimo episodio de la saga.

    Sin embargo, Rápido y furioso: Reto Tokio bien podría existir como un spin-off con pocos vínculos a la narrativa principal. Su protagonista es Sean Boswell (Lucas Black), un problemático chico estadounidense que se muda con su padre, un militar estacionado en Tokio, y cuyo único interés yace en las carreras clandestinas. El gran enlace entre esta película y el resto es la presencia de Han Lue y un pequeño cameo de Vin Diesel al final. Por lo tanto, aquí encontrarás una película que todavía mantiene un poco el espíritu de las primeras, con apuestas todavía más modestas, con la singular diferencia del mayor enfoque en el drifting y en el mundo clandestino, similar a la película de Need for Speed o al anime Initial D. Esto la hace única en la saga de Rápidos y furiosos.

    Rápidos y furiosos 7 (2015)

    Para muchos fans, el séptimo capítulo de la saga es considerado su pináculo—y concuerdo—. Los motivos son varios, comenzando con el calibre de las escenas de acción, cada una más emocionante y ridículamente imposible que la anterior. Aquí también conocemos a otro personaje que se convertiría en uno de los preferidos del público: Deckard Shaw (Jason Statham), el vengativo hermano de Owen.

    Sin embargo, Rápidos y furiosos 7 es la entrega que cierra el círculo al regresar a los personajes a Los Ángeles, y presenta a la familia completa por única y última ocasión. Paul Walker falleció en un trágico accidente antes de completar el rodaje, por lo que esta película marca la emotiva despedida de su personaje, lo que cambiaría la dinámica de la franquicia para siempre (esto a pesar de que, en la continuidad de la narrativa, Brian aún está vivo). Si estás consciente de estos detalles detrás de cámaras, sin duda te parecerá, por mucho, la entrega más emotiva de toda la franquicia, su equivalente a Avengers: Endgame o a Misión: Imposible - Sentencia final.

    Rápidos y furiosos 8 (2017)

    Si la quinta entrega fue donde la “familia” se convirtió en un equipo de mercenarios, Rápidos y furiosos 8 es donde la franquicia da un giro completo hacia los terrenos del espionaje, al grado de que sólo faltaría tener en ellas a James Bond. En efecto, su escena climática tiene algunas cosas en común con las más infames de la saga del espía, como aquella inolvidable de Pierce Brosnan en la nieve en 007: Otro día para morir, o incluso Mad Max: Furia en el camino—con la cual comparte una integrante del elenco—.

    Sin Paul Walker para compartir la carga emotiva de la película, el guión se lanza de cabeza a desafiar la noción de familia establecida hasta ahora en la saga. Toretto es manipulado por la villana Cipher (Charlize Theron) para traicionar a los suyos y cometer crímenes en su nombre, o sufrir graves consecuencias personales. En su lugar, vemos a Hobbs tomar el liderazgo del equipo para detenerlo y descubrir la verdad. Para este punto, las secuencias de acción ya están en los calibres de acción propios de los superhéroes o los superespías, así que en este punto te recomendamos asumir la exageración como la norma. Si puedes vivir con eso, te divertirás muchísimo.

    Rápidos y furiosos: Hobbs & Shaw (2019)

    Y aquí tenemos un paréntesis en la narrativa de la franquicia. El spin-off Hobbs & Shaw lleva la saga a un terreno muy distinto, más similar al del cine de superhéroes, en una historia centrada en la rivalidad entre Luke Hobbs y su némesis, Deckard Shaw.

    Agente y mercenario, que son como agua y aceite, se ven obligados a trabajar juntos para detener a un terrorista dotado de literales superpoderes, Brixton (Idris Elba), quien planea liberar un virus por el mundo. Aunque hay autos, por supuesto, esta es la entrega de Rápidos y furiosos más distinta a todas, a medio camino entre una buddy comedy y una película de superhéroes—con todo y supersoldados al estilo de las películas del Capitán América—,que obvia por completo la presencia de Dom Toretto. La presencia de Hobbs y Shaw la une al resto de la saga, pero sí que es una película muy distinta. La ventaja es que puedes disfrutarla por sí sola, sin preocuparte por el resto de la continuidad—y puede que esto sea mejor, dado lo mucho que se adentra en las aguas de la ciencia ficción—.

    Rápidos y furiosos 9 (2021)

    De vuelta a la cronología principal, Rápidos y furiosos 9 es donde la saga abraza por completo sus facetas más absurdas, tanto en los giros dramáticos propios de una telenovela, como en lo alocado de sus acrobacias con automóviles. Para no dar demasiados detalles, esta es la película “donde van al espacio”, así que tu suspensión de la incredulidad ya tiene que estar en niveles de Meteoro: la película (Speed Racer) para disfrutarla.

    La novena entrega introduce a un hermano perdido de Tom, Jakob Toretto (John Cena), en lo que parecería una excusa para inyectar más famosos musculosos a la franquicia. Aquí también son reintroducidos personajes de Reto Tokio, y aunque no es esencial que la hayas visto para entender lo que sucede en esta historia, si es un guiño divertido que finalmente conecta todos los capítulos de la saga.

    Rápidos y furiosos X (2023)

    En un modo muy limitado, Rápidos y furiosos X es un regreso a las raíces de las primeras películas de la saga, dando un mayor énfasis a las carreras clandestinas una vez más, e incluso continuando con las repercusiones de la quinta entrega por medio de su villano, Dante Reyes (Jason Momoa). Si te sientes nostálgico por los viejos buenos tiempos de la franquicia, esto podría merecerle algunos puntos para ti.

    Sin embargo, esto es sólo temporal, pues el objetivo de esta historia es sentar las bases para la épica conclusión de la saga, llevando a Toretto a límites insólitos para proteger a su familia de las consecuencias de sus actos. Esto es Rápidos y furiosos en su faceta más absurda y alocada—imagina la versión más descabellada de Rambo en una película de Hot Wheels—, abrazando todas las versiones de su esencia previo al gran final.

    hecho de Rápidos y furiosos (Fast & Furious) una de las franquicias cinematográficas de acción más queridas y taquilleras del siglo XXI. La saga narra, en su mayoría, las aventuras de Dominic Toretto (Vin Diesel) y su equipo, o “familia”, que van desde las carreras clandestinas de autos a misiones de espionaje.

    En general, las películas se han estrenado en el orden de la narrativa, pero los spin-offs y reapariciones de ciertos personajes pueden volver la historia un poco confusa. Por ello, esta guía tiene el objetivo de mostrarte cuál es el orden cronológico para ver todas las películas de Rápidos y furiosos, tomando en cuenta estos saltos en el tiempo.

    Rápido y furioso (2001)

    Rápido y furioso es la primera entrega cronológica de la saga Rápidos y furiosos (lo sabemos, lo del plural y singular se puede volver confuso). La franquicia tiene sus inicios en una forma muy distinta a lo que llegó a ser después, pero que introdujo varios de sus elementos fundamentales.

    No sin razón, la película ha sido comparada con Punto de quiebra (1991), de Kathryn Bigelow, y si la has visto, notarás las similitudes. La trama sigue a Brian O’Conner (Paul Walker), un oficial de policía de Los Ángeles que se infiltra en el mundo de las carreras clandestinas para investigar una serie de robos, de los que el principal sospechoso es Dominic Toretto (Vin Diesel). Aunque firmemente anclada en las carreras de autos modificados, la primera entrega establece la amistad y rivalidad entre Brian y Toretto, e introduce a otros miembros clave de la familia: Letty Ortiz (Michelle Rodriguez) y Mia Toretto (Jordana Brewster). Debes saber que esta es una película muy diferente a lo que vendría después en la saga, más aterrizada y todavía ajena a las acrobacias alucinantes. Si esto último es lo que esperas, te podrá parecer un tanto básica. Sin embargo, notar la evolución de la franquicia hacia este territorio también puede ser muy entretenido.

    +Rápido +Furioso (2003)

    La primera secuela no contó con la participación de Vin Diesel, quien optó por protagonizar Las crónicas de Riddick (2004) en vez de regresar a su papel. Por lo tanto, +Rápido +Furioso es la única película de la saga principal que no cuenta con participación alguna de Dominic Toretto en la trama, aunque su presencia aún se siente.

    Por ayudar a Toretto, Brian O’Conner ahora vive como prófugo en Miami, viviendo de las carreras clandestinas. Sin embargo, el pasado lo alcanza cuando su antiguo jefe le ofrece borrar sus antecedentes a cambio de su ayuda como encubierto para derribar a un capo de la droga. Esta segunda entrega aún se mueve dentro del mundo del crimen y las carreras, pero introduce a otros miembros permanentes de la familia: Roman Pearce (Tyrese Gibson) y Tej Parker (Ludacris). En cierto modo, es como una buddy comedy con autos, así que la disfrutarás especialmente si te gustan películas de la época como Una pareja explosiva, con algunos elementos en común con Corrupción en Miami.

    Rápidos y furiosos (2009)

    Aquí comenzamos con los saltos en el tiempo, pues si bien Rápidos y furiosos (en plural) fue la cuarta entrega en ser estrenada, es la tercera en términos cronológicos—la aparición de Sung Kang como Han Lue provocaba una inconsistencia narrativa arreglada de forma retroactiva—.

    Esta es la entrega en la que los caminos de Brian y Toretto vuelven a cruzarse, primero como rivales y luego como aliados forzosos al servicio del FBI. Aunque todavía no entramos al terreno de las acrobacias imposibles, las persecuciones alcanzan un nivel de locura muy superior a las películas anteriores. Además, aquí se sientan las bases para los giros narrativos alocados que verás en las siguientes películas, así que te recomendamos ir practicando tu suspensión de la incredulidad. Es la saga en un territorio medio entre la acción criminal aterrizada y las acrobacias alucinantes, por lo que se parece un poco a películas de Michael Bay como Dos policías rebeldes.

    Rápidos y furiosos: 5in control (2011)

    La quinta entrega es la que marca un antes y un después para la saga. Aunque los autos son un elemento permanente de la fórmula para las secuencias de acción, la historia de Rápidos y furiosos: 5in control deja atrás las carreras callejeras para convertir a los personajes en una especie de antihéroes motorizados en misiones imposibles. Es más parecida, precisamente, a las entregas tardías de Misión: Imposible (de la cuarta en adelante) o a títulos de superhéroes como Capitán América y el Soldado del invierno.

    Como fugitivos internacionales, Dom Toretto, Mia y Brian huyen a Brasil, donde se reúnen con Roman y Tej para comprar su libertad por medio de un atraco absurdo a un funcionario corrupto. El clímax de esta película es una secuencia de persecución fantástica que cada nueva película intentaría superar. Además, esta es la introducción del que se convertiría en otra de las grandes estrellas de la franquicia: el agente Luke Hobbs (Dwayne Johnson). Por todos estos elementos, te recomendamos acercarte a esta película como una prueba para todo lo que vendrá después: si te diviertes con ella, las siguientes películas serán un deleite para ti. Si, por el contrario, la encuentras exagerada y que pierde el piso, las secuelas difícilmente serán para ti.

    Rápidos y furiosos 6 (2013)

    En Rápidos y furiosos 6, Toretto es llamado de nuevo a la acción por Hobbs para ayudar a detener a un peligroso mercenario, Owen Shaw (Luke Evans). ¿La razón? Letty Ortiz, el gran amor de Toretto que creía perdido, parece haber vuelto de la muerte para trabajar con Shaw.

    Es en el sexto capítulo de la saga donde la continuidad retroactiva comienza a hacer de las suyas con más libertad que nunca, trayendo de vuelta a personajes que, en teoría, no tendrían cómo regresar, así que te recomendamos seguir este orden cronológico para que no se te vuelva confuso. Sin embargo, también marca la transición definitiva de la familia, de ser perpetuos prófugos de alto perfil a una fuerza de mercenarios al estilo de Los indestructibles, pero en muscle cars.

    Rápido y furioso: Reto Tokio (2006)

    Es por esta película que la cronología de Rápidos y furiosos puede ser un poco confusa. Fue la tercera en ser estrenada, en realidad, pero dentro de la narrativa sucede entre el sexto y el séptimo episodio de la saga.

    Sin embargo, Rápido y furioso: Reto Tokio bien podría existir como un spin-off con pocos vínculos a la narrativa principal. Su protagonista es Sean Boswell (Lucas Black), un problemático chico estadounidense que se muda con su padre, un militar estacionado en Tokio, y cuyo único interés yace en las carreras clandestinas. El gran enlace entre esta película y el resto es la presencia de Han Lue y un pequeño cameo de Vin Diesel al final. Por lo tanto, aquí encontrarás una película que todavía mantiene un poco el espíritu de las primeras, con apuestas todavía más modestas, con la singular diferencia del mayor enfoque en el drifting y en el mundo clandestino, similar a la película de Need for Speed o al anime Initial D. Esto la hace única en la saga de Rápidos y furiosos.

    Rápidos y furiosos 7 (2015)

    Para muchos fans, el séptimo capítulo de la saga es considerado su pináculo—y concuerdo—. Los motivos son varios, comenzando con el calibre de las escenas de acción, cada una más emocionante y ridículamente imposible que la anterior. Aquí también conocemos a otro personaje que se convertiría en uno de los preferidos del público: Deckard Shaw (Jason Statham), el vengativo hermano de Owen.

    Sin embargo, Rápidos y furiosos 7 es la entrega que cierra el círculo al regresar a los personajes a Los Ángeles, y presenta a la familia completa por única y última ocasión. Paul Walker falleció en un trágico accidente antes de completar el rodaje, por lo que esta película marca la emotiva despedida de su personaje, lo que cambiaría la dinámica de la franquicia para siempre (esto a pesar de que, en la continuidad de la narrativa, Brian aún está vivo). Si estás consciente de estos detalles detrás de cámaras, sin duda te parecerá, por mucho, la entrega más emotiva de toda la franquicia, su equivalente a Avengers: Endgame o a Misión: Imposible - Sentencia final.

    Rápidos y furiosos 8 (2017)

    Si la quinta entrega fue donde la “familia” se convirtió en un equipo de mercenarios, Rápidos y furiosos 8 es donde la franquicia da un giro completo hacia los terrenos del espionaje, al grado de que sólo faltaría tener en ellas a James Bond. En efecto, su escena climática tiene algunas cosas en común con las más infames de la saga del espía, como aquella inolvidable de Pierce Brosnan en la nieve en 007: Otro día para morir, o incluso Mad Max: Furia en el camino—con la cual comparte una integrante del elenco—.

    Sin Paul Walker para compartir la carga emotiva de la película, el guión se lanza de cabeza a desafiar la noción de familia establecida hasta ahora en la saga. Toretto es manipulado por la villana Cipher (Charlize Theron) para traicionar a los suyos y cometer crímenes en su nombre, o sufrir graves consecuencias personales. En su lugar, vemos a Hobbs tomar el liderazgo del equipo para detenerlo y descubrir la verdad. Para este punto, las secuencias de acción ya están en los calibres de acción propios de los superhéroes o los superespías, así que en este punto te recomendamos asumir la exageración como la norma. Si puedes vivir con eso, te divertirás muchísimo.

    Rápidos y furiosos: Hobbs & Shaw (2019)

    Y aquí tenemos un paréntesis en la narrativa de la franquicia. El spin-off Hobbs & Shaw lleva la saga a un terreno muy distinto, más similar al del cine de superhéroes, en una historia centrada en la rivalidad entre Luke Hobbs y su némesis, Deckard Shaw.

    Agente y mercenario, que son como agua y aceite, se ven obligados a trabajar juntos para detener a un terrorista dotado de literales superpoderes, Brixton (Idris Elba), quien planea liberar un virus por el mundo. Aunque hay autos, por supuesto, esta es la entrega de Rápidos y furiosos más distinta a todas, a medio camino entre una buddy comedy y una película de superhéroes—con todo y supersoldados al estilo de las películas del Capitán América—,que obvia por completo la presencia de Dom Toretto. La presencia de Hobbs y Shaw la une al resto de la saga, pero sí que es una película muy distinta. La ventaja es que puedes disfrutarla por sí sola, sin preocuparte por el resto de la continuidad—y puede que esto sea mejor, dado lo mucho que se adentra en las aguas de la ciencia ficción—.

    Rápidos y furiosos 9 (2021)

    De vuelta a la cronología principal, Rápidos y furiosos 9 es donde la saga abraza por completo sus facetas más absurdas, tanto en los giros dramáticos propios de una telenovela, como en lo alocado de sus acrobacias con automóviles. Para no dar demasiados detalles, esta es la película “donde van al espacio”, así que tu suspensión de la incredulidad ya tiene que estar en niveles de Meteoro: la película (Speed Racer) para disfrutarla.

    La novena entrega introduce a un hermano perdido de Tom, Jakob Toretto (John Cena), en lo que parecería una excusa para inyectar más famosos musculosos a la franquicia. Aquí también son reintroducidos personajes de Reto Tokio, y aunque no es esencial que la hayas visto para entender lo que sucede en esta historia, si es un guiño divertido que finalmente conecta todos los capítulos de la saga.

    Rápidos y furiosos X (2023)

    En un modo muy limitado, Rápidos y furiosos X es un regreso a las raíces de las primeras películas de la saga, dando un mayor énfasis a las carreras clandestinas una vez más, e incluso continuando con las repercusiones de la quinta entrega por medio de su villano, Dante Reyes (Jason Momoa). Si te sientes nostálgico por los viejos buenos tiempos de la franquicia, esto podría merecerle algunos puntos para ti.

    Sin embargo, esto es sólo temporal, pues el objetivo de esta historia es sentar las bases para la épica conclusión de la saga, llevando a Toretto a límites insólitos para proteger a su familia de las consecuencias de sus actos. Esto es Rápidos y furiosos en su faceta más absurda y alocada—imagina la versión más descabellada de Rambo en una película de Hot Wheels—, abrazando todas las versiones de su esencia previo al gran final.

  • Wicked y más adaptaciones al cine de El mago de Oz

    Wicked y más adaptaciones al cine de El mago de Oz

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    El mago de Oz, novela infantil de L. Frank Baum, es uno de los clásicos de la literatura fantástica occidental más populares y, como tal, ha sido una fuente de inspiración infinita para tantas otras obras de ficción, tanto en el cine como en otros medios. Esto incluye a la exitosísima Wicked, novela revisionista de Gregory Maguire que dio origen a la obra de teatro musical y a la película basada en esta última.

    Si estás bajo el encanto del mundo de Oz ante el estreno de la segunda parte de la adaptación al cine, Wicker: Por siempre, aquí te presentamos otras adaptaciones cinematográficas de El mago de Oz disponibles para ver online.

    El mago de Oz (1939)

    Esta es la adaptación definitiva de El mago de Oz, no en un sentido nostálgico ni purista. Esta versión cinematográfica de 1939 es, para comenzar, en parte un musical que además se toma algunas licencias creativas. Es, además, el papel más emblemático de la legendaria Judy Garland.

    Es la rara película que rescata la esencia del material original pero también lo trasciende, informando su iconografía en el imaginario popular—las zapatillas no eran originalmente de rubí, sino de plata, pero fueron cambiadas para lucir en el vibrante Technicolor, novedoso para su época—. Es un clásico visual y musicalmente icónico en el que habrán de inspirarse muchas otras adaptaciones ya sea para seguirlo o diferenciarse de él, y además es una gran fantasía atemporal para toda la familia que disfrutarás si te gustaron otras películas como Mary Poppins o Willy Wonka y la fábrica de chocolate, o el todavía más suntuoso Technicolor de Cantando bajo la lluvia.

    Wicked (2024)

    La novela de Gregory Maguire en que se basa el musical teatral Wicked—así como su adaptación al cine—, es un interesante ejercicio que camina la delgada línea entre el homenaje y el revisionismo crítico, valiéndose del marco establecido por L. Frank Baum para reinterpretar a la “Malvada bruja del Oeste” como una figura empática, y reflexionar desde la historia de El mago de Oz sobre temas como el poder, la discriminación, el establecimiento de narrativas oficiales con la propaganda y la radicalización de las resistencias. Nada denso.

    Buena parte de esto es diluido en la obra de teatro—y en las películas, por extensión—, pero los temas se mantienen aunque sea de forma superficial, dando preferencia a una suntuosa puesta en escena que parte de la iconografía de la novela y sus adaptaciones. Una opción ideal no sólo para fans de El mago de Oz, sino también de musicales de los 2000 como Chicago, o con canciones emotivas e impactantes como El gran Showman.

    Wicked: Por siempre (2025)

    Como ya es tan común con las adaptaciones de franquicias taquilleras, la del musical basado en El mago de Oz también llegó en dos partes para optimizar ganancias, aunque en detrimento de la trama que termina diluida en casi cinco horas totales de metraje. La segunda parte, Wicked: Por siempre retoma la historia una vez que Elphaba (Cynthia Erivo) ha sido designada enemigo público de Oz, mientras que Glinda (Ariana Grande) se ha convertido en la imagen pública de benevolencia del régimen.

    Con algunas canciones nuevas, se trata de una adaptación bastante fiel de la obra, que toca temas sobre confrontar idealizaciones y privilegios, algo que tiene en común con Amor a colores (Pleasantville) que, según el director Jon M. Chu, fue una influencia importante en la película. Hay, también, una similitud temática con El gran dictador, e incluso incluye algunas referencias visuales al clásico de Chaplin.

    Oz, un mundo fantástico (1985)

    Una de las adaptaciones más extrañas de El mago de Oz es esta oscura fantasía producida por Disney, concebida como continuación de la primera aventura de Dorothy. Oz, un mundo fantástico (Return to Oz) comienza con Dorothy (Fairuza Balk, años antes de Jóvenes brujas) obsesionada con su visita a Oz meses atrás, por lo que sus consternados tíos la ingresan a un psiquiátrico al considerar que alucina (sí, en serio). Llevada de nuevo al mundo mágico, descubre que ha sido conquistado por el Rey Nomo.

    Es una película que inevitablemente desconcertará a los fans de la adaptación musical de 1939 con Judy Garland, pues está más en clave de las fantasías oscuras de los años 80 como La historia sin fin, Laberinto y El cristal encantado (The Dark Crystal), con todo y marionetas tan complejas como extrañamente perversas. Paradójicamente, es considerada una de las adaptaciones más fieles de la obra de L. Frank Baum, al mantener los elementos más extraños y perversos de las páginas.

    Oz, el poderoso (2013)

    A pesar de ser el personaje titular, hay que decir que el propio mago de Oz es rara vez abordado en profundidad. Oz, el poderoso (Oz, the Great and Powerful) es una película que funge como “precuela espiritual” para la clásica adaptación de 1939 y cuenta la historia de origen del mago, Oscar Diggs (James Franco), quien debe aliarse con tres brujas para devolver el orden a la tierra mágica.

    Como expansión de la historia de El mago de Oz, tiene una vibra similar a la que presenta Wicked, aunque cabe aclarar que no forman parte de la misma continuidad, y deben ser tomadas como interpretaciones diferentes—y complementarias—del clásico de la literatura y el cine. Oz, el poderoso es un producto de su tiempo, una adaptación sobrecargada de efectos especiales digitales que llegó en la estela de la saga de Harry Potter, en una línea similar a Alicia en el País de las maravillas de 2010.

    El mago (1978)

    Wicked podrá ser la adaptación de El mago de Oz al teatro musical más popular, pero no es la única ni la primera. Fue precedida por una puesta en escena de Broadway moderna y urbana en clave de soul que eventualmente fue adaptada a la película El mago (The Wiz), notable, entre otras cosas, por su equipo creativo predominantemente afroamericano, con Diana Ross como Dorothy (aquí una maestra de escuela), Michael Jackson como el Espantapájaros (su único rol en cines), Richard Pryor como el Mago y arreglos musicales de Quincy Jones para los temas originales de Charlie Smalls y Luther Vandross. Es una producción, a reserva de un mejor descriptivo, sui generis, que hoy es un clásico de culto.

    Es, al mismo tiempo, tanto una adaptación del clásico literario como una celebración de la música negra con enormes estrellas afroamericanas (imagina El mago de Oz por vía de Summer of Soul, o lo que Pecadores hace para el cine de vampiros). Para algo equivalente y reciente, piensa en Sneakerella, adaptación de Cenicienta filtrada por la lente de la cultura afroamericana.

    Tomasín en el reino de Oz (1925)

    Aunque la de 1939 es la más notable y ya tiene sus años, no fue ni de lejos el primer intento de adaptación del clásico de L. Frank Baum. Una de las más notables—y de las pocas completadas que aún conocemos en forma íntegra—fue esta versión silente de 1925, inexplicablemente titulada Tomasín en el reino de Oz en algunos territorios de habla hispana, que adapta el relato con varias libertades creativas. Por ejemplo, con una Dorothy adolescente y acompañada por granjeros disfrazados como el león, el espantapájaros y el hombre de hojalata.

    La película es dirigida y coprotagonizada por Larry Semon, quien fue frecuente colaborador del icónico dúo formado por Stan Laurel y Oliver Hardy, con este último también en esta película. Es obligada para los entusiastas de Oz que quieran conocer otras adaptaciones y no se limiten a la clásica de 1939, así como quienes disfruten de la comedia de Laurel y Hardy (como en Mi amigo y yo).

    Salvaje de corazón (1990)

    David Lynch dijo, célebremente, que casi no pasaba un solo día sin pensar en El mago de Oz. Comprendía la influencia casi molecular del clásico en el imaginario estadounidense y, en cierto modo, casi todas sus películas son una adaptación, o por lo menos tienen influencia de la novela de Baum y de su versión cinematográfica de 1939. Sin embargo, pocas de forma tan evidente como Salvaje de corazón (Wild at Heart), que entiende el relato original como una road movie y que hace de Laura Dern su Dorothy moderna, atravesando los Estados Unidos en busca de su Ciudad Esmeralda personal. Lynch incluso toma prestada iconografía del clásico de Judy Garland.

    Dicho esto, se trata de una deconstrucción sórdida de las hipocresías del sueño americano y su bondad moralina, con heavy metal, asesinatos y un Willem Dafoe que se quedará grabado en tus pesadillas. No es, en absoluto, una adaptación de El mago de Oz apta para la familia, pues está más en la línea de películas como Terciopelo azul y la serie Twin Peaks.

  • Las mejores adaptaciones al cine de Stephen King que no son de terror (incluyendo El sobreviviente)

    Las mejores adaptaciones al cine de Stephen King que no son de terror (incluyendo El sobreviviente)

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Stephen King es uno de los novelistas más prolíficos y famosos, a punta de ver gran parte de su obra adaptada al cine. Sin embargo, su apodo como “el maestro del terror” podría llevarnos a pensar que su bibliografía—y la filmografía que de ella se deriva—se limita únicamente al género. Un prejuicio común y comprensible ante la fama e impacto de títulos como El resplandor o It (Eso).

    Sin embargo, la pluma del autor ha indagado en dramas más convencionales, thrillers criminales, fantasía y ciencia ficción, con los mismos altibajos en la calidad de su escritura como de sus adaptaciones cinematográficas. Por ello, y ante el estreno de El sobreviviente (The Running Man), seleccionamos las mejores adaptaciones al cine de Stephen King que no son de terror, y te decimos dónde verlas.

    Sueño de fuga (1994)

    Adaptada por el director Frank Darabont de la novela corta Rita Hayworth y la redención de Shawshank, Sueño de fuga (The Shawshank Redemption, también conocida como Sueños de libertad y Cadena perpetua) es, de lejos, una de las películas más queridas basadas en la obra de Stephen King. La trama sigue a un banquero condenado a cadena perpetua (Tim Robbins), quien se vuelve amigo de un contrabandista (Morgan Freeman) y se vuelve instrumental en el esquema de lavado de dinero del director de la prisión (Bob Gunton).

    Una película en el acotado subgénero de prisión influenciada por otras como Papillón, y que encuentra la esperanza y el humor en las condiciones adversas. A su vez, sería influencia de otras posteriores como Milagros inesperados, del propio Darabont. También puede ser para ti si disfrutaste de Las vidas de Sing Sing.

    Cuenta conmigo (1985)

    No culparíamos a nadie si Cuenta conmigo (Stand By Me) es lo último en venirle a la mente al pensar en películas basadas en la obra de Stephen King. Basada en la novela corta Otoño de inocencia: El cuerpo (The Body), esta película—con jovencísimos River Phoenix, Corey Feldman, Wil Wheaton, Jerry O'Connell y Kiefer Sutherland—, este es un relato notablemente desprovisto de payasos asesinos y tortugas cósmicas, para enfocarse en el viaje de unos niños para encontrar el cadáver de un niño perdido al final de la década de 1950.

    Aún hay elementos en común con otras obras icónicas de King, como la infancia en los Estados Unidos en la década de los 50, enfrentamientos con abusadores, con violencia doméstica y con la muerte. Es, sin duda, la raíz para relatos como It (Eso), e influencia de relatos que miran a décadas pasadas con nostalgia similares a Stranger Things.

    Eclipse total (1995)

    Stephen King experimentó con textos cercanos al estereotipo de “novelas de mujeres”, una de las que fue Dolores Claiborne. La adaptación, protagonizada por Kathy Bates, fue titulada Eclipse total y sigue a una mujer bajo sospecha de asesinar a la adinerada viuda que cuidaba por su fortuna, lo que saca a flote su pasado y la muerte sin resolver de su esposo.

    Los nombres de King y Bates hacen buena combinación, pues la actriz es parte del selecto grupo de artistas que han aparecido en más de una adaptación del autor (que no sean secuelas), por lo que debes echarle un vistazo si disfrutaste verla en Miseria y en la miniserie Apocalipsis (The Stand). También es una gran opción para que gusten de dramas con protagonistas femeninas y pasados escabrosos, en una línea similar a la serie Sharp Objects.

    Milagros inesperados (1999)

    La segunda película de Frank Darabont basada en textos de Stephen King es otro drama situado al interior de una prisión, sobre el espíritu humano resistiendo a la crueldad y la injusticia en medio de preguntas sobre la existencia de Dios. Milagros inesperados (The Green Mile, o La milla verde) sigue a un guardia de prisión (Tom Hanks) que se vuelve amigo de un reo injustamente condenado a muerte, John Coffey (Michael Clarke Duncan), quien parece tener poderes divinos.

    Es una historia tanto similar como opuesta a la de Sueño de fuga, también de Darabont, con elementos en común con otras películas sobre injusticias, como Las vidas de Sing Sing o Buscando justicia (Just Mercy).

    La vida de Chuck (2024)

    Mencionar a La vida de Chuck como una película adaptada de un texto de Stephen King que no es de terror, es un poco tramposo: la historia sobre la vida de un hombre que termina demasiado pronto, contada en orden cronológico inverso, cala en lo existencial como sólo puede el terror cósmico con una pizca sobrenatural. Sin embargo, es más un drama esperanzador que conecta con el ímpetu vital.

    Aunque contada como un drama más convencional, es una película para ti si te gusta confrontarte con la brevedad y fragilidad de la existencia humana y su pequeño pero inmenso lugar en el universo, como solo logran títulos como Historia de fantasmas, El árbol de la vida y, a su modo, El curioso caso de Benjamin Button.

    El sobreviviente (2025)

    Originalmente publicada bajo el seudónimo de Richard Bachman, El fugitivo (The Running Man) es una incursión de Stephen King al terreno de la ciencia ficción distópica. La trama de El sobreviviente (también conocida como Perseguido) sigue a un hombre que, sin empleo y desesperado por proveer para su familia en un estado totalitario, participa renuentemente en un mortal reality show cuyo millonario premio podría darle el dinero que necesita.

    Esta segunda adaptación, de Edgar Wright, es más fiel que la de 1987, más pensada como un escaparate de acción para Arnold Schwarzenegger. Es una película más sobria del director, más en el terreno de El misterio de Soho que de Scott Pilgrim, pero que disfrutarás si te gusta la filmografía del director inglés o si te atraen las distopías al estilo de Los juegos del hambre.

    Nostalgia del pasado (2001)

    Nostalgia del pasado (Hearts in Atlantis) es una adaptación un poco confusa de definir. Es un drama de misterio con Anthony Hopkins adaptado del cuento Low Men in Yellow Coats contenido en la antología Hearts in Atlantis, de la cual toma su título original. La versión cinematográfica también excluye referencias a la gran mitología de King en La torre oscura para centrarse en la historia de una madre y su hijo cuando aparece en sus vidas un misterioso extraño con poderes psíquicos.

    Es una película sobre mirar la vida en retrospectiva, por lo que podríamos decir que comparte elementos con Cuenta conmigo y La vida de Chuck, también basadas en relatos de King. Otras películas similares, si te gustan las historias sobre el pasado enfrentando al presente, es Pequeña mamá.

  • James Bond: Todas las películas del 007 en orden cronológico

    James Bond: Todas las películas del 007 en orden cronológico

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Si te preguntas cuál es la saga de espías y acción más emblemática en el cine, es muy probable que la primera respuesta sea “James Bond”. El agente del servicio de inteligencia británico MI6, conocido por el código 007 e ideado por el novelista británico Ian Flemingl, es el protagonista de una de las sagas más longevas—y taquilleras— de la historia del cine.

    Tan longeva que, si te vas a acercar a ella por primera vez, puede ser intimidante saber que te enfrentarás a 27 películas y a un total de siete actores en el papel, comenzando con Sean Connery y terminando, hasta el momento, con Daniel Craig. Si eres fan del personaje, en esta guía, descubrirás cada una de las etapas o “eras” en la historia cinematográfica de James Bond. Ten en cuenta que cualquiera de ellas es un buen punto de partida para conocer al agente 007, pues cada era tiene sus propias peculiaridades afines a su época.

    La era de Sean Connery (1962-1967, 1971)

    James Bond debutó en el cine con el rostro del legendario Sean Connery—y no poca influencia deIntriga internacional, del director Alfred Hitchcock—, y bajo la guía de los productores Albert R. Broccoli y Harry Saltzman, quienes fundaron la compañía Eon Productions, encargada de todas las adaptaciones oficiales de las obras de Fleming al cine. La primera película fueEl satánico Dr. No (1962), estableciendo una personalidad, iconografía y reglas para el mundo del 007.

    Sean Connery permaneció en el papel durante cinco películas entre 1962 y 1967, con una breve pausa para volver con su sexta y última aparición oficial en 1971. Esta etapa fundamental trajo títulos comoDesde Rusia con amor (1963) o la icónica007 contra Goldfinger (1964), que estableció otros elementos clave del personaje como los martinis y el Aston Martin. La última película de la era Connery como el James Bond de Eon fueLos diamantes son eternos (1971). Sin embargo, también debes saber que el actor volvió al rol una séptima vez paraNunca digas nunca jamás (1983), que no es parte del canon oficial de Eon.

    La era de Sean Connery como el 007 es un buen punto de entrada para los novatos por establecer las bases de todo lo que sería James Bond en adelante, por lo que te recomendamos comenzar por aquí, incluso si no es indispensable. Aquí conocerás los elementos que forman parte de su fórmula, como los gadgets imposibles, el carácter seductor, los villanos con planes malévolos. Esta etapa es, incluso, como una cápsula del tiempo para lo que era el cine de espías de la época: un tanto bobo en sus ideas de la tecnología futurista y hasta un poco caricaturesco tanto con sus antagonistas como sus escenas de acción, dejando un extraño sabor inocente.

    La era de George Lazenby (1969)

    El paréntesis en la era Connery se debe a que el actor decidió retirarse del papel después de007: Sólo se vive dos veces (1967). Después de eso, Eon Productions optó por contratar a un actor entonces desconocido, George Lazenby, al que Broccoli había visto en un anuncio.

    Sin embargo, por consejo de su agente, el actor se mantuvo en el papel únicamente para esta película, pues creyó que el personaje resultaría arcaico durante la década de los 70.Al servicio secreto de su majestad (1969) tiene esa y otra distinción: ser la película de James Bond más aterrizada y “realista” hasta ese punto. Por lo tanto, quizá no te recomendaríamos comenzar aquí por simple cuestión de la continuidad, ya que Lazenby fue “Bond de una sola película”. Sin embargo, sí te podría parecer un antecedente interesante para el estilo más serio que adoptaría la franquicia en futuras iteraciones.

    La parodia Casino Royale (1967)

    Antes de pasar a la siguiente era de James Bond, vale la pena hacer un paréntesis. Casino Royale es, técnicamente, la primera novela de Fleming sobre el 007, pero cuando Eon Productions adquirió los derechos para adaptar los libros del escritor, los del primero ya habían sido vendidos a otra productora, Columbia Pictures.

    Al no llegar a un acuerdo con Eon para producir la película, el productor Charles K. Feldman optó por realizarla como una parodia. El resultado esCasino Royale (1967), en la que el verdadero James Bond (David Niven) y otros seis agentes (entre ellos Peter Sellers) asumen el mismo nombre y código para despistar a la organización de contrainteligencia SMERSH. Si llegaste a ella por casualidad esperando una película clásica de Bond, sobra decir que tendrás que moderar tus expectativas. Al ser una parodia, se burla de varios de los aspectos más absurdos de la era de Sean Connery—y del cine de espías en general—. Y claro, Niven, Sellers y compañía son hilarantes en la película, pero bajo ningún motivo la tomes como una representación de lo que sería la franquicia (y mucho menos la eventual adaptación realizada por Eon décadas después).

    La era de Roger Moore (1973-1985)

    Debutando con la icónica007: Vive y deja morir (1973), Roger Moore mantiene el récord de más películas como James Bond, con siete producciones en 12 años. Películas comoLa espía que me amó (1977) introdujo a secuaces como Jaws, un hombre con dientes de metal; mientras que007: Misión espacial (1979) llevó a Bond literalmente al espacio—esto, en parte, debido al resurgimiento en popularidad de la ciencia ficción a partir del éxito deStar Wars (1977)—. La última película de Moore como el agente fue007: En la mira de los asesinos (1985), puesto que el actor sentía que se estaba haciendo demasiado viejo.

    La era de Roger Moore se distinguió por abrazar un tono ligeramente más humorístico e incluso bobo, y por ello ha dividido a sus fans de largo tiempo. Desde el propio Jaws a elementos como autos submarinos, pistolas láser y el carisma de Moore mismo, se trata de películas que casi pueden llegar a parecer caricaturas. Por lo tanto, puede que las disfrutes más en términos de historias de espías extremadamente fantasiosas. Si, en cambio, vienes de películas similares con un tono más serio—incluso de etapas posteriores de Bond—, te resultarán un poco ridículas. Sin embargo, también son entrañables para muchos otros fans, y parte indispensable de la larga historia del personaje.

    La era de Timothy Dalton (1987-1989)

    Eon Productions intentó contratar a Pierce Brosnan como el cuarto actor en adoptar el papel de James Bond, pero cuando el plan no se concretó, el inglés Timothy Dalton fue quien se puso el esmoquin. Sin embargo, su tiempo con la franquicia fue breve, con sólo dos películas, muy divisivas por su tono más serio, casi totalmente desprovisto de humor. Es decir, aquí te encontrarás con historias que se van hacia el otro extremo del espectro, con una solemnidad más propia del final de la Guerra Fría (similar a sagas como la de Rambo) y que no se repetiría sino hasta la era de Daniel Craig. En otras palabras: si tus héroes del cine de espías son Jason Bourne o Ethan Hunt de Misión: Imposible, la era de Dalton podría ser para ti.

    La primera,007: Su nombre es peligro (1987), fue un regreso al realismo de las novelas de Fleming por petición del propio Dalton, a quien no le agradaba la ligereza de la era Moore. En007: Con licencia para matar (1989), Bond incluso renuncia a la MI6 para buscar venganza personal.  Esta película también marcó las últimas actuaciones de Robert Brown como M y de Caroline Bliss como Miss Moneypenny. Además, tiene escenas filmadas en locaciones de México, además de los Estudios Churubusco.

    La era de Pierce Brosnan (1995-2002)

    Tuvieron que pasar seis años para el debut del nuevo Bond en el cine. Ahora sí con Pierce Brosnan en el protagónico, inició la era del 007 para los años 90 y la primera mitad de los 2000, con todo lo que ello implicó. Por un lado, la modernización del personaje para una nueva generación donde la tecnología más avanzada comenzaba a tomar protagonismo. Por otro lado, las producciones comenzaban a abrazar los efectos especiales por computadora, con resultados mixtos.

    La primera película de la era Brosnan es007: GoldenEye (1995)—que, además, fue adaptada a un videojuego todavía considerado legendario por los fans—. Le siguieronEl mañana nunca muere (1997),007: El mundo no basta (1999) y007: Otro día para morir (2002), aunque esta última fue particularmente infame para algunos fans por sus escenas de acción exageradas con efectos especiales poco realistas. Desperfectos producto de la mencionada modernización para el nuevo milenio que te harán percibir al personaje como atrapado entre dos mundos: la cierta “inocencia” y ligereza de sus primeros años, contra el hiperrealismo que comenzaba a esperarse de esta clase de historias.

    La era de Daniel Craig (2006-2021)

    Los derechos de la primera novela de Bond finalmente cayeron en manos de Eon Productions cuando Sony Pictures Entertainment los intercambió por los deEl hombre araña, que estaban en poder de Metro-Goldwyn-Mayer. Justo a tiempo para la decisión de la productora de hacer un reboot total de la franquicia, luego del mal sabor de boca dejado por Otro día para morir.

    La elección de Daniel Craig para protagonizarCasino Royale (2006) fue inicialmente polémica, pero su representación de un Bond menos experimentado, realista y vulnerable ha sido de las mejor recibidas en la historia de la franquicia. Aunque sólo interpretó al 007 en cinco películas, Craig tiene el récord de más años en el papel, pues el estreno deSin tiempo para morir en 2021 significa que lo mantuvo por 15 años. Si quieres conocer a Bond por medio de una sensibilidad más matizada y compleja para el siglo XXI, la era Craig será el punto de partida perfecto para ti, pues mantiene todo lo que ha definido a la franquicia, en una época donde los efectos especiales están a la altura para crearlos en pantalla.

  • ‘Karate Kid’: todas las películas y series de la saga en orden cronológico

    ‘Karate Kid’: todas las películas y series de la saga en orden cronológico

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Entre los grandes clásicos de los dramas deportivos, sobre todo los de la década de 1980, El Karate Kid ocupa un lugar singular por su historia de un joven inadaptado asistido por un viejo mentor en el camino de las artes marciales, respectivamente interpretados por Ralph Macchio y el comediante Noriyuki “Pat” Morita.

    Su popularidad desencadenó toda una franquicia que ha heredado sus temas de amistad, honor y perseverancia a lo largo de varias secuelas, un spin-off y una exitosa serie, Cobra Kai. Si te vas a acercar a este universo interconectado por primera vez, sigue esta guía para ver las películas y series de Karate Kid en orden cronológico.

    El Karate Kid (1984)

    La entrega original de El Karate Kid es un motivador drama deportivo que establece todas las bases para el resto de la saga. La trama sigue a Daniel Larusso (Macchio), el inadaptado chico nuevo del vecindario que sufre los abusos de los bravucones de la escuela, estudiantes del dojo Cobra Kai y liderados por el campeón local, Johnny Lawrence (William Zabka). Por fortuna, encuentra ayuda en su vecino, el señor. Miyagi (Morita), un inmigrante japonés y veterano de guerra que también es maestro de karate.

    Lo que hace a El Karate Kid tan especial dentro de los dramas deportivos es que tiene toda una iconografía propia, una cualidad que comparte con Rocky (ambas películas fueron dirigidas por John G. Avildsen). Desde la idiosincrasia de los métodos y filosofía de Miyagi-Do—que encuentra el karate en pintar vallas y pulir autos—, pasando por los emocionantes montajes de combate al son del tema “You’re The Best” de Joe Esposito, y claro, la icónica patada de grulla. Incluso si peca de cierto exotismo hacia la cultura japonesa, todos estos elementos la ayudan a trascender su condición de mero drama deportivo para ser un clásico ochentero sobre amistad, perseverancia y honor que debes ver por lo menos una vez en tu vida (y no nos culpes si después se te antoja aprender karate), como una versión PG-13 de Contacto sangriento deslactosada por El club de los cinco. Alcanza alturas que no fueron igualadas por la mayoría de sus sucesoras, aunque todas tienen la virtud de continuar y expandir esos temas.

    El Karate Kid, parte II (1986)

    La secuela, El Karate Kid, parte II continúa la historia inmediatamente después de que Daniel triunfa sobre Johnny en el torneo All Valley de 1984, y tiene el enorme acierto de llevar los eventos hacia otras tierras. Daniel y el señor Miyagi viajan a Okinawa, Japón, pues el padre de éste se encuentra en cama y a punto de morir. 

    Esta continuación es, quizá, la única que destaca respecto a su predecesora, y resulta interesante por expandir la historia de Miyagi por encima de la de Daniel, brindando un mayor contexto sobre su historia como un joven con intereses románticos y rivalidades. Este legado se extiende a la nueva generación, pues el rival de Miyagi también tiene su propio aprendiz, Chozen (Yuji Okumoto), quien pasará de convertirse en el antagonista de la semana a una parte crucial de la saga años más tarde. Aunque es igualmente un poco exotista—y sus escenas de Japón fueron filmadas en Hawái, en realidad—, es una buena película sobre el choque no sólo de culturas, sino también de valores y de estilos de combate. Este choque es su mejor elemento, y te recordará a títulos similares en dicho aspecto como El último samurái o, en cierto sentido, Minari.

    El Karate Kid, parte 3 (1989)

    Si la segunda parte de la saga intentó, al menos, cambiar de aires para contar una historia lo suficientemente distinta de la primera, El Karate Kid, parte 3 pecó de hacer precisamente lo contrario: reciclar muchos de los elementos de la original, en su propio detrimento. La trama ve a los protagonistas de regreso en Los Ángeles luego de su viaje a Okinawa, donde Daniel es forzado a defender su título del torneo All-Valley por los senseis del revitalizado dojo Cobra Kai: John Kreese (Martin Kove) y su colega de la Guerra de Vietnam, Terry Silver (Thomas Ian Griffith).

    Al caer de nuevo en la rivalidad de Miyagi y Daniel con Cobra Kai, puede que esta película te decepcione por su falta de originalidad (en lo personal, no soy fan). Para muchos, incluso, es la peor de la trilogía original con Ralph Macchio y sería, por mucho tiempo, la última vez que lo veríamos en la saga, dada su frustración con la falta de progreso dramático de Daniel Larusso. Es, esencialmente, el equivalente de Karate Kid a Rocky II, donde el héroe repite su papel mientras enfrenta otras dificultades económicas y personales. Sin embargo, si llegado este punto ya eres fan de la saga, se trata de una película crucial pues introduce varios elementos que resultarán fundamentales para futuras entregas. En particular, el rol de Terry Crews como un magnate con los recursos para resucitar Cobra Kai, reafirmando la reputación del dojo como una franquicia comercial para crear villanos, contrapunto al honor y disciplina de Miyagi-Do.

    El Karate Kid 4: La nueva aventura (1994)

    La saga intentó dar sus primeros pasos hacia horizontes totalmente nuevos con esta secuela independiente, cuyo único tejido conectivo con las anteriores es el regreso de Pat Morita. El Karate Kid 4: La nueva aventura (The New Karate Kid) se sitúa en Boston y trata sobre Julie Pierce (Hilary Swank en su primer protagónico cinematográfico), una adolescente rebelde que, tras la muerte de sus padres, vive con su abuela. Ésta pide la ayuda de un viejo amigo, el señor Miyagi, para ayudarla a corregir su actitud. Él comienza a guiar a Julie por el camino del karate cuando es perseguida por un abusivo grupo de disciplina militar de su instituto.

    Con tantos elementos nuevos, ésta sería la película más distinta de toda la saga hasta este punto (que además no contó ya con la dirección de Avildsen), lo que no dejó satisfechos a los fans. Es más una historia coming-of-age (con algo del espíritu de Mi vida a los diecisiete) que un drama deportivo, pues incluso los torneos de artes marciales brillan por su ausencia, aunque sí permanecen los reglamentarios combates, humor de brecha generacional y escenas donde la protagonista occidental descubre algo de la filosofía oriental. Sin embargo, es una película muy inferior a las dos primeras películas de Avildsen, aunque presume bellas imágenes gracias al director de fotografía, László Kovács (uno de los fotógrafos de Hollywood más influyentes de la época, responsable por filmar películas como New York, New York de Martin Scorsese).

    Lamentablemente, sería la última participación de Pat Morita en la saga de Karate Kid, y dado que ninguno de sus elementos o personajes son retomados en entregas posteriores, resulta ser como un paréntesis en la historia de Miyagi. Por lo tanto, no pasa absolutamente nada si la dejas pasar en tu recorrido por la saga. Podrás disfrutarla si te gusta el trabajo de Hilary Swank, quien lidió con otro viejo mentor en Golpes del destino (Million Dollar Baby), aunque con un desenlace más trágico.

    Karate Kid (2010)

    Tras el fracaso crítico y comercial de la película con Hilary Swank, la saga se mantuvo inactiva por más de una década. Volvería a la pantalla grande de una forma que, en retrospectiva, resultó ser un remake de lo más confuso. Karate Kid de 2010 cuenta con el legendario Jackie Chan como el señor Han, no un maestro de karate, sino de kung fu (a pesar del título), quien toma como protegido a Dre Parker (Jaden Smith), un chico estadounidense que se ha mudado a China debido al trabajo de su madre.

    A pesar de estas diferencias, notarás que el esqueleto de la narrativa es el mismo: el chico nuevo en el vecindario sufre por los bravucones locales, expertos en artes marciales. Entonces debe aprender un camino más honorable en dicha arte marcial con un viejo maestro, para enfrentarse a los abusadores en un torneo. Con todo y la confusión por el título y su contexto narrativo, la película es una actualización competente de los temas de la original, y Jaden Smith resulta con protagonista carismático, vulnerable pero nunca desesperado. Es perfectamente apta para todo fan de Karate Kid que haya disfrutado las originales y acepte algo de gimnasia mental para justificar que comparta su título. Sin embargo, el giro hacia el kung fu la hace un poco más cercana a la saga de Ip Man, aunque su exageración coreográfica parece sacada de Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos.

    Inicialmente, esta película fue concebida como un remake simple y llano de la original, con la que comparte únicamente el título y premisa. Sin embargo, de manera retroactiva, se le ha integrado a la misma continuidad, por lo que podría considerarse un spin-off, aunque tampoco es un capítulo esencial de la saga. El único elemento retomado es la presencia de Jackie Chan como el señor Han. No es visionado esencial pero, si eres un completista, no te hará mal revisarla para comprender su eventual tejido conectivo con otras entregas.

    Cobra Kai (2018-2025)

    Ya asimilada en la cultura pop como un clásico, la saga de Karate Kid ha sido analizada al grado de ofrecer muy diversas lecturas. Una de ellas—popularizada por la serie de comedia How I Met Your Mother (2005-2014)—es que el verdadero villano siempre fue Daniel LaRusso, quien simplemente llegó a sacar de balance la vida de Johnny Lawrence, robarle su gloria e incluso su novia. Independientemente de que estés de acuerdo o no, esta lectura es la que origina la premisa de la serie Cobra Kai.

    La trama comienza 33 años después de que Johnny perdió el combate contra Daniel, y su vida ha ido en declive desde entonces: apenas mantiene un trabajo mediocre, padece tanto alcoholismo como depresión, y tiene un hijo adolescente (Tanner Buchanan) al que abandonó. Un día, al defender a su vecino adolescente (Xolo Maridueña) de unos bravucones, éste le pide que le enseñe karate. Así comienza su camino para reiniciar el dojo de Cobra Kai.

    La serie fue tremendamente popular, y al continuar la historia desde la perspectiva de Johnny, reevalúa varios aspectos de la saga, principalmente el rol de Lawrence no como un villano, sino como una víctima de un sistema tóxico más grande. A lo largo de seis temporadas y 65 episodios en total, la serie evolucionó para ir implementando más elementos de la saga, desarrollando más la rivalidad de Daniel y Miyagi-Do con Johnny y Cobra Kai, pero también explorando el impacto de sus respectivas relaciones con sus figuras paternas, el señor Miyagi y John Kreese. Genial en sus primeras tres temporadas, repetitiva en sus tres últimas, pero nunca aburrida, la serie también eleva el calibre de las escenas de combate, dando una nueva capa de cera a la saga de Karate Kid para una nueva generación. Si disfrutas de los combates de artes marciales en pantalla, Cobra Kai está a kilómetros de lo que la saga había ofrecido hasta este punto, llevando la historia no sólo a los torneos, sino también a las batallas campales. Es la consagración de todo lo que era la franquicia hasta este punto, pero filtrado por el drama escolar de Chicas pesadas.

    Karate Kid: Leyendas (2025)

    Karate Kid: Leyendas es la película que ata todos los cabos de la saga: el camino de Daniel LaRusso, el del señor Han y, en un grado menor, la de Cobra Kai. Sin embargo, lo hace a partir de un personaje totalmente nuevo: Li Fong (Ben Wang), un adolescente chino, sobrino y discípulo del señor Han, quien sufrió una tragedia luego de un torneo de kung fu. En busca de un nuevo comienzo, Li y su madre (Ming Na-Wen) se mudan a Nueva York, donde ella le ha hecho prometer que abandonará las artes marciales. Cosa difícil cuando intenta proteger a Mia (Sadie Stanley) y a su padre (Joshua Jackson) de los bravucones locales. O sea, es la misma narrativa prototípica de toda la saga.

    Esta secuela, de forma retroactiva, justifica el spin-off de 2010 al inventar un origen para Miyagi-Do en el kung fu. Sin embargo, lo cierto es que ni Daniel LaRusso ni el señor Han tienen el peso narrativo que sugieren los materiales promocionales de la película, pues sólo aparecen hacia la mitad del metraje y en contadas escenas, lo que podría parecerte decepcionante si llegas esperando verlos en acción por buena parte del metraje.

    Sin embargo, Ben Wang nos brinda a un protagonista carismático pero a la vez culpable y vulnerable, que bien podría sostener la narrativa por su cuenta sin la necesidad de los cameos de los dos maestros. Las secuencias de combate son igual de espectaculares que en Cobra Kai, y la implementación de otras disciplinas como el box y el kung fu junto al karate habla a sensibilidades contemporáneas, más conscientes de las artes marciales mixtas como forma de combate, por lo que verás destellos de dramas como Creed y cine de otras disciplinas como el kung fu (Ip Man) y la brutalidad del Muay Thai (Ong-Bak). Si se convierte en un nuevo punto de partida para la saga, bienvenido sea.

  • Jeff Bridges: sus mejores películas y series para ver online

    Jeff Bridges: sus mejores películas y series para ver online

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Descendiente de una familia de actores, Jeff Bridges es, por derecho propio, uno de los grandes nombres de Hollywood, con una trayectoria notable que le ha merecido un Oscar, un Globo de Oro, múltiples nominaciones al Emmy y al BAFTA, entre muchos otros premios. No sólo eso, su carrera ha traído una amplia diversidad de personajes que también lo han vuelto una especie de ícono de culto entre cinéfilos.

    Así que, a propósito de su resurgimiento como Kevin Flynn en la secuela Tron: Ares, seleccionamos aquí las 10 mejores películas y series de Jeff Bridges para ver online y conocer más de su notable carrera como actor.

    La última función (1971)

    Uno de los primeros protagónicos de Jeff Bridges—que además le mereció su primera nominación al Oscar—vino con La última función, eventual clásico de Peter Bogdanovich que cuenta un año en las historias de dos jóvenes amigos, hastiados con sus vidas en un olvidado pueblo de Texas a inicios de la década de 1950.

    Se trata de una de esas historias de juventud sobre llegadas, despedidas y todas las tragedias que hay en el medio. No muy distinta a clásicos como Rebelde sin causa o El graduado, que marcaron a sus respectivas generaciones.

    The Old Man (2022-2024)

    Jeff Bridges es a menudo más reconocido por sus papeles de hombres cínicos o bonachones (o ambas cosas). Sin embargo, uno de sus roles más aclamados en años recientes es como el protagonista de la serie The Old Man, un antihéroe veterano de la guerra de Vietnam y agente renegado de la CIA que huye de quienes quieren neutralizarlo. Aunque la serie fue cancelada luego de su segunda temporada, es un apasionante thriller de acción y uno de los mejores roles del actor.

    Es una de esas historias que tratan sobre conspiraciones de gobierno, agentes renegados y enemigos que buscan silenciarlos. Es una serie que disfrutarás si te gustó Reacher, o si sigues las historias sobre hombres rudos veteranos en el estilo de Búsqueda implacable (Taken) con Liam Neeson.

    El gran Lebowski (1998)

    Dicen que, más allá de un Oscar, el mejor premio para un actor es el reconocimiento por parte del público. Lo cual no quiere decir que El gran Lebowski no sea una maravillosa película digna de más premios—y mayor taquilla—de los que recibió. Pero es innegable que su condición de culto ha convertido al mítico “Dude”. ¿Ícono del fracaso del sueño americano? ¿Del cinismo posterior a la Guerra de Vietnam? ¿Apatía pura estadounidense? Quizá nunca lo sabremos.

    Es un rol que, además, lleva a Bridges desde la comedia absurda y la pena ajena hasta el delirio con ciertos tintes de tragedia, todo en uno de los paquetes más extravagantes que ha visto el cine. La disfrutarás montones si te gustan otras comedias de los hermanos directores Ethan y Joel Coen, como Quémese después de leerse. Aunque, en el canon del cine de culto, la encontrarás junto a otros de su tipo como Napoleon Dynamite o Tiempos violentos (Pulp Fiction).

    Enemigo de todos (2016)

    Mejor conocida por su título original, Hell or High Water, Enemigo de todos es un neo-wéstern sobre dos hermanos que, a punto de perder el rancho de su familia debido a varias deudas, deciden cometer una serie de robos para conseguir el dinero requerido para salvarlo. Jeff Bridges, en la actuación que le mereció su séptima nominación al Oscar, interpreta al veterano alguacil a punto de retirarse y asignado al caso, donde todos los implicados deben lidiar con áreas moralmente grises.

    Esta película ofrece una visión más cínica del Oeste estadounidense contemporáneo, en la que no existen nociones tan claras del bien y el mal, sino asuntos que salen bien y otros que no tanto. Es muy similar al monumental clásico Sin lugar para los débiles de los hermanos Coen, y merece el mismo nivel de apreciación.

    Temple de acero (2010)

    Para muchos actores, suceder al legendario John Wayne como estrella de wéstern sería una tarea nada envidiable, y mucho menos en un remake de una de sus películas. Pero Jeff Bridges no es cualquier actor, y en esta versión dirigida por los Coen de Temple de acero (True Grit), brilla como un antiguo alguacil alcohólico y de gatillo fácil contratado por una niña (Hailee Steinfeld) para buscar justicia.

    Aunque Bridges no ganó el Oscar por esta actuación (cosa que sí logró Wayne), también es otra de sus grandes actuaciones, en una película que gustará a aficionados de los wésterns clásicos como Más corazón que odio (The Searchers) o Río rojo.

    Loco corazón (2009)

    La película que le dio el Oscar a Jeff Bridges es Loco corazón (Crazy Heart), basada en la novela homónima de Thomas Thompson e inspirada en la vida del cantante de country, Hank Thompson. Bridges protagoniza como un cantante venido a menos por su alcoholismo, y quien tiene un segundo aire cuando se enamora de una reportera (Maggie Gyllenhaal).

    Las historias sobre artistas adictos y contra las rocas son algo relativamente común, repetidas ad infinitum en películas como Nace una estrella (en sus variadas iteraciones) o incluso la biopic Judy. Sin embargo, el guión y la actuación de Bridges son lo que elevan a esta película por encima del lugar común.

    Starman: El hombre de las estrellas (1984)

    Otra actuación nominada al Oscar de Jeff Bridges es en el drama romántico con elementos de ciencia ficción, Starman: El hombre de las estrellas. La trama sigue a un alienígena incorpóreo que, varado en la Tierra, adopta la forma del esposo recién fallecido de una viuda (Karen Allen), y así pide su ayuda para volver con su especie.

    Es un romance en cierto modo tierno, si puedes pensar en ello como una versión romántica y adulta de E.T., el extraterrestre, aunque parecida en otras formas a la comedia Splash o al drama La forma del agua.

    Pescador de ilusiones (1991)

    Jeff Bridges también es excelente para interpretar papeles de hombres cínicos en pleno declive, como hace en uno de los clásicos más infravalorados del director Terry Gillian: Pescador de ilusiones (The Fisher King). Aquí, tiene el rol de un locutor misántropo que cae en desgracia cuando su desdén hacia un radioescucha resulta en tragedia. Años después, a punto de quitarse la vida, es rescatado por un vagabundo delirante (Robin Williams), quien jura que tiene la misión de encontrar el Santo Grial. En busca de redención, accede a ayudarlo.

    Hablando de Robin Williams y de locutores en busca de redención, puede que esta película te recuerde un poco a la comedia Buenos días, Vietnam. Sin embargo, esta es una comedia de Terry Gilliam, con todas sus excentricidades grandilocuentes e incomodidades, aunque no en grados tan extremos como Pánico y locura en Las Vegas. O, para historias sobre hombres cínicos en busca de reivindicación, puedes disfrutarla si te gustó Hechizo del tiempo (Groundhog Day).

    El año del perro (2009)

    En El año del perro, una película de HBO para televisión, Bridges interpreta a un escritor en la peor crisis de la mediana edad: se está separando, su hija se muda y tiene severo bloqueo creativo. Es en medio de todo que alguien lo convence de hacerse cargo de un perro border collie aún más caótico que él, y así comienza una loca vida juntos que los transforma a ambos.

    Es una típica comedia sobre hombres huraños enfrentados al caos canino para luego ablandarse, en una línea similar a Marley y yo, o al clásico (más cómico) Beethoven.

    Tron (1982)

    Uno de los roles más significativos de Jeff Bridges tiene que ser Tron, donde interpreta al genio de las computadoras Kevin Flynn, quien busca demostrar que la corporación ENCOM le ha robado diseños, una misión que lo lleva a quedar atrapado en un mundo virtual. No es un rol que demuestre particularmente su rango dramático, pero sí es importante porque es una de esas películas de culto que lo han congraciado con apasionados fans.

    Es una película precursora, en varios sentidos, de otras como Matrix o Ready Player One. Sin embargo, el rol de Bridges aquí como un humano que ingresa al mundo virtual de programas antropomórficos y es visto como un mesías, la convertiría en una predecesora más rudimentaria de la épica de ciencia ficción Duna.

  • Paul Thomas Anderson: sus 11 películas, rankeadas

    Paul Thomas Anderson: sus 11 películas, rankeadas

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Con una filmografía universalmente aclamada y en la que ha colaborado con artistas como Daniel Day Lewis, Julianne Moore, Philip Seymour Hoffman, Joaquin Phoenix, Amy Adams y más recientemente Leonardo DiCaprio, Paul Thomas Anderson (o PTA) es considerado uno de los grandes directores en activo del cine estadounidense y mundial. Sus películas, que van desde comedias hasta dramas psicológicamente densos, también son técnicamente virtuosos, utilizando complejos movimientos de cámara para traer al frente emociones y la tensión en el mundo de sus personajes.

    Si acaso breve, con 10 largometrajes de ficción y uno documental, su cuerpo de trabajo es uno de los más ricos y diversos—aunque también demandantes—para cualquier cinéfilo. Para que no te pierdas de una sola, rankeamos aquí las 11 películas de Paul Thomas Anderson (de peor… o “menos buenas”, a mejor) y te decimos dónde verlas.

    Sydney: Juego, prostitución y muerte (1996)

    El largometraje debut de PTA reunía, nada más, a veteranos como Philip Baker Hall y Samuel L. Jackson, con John C. Reilly y Gwyneth Paltrow todavía en ascenso, para una sórdida historia de apuestas y sexo. Sydney: Juego, prostitución y muerte (Hard Eight) es, quizá, la menos “Paul Thomas Anderson” de sus películas, más pequeña en ambición y escala que su filmografía posterior.

    Es una película que disfrutarás de cualquier forma si te gusta el resto del trabajo de PTA, aunque su temática la vuelve parecida a películas sobre el mundo de las apuestas, como Casino de Scorsese y Adiós a Las Vegas. El estreno de ambas, curiosamente, le precede por un año.

    Junun (2015)

    PTA es un cineasta conocido fundamentalmente por su trabajo en ficción, pero tiene un largometraje documental que pocos recuerdan: Junun. Este sigue la grabación, en India, del álbum homónimo de los compositores Shye Ben Tzur y Jonny Greenwood (este último de Radiohead) junto con el ensamble indio Rajasthan Express. Notablemente, mucho del equipo de filmación fue retenido en aduanas, requiriendo al director y compañía filmar con cámaras de consumo cotidiano.

    Anderson no es tan cercano al mundo del documental, pero sí al de la música, habiendo grabado videos musicales para bandas como Haim y Radiohead. Con estos últimos también filmó el cortometraje ANIMA. Si te gusta esta faceta del director, Junun es obligada.

    Vicio propio (2014)

    Adaptada de la novela homónima de Thomas Pynchon, Vicio propio (Inherent Vice) es una comedia neo-noir situada en Los Ángeles en la década de 1970, en la que un turbio detective privado (Joaquin Phoenix) termina investigando tres casos diferentes vinculados a la desaparición de su sospechosa ex (Katherine Waterston) y de su nuevo novio, un millonario (Eric Roberts).

    Se trata de una de las películas narrativamente más densas en la filmografía de Anderson, que ya es decir, con varias subtramas y un sentido del humor psicodélico que reúne a artistas como Jena Malone y Josh Brolin en papeles verdaderamente excéntricos. Piensa en Barrio chino (China Town) por vía de El gran Lebowski.

    Licorice Pizza (2021)

    Licorice Pizza es una comedia coming-of-age que, en la superficie, podría parecer una de las películas “menores” de PTA. Su escala no es tan épica ni las implicaciones tan complicadas para sus personajes. Pero, con toda la grandiosidad de las emociones cambiantes de sus protagonistas, simplemente sigue la relación dispareja entre un actor adolescente (Cooper Hoffman, hijo de Philip Seymour) y una joven mujer sin rumbo (Alana Haim) en 1973.

    Es una de esas películas que miran al pasado con nostalgia y siguen los altibajos en una relación bajo la dinámica se aman-no se aman. Algo así como el resultado de poner en una licuadora a Tres son multitud (Rushmore), Dos extraños amantes (Annie Hall) y Casi famosos, con un ligero toque de Locura de verano (American Graffiti).

    The Master: Todo hombre necesita un guía (2012)

    Una de las películas más poderosas de Paul Thomas Anderson es, en la superficie, un perverso relato de maestro y devoto seguidor, con Philip Seymour Hoffman en el rol de un líder sectario y Joaquin Phoenix como un alcohólico que, a la deriva después de la Segunda Guerra Mundial, se aferra a este cuestionable hombre. The Master: Todo hombre necesita un guía se desarrolla de forma que, pasado cierto punto, la línea entre amo y sirviente comienza a difuminarse, convirtiéndose en un relato introspectivo sobre las búsquedas absurdas de propósito.

    Una película destinada a convertirse en clásico que encaja a la perfección en el lado más sombrío de la filmografía de Anderson, un alucinante viaje que bebe de la fuente de Persona de Ingmar Bergman, y que por momentos te recordará a la más reciente Tipos de gentileza, de Yorgos Lanthimos.

    Una batalla tras otra (2025)

    Resulta curioso que casi todas las películas de Paul Thomas Anderson se sitúan en el pasado, pues con la excepción de Embriagado de amor y Magnolia, la mayoría son producciones de época. Una batalla tras otra (One Battle After Another) rompió esa tendencia, para ofrecer una mirada a las raíces del discreto fascismo instaurado en Estados Unidos, lo poco que ha cambiado desde entonces a pesar de las luchas y resistencias, y la ansiedad casi absurda de existir en un país roto por sus paradojas.

    Es un thriller que pone el dedo en la llaga, pero lo hace con el mismo sentido del humor retorcido y ácido de su contemporánea Eddington, comparable por sus temas y tono con otras como El infiltrado del KKKlan.

    El hilo fantasma (2017)

    La segunda colaboración entre Paul Thomas Anderson y el legendario actor Daniel Day-Lewis es notable por varios motivos, entre ellos, que fue la última actuación en pantalla de este último antes de retirarse (haciendo una excepción únicamente para protagonizar y coescribir Anemone, de su hijo Roman Day-Lewis). El hilo fantasma (The Phantom Thread) es un drama de época situado en Londres de 1950, en el que un famoso modisto adopta como musa y amante a una joven mesera, comenzando una relación de amor que se distorsiona hacia el control y la manipulación.

    Dentro de la filmografía de PTA, es más cercana al romance de Embriagado de amor que a la perversidad de Petróleo sangriento. Es un drama sobre amor y obsesión con no pocas cosas en común temática y tonalmente con Vértigo, de Hitchcock.

    Embriagado de amor (2002)

    Comparada con las dos obras maestras tempranas que le precedieron, Embriagado de amor (Punch-Drunk Love) podría parecer un paso atrás para Paul Thomas Anderson. Y en cierto sentido lo es, con toda la intención: después de la épica setentera de Boogie Nights y la caleidoscópica Magnolia, PTA optó por hacer algo más pequeño pero cargado de emoción. Con un sorprendente Adam Sandler, esta es una poderosa comedia que captura la experiencia de los sentimientos desbordantes en color, sobre dos personas muy solas que descubren que no están condenadas a su tristeza.

    Como comedia, es cercana en temas a la posterior Los juegos del destino (Silver Linings Playbook), aunque visualmente es una experiencia cuasi-experimental que no tiene igual, aunque la melancolía que evoca podría ser comparada con la de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos.

    Boogie Nights: Juegos de placer (1997)

    PTA tiene la rara distinción de haber producido dos singular obras maestras al hilo antes de siquiera cumplir 30 años, lo que habla de su inusual talento como cineasta. Su segundo largometraje, Boogie Nights: Juegos de placer ya auguraba su ambición y habilidad desde su prodigioso plano secuencia inicial, y desde ahí, no se detiene. Es una montaña rusa de emociones, placer y oscuridad sobre marginados unidos en una extraña familia dentro de la industria pornográfica, que lucha por sobreponerse a la irrupción del video en la década de los 70.

    Es una película que salta de la esperanza de la posibilidad a la comedia inherente de su contexto, para después sumergirse en las profundidades oscuras de la desesperanza y del vacío existencial autodestructivo del exceso a lo largo de su metraje. Todo lo que podrían desear desde los fans de Anora hasta los de El lobo de Wall Street.

    Magnolia (1999)

    Anderson logró la proeza de seguir la magnífica Boogie Nights con otra obra maestra desbordante de dolor y emociones igual de magistral. Con un elenco que incluye a Julianne Moore, Tom Cruise, Philip Seymour Hoffman, John C. Reilly y Philip Baker Hall, Magnolia es una épica caleidoscópica sobre relaciones familiares rotas, el asfixiante peso de las expectativas y de los sueños no cumplidos, con conexiones sorprendentes que se van revelando poco a poco, expresando la idea de ciclos que se perpetúan desde raíces en común.

    En principio, es una película que recuerda a la experiencia de mirar Babel o Amores perros del mexicano Alejandro González Iñárritu. Sin embargo, el grado de destrucción emocional que llega a representar es comparable al de dramas como Manchester junto al mar, aunque en una escala muy superior.

    Petróleo sangriento (2007)

    Ya dice mucho el hecho de que Petróleo sangriento (There Will Be Blood) sea considerada como una de las grandes películas estadounidenses de 2007, no sólo por su enorme mérito artístico, sino por ser una radiografía de la hipocresía podrida del sueño americano.

    En su primera de dos colaboraciones con el legendario Daniel Day-Lewis, PTA construye una historia de origen para el capitalismo con toda su inmoral voracidad, narrando la historia de un hombre que se aferra a su ambición hasta que no queda nada más. Es una película sobre la podredumbre moral al corazón de la sociedad estadounidense en la tradición de Ciudadano Kane de Orson Welles, El padrino de Francis Ford Coppola y, más recientemente, Los asesinos de la Luna de Martin Scorsese. La mejor entre las películas de Paul Thomas Anderson lo coloca en buena compañía dentro del canon de grandes directores estadounidenses.

  • Adam Sandler: descubre las 10 mejores películas del actor

    Adam Sandler: descubre las 10 mejores películas del actor

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Adam Sandler es un actor y comediante que divide opiniones, por decirlo en términos amables. En varios puntos de su carrera, su presencia ha sido sinónimo de una taquilla inversamente proporcional a la calidad e ingenio de la comedia desplegada en pantalla. Pero no sería justo evaluar sus tres décadas de carrera, con decenas de créditos, en esos términos.

    El actor también ha protagonizado grandes títulos no solo de comedia, sino también dramáticos y de ciencia ficción, con resultados que han sorprendido a propios y extraños. Si no nos crees, seleccionamos 10 de las mejores películas de Adam Sandler, que demuestran su versatilidad y rango interpretativo, más allá de sus roles recientes en Happy Gilmore 2 y Jay Kelly.

    Embriagado de amor (2002)

    Para muchos (y me incluyo), Embriagado de amor (Punch-Drunk Love) es la mejor película en el repertorio de Adam Sandler, no sólo por su interpretación, sino por la conjugación de ésta con todos los demás elementos por parte de su director, el hoy legendario Paul Thomas Anderson.

    Esta es la historia de un hombre solitario con ansiedad social y problemas de ira quien, en el transcurso de unos pocos días, conoce a una mujer que se enamora de él (Emily Watson), es estafado y descubre un vacío en una promoción de pudín por la que gana millas de viajero ilimitadas. Es un relato extraño, pero romántico en su núcleo, contado por Anderson con tensos encuadres y movimientos de cámara, torbellinos abstractos de color y explosiones de guión. Pero lo que ata todo el conjunto es la actuación de Sandler, quien tiene el inusual talento de transmitir vulnerabilidad y ternura con personajes que, en otras manos, podrían ser problemáticos e incluso desagradables. Es una película en una línea similar a Los juegos del destino (Silver Linings Playbook) y también apta para los románticos en clave de Eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Si no te hace creer en el amor, no sabemos qué lo hará.

    Garra (2022)

    Si hay un tipo de papel que le ha rendido frutos a Adam Sandler a lo largo de buena parte de su filmografía, es el del perdedor o desvalido, el héroe improbable o el famoso underdog. En cierto modo, este es el papel que interpreta en Garra (Hustle). Sin embargo, en la mayoría de sus iteraciones, ha sido como un hombre joven, a veces un novato en su campo o en la vida.

    Aquí es lo contrario: es un veterano y hastiado buscador de talentos para un equipo de la NBA, cuyas aspiraciones de llegar a ser entrenador no han podido ser. Su inusitada conexión con un basquetbolista español, que también ha visto sus sueños truncados, los inspira a ambos a seguir luchando, juntos. Es un drama relativamente convencional, pero una vez más, Sandler consigue transmitir esa mezcla de vulnerabilidad y carisma con ciertos acentos de desilusión y cansancio propios de un veterano. Si te gustan las historias motivadoras sobre amistad y perseverancia en el mundo del deporte al estilo de Rocky o El camino de regreso, Sandler te sorprenderá aquí.

    Diamantes en bruto (2019)

    Hay quienes opinarían que ésta, y no Embriagado de amor, es la mejor película de Adam Sandler. Y no estarían equivocados, sobre todo en virtud de lo diferente que es este papel respecto a otros de su filmografía. Diamantes en bruto (Uncut Gems) es una película de los hermanos Benny y Josh Safdie, especialistas en películas que siguen a personajes en cualquier punto del espectro de falibles a nefastos, en situaciones que inducen ansiedad tanto en ellos como en nosotros como espectadores. Si viste y te gustó Good Time (con Robert Pattinson) o Anora, en cierto sentido, te encontrarás con algo similar aquí.

    Su personaje es un ambicioso y carismático joyero con un problema de adicción a las apuestas, una combinación desastrosa que lo inserta limpiamente en la categoría de antihéroe, con esposa, amante, y una deuda. Es el tipo de personaje que, previsiblemente, sabotea sus propias soluciones a sus problemas, y Sandler logra equilibrar el encanto con el lado más desagradable. Una demostración de que, con el guión y dirección correctos, puede ser un actor formidable. Sólo que quede como advertencia, esta no es una película que debas ver si no manejas muy bien el estrés.

    Leo (2023)

    Una de las mejores películas de Adam Sandler es, primero, una en la que ni siquiera lo vemos en pantalla. Y segundo, es el tipo de producción que no suele asociarse con él: una animación musical, en la que provee la voz para el personaje principal.

    Leo es una animación original de Netflix y de la productora de Sandler, Happy Madison Productions, sobre un lagarto que ha vivido toda su vida tranquilamente en la aburrida seguridad del terrario de una escuela primaria. Cuando descubre que sólo tiene un año para vivir, siente que ha desaprovechado su vida, y decide huir para experimentarla al máximo. Es un gran trabajo de Sandler, cuya voz es irreconocible como el apático lagarto que descubre su ímpetu por la vida, e incluso lo escuchamos cantar en los números musicales. Puede que no esté entre las mejores películas animadas de Netflix (aunque queda cerca), pero sí entre las mejores del actor por su trabajo interpretativo. De nuevo, una gran película si disfrutas de las historias sobre reafirmación de la vida con bella animación e incluso canciones, como Más allá de la luna o Vivo.

    Los Meyerowitz: La familia no se elige (2017)

    Sandler suele brillar en papeles dramáticos, mismos que generalmente están muy espaciados en su filmografía. Si bien hay tintes de comedia en Los Meyerowitz: La familia no se elige, la película de Noah Baumbach es un drama con un elenco coral de actores del calibre de Dustin Hoffman, Emma Thompson y Elizabeth Marvel interpretando personajes con complicadas vidas interiores. Es decir, cualquier día en el mundo de Baumbach, así que se trata de un título para ti si disfrutaste de Historia de un matrimonio o de Frances Ha.

    En esta película, Adam Sandler es otro de sus típicos perdedores, aquí genuinamente contra las cuerdas y presionado por las expectativas familiares. Es un hombre recién separado de su esposa, desempleado y obligado a mudarse a casa de su padre, un eminente profesor. Se trata de un papel que más que humor le requiere cierto patetismo para expresar los complejos, arrepentimientos y frustraciones de alguien en su situación. Un trabajo bien logrado, si consideramos que el elenco entero fue aplaudido, pero Sandler fue señalado en particular.

    La mejor de mis bodas (1998)

    También conocida en algunos territorios como El cantante de bodas, La mejor de mis bodas (The Wedding Singer) es uno de los grandes clásicos de Adam Sandler en su veta cómica “convencional”. Puede que se deba, en buena medida, a que Robbie Hart, el cantante titular, es de los más agradables entre su repertorio de perdedores inadaptados.

    Esto es gracias a que, en el contexto de esta comedia (su primera de tres colaboraciones con Drew Barrymore), es perfectamente razonable apoyar a su personaje. Robbie se enamora de una mujer comprometida con un hombre que claramente no la quiere. Quizá más que otros de sus tempranos papeles, Robbie es el personaje que estableció a Sandler como el maestro de los personajes bobalicones pero con corazón, encantadores a pesar de sus fallas. Si prefieres las comedias románticas más tradicionales, este es un gran punto de entrada a la filmografía del actor, apta para fans de Cuando Harry conoció a Sally o, si te gusta la dupla Sandler-Barrymore, Como si fuera la primera vez.

    Siempre hay tiempo para reír (2009)

    Adam Sandler es un actor cómodo en su elemento, la comedia, y puede ser formidable cuando se arriesga con material dramático. Siempre hay tiempo para reír (Funny People) le da la oportunidad de caminar la línea entre ambos territorios con ciertos tintes de realidad sobre el mundo de la comedia. Aquí interpreta a George Simmons, un comediante de stand-up convertido en estrella de cine.

    El asunto es que George se enfrenta a su inminente mortalidad al ser diagnosticado con una enfermedad terminal, por lo que regresa a sus raíces en el stand-up e intenta reparar sus relaciones. Hay una veta importante de oscuridad y existencialismo en un personaje con características desagradables pero enorme talento cómico y vulnerabilidad, similar a Mientras somos jóvenes o a ¿Cómo sobrevivir a mi ex? Aunque pueda parecer una comedia común, aquí encontrarás uno de los roles emocionalmente más complejos en la filmografía de Sandler.

    La esperanza vive en mí (2007)

    Hay que decirlo, La esperanza vive en mí (Reign Over Me) es una película totalmente irregular, pero en la que Sandler ofrece una de sus interpretaciones dramáticas más memorables, si acaso una de las más melodramáticas, dado el contexto de la trama y la propia interpretación. Su papel es el de un dentista en crisis por haber perdido a su familia durante los atentados del 11 de septiembre. Su línea de vida es la aparición de su antiguo compañero de cuarto de la universidad (Don Cheadle).

    La película tiene una serie de subtramas que oscilan en tono, intentando mezclar situaciones cómicas con la profunda turbulencia emocional de los protagonistas. Aunque puede que encuentres confusos estos bruscos cambios de humor, lo cierto es que Sandler—ayudado de la conocida sobriedad de Cheadle—consigue transmitir emoción en cada uno de los distintos registros. No es una película muy cohesiva, pero en ningún momento es culpa del trabajo actoral, que logran rescatar la oscuridad de las respectivas tragedias como sucede en Manchester junto al mar o, en una veta más ligera, Los excéntricos Tenenbaums.

    El astronauta (2024)

    Debo advertirte que El astronauta (Spaceman) es una de las películas más extrañas de Adam Sandler, pero siendo justos, lo sería en la filmografía de casi cualquier actor. La película trata sobre un astronauta enviado a una solitaria misión al borde del sistema solar, para lo que ha abandonado a su esposa e hija no nacida. Su salud mental se deteriora y ha dejado de recibir mensajes de su familia. A bordo de la nave, descubre a una criatura arácnida con poderes telepáticos que desea entender mejor a los humanos.

    A pesar de que la premisa podría sugerir una odisea espacial, lo cierto es que esta película se trata de un viaje existencial hacia el interior, hacia la memoria, para sanar heridas y reparar vínculos. En esencia, en lo que concierne a las escenas en la estación espacial, es un show de un solo hombre que requiere una densa profundidad emocional, labor que Sandler cumple sorprendentemente bien considerando que su coestrella es una araña alienígena gigante. Más excéntrica que, pero similar a, películas como Hacia lo desconocido o, en el mar, Todo está perdido.

    Happy Gilmore (1996)

    Y aquí tenemos una de las comedias más populares de Adam Sandler, una que contribuyó a establecer sus personajes perdedores en el otro extremo del espectro: en Happy Gilmore, el protagonista homónimo es un aspirante a jugador de hockey agresivo y con problemas de ira, pero con un corazón de oro. Mientras busca la forma de pagar una deuda de su abuela, descubre que tiene un talento descomunal para el golf, lo que podría ser la solución.

    Esto es Sandler ejerciendo su talento para la comedia física en plena forma, desde su exagerado swing para el golf, hasta sus rabietas contra las pelotas y contra otros jugadores, en peleas con golpes, caídas, muecas y demás exageraciones. Es el tipo de humor que algunos desdeñan como más “simplón” y pueril, y que es más común en la extensa filmografía del actor (y que disfrutarás más si lo tuyo son comedias como Un papá genial o La herencia del Sr. Deeds. Puede que te guste o no, pero no puede debatirse que también requiere un talento singular, y que el actor está por completo en su elemento con este tipo de humor.

  • Las 10 mejores películas de Navidad para ver en 2025

    Las 10 mejores películas de Navidad para ver en 2025

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Ya llegó esa temporada del año en la que el cine nos regala esperanza, ánimo festivo o ganas de acurrucarse en el sofá con un chocolate caliente frente a la televisión para resguardarnos del frío. Navidad es tiempo de convivir y compartir y, para muchos de nosotros, eso significa un maratón de películas navideñas.

    Y claro, sabemos que existen infinidad de títulos para la temporada, desde dramas y comedias hasta aventuras fantásticas para niños y títulos de acción para niños más grandes. Hay algo para todos los gustos, y acá presentamos para ti una selección con 10 de las mejores películas de Navidad para ver en las fiestas, actualizada a 2025.

    Los que se quedan (2023)

    Una producción dirigida por Alexander Payne que fue declarada merecedora de entrar al canon de películas navideñas en cuanto se estrenó. Situada en la década de los 70, Los que se quedan (The Holdover) es una sensible comedia dramática que sigue a un amargado profesor (Paul Giamatti) de un prestigioso internado, quien junto con la jefa de cocina (Da'Vine Joy Randolph), queda a cargo del único estudiante que no es llevado por su familia a las vacaciones de invierno (Dominic Sessa).

    Es una película optimista, pero no ingenua, sobre la búsqueda de conexión y propósito, perfecta para ver en Navidad y encontrar renovadas energías. Te encantará, sobre todo, si disfrutaste del trabajo de Payne en Entre copas (Sideways) o si te inspiran historias como La sociedad de los poetas muertos.

    ¡Qué bello es vivir! (1946)

    El clásico para terminar con todos los clásicos en el canon de películas de Navidad. ¡Qué bello es vivir! (It’s a Wonderful Life!) es la elección ideal de muchos para el espíritu de la temporada. Desolado y sintiéndose perdido, un hombre (James Stewart) contempla el suicidio en víspera de Navidad, pero un ángel es enviado para prevenirlo y mostrarle el bien que ha traído al mundo, aunque piense lo contrario.

    Es un relato claramente inspirado en la tradición dickensiana de Un cuento de Navidad (y su infinidad de adaptaciones cinematográficas. También será para ti si te gustan las historias fantásticas con cierto toque existencial pero ligeras, como Cuestión de tiempo.

    El extraño mundo de Jack (1993)

    Un clásico de animación en stop motion que, por su singular temática, es tanto una película navideña como un clásico infantil de Halloween. La trama de El extraño mundo de Jack (The Nightmare Before Christmas) sigue a Jack Skellington, rey de Halloween Town, quien por casualidad descubre Christmas Town y, fascinado con las festividades, está determinado en robar la Navidad para su mundo.

    Como producto de las imaginaciones de Tim Burton y Henry Selick, es un clásico apto para toda la familia, aunque con una vena ligeramente macabra y retorcida. La elección perfecta si te gustan las fantasías musicales de Disney pero, sobre todo, si te gustan los clásicos de los mencionados cineastas, como Coraline y la puerta secreta (de Selick) o El cadáver de la novia (de Burton).

    Elf, el duende (2003)

    Protagonizada por Will Ferrell (un comediante que, hay que decirlo, no es del gusto universal), Elf, el duende se ha consagrado como un clásico navideño por derecho propio gracias al carisma del actor en el protagónico de una singular premisa. Por azares del destino, un niño humano termina en el Polo Norte y es criado como cualquier otro de los duendes de Santa Claus. Al enterarse de la verdad ya como adulto, viaja a Nueva York en busca de su familia, pero descubre que, al parecer, la Navidad ha perdido significado.

    Aunque es una comedia inseparable de la sensibilidad cómica de Ferrell (y que te gustará, o no, dependiendo de la opinión que te merezcan películas como Al diablo con las noticias), es un relato sobre familia y pertenencia que funciona como una versión a la inversa de Rudolph, el reno de la nariz roja, con una reivindicación del espíritu navideño al estilo de ¡Qué bello es vivir!

    De ilusión también se vive (1947)

    Otro de los grandes clásicos en el repertorio hollywoodense de películas de Navidad es una historia de fe y espíritu festivo. De ilusión también se vive (Miracle on 34th Street) inicia cuando el hombre que iba a encarnar a Santa Claus en el popular desfile de Macy’s enferma por lo que debe ser sustituido. Un anciano llamado Kris Kringle es contratado para el trabajo, pero las cosas dan un giro cuando asegura ser el auténtico Santa Claus.

    Es una de esas fantasías familiares que imaginan a la figura de Papá Noel o San Nicolás en un contexto real. Si has visto producciones similares pero más recientes como Noelle o Las crónicas de Navidad, te recomendamos regresar a este clásico.

    Duro de matar (1988)

    Existe un largo debate sobre si Duro de matar (Die Hard) califica como una película navideña. Por un lado, en efecto, se sitúa en plenas fiestas decembrinas. Por otro lado, es una película de acción típica con golpes, disparos y una situación de rehenes, que no es lo más navideño del mundo. Para efectos prácticos, digamos que sí cabe en el canon de la temporada, en cuyo caso, tenemos aquí la opción para quienes quieran menos dulce y más pólvora en sus celebraciones.

    Duro de matar es una comedia de acción en la tradición de Arma mortal y similares, pero que, en la genealogía de películas de Navidad para niños grandes, ha inspirado otras como Noche sin paz (Violent Night), con David Harbour.

    Mi pobre angelito (1990)

    Para quienes no crecieron con el clásico navideño ubicuo, ¡Qué bello es vivir!, la reina en el imaginario colectivo de las películas de Navidad es, sin lugar a dudas, Mi pobre angelito (Home Alone), a la vez comedia familiar y fantasía de cualquier niño: ser libre de estar a sus anchas, sin la vigilancia parental. Claro que, como buena película de familia y de la temporada, viene con la obligada moraleja… pero no antes de una saludable y genial dosis de comedia física.

    En el canon navideño, es una comedia única y que, quizá con excepción de su primera secuela (todavía con Macaulay Culkin), no ha sido igualada por las otras ni por sus imitadoras. En términos de su comedia física, puede recordarte a Vacaciones de Navidad.

    Klaus (2019)

    Aunque es una adición relativamente reciente al canon de grandes películas navideñas, Klaus es una hermosísima animación que tiene más que merecido ese reconocimiento. La trama sigue a un cartero egoísta que, como castigo, es enviado a trabajar en una remota aldea del Polo Norte. Ahí conoce a un huraño juguetero con quien forma una inesperada conexión. Con sus talentos combinados, logran recuperar la humanidad del pueblo dividido por viejas riñas.

    Esta película funciona como una historia de origen para Santa Claus, y te recordará a iteraciones más novedosas y recientes del personaje, como la de El origen de los guardianes. Es dirigida por el español Sergio Pablos, quien colaboró como animador y diseñador de personajes en clásicos de Disney durante los 90, por lo que en algo te recordará a películas como Tarzán.

    Tokyo Godfathers (2003)

    La animación japonesa no suele ser lo primero que viene a la mente cuando pensamos en películas de Navidad, pero no podemos dejar fuera a esta maravilla de Satoshi Kon. Tokyo Godfathers narra las historias de tres vagabundos que, en plena Navidad, encuentran a una bebé abandonada en la basura. Se debaten entre adoptarla y cuidarla o buscar a su madre, desencadenando una aventura en la que aprenderán a ser vulnerables, descubrirán los verdaderos significados del amor y de la familia.

    Visualmente, está a la par de las otras obras maestras de Satoshi Kon, como Paprika: Detective de los sueños o Perfect Blue, aunque bastante más ligera y optimista temáticamente. Sin embargo, su exploración de lo que significa tener una familia la acerca mucho más a los terrenos de Un asunto de familia (Shoplifters), de Hirokazu Kore-eda.

    Una historia de Navidad (1983)

    La entrega más reconocible en la Saga de la familia Parker (basada en escritos de Jean Shepherd), Una historia de Navidad es una divertida comedia contada en viñetas sobre Ralphie Parker (Peter Billingsley) y su familia, que se meten en varios problemas durante la temporada navideña a finales de los años 30.

    La adaptación de la saga ha abarcado varias décadas, por lo que incluso es posible que, si viste Una navideña historia de Navidad (A Christmas Story Christmas), ni siquiera hayas caído en cuenta de que están relacionadas. Más allá del canon de la temporada, las divertidas dinámicas familiares de la película te recordarán un poco a lo que Wes Anderson hace en sus películas, como en Los excéntricos Tenenbaum.

  • Cine mexicano: descubre 10 clásicos esenciales

    Cine mexicano: descubre 10 clásicos esenciales

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Existe el cliché—desafortunado e impreciso—de que el cine mexicano no tiene producciones “de calidad” (lo que sea que eso signifique). Esto puede prevenir que las miradas curiosas y entusiastas descubran las maravillas de la cinematografía nacional que demuestran exactamente lo contrario: que en México se han realizado auténticos clásicos no sólo para el país, sino para el cine mundial.

    Si estás en proceso de descubrirlo, aquí te recomendamos algunos clásicos esenciales del cine mexicano. Se trata de una selección de películas de diferentes épocas y que todo aficionado necesita haber visto al menos una vez.

    ¡Vámonos con Pancho Villa! (1936)

    Para hablar del cine nacional, tenemos que comenzar por Fernando de Fuentes, una de sus voces más importantes e influyentes durante la primera mitad del siglo XX, y sobre todo durante el periodo denominado Época de Oro del cine mexicano. ¡Vámonos con Pancho Villa! es una de sus obras más emblemáticas como director, que en realidad concluye una trilogía dedicada a la Revolución Mexicana (junto con El prisionero 13 de 1933 y El compadre Mendoza de 1934, que recomendamos ver en conjunto con esta).

    Esta es una película relevante pues va en sentido contrario a todo lo que representaban las comedias rancheras, el género más popular y exitoso del periodo. En su lugar, esta película es una desmitificación de la Revolución mexicana. La trama sigue a un grupo de revolucionarios ficticios que se unen a la facción de Doroteo Arango, conocido como Pancho Villa, pero muestra que la vida revolucionaria tiene poco que ver con el honor y el orgullo, y más con el sufrimiento y la miseria en nombre de alguien más. Aunque no fue muy exitosa en su momento, hoy es un clásico que aún impresiona por sus elevados valores de producción para la época, y por proveer una mirada más realista a uno de los grandes mitos de la identidad nacional contemporánea.Si quieres conocer más sobre la realidad de la historia mexicana del siglo XX por medio del cine, no hay mejor punto de partida.

    Ahí está el detalle (1940)

    Pocos discutirán que Mario Moreno “Cantinflas” es una de las figuras más famosas no sólo de la Época de Oro, sino de la historia del cine mexicano en general. Y dentro de la vasta filmografía del comediante mexicano, Ahí está el detalle está considerada como la más emblemática de sus películas.

    Y esto no sólo por ser su primera película como protagonista o por inmortalizar al personaje “Cantinflas”, del que obtuvo su apodo, o su icónica manera de hablar dando vueltas sin decir nada, algo que hoy se conoce como “cantinflear”. Dirigida por el versátil y prolífico Juan Bustillo Oro, se trata de una absurda comedia de enredos con un ligero toque macabro, que parte de una confusión por un asesinato que crece sin control. Además, el elenco cuenta con otras leyendas indispensables del cine nacional como Joaquín Pardavé, Sara García y Sofía Álvarez. Tienes que verla obligadamente para conocer a uno de los grandes íconos del cine nacional, indispensable si conoces y has disfrutado otros clásicos como El patrullero 777 o El padrecito.

    Enamorada (1946)

    ¿Es Enamorada la obra maestra definitiva de la Época de Oro del cine mexicano? La cuestión está a debate y probablemente no tenga una respuesta clara, pero sin duda está entre los máximos clásicos del periodo, no sólo por su virtuosidad artística y técnica. Podría estarlo por el puro mérito de sus figuras principales: el director Emilio “El Indio” Fernández, el fotógrafo Gabriel Figueroa (quizá el mayor iconógrafo de la época), y los protagonistas Pedro Armendáriz y María Félix. Si hubiera que demostrar la existencia de un star system mexicano en esos años, habría que señalar esta película.

    Puede que, de varias maneras, vaya en sentido contrario a la desmitificación de la Revolución planteada por Fernando de Fuentes en su trilogía. Sin embargo, Enamorada brilla si se le aborda como un drama romántico tradicional, sobre la áspera relación entre un revolucionario que toma control de un pueblo y exige recursos de los más ricos para la causa, pero termina enamorándose de la hija del hombre más adinerado. Aunque anticuada en su discurso, es una de las películas más románticas que podrás encontrar en el canon del cine mexicano, ideal punto de partida si te gustan otras como María Candelaria (otra recomendación es Maclovia, que también tiene a Armendáriz y Félix ante la cámara de “El Indio” Fernández).

    Nosotros los pobres (1948)

    En la Época de Oro, quizá no haya existido un actor más emblemático que Pedro Infante, estrella de innumerables clásicos del cine mexicano y al que seguramente reconocerás incluso sin haber visto una sola de sus películas. Bajo la dirección de Ismael Rodríguez—otro de los cineastas más importantes del periodo—, Infante protagonizó otra de las trilogías icónicas de la cinematografía nacional, iniciada con Nosotros los pobres en 1948, y seguida por Ustedes, los ricos (1948) y Pepe el Toro (1953).

    Nosotros los pobres—y el resto de la trilogía, en realidad—lidia con el sufrimiento de la clase trabajadora mexicana de mediados del siglo XX, a partir de la historia de un carpintero acusado falsamente por un robo, desatando la tragedia en su familia. Esta película definió una escuela de melodramas sociales a menudo muy imitada y, a largo plazo, criticada por la explotación de la realidad social. Sin embargo, como tantas otras películas del periodo, fue creadora de íconos como el propio Infante.

    Los olvidados (1950)

    Para algunos—y debo concordar—, la imagen colectiva proyectada por el cine de la Época de Oro fue quebrada por Los olvidados, película que marcó un antes y un después en la representación de la realidad social del país. Fue realizada por un extranjero, el surrealista Luis Buñuel, exiliado en México.

    La película, empleando elementos del Neorrealismo italiano con el surrealismo típico del director, presentó una visión externa pero más aterrizada y sincera del desolador ciclo de pobreza, abandono y violencia de niños que vivían en las calles de las ciudades. La burguesía de la época la despreció y fue criticada por su representación poco esperanzadora del porvenir. Hoy la consideramos como uno de los clásicos más influyentes del cine mundial, que ha dejado marca en producciones como Ciudad de Dios (2002) y en otras de décadas más tarde como Ya no estoy aquí (2019). Te advertimos que puede ser un poco difícil verla por sus temas y desenlace, pero vale la pena aproximarse a ella para conocer un importantísimo punto de inflexión para el cine nacional.

    Macario (1960)

    Dirigida por Roberto Gavaldón, Macario es uno de los grandes clásicos del cine mexicano en una escala internacional. Tuvo su estreno mundial en el Festival de Cannes y fue la primera película mexicana nominada al Oscar a Mejor película extranjera.

    Basada en la novela homónima de B. Traven, la película se sitúa en algún momento del Virreinato de Nueva España y trata sobre un campesino que, dada su precaria situación y la de su familia, pierde interés por la vida, y sólo añora la idea de poder disfrutar de un banquete sin tener que compartir. Las actuaciones de Ignacio López Tarso y Pina Pellicer son fundamentales en la creación de empatía por estos personajes, habitantes de un mundo que, caminando una delgada línea entre el drama social y el terror sobrenatural, ha brindado imágenes icónicas como la de la Gruta de la muerte. La película se ha convertido en un clásico para el público mexicano y, por su temática sobre la muerte (similar a la de El séptimo sello de Bergman), es una elección perfecta si quieres ver una película durante el Día de Muertos.

    El esqueleto de la señora Morales (1960)

    Es posible que El esqueleto de la señora Morales sea la película más infravalorada en este listado por la sencilla virtud de ser una comedia negra bastante cáustica para la moral mexicana, incluso al día de hoy. Pero creo que eso es precisamente lo que la hace valiosa y más digna que muchas otras del sello de “clásico”.

    La trama sigue a un taxidermista alegre y optimista que, por algún motivo, se casó con una fanática religiosa amargada que le hace la vida imposible. Cuando la situación llega a un punto insostenible, él toma medidas drásticas. Una trama que, debajo del absurdo, lidia con la hipocresía del conservadurismo en México, con situaciones mórbidas y de risa incómoda que disfrutarás horrores si prefieres tu humor con un toque de acidez. Hay elementos góticos como en El espejo de la bruja, pero un humor perverso que sólo podríamos comparar al de los hermanos Coen en Fargo, por ejemplo.

    El lugar sin límites (1978)

    La década de los 70 marcó el inicio de una escuela con mayores aspiraciones autorales en la cinematografía nacional, con producciones realizadas por directores ya egresados de las escuelas de cine. De dicha generación, Arturo Ripstein es uno de los nombres más importantes, y entre su filmografía, El lugar sin límites resulta una de las obras más relevantes por diversos motivos.

    Basada en la novela homónima de José Donoso, esta película se sitúa en un prostíbulo precario donde trabajan La Japonesita (Ana Martín) y su padre, “La Manuela” (Roberto Cobo), un hombre homosexual travestido, que se disputan el afecto de Pancho (Gonzalo Vega), un camionero hipermasculino que intenta resistir su atracción homosexual. Aunque puede que te resulte un tanto sórdida, es una película que abrió muchos caminos para las representaciones LGBTQIA+ en pantalla, en un momento de transformaciones culturales y sociales posteriores al movimiento de 1968. Imperdible si te gustó El castillo de la pureza, también de Ripstein, o títulos posteriores de algún modo influenciados por esta película, como Temporada de huracanes.

    La ley de Herodes (1999)

    Por mucho tiempo, bajo el mandato incontestado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante largas décadas del siglo XX, las críticas abiertas al gobierno estaban tácitamente prohibidas o eran directamente censuradas en México. La ley de Herodes, del director Luis Estrada, es una mordaz sátira que llegó en una importante coyuntura con una crítica abierta e incisiva al priísmo.

    Protagonizada por Damián Alcázar—uno de los colaboradores preferidos de Estrada—, la película se sitúa en un pueblo rural ficticio de México durante 1949 (en el sexenio del presidente Miguel Alemán Valdés). Sin embargo, las dinámicas corruptas de poder y política que critica podían extrapolarse a la época contemporánea, en los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, últimos dos presidentes previo a la primera derrota del PRI en las elecciones federales del año 2000. Lo preocupante—y quizá estés de acuerdo—es que esta es una de esas películas que no envejecen y que incluso se hacen más vigentes con el paso de los años, por todas las razones más lamentables. Para ver con otras de Luis Estrada como La dictadura perfecta y El infierno.

    Amores perros (2000)

    La vuelta del siglo trajo una serie de cambios en política cultural, libertad de expresión y ambiciones artísticas que ramificaron en un periodo conocido como Nuevo Cine Mexicano, una nueva ola de cineastas que, dentro o fuera de las instituciones, encabezaron una racha de producciones con “mayor calidad” (de nuevo, lo que sea que esto signifique). Esto puede traducirse como una visión autoral más clara, narrativas que abordaban los conflictos sociopolíticos del país en su momento, bajo un nuevo interés del público nacional e internacional.

    Amores perros, de Alejandro González Iñárritu, es posiblemente la película más emblemática del periodo junto a su contemporánea de similar espíritu, Y tu mamá también. Su trama, anclada en un cierto realismo visual, aborda tres historias interconectadas por ciertos personajes (no muy diferente de su contemporánea, Magnolia), temas de violencia y masculinidad, y la presencia simbólica de perros. La película, cuyas temáticas se mantienen relevantes todavía hoy, catapultó las carreras de González Iñárritu y del actor Gael García. Hay cierta sordidez también, pero si puedes mirar más allá de eso, descubrirás uno de los más importantes clásicos no sólo del cine mexicano actual, sino del cine mundial.

  • Spider-Man: Todas las películas en orden

    Spider-Man: Todas las películas en orden

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Con sus problemas cotidianos de adolescente y la máxima “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, Spider-Man (o el Hombre Araña) cambió el panorama de los superhéroes para siempre desde las páginas de Marvel Comics. Hoy, bajo el estandarte de Sony Pictures, el trepamuros ha protagonizado cuatro sagas cinematográficas diferentes (sin contar los spin-offs).

    Si es tu primera vez acercándote a sus aventuras fílmicas, esto puede ser confuso. Esta guía está para explicarte cómo ver todas las películas de Spider-Man en orden cronológico de estreno, es decir, según las “eras” de cada actor interpretando al superhéroe. Únicamente tomaremos en cuenta los títulos en los que aparece el personaje—incluyendo apariciones especiales en el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM)—. Por lo tanto, y a pesar de que se inspiran en personajes asociados al héroe, no consideraremos los spin-offs.

    La era de Tobey Maguire y Sam Raimi (2002-2007)

    Spider-Man debutó en el cómic Amazing Fantasy #15 de 1962, y tuvieron que pasar 40 años para que la tecnología cinematográfica pudiera hacerle justicia a sus poderes, aventuras y personajes. El encargado de realizar esta visión fue el director Sam Raimi, por entonces más conocido por sus icónicas comedias de terror de El despertar del diablo (1981).

    Así llegó a salas de cines El hombre araña (2002), que dio vida al héroe en la piel de Tobey Maguire, con Kirsten Dunst como su interés romántico, Mary Jane Watson, y Willem Dafoe como su némesis, Norman Osborn/ Duende Verde. Ayudado de una banda sonora de Danny Elfman, Raimi abrazó tanto los aspectos más caricaturescos del superhéroe como los más trágicos, brindando la que muchos consideran la adaptación de Spider-Man con personalidad más distintiva—similar a Darkman, su otra saga de superhéroes— y, por lo tanto, la favorita de fans como yo incluso al día de hoy. Tanto así que El hombre araña 2 (2004) no sólo es considerada como una mejoría respecto a su predecesora, sino una de las mejores películas de superhéroes hasta la fecha por mostrar los desafíos y tribulaciones, más como Peter Parker que como el trepamuros. Es una de las películas de superhéroes más encantadoramente humanas que verás.

    La trilogía de Raimi acabaría en una nota baja con la divisiva El hombre araña 3 (2007), cuya producción fue complicada por las demandas de ejecutivos detrás de cámaras para introducir más personajes para una secuela. En vez de eso, la tibia respuesta del público condenó a la franquicia a su primer reboot.

    La era de Andrew Garfield (2012-2014)

    Diez años después de su debut en cines, Peter Parker/ Spider-Man regresaría a la pantalla grande en una nueva historia, ahora interpretado por Andrew Garfield. Pero El sorprendente hombre araña (2012) llegaría en un momento en el que las reglas del cine de superhéroes habían cambiado. La visión de Christopher Nolan para Batman había demostrado lo que el hiperrealismo podía hacer para las adaptaciones de cómics a la pantalla, y el UCM estaba por dar otro giro al juego con el pináculo de su franquicia interconectada en The Avengers: Los Vengadores (2012).

    En este contexto, la primera aventura de Garfield como el arácnido—con Emma Stone como la trágica Gwen Stacy—es un nuevo recuento de la misma historia de origen, pero a través de un filtro realista. El sorprendente hombre araña 2: La amenaza de Electro (2014), ya con un título bastante largo, deja ver los esfuerzos de Sony Pictures por construir una franquicia interconectada alrededor del arácnido, y sufrió el mismo destino que la última película de Raimi: una trama saturada de villanos y subtramas.

    Sin embargo, la emotiva historia romántica de Peter y Gwen—icónica en los cómics—, levantada por las actuaciones de Garfield y Stone, le han otorgado a esta iteración del personaje un cariño especial entre los fans, a pesar de sus tropiezos. Verás que ese aire realista contribuye a aterrizar la tragedia de ambos personajes, aunque te advertimos que te quedará la frustración de pensar lo que el destino pudo haber deparado a este Peter Parker, cuya historia queda truncada.

    La era de Tom Holland y el UCM (2016 a la actualidad)

    Para su tercer intento con el personaje, el estudio se enfrentaba a una dificultad en el mercado: Marvel Studios estaba dominando la conversación con sus crossovers masivos, mientras que Sony Pictures sólo contaba con licencia para realizar películas de Spider-Man y personajes asociados. ¿La conclusión? Si no puedes con el enemigo, únete a él. Fue así como Marvel y Sony llegaron a un acuerdo que resultó en que los primeros pudieran incluir a Peter Parker en su continuidad narrativa masiva, mientras que los segundos podían “tomar prestados” a personajes del UCM para sus producciones del arácnido. De hecho, la primera película de Tom Holland como el superhéroe ni siquiera es una película de Spider-Man, sino que es introducido con una breve participación en Capitán América: Civil War (2016).

    Holland tendría su protagónico como Peter Parker en Spider-Man: De regreso a casa (2017), en una versión más caricaturesca y tecnificada del héroe. Sus siguientes intervenciones serían codo a codo con Los Vengadores en Avengers: Infinity War (2018) y Avengers: Endgame (2019). Ambas batallas junto a Los Vengadores son narrativamente inseparables de la conclusión de su propia trilogía. Spider-Man: Lejos de casa (2019) sigue al héroe lidiando con las repercusiones, mientras que Sin camino a casa (2021) lo pone al centro de la “Saga del Multiverso” del UCM, abriendo las puertas para que las otras versiones de Peter Parker, interpretadas por Tobey Maguire y Andrew Garfield, se unan a él. Es decir: para ver y entender toda la era de Tom Holland, tienes que haber visto cada una de las películas mencionadas hasta este punto. Holland continuará su rol en el papel con Spider-Man: Brand New Day, cuyo estreno está previsto para 2026.

    Si eres un fan que llega con cierto purismo de los cómics, las películas de Tom Holland podrían irritarte por su enfoque tan tecnológico del personaje, tan subordinadas a Tony Stark. Sin embargo, esta etapa es la primera vez que vemos a Spider-Man no sólo ser un adolescente de preparatoria, sino convivir con otros superhéroes de Marvel, como sucede tan a menudo en las viñetas de Marvel Comics. En ese sentido, no tienen igual como fan service, y si eso es lo que buscas, te resultarán un deleite.

    Las películas animadas del Spider-verso (2018-2027)

    Mientras Sony y Marvel acordaron prestarse sus juguetes, el primero mantuvo su licencia para hacer películas de Spider-Man y derivados con libertad. Además de los spin-offs centrados en villanos y antihéroes asociados al arácnido (pertenecientes a lo que se conoce como Universo Spider-Man de Sony), otro producto de esto es la saga animada a cargo de Sony Pictures Animation. Spider-Man: Un nuevo universo (2018) no tiene por protagonista a Peter Parker sino a su sucesor, Miles Morales (voz de Shameik Moore), un novato arrojado a una batalla donde debe aliarse con héroes arácnidos de universos paralelos para prevenir el colapso del multiverso. Spider-Man: A través del Spider-Verso (2023) lleva esta idea más lejos, con una comunidad multiversal de superhéroes similares.

    Conceptualmente, las películas del Spider-verso son más extravagantes, muy distintas a las historias más aterrizadas que vinieron antes, llevando la máxima del poder y la responsabilidad a una escala multiversal. Pueden gustar o no, pero algo innegable es que su estilo de animación ha transformado la industria para siempre: la primera entrega incluso mereció el Oscar por ello. Si te gustan las animaciones con una dirección de arte alucinante, no las dejes pasar: Sony Pictures ha hecho aquí lo más cercano a un cómic auténticamente animado en la gran pantalla.

    La trilogía concluirá con Spider-Man: Beyond the Spider-Verse, prevista para estrenarse en 2027.

  • Glen Powell: sus mejores películas (además de El sobreviviente)

    Glen Powell: sus mejores películas (además de El sobreviviente)

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Originario de Austin, Texas, y con una carrera que se remonta a 2003 (con un pequeño rol en Mini espías 3-D), Glen Powell es una de las grandes estrellas de Hollywood en ascenso, con versatilidad para papeles tanto románticos como cómicos y de héroe de acción. En un lapso de relativamente pocos años, ha pasado de roles secundarios a compartir escena con Tom Cruise y trabajar con cineastas como Richard Linklater.

    Bajo la dirección de Edgar Wright protagoniza El sobreviviente (The Running Man), remake del clásico ochentero homónimo con Arnold Schwarzenegger, donde brinda su vis cómica a un rol cargado de adrenalina. Si te quedaste con ganas de ver más sobre este versátil actor, aquí seleccionamos para ti las mejores películas y series de Glen Powell (y te decimos dónde verlas).

    Cómplices del engaño (2023)

    Cómplices del engaño (Hit Man), dirigida por Richard Linklater, es el papel que mejor luce la versatilidad de Glen Powell dada la naturaleza de su premisa. Inspirada en una historia real, la trama sigue a un profesor universitario de psicología y filosofía que trabaja como consultor de la policía, haciéndose pasar por un camaleónico asesino profesional para capturar a quienes buscan contratarlo.

    La película despliega el talento de Powell bajo capas de maquillaje, como galán en escenas de cama y como un inseguro profesor que proyecta una imagen de seguridad en su otro trabajo. Es la mejor carta de presentación del actor. Si te gustó verlo en Todos queremos algo (su primera colaboración con Linklater) o disfrutas de las comedias centradas en criminales como En brujas, esta película es para ti.

    Top Gun: Maverick (2022)

    Glen Powell no tiene la distinción de protagonizar Top Gun: Maverick (no podía ser nadie más sino Tom Cruise), pero forma parte de la nueva generación de pilotos de élite. Su rol, el del arrogante “Hangman”, es el contraste para el de “Rooster”, Miles Teller, recordando a la rivalidad entre los personajes de Cruise y Val Kilmer en la película original.

    Es una secuela hecha para los fans de la primera Top Gun, que presentaba una típica rivalidad masculina en escenarios de alto riesgo. También apta para fans de Días de trueno (otro clásico de Tony Scott con Cruise) o de F1: la película, también de Joseph Kosinski.

    Talentos ocultos (2016)

    Dada su presencia en la temporada de premios de su respectivo año, Talentos ocultos (Hidden Figures) es en buena medida responsable por el aumento de notoriedad para el actor. En este drama biográfico, Powell interpreta a John Glenn, el primer astronauta que orbitó la Tierra y que, en el contexto de tensión racial de la película, es uno de los pocos personajes blancos que muestran simpatía y respeto por las protagonistas.

    Esta película es muy similar a otras que abordan el tema de la carrera espacial, como Los elegidos (The Right Stuff), pero con un enfoque necesario—aunque no tan sutil—en las luchas cotidianas por los derechos afroamericanos en la cumbre del movimiento por los derechos civiles. En ese sentido, tiene más en común como Selma: el poder de un sueño.

    Todos queremos algo (2016)

    La primera colaboración de Glen Powell con el director Richard Linklater fue en la comedia Todos queremos algo (Everybody Wants Some!!), sobre las vidas de jugadores de béisbol colegial durante 1980 en Texas. Powell no es el protagonista (ese rol le pertenece a Blake Jenner), pero roba escena constantemente como el carismático Finnegan.

    Linklater concibió esta película como “sucesora espiritual” de su clásico Rebeldes y confundidos (Dazed and Confused), por lo que la disfrutarás si eres fan de dicha película. También tiene mucho en común con el espíritu jovial de universitarios visto en otros grandes títulos como Aquel excitante curso (Fast Times at Ridgemont High) y Locura de verano (American Graffiti).

    Set it Up: El plan perfecto (2018)

    Glen Powell es un actor físicamente atractivo, del tipo perfecto para las comedias románticas, género en el que tiene una presencia constante y exitosa. Una de las mejores es Set it Up: El plan perfecto, en la que coincide de nuevo con Zoey Deutch (su coestrella en Todos queremos algo), en la que ambos interpretan a asistentes agotados por jefes demandantes, a los cuales intentan juntar en una cita.

    Si quieres ver a Powell como protagonista de una comedia romántica, esta película, y no Con todos menos contigo, es la buena. La película es escrita por Katie Silberman, quien también escribió la divertidísima La noche de las nerds (Booksmart). Si te gustó el ingenioso humor de dicha comedia, esta película también te encantará.

    La sociedad literaria y del pastel de cáscara de papa de Guernsey (2018)

    Basado en la novela homónima de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows, La sociedad literaria y del pastel de cáscara de papa de Guernsey es un drama de época sobre una escritora británica (Lily James) que, tras la Segunda Guerra Mundial, escribe sobre sus experiencias. Glen Powell interpreta, ni más ni menos, que a su interés romántico, un oficial del ejército estadounidense.

    Dirigida por Mike Newell, la película trae algo de su sensibilidad romántica, ya vista en Cuatro bodas y un funeral. Sin embargo, a final de cuentas, es un drama sobre los pesares sufridos durante la Segunda Guerra Mundial, románticos o no, por lo que te recordará a clásicos como Casablanca y Expiación, deseo y pecado.

    Tornados (2024)

    Vamos a decirlo, Tornados no es una película que brille por su originalidad: es la típica secuela legado que repite mucho de lo ya visto en su predecesora. Sin embargo, es excelente en el apartado actoral. Glen Powell brilla como Tyler Owens, un carismático meteorólogo convertido en YouTuber cazador de tormentas, un contrapunto perfecto para la protagonista (Daisy Edgar-Jones), una meteoróloga con estrés postraumático.

    Si disfrutaste de la original Tornado y no te importa ver casi la misma historia, esta película será para ti. La recomendación se extiende, pues, para otras películas de desastres a la vieja usanza, como El pico de Dante o la más reciente En el tornado.

    Historia de honor (2022)

    Tom Cruise no fue el único compañero de vuelo que Glen Powell tuvo en 2022. En Historia de honor (Devotion) compartió escena con Jonathan Majors, respectivamente, como los pilotos Thomas Hudner y Jesse L. Brown (este último el primer afroamericano que voló en combate para la Marina estadounidense), quienes pelearon en la Guerra de Corea. Es una historia de amistad y compañerismo en tiempos de guerra, a pesar de cualquier prejuicio. Powell ejecuta un rol más contenido y noble como contrapeso al de Majors, más apesadumbrado por la carga del racismo.

    Es una película que cruza elementos como las trepidantes secuencias aéreas de Top Gun con las tensiones raciales de dramas como Talentos ocultos. Aunado al singular poder de ser una película basada en una historia real, tiene más en común con dramas bélicos sobre la nobleza humana contra probabilidades imposibles, como Hasta el último hombre.

  • Los 8 momentos del cine y la TV que más dieron de qué hablar en 2025 (y por qué nos obsesionamos con ellos)

    Los 8 momentos del cine y la TV que más dieron de qué hablar en 2025 (y por qué nos obsesionamos con ellos)

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Cada año nos trae un mar de películas y series nuevas, pero al cabo de la vuelta al sol, ni todas se volvieron fenómenos de la cultura popular, ni todas se mantienen en la memoria. Hay, sin embargo, merecidas excepciones: aquellos títulos que nos hicieron llevarnos las manos a la boca, voltear a comentar con el de junto, tener pesadillas o inundar las redes sociales.

    Revisamos a continuación los momentos del cine y la TV que más dieron de qué hablar en 2025, te contamos por qué nos obsesionamos con ellos, y te decimos dónde ver las películas y series online para que no dejes pasar lo mejor del año. Te advertimos que hay spoilers en adelante.

    La decisión de Mark S. en Severance (2022-actualidad)

    Severance, una de las mejores series en Apple TV+, nos ha mantenido adivinando desde su primera temporada con los ires y venires del departamento “cercenado” de la críptica compañía Lumon, en la que las personalidades y memorias de los empleados están totalmente separadas dentro (intus o innies) y fuera (exus o outies) de las instalaciones. En la segunda temporada, gran parte del misterio giró alrededor de Gemma (Dichen Lachman), la desaparecida esposa de Mark Scout / Mark S. (Adam Scott).

    El clímax de la segunda temporada reúne, finalmente, a Mark y Gemma. Pero con el momento de su escape de Lumon tan cerca, Mark duda cuando ve a Helly R. (Britt Lower), que para todo efecto y propósito es el interés romántico de su intus. Él, finalmente, decide no escapar con Gemma y quedarse con Helly. Una decisión cuyas implicaciones no podemos esperar a ver en la temporada 3, sobre todo considerando que la exus de Helly R. es Helena Eagan, la heredera de la compañía y su principal enemiga.

    La escena de ‘I Lied to You’ en Pecadores (2025)

    Pecadores (Sinners) fue uno de los grandes sucesos audiovisuales del año, no sólo en el género de terror sino del cine en general. Dirigida por Ryan Coogler y con Michael B. Jordan en un protagónico doble como gemelos, la película toma prestado del terror vampírico, del cine gánster y de un musical centrado en el blues para construir una narrativa única que habla sobre la herencia afroamericana y la opresión esclavista y racista en los Estados Unidos.

    Y la película está llena de momentos icónicos, pero ninguno más impactante que la secuencia musical con la canción ‘I Lied to You’, interpretada por Miles Caton. Es la secuencia que ata toda la tesis del largometraje alrededor de la música como herencia y memoria cultural que trasciende el tiempo, mutando de ritmos tradicionales africanos a soul, blues, rap y más allá.

    El destino de Joel en The Last of Us (2023-actualidad)

    Quizá no fue sorpresa para ningún fan del videojuego en que se basa la serie. Sin embargo, en su anticipada—y en cierto modo, temida— segunda temporada, The Last of Us se plantó firme en la máxima de que todo acto tiene una consecuencia. Y en su decisión de salvar a Ellie (Bella Ramsay), Joel Miller (Pedro Pascal) no sólo condenó a la humanidad a quizá nunca encontrar una cura contra el hongo cordyceps, sino que selló su destino ante la vengativa Abby (interpretada por la fenomenal Kaitlyn Dever).

    Seguro, ciertos espectadores ya lo veían venir, pero no dejó de ser un momento impactante y emotivo, diseñado para lanzar a Ellie hacia su propio camino de venganza, uno que también decidiría los destinos de tantos otros personajes. Y claro, fuera de la historia, marca la salida de la serie para Pedro Pascal, uno de los actores más populares y queridos de la actualidad.

    La tía Gladys en La hora de la desaparición (2025)

    Por la sola virtud de su críptica narrativa sobre la misteriosa desaparición de un grupo de niños contada desde diversas ópticas, La hora de la desaparición (Weapons) ya se perfilaba como una de las películas de terror más interesantes del año. Pero entonces, en medio de todo, apareció el espeluznante rostro de la tía Gladys (Amy Madigan).

    Y es difícil nombrar un solo momento de la película con la tía Gladys como uno de los mejores de 2025. Desde esa pesadilla de Archer (Josh Brolin) hasta su horripilante final y, claro, su singular método de brujería, a ella le debemos no uno, sino varios de los momentos más impactantes de la pantalla en este año.

    El “momento” de Saxon y Lochlan en The White Lotus 3 (2021-2025)

    Desde su primera temporada, The White Lotus de HBO se estableció como una sátira confiablemente mordaz en contra de la clase más acomodada de los Estados Unidos y su moral dudosa. En la tercera temporada, situada en Tailandia, el creador Mike White va todavía más lejos cuando los hermanos Saxon (Patrick Schwarzenegger) y Lochlan (Sam Nivola) se van de fiesta con Chelsea (Aimee Lou Wood) y Chloe (Charlotte Le Bon).

    La noche termina en un momento más… íntimo de la cuenta. Sólo digamos que las presiones de Saxon para que Lochlan perdiera su virginidad tuvieron efectos tan inesperados como incómodos, y que esa no es la forma en que los hermanos deben… darse una mano.

    ‘Golden’ en Las guerreras K-Pop (2025)

    Todavía se cuestiona mucho si un estreno cinematográfico exclusivo de streaming puede generar un impacto duradero en la cultura pop. Que queden como prueba afirmativa los disfraces de Halloween, los re-estrenos sing along en cines y la presencia constante a lo largo del año de Las guerreras K-Pop no sólo en el top de Netflix, sino en las tablas de popularidad musicales.

    Casi más popular que la propia película, sobre estrellas surcoreanas de pop que también cazan demonios, fue su banda sonora original. Y ninguna como el single principal, ‘Golden’, alrededor de la que se construye no sólo la narrativa, sino también dos de las secuencias más emotivas de la película.

    El discurso de Mon Mothma en Andor (2022-2025)

    En la irregular trayectoria de Disney con Star Wars tras la adquisición de Lucasfilm, la serie Andor (spin-off y precuela directa de Rogue One) ha brillado por su autenticidad para acercarse al mundo de las resistencias bélicas lejos del “glamour” Skywalker. Es un negocio enredado, violento e ingrato, por decir lo menos.

    Curiosamente, uno de sus momentos más poderosos no vino del propio guerrillero Cassian Andor (Diego Luna), sino de la senadora Mon Mothma (Genevieve O'Reilly) de Chandrila. Arriesgando su vida, la política de Chandrila enuncia un poderoso discurso sobre el peligro de perder la realidad objetiva, y sobre cómo “la muerte de la verdad es la máxima victoria de la maldad”. Un guión impactante que hace eco dado el momento político que atraviesan los Estados Unidos, sino también por el ascenso de la ultraderecha en varios rincones del mundo.

    La humanidad “punk rock” de Superman (2025)

    En 2025 vimos el enésimo reboot cinematográfico de Superman, ahora en la piel de David Corenswet. Esta nueva versión, ahora en manos de James Gunn, brindó un resultado positivo que ve al Hombre de acero no como una deidad caída a la Tierra (la visión preferida por Zack Snyder), sino como un visitante de otro planeta con un corazón desbordante de compasión.

    La idea, esbozada por un diálogo entre Clark Kent y Lois Lane (Rachel Brosnahan) sobre la compasión como verdadero “punk rock”, fue cerrada por un diálogo climático sobre equivocarse y volverlo a intentar una y otra vez como prueba máxima de humanidad. Llegados los créditos, el cover de ‘Punkrocker’ de Iggy Pop revivió como himno de la bondad como acto humano radical ante un mundo indiferente.

  • Las 8 mejores películas de Dakota Johnson

    Las 8 mejores películas de Dakota Johnson

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Hay artistas que, para bien o mal, son perseguidos por un papel o por la sombra de una franquicia. Tal es el caso de Dakota Johnson, que saltó a la fama como Anastasia Steele de Cincuenta sombras de Grey (2015). Sin embargo, la actriz ha demostrado que es capaz de interpretar personajes bastante más complejos que la protagonista de la mencionada saga erótica.

    Compartir escena con Pedro Pascal y Chris Evans en Amores materialistas (2025) es sólo una demostración de ello, pues la actriz tiene créditos tanto en dramas independientes y producciones de terror de Luca Guadagnino, por mencionar sólo un poco de su repertorio. Para muestra, seleccionamos las 8 mejores películas de Dakota Johnson y te decimos dónde verlas.

    Cha Cha Real Smooth, ¡a bailar! (2022)

    Vamos a ser claros: Cha Cha Real Smooth, ¡a bailar!, dirigida, escrita y protagonizada por Cooper Raiff, es una película con un protagonista un poco idealizado. Se trata sobre un joven recién egresado de la universidad que, sin un rumbo claro más que planes para reencontrarse con su novia en Europa, termina trabajando como animador de bar y bat mitzvahs. Es así como conoce a Domino (Johnson) y a su hija adolescente autista (Vanessa Burghardt), con quienes forma un vínculo cercano.

    Los personajes demasiado perfectos suelen ser poco llamativos, pero Domino, por fortuna, es una mujer más compleja. Ha padecido depresión, es madre de una chica autista, y tiene una relación complicada con su prometido, que viaja mucho por trabajo. Dakota Johnson logra dotarla de matices emocionales y de vulnerabilidad sin caer en el melodrama o en la exageración. De paso, se roba cada escena en la película, pero le brinda un muy necesario contrapeso de autenticidad que finalmente logra hacerla creíble. Si estás interesado en conocer más de su carrera en un papel dramático y vulnerable, y te gustan las historias pequeñas e íntimas sobre conexiones humanas como Tiempo de volver (Garden State) esta es una buena opción.

    Amores compartidos (2025)

    La dupla creativa detrás de la comedia Lazos profundos (The Climb), Michael Angelo Covino y Kyle Marvin, presentan aquí una comedia que pone sobre la mesa las complejidades prácticas del poliamor, sobre todo cuando la esposa de un hombre duerme con el mejor amigo de éste, que atraviesa un divorcio. Ante la sorpresa, el caos se desata en las vidas de los cuatro implicados.

    Amores compartidos (Splitsville) es una comedia en la que todos, absolutamente todos en el elenco—completado por Johnson y Adria Arjona—despliegan un nivel perfecto de timing cómico para diálogos ingeniosos y dosis inesperadas de comedia física, así que te garantizamos que vas a reír. Sin embargo, las palmas de nuevo son para Dakota, quien exhibe su talento para la comedia y lo equilibra con vulnerabilidad para los aspectos más dramáticos de su personaje. Esta película te gustará si habías visto Lazos profundos, si lo que te gustó de Desafiantes (Challengers) fue el factor poliamoroso, o si prefieres que las historias de triángulos amorosos a lo Vidas pasadas tengan finales menos idealistas.

    La hija oscura (2021)

    El largometraje debut como directora de la actriz Maggie Gyllenhaal, basado en una novela de Elena Ferrante, es un drama que se sumerge en los rincones más oscuros de la maternidad contemporánea, con su enorme carga emocional, física, incluso social y moral.

    La protagonista de La hija oscura es, en realidad, Olivia Colman como una mujer que tuvo una problemática relación con su maternidad en el pasado. Pero ella tiene un espejo en otra joven madre interpretada por Dakota Johnson, quien es una olla de presión a punto de estallar entre el enorme costo que ser mamá ha tenido para ella, además de una difícil relación de pareja y una aventura sexual. La historia de una no funciona sin la de la otra, y Johnson iguala dramáticamente a Colman, por entonces ya ganadora del Oscar, así que comienza por aquí si quieres ver de lo que realmente es capaz en un rol dramático denso. Una gran película para quienes disfruten de los dramas personales con relaciones rotas o maternidades complejas, como Mala suerte, buena suerte o Wild Rose: Sigue tu canción.

    Malos momentos en el Hotel Royale (2018)

    Uno de los primeros papeles notables de Dakota Johnson vino como la misteriosa hippie Emily Summerspring en el thriller Malos momentos en el Hotel Royale, un neo-noir con un ensamble de actores consagrados y en ascenso, que va desde Jeff Bridges y Nick Offerman a Cynthia Erivo, Cailee Spaeny y Bill Pullman.

    A pesar de tantos nombres de peso, la actriz destaca en un rol que mezcla la frialdad propia de una femme fatale, con la vulnerabilidad de una joven que intenta huir de una secta a salvar a su hermana, mientras los secretos de otros cinco extraños convergen en una fatídica noche. Es uno de los primeros roles fuera de Cincuenta sombras de Grey por los que Johnson recibió buenas críticas, así que puedes comenzar por aquí si quieres ver su evolución como actriz. Además, por sí sola, es una gran película para quienes disfrutan de historias con intriga y sorpresas, en una línea similar a Entre navajas y secretos.

    ¿Estoy bien? (2022)

    Basta con ver el póster de esta película para darse una idea de los niveles de vulnerabilidad y comicidad que Dakota Johnson puede alcanzar en una sola película. La comedia ¿Estoy bien? es una historia inspirada en hechos sobre la angustia de no tener las respuestas para todo, y el camino de autodescubrimiento para encontrarlas.

    La trama sigue a una mujer en sus treintas que, dadas las constantes frustraciones de su vida romántica, comienza a creer que su sexualidad no es lo que ella pensaba. En su viaje de autoconocimiento debe aprender a lidiar con sus amistades—y consigo misma—de nuevas maneras. Una protagonista que requiere de Johnson la capacidad de mostrar inseguridad, vulnerabilidad y cierto patetismo, pero también esperanza, por lo que es una excelente opción para ver si buscas una feel good movie que también mueva tus emociones, en un estilo similar a Beginners: así se siente el amor, o la comedia adolescente sobre autodescubrimiento Si supieras.

    Suspiria: El maligno (2018)

    Recrear un clásico del terror como Alarido o Suspiria (1977) con una visión propia requiere cierta radicalidad. Eso es precisamente lo que hizo el cineasta italiano Luca Guadagnino (con quien Dakota Johnson ya había trabajado en Cegados por el sol (2015).

    Suspiria: El maligno (2018) es una película decididamente distinta a la original de Dario Argento, con los pies plantados con firmeza en el body horror. Johnson interpreta una versión muy distinta de la protagonista, Susie Bannion, en un rol que le requiere tanto disciplina física para las rigurosas secuencias de danza contemporánea, pero también contención emocional para un personaje cuyas motivaciones reales son un misterio. Es una película más anclada en el terror corporal característico de directores como David Cronenberg (La mosca), así que si bien es otra demostración de la versatilidad de la actriz, te recomendamos tomar en cuenta que verás imágenes impactantes.

    Música, glamour y fama (2022)

    Uno de los papeles más infravalorados de Dakota Johnson es en Música, glamour y fama, junto a Tracee Ellis Ross. Se trata de una comedia dramática en el que ambas mujeres interpretan, de algún modo, a la contraparte de la otra: Grace (Ross) es una cantante de R&B cuya carrera va en declive, y cuyo productor (Ice Cube) cree que debería limitarse a una residencia en Las Vegas. Su asistente, Maggie (Johnson), no comparte la opinión e intenta animarla a crear material nuevo, mientras ella misma sueña con ser productora musical.

    Es una feel good movie de manual en cierta manera, y la historia concluye exactamente como imaginas. Sin embargo, lo que la hace funcionar es la química de compañerismo y complicidad entre ambas mujeres. Hay algo de las dinámicas de El diablo viste a la moda, pero con un giro musical (y más positivo) que la acerca a producciones como Yesterday.

    Papi (2023)

    La película más minimalista en este listado tiene que ser Papi (2023). La premisa es tan simple que no debería sostener un largometraje: una joven mujer toma un taxi desde el Aeropuerto Internacional JFK en Nueva York hacia su departamento en Manhattan. Sin esperarlo, entabla una conversación cada vez más personal con el chofer (Sean Penn), en la que discuten temas desde el pasado hasta sus amores. Eso es todo.

    Es una película que aborda las complejidades de las conexiones humanas desde las experiencias de dos seres humanos durante un viaje en taxi, tan simple como eso. Tanto Johnson como Penn transmiten ternura, tristeza y vulnerabilidad en perfectas dosis para sostener el centro emocional de la película de principio a fin. Dos actores en pleno despliegue de sus talentos y una sólida dirección llevan la película a buen destino, así que la disfrutarás más si te gustan las propuestas con elencos reducidos pero de primer nivel, como Antes del amanecer.

  • Tom Holland: sus 8 mejores películas y dónde verlas

    Tom Holland: sus 8 mejores películas y dónde verlas

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    El inglés Tom Holland podrá ser más conocido por su papel como Peter Parker/ Spider-Man en el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), que lo ha catapultado a ser una de las estrellas de cine más populares de su generación en todo el mundo. Sin embargo, su notable carrera abarca mucho más que eso—y comenzó siendo mucho más joven.

    Con poco más de una veintena de largometrajes a su nombre—y otros más en camino como La odisea de Christopher Nolan—, el actor cuenta con una nutrida filmografía con varios altibajos. Si quieres conocer más sobre él más allá de su rol como el trepamuros, acá te decimos cuáles son las mejores películas de Tom Holland y dónde verlas.

    Lo imposible (2012)

    Dirigida por el español J.A Bayona y basada en la experiencia de una familia durante el tsunami del océano Índico en 2004, Lo imposible fue la película que puso a Tom Holland bajo los reflectores mundiales, filmada cuando el actor tenía apenas 14 años, compartiendo créditos con artistas del calibre de Ewan McGregor y Naomi Watts. Es una película profundamente emotiva, sobre una familia que intenta reunirse en medio del desastre contra todas las probabilidades y la fuerza implacable de la naturaleza (muy recomendable si te gustan las películas de desastres naturales como La última ola).

    Es un testamento del talento de Tom Holland como actor que su primera película aún pueda considerarse su mejor, un despliegue de su intuición, expresividad y versatilidad.

    Z, la ciudad perdida (2016)

    Dada su apariencia jovial y la disposición gentil de la mayoría de sus personajes, solemos ver a Tom Holland en papeles que generan la simpatía del espectador. Es por ello que su rol en Z, la ciudad perdida (The Lost City of Z) es un notable despliegue de su talento actoral, pues lo lleva a un sitio muy distinto. La película, basada en un libro de no ficción homónimo, narra las actividades del explorador Percival Fawcett (Charlie Hunnam), obsesionado con encontrar una ciudad dorada oculta en la selva amazónica (no muy distinta de películas sobre viajes peligrosos y destructivos por la naturaleza, como Aguirre, la ira de Dios o Apocalypse Now).

    Holland interpreta a Jack, el hijo de Percival, quien está lleno de resentimiento hacia su padre por su ausencia y mayor interés por su búsqueda que por su familia. La evolución del personaje de la ira a la empatía es notable, demostrando una vez más el rango dramático del actor.

    Spider-Man: De regreso a casa (2017)

    El rol que ha convertido a Tom Holland en estrella mundial es el de Peter Parker/ Spider-Man en el UCM, debutando con una pequeña aparición en Capitán América: Civil War (Captain America: Civil War). Sin embargo, es su primera película en solitario, Spider-Man: De regreso a casa donde el actor puede lucir lo que trae al personaje, antes de que las secuelas fueran aquejadas por el peso de los necesarios crossovers de la franquicia.

    Para algunos, la de Tom Holland es la mejor iteración del trepamuros: más ligera que la taciturna de Andrew Garfield, más geek que nerd en comparación a la de Tobey Maguire, con un espíritu jovial similar al de películas de John Hughes como Un experto en diversiones (Ferris Bueller’s Day Off). Y para los fans de los cómics, lo mejor de todo es verlo finalmente interactuar con otros héroes de Marvel. Holland logra traer el carisma, asombro y sarcasmo propios del personaje en su edad adolescente.

    El diablo a todas horas (2020)

    Holland es la pieza central en este ensamble actoral, un gótico sureño (basado en la novela homónima), sobre historias que se entrelazan a través de pueblos y generaciones al sur de Estados Unidos, entre los años de la Segunda Guerra Mundial y los años 60. Un relato desolador y un tanto cínico de crueldad y corrupción, similar a Sin lugar para los débiles de los hermanos Coen.

    En El diablo a todas horas, Holland interpreta a Arvin Russell, un joven que ha visto horrores en su infancia por la muerte de su madre y por el fanatismo demencial de su padre, un veterano de guerra con sus propios traumas. Aunque noble, más tarde sigue un camino de venganza, un delicado balance que Holland logra interpretar a la perfección.

    Unidos (2020)

    La jovialidad de Tom Holland viene, en buena parte de su voz, lo que le ha permitido interpretar papeles de voz para personajes muy jóvenes. Uno de ellos es en Unidos (Onward), una película de animación entre road movie tipo Pequeña Miss Sunshine y fantasía medieval en la que dos hermanos emprenden un viaje para recuperar un artefacto que les permitiría ver a su fallecido padre por unos minutos.

    Holland interpreta al menos de los hermanos, quien no tiene recuerdos del padre. El actor logra imprimirle con su voz la vulnerabilidad e inseguridad de un elfo medio nerd que desea satisfacer la carencia paterna.

    En el corazón del mar (2015)

    En el corazón del mar es un drama histórico de aventuras sobre el hundimiento de un barco ballenero en 1820, lo que inspiró a Herman Melville (interpretado por Ben Whishaw en la película) a escribir la hoy clásica novela Moby-Dick. Excelente opción si disfrutaste de películas como Una aventura extraordinaria (Life of Pi), por ejemplo.

    Tom Holland se destaca en un ensamble que incluye también a actores como Cillian Murphy y Brenda Gleeson, en el rol crucial de Thomas Nickerson, quien se sumó a la expedición del Essex como aprendiz y resultó ser el único sobreviviente, cuyo recuento fue inmortalizado en la mencionada novela.

    Uncharted: Fuera del mapa (2022)

    Más allá de su talento dramático, Tom Holland ha brillado por sus habilidades físicas en el baile, la gimnasia y la acrobacia, que ha podido desplegar como Spider-Man. Otro papel donde ha podido demostrar su proeza física ha sido como el cazador de tesoros Nathan Drake en la película Uncharted: Fuera del mapa, adaptación del videojuego homónimo que le debe no loco a la saga de Indiana Jones.

    El videojuego está cargado de trepidantes secuencias de acción, y la adaptación mantiene esa característica. Se nota el compromiso y capacidad de Tom Holland para ejecutar él mismo las escenas de riesgo y conseguir autenticidad en pantalla para emocionar. Uncharted queda lejos de ascender al canon del gran cine de aventuras, pero el compromiso de Holland en el rol es evidente.

    Uncharted: Fuera del mapa (2022)

    Más allá de su talento dramático, Tom Holland ha brillado por sus habilidades físicas en el baile, la gimnasia y la acrobacia, que ha podido desplegar como Spider-Man. Otro papel donde ha podido demostrar su proeza física ha sido como el cazador de tesoros Nathan Drake en la película Uncharted: Fuera del mapa, adaptación del videojuego homónimo que le debe no loco a la saga de Indiana Jones.

    El videojuego está cargado de trepidantes secuencias de acción, y la adaptación mantiene esa característica. Se nota el compromiso y capacidad de Tom Holland para ejecutar él mismo las escenas de riesgo y conseguir autenticidad en pantalla para emocionar. Uncharted queda lejos de ascender al canon del gran cine de aventuras, pero el compromiso de Holland en el rol es evidente.

    El sacrilegio (2017)

    Estrenada en el mismo año que su salto al estrellato en solitario como Spider-Man, El sacrilegio (Pilgrimage) presenta uno de los mejores roles de Tom Holland, y uno de sus menos conocidos.

    Se trata de una película irlandesa medieval en la que un grupo de monjes son encomendados con peregrinar con la reliquia más preciada de su orden para llevarla a Roma, donde el Papa espera usarla en la inminente quinta cruzada. Holland interpreta a un joven novicio que, en el proceso, atraviesa una crisis de fe que lo transforma. Una propuesta cargada de violencia y temas religiosos que podría gustarte si estás en cualquier sitio del espectro entre El hombre del norte y Silencio de Martín Scorsese.

  • Todas las películas de la saga Crepúsculo en orden

    Todas las películas de la saga Crepúsculo en orden

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Adaptada de la serie literaria homónima escrita por Stephenie Meyer, la saga Crepúsculo ha sido tan polémica como el material que le dio origen. Sin embargo—o quizá por las mismas razones—, también se ha convertido en un fenómeno de la cultura popular.

    Por un lado, sus representaciones del amor romántico han sido profundamente criticadas y cuestionadas. Por otro lado, nadie escapó del debate de Team Edward vs. Team Jacob, que revivió la fascinación por vampiros y hombres lobo en la ficción fantástica y, de paso, lanzó las carreras de Kristen Stewart y Robert Pattinson. Si quieres descubrir este fenómeno, consulta esta guía para ver la saga Crepúsculo en orden cronológico.

    Crepúsculo (2008)

    Como suele suceder con las películas adaptadas de libros que aspiran detonar una gran franquicia cinematográfica, la primera Crepúsculo fue una producción relativamente modesta en escala y presupuesto, algo que a veces puede notarse en pantalla. Sin embargo, la directora elegida para encabezar el proyecto, Catherine Hardwicke (conocida entonces por A los trece), logró capturar el lado emocional de la historia de Bella Swan (Stewart), una adolescente inadaptada que busca pertenecer, pero que tropieza con el fascinante mundo del vampiro Edward Cullen (Pattinson).

    La película fue criticada por varios aspectos, pero en particular, por sus efectos especiales, fotografía y diálogos, pero de cualquier modo fue una sensación en taquilla, garantizando su secuela. Hoy en día, a pesar de cualquier crítica, es atesorada tanto por sus fans como por jóvenes aficionados a la ficción vampírica como Entrevista con el vampiro, True Blood o Crónicas vampíricas (The Vampire Diaries). Si apenas estás llegando a la saga, va una advertencia: hay diálogos y situaciones de pena ajena, pero si llegas con la mentalidad de disfrutarla en esos términos (o de forma irónica), podrías divertirte mucho y hasta unirte al club de fans.

    Crepúsculo: Luna nueva (2009)

    Si hay un punto en el que la saga de Crepúsculo encuentra la identidad que la definiría en el cine, es en la segunda entrega. Luna nueva comienza con Bella abandonada por Edward con el fin de protegerla de los peligros del mundo vampírico, por lo que ella encuentra consuelo en Jacob (Taylor Lautner), del pueblo indígena quileute, quienes también son, casualmente, hombres lobo.

    Con secuencias de acción más pulidas y menos ropa (porque hay que lucir esos torsos), la secuela termina por establecer el triángulo amoroso central, la lealtad dividida de Bella, y la rivalidad entre vampiros y hombres lobo, con todo el obligado sex appeal. Es aquí donde comenzarás a tener los debates sobre #TeamEdward o #TeamJacob, y quizá te enamores de ciertos abdominales. Y si te gusta más la acción que el romance, podrás disfrutar más de esta secuela que de la original. Aunque si te gusta más lo segundo y disfrutaste de títulos como Mi novio es un zombie o Hermosas criaturas, te sentirás como en casa.

    Crepúsculo, la saga: Eclipse (2010)

    Con mayores recursos todavía que los de sus predecesoras, la tercera entrega de la saga, Eclipse, eleva las apuestas en términos de romance, intriga, acción y amenazas para los tres protagonistas. Bella ahora pretende que Edward la convierta en vampiro para casarse con él, una decisión a la que él se resiste. Sin embargo, las repercusiones de acontecimientos pasados les persiguen, lo que desata un conflicto con los observadores de las leyes vampíricas, los Volturi, y con los hombres lobo. El triángulo amoroso se enreda todavía más, mientras que vampiros y licántropos deben formar una incómoda alianza.

    Seamos claros, si no has disfrutado de la saga Crepúsculo hasta este punto, Elipse hará poco para hacerte cambiar de opinión. Entre las complicaciones románticas y las ocasionales secuencias de acción con vampiros y hombres lobo, lo que encontrarás de diferente aquí es que el lore se vuelve más elaborado con la presencia de los Volturi y sus leyes (piensa en Inframundo, pero light). Sin embargo, para los fans de esta clase de historias, será pura intriga apasionante.

    Crepúsculo, la saga: Amanecer - Parte 1 (2011)

    La saga Crepúsculo continuó con la tendencia establecida por la saga de Harry Potter: adaptar el último libro de la serie en dos películas para maximizar la anticipación y los ingresos en taquilla. Por ello, Amanecer - Parte 1 es más dramática que intensa en acción. El romance de Edward y Bella alcanza su culminación con su boda, a pesar de que ella aún es humana. Esta unión tiene repercusiones graves cuando conciben una hija mitad vampiro, mitad humana, lo que pone a todos los Cullen en la mira de los Volturi.

    Este es el punto en el que la franquicia alcanza la cima del melodrama, con elementos que incluso rozan en el humor involuntario. Llegado hasta aquí, es una película que no funcionará como punto de entrada para los novatos en absoluto, dado todo el trasfondo que se requiere. Dicho esto, si estás en plan de disfrutar la saga de manera irónica, puede que encuentres algo divertido en la subtrama del embarazo de Bella.

    Crepúsculo, la saga: Amanecer - Parte 2 (2012)

    Por otro lado, la épica conclusión de la saga Crepúsculo, Amanecer - Parte 2, está más inclinada hacia la acción por una sencilla razón: la hija de Edward y Bella, Renesmee Cullen (Mackenzie Foy), significa el nacimiento de una poderosa entidad que podría amenazar incluso al mundo de los vampiros. La hermana de Edward, Alice (Ashley Greene) ha previsto que los Volturi vendrán por ellos para eliminarlos.

    Así, la película final de la franquicia pone la mesa para el enfrentamiento final entre los Cullen, los Volturi y los hombres lobo. Se trata, por mucho, de la secuencia más trepidante, emocionante y violenta de toda la saga, apropiada para su culminación, por lo que te recordará el episodio final de la saga Harry Potter, Las reliquias de la muerte, cuyo clímax también reúne a múltiples facciones en una gran lucha. Si no eres seguidor de Crepúsculo llegados a este punto, podrás encontrarte con una narrativa todavía más confusa, por lo que esta película es estrictamente para fans de la saga (o para quienes quieran tener flashbacks de la saga Inframundo y ver a vampiros y licántropos liquidándose mutuamente).

  • 10 series con nostalgia por los 80 y 90 mejores que Stranger Things

    10 series con nostalgia por los 80 y 90 mejores que Stranger Things

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Iniciada en 2016 y concluida con su quinta temporada en 2025, Stranger Things es una de las series más exitosas de Netflix, y un fenómeno de la cultura pop por muy diversos motivos. Con una narrativa situada entre mediados y finales de los 80, una de sus cualidades es brindar altas dosis de nostalgia por la época, con referencias a tantas cosas como E.T. el extraterrestre y La cosa del otro mundo, entre tantas otras.

    Sin embargo, no es la única serie que hace eso—y si somos sinceros, tiene la sutileza de un martillo en ese sentido—. Si el final de Stranger Things te dejará con ganas de más vistazos al pasado, seleccionamos para ti otras series llenas de nostalgia por los 80 y 90 para ver online.

    Jóvenes y rebeldes (1999-2000)

    Creada por Paul Feig y condenada al fracaso debido a una errática programación, hoy Jóvenes y rebeldes (Freaks and Geeks) es considerada una serie de culto, y el periodo de su transmisión (de 1999 al 2000) no es tan lejano a la época en que se desarrolla. Con un elenco de futuras estrellas como Linda Cardellini, Seth Rogen y James Franco, la trama se sitúa entre 1980 y 1981, y sigue a dos hermanos que se unen a grupos de amigos diferentes: la mayor se junta con los holgazanes, y el menor con los nerds.

    Es una serie singular en su tipo, y aunque fue cancelada relativamente pronto, el ADN de su dinámica entre diferentes grupos de personas y sus familias persiste en otras producciones como Malcolm el de en medio, The Big Bang Theory y, claro, la propia Stranger Things.

    Yellowjackets (2021-actualidad)

    Si lo que te gusta de Stranger Things es no sólo la nostalgia, sino la historia adolescente con elementos sobrenaturales y de misterio, Yellowjackets te hará muy feliz, aunque se sitúa en 1996. Saltando entre esa época y la actualidad, la trama sigue a un equipo de futbol juvenil femenino cuyo avión se estrella en una montaña. Abandonadas a su suerte, presencian cosas extrañas en la naturaleza y cometen cosas impensables para sobrevivir; mientras las sobrevivientes intentan, en el futuro, encubrir los secretos.

    Esta serie es una de las mejores herederas que hay para la ya clásica Lost, a su vez profundamente influenciada por la monumental Twin Peaks, pero con un factor adolescente que la acerca más a la sensibilidad de Stranger Things.

    Red Oaks (2014-2017)

    Protagonizada por el genial Craig Roberts, Red Oaks es una divertida serie de comedia que sigue a un joven universitario que, un poco desorientado, decide aceptar un trabajo como instructor de tenis en un acomodado club campestre de Nueva Jersey durante el verano de 1985. Es decir: el mismo periodo que la temporada 3 de Stranger Things.

    El trasfondo veraniego te recordará—proporciones guardadas—a la serie de comedia Acapulco, aunque por la sensibilidad actoral de Roberts, la compararíamos más con series como Premature o Mensajes de medianoche.

    GLOW (2017-2019)

    Pocas cosas dicen años 80 como grandes peinados y ropa de color neón, cosas que hay—y de sobra—en GLOW. La serie relata una versión ficcionada de la creación del show televisivo Gorgeous Ladies of Wrestling, pensado para promover la lucha libre femenina en 1986. Es protagonizada por Alison Brie y su elenco también presenta a nombres como Betty Gilpin y Marc Maron, entre otros.

    Esta serie sobre mujeres intentando triunfar en un mundo dominado por hombres tiene mucho en común con Unbreakable Kimmy Schmidt aunque, totalmente, es más parecida a La maravillosa Sra. Maisel.

    Dark (2017-2020)

    Dado su estreno y temáticas que involucran a niños desaparecidos, un misterio sobrenatural con ciencia ficción y una narrativa desarrollada en los 80( al menos en parte); la serie alemana Dark fue inmediatamente comparada con Stranger Things. Sólo que esta producción, vía recursos como viajes en el tiempo, lleva la trama a muchas otras épocas en el pasado y el futuro, proponiendo una experiencia mucho más interesante.

    Esta serie es otra de las herederas de Twin Peaks—y una de las mejores, hemos de decir—, con algunos elementos en común con otra serie reciente, Materia oscura.

    Todo es una mierda (2018)

    Aunque vemos a los protagonistas de Stranger Things crecer y madurar a lo largo de cinco temporadas, la angustia adolescente no es un elemento tan central de la trama. Quizá lo es más en la cuarta temporada, pero el enfoque está más en resolver misterios y cazar monstruos. Si lo que quieres es ver más aventuras de adolescentes en contextos normales, Todo es una mierda (Everything Sucks!) será para ti.

    Aunque situada en los 90—y ya cancelada, lamentablemente—, la serie también tiene a varios personajes involucrados en un club audiovisual, nerds tan cercanos a los de Stranger Things como a los de Jóvenes y rebeldes. Además, tiene elementos en común con títulos como Esta mierda me supera y la británica The End of the F***ing World.

    That ‘90s Show (2023-2024)

    Esta sitcom es nostalgia pura por partida triple. That ‘90s Show, como el título indica, se sitúa en la década de los 90. Sin embargo, es secuela de otra, That ‘70s Show, que fue estrenada en los 90 y que se situaba en los 70. La serie sigue a Leia, la hija adolescente de Eric y Donna de la primera serie, durante un verano con sus abuelos en Wisconsin.

    Dado el contexto, te recordará a series que se sitúan en los 90 de forma retrospectiva, como El joven Sheldon, pero también a otras sitcoms del periodo, como Malcolm el de enmedio.

    Recién llegados (2015-2020)

    Basada en las memorias homónimas del chef y celebridad culinaria, Eddie Huang, Recién llegados (Fresh Off the Boat) sigue a una familia de origen taiwanés-estadounidense en Florida durante la década de los 90, comenzando con su llegada desde el barrio chino de Washington y narrando las idas y venidas del negocio familiar, así como sus aspiraciones personales.

    Por sus caóticas dinámicas familiares, la serie mantiene un espíritu similar al de otras producciones como Malcolm el de enmedio, The Middle, El joven Sheldon y Home Economics, por lo que la disfrutarás si conoces alguna de estas series.

    This is Us (2016-2022)

    Esta serie de Dan Fogelman, una de las más aclamadas de la televisión estadounidense en la memoria reciente, brinda altas dosis de nostalgia no sólo de los 80 y 90, sino de varios periodos. Esto gracias a que This is Us narra las vidas de miembros de una familia a través de diversas generaciones, saltando en diferentes tiempos entre los 70, los 80 y la actualidad.

    Es una serie que, más allá de la nostalgia por el pasado, nada tiene que ver con Stranger Things. Es un drama sobre familias, amistades y tragedias, más para amantes de títulos como Cinco hermanos (Brothers & Sisters) o Everwood.

    Twin Peaks: The Return (2017)

    Aclaremos algo desde el inicio: Twin Peaks: The Return, es una secuela de la original Twin Peaks, situada unos 25 años después de los acontecimientos de esta última, que sucedía en los 90. Es decir: The Return no se sitúa para nada en los 90, pero la serie de David Lynch—última gran obra del director—hace algo más inteligente con el período: reflexiona e ironiza sobre él, sus valores, y cómo han evolucionado las expectativas narrativas y de consumo de la televisión desde el debut de la original, que transformó el medio para siempre.

    En otras palabras, esta serie—concebida como una gran película de 18 horas—, brinda nostalgia pero también la critica, convirtiéndose en el título más interesante de este listado en automático. Es tonalmente más cercana a la película, Twin Peaks: Fuego camina conmigo, y al ser la obra cumbre de Lynch, es más compleja y críptica que sus últimas películas, como Sueños, misterios y secretos o Por el lado oscuro del camino.

  • Ilse Salas: sus mejores películas y series (además de ‘Las locuras’)

    Ilse Salas: sus mejores películas y series (además de ‘Las locuras’)

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Originaria de la Ciudad de México, Ilse Salas es una de las actrices mexicanas más populares del cine, la televisión y el teatro en México. Luego de incursionar en la pantalla chica como conductora del programa Bizbirije del Canal Once, su carrera ha despegado para protagonizar algunas de las producciones cinematográficas más importantes de México en años recientes, bajo la dirección de cineastas como Alejandra Márquez Abella y Alonso Ruizpalacios.

    Antes de verla en Las locuras, su segunda colaboración con el director Rodrigo García, seleccionamos para ti las mejores películas y series de Ilse Salas, para que descubras más de su gran trayectoria.

    Las niñas bien (2019)

    Inspirada en la novela homónima de Guadalupe Loaeza y dirigida por Alejandra Márquez Abella, Las niñas bien es, para muchos, la mejor película de Ilse Salas. La actriz protagoniza como Sofía, una mujer acostumbrada a los lujos y frivolidades de la clase alta mexicana, que no sabe qué hacer cuando una crisis económica derrumba su delicada fachada de cristal.

    Se trata de una delicada sátira sobre la brecha entre clases y la inconsciencia de los ricos, similar en tema (aunque bastante más sutil) que la oscarizada Parásitos. Aunque su ritmo más pausado y contemplativo, en una producción mexicana de época, la hacen más cercana a Los adioses, de Natalia Beristáin.

    Güeros (2014)

    La otra gran contendiente para el título de mejor película de Ilse Salas bien podría ser Güeros, dirigida por Alonso Ruizpalacios. Los protagonistas siguen a un par de hermanos que, obligados a convivir, emprenden un viaje en busca de un legendario músico que escuchaban de chicos. El camino los lleva a las instalaciones de la UNAM, donde se ven envueltos en la huelga estudiantil de 1999, donde Ana (Salas) es una de las líderes.

    Como road movie mexicana, Güeros inmediatamente remite a la clásica Y tu mamá también de Alfonso Cuarón, situada en la misma época. También hay en ella un cierto espíritu tanto de hastío similar al de Temporada de patos, como contestatario—y a la vez crítico de su época—como el de Esto no es Berlín.

    La liberación (2025)

    La serie La liberación reúne a Ilse Salas con la directora Alejandra Márquez Abella, pero también con sus compañeras de escena Cassandra Ciangherotti y Johanna Murillo. Su trama, contada a lo largo de siete episodios rebosantes de humor negro, sigue a tres mujeres que intentan disuadir a una actriz de retirar su denuncia pública de acoso contra un famoso director de cine, pues sus carreras podrían depender de ello. Así, la serie reflexiona sobre los sistemas de opresión patriarcal presentes en la industria de los medios y el cine en México.

    Por su temática, es una película que podría asemejarse a Ella dijo y otras películas del movimiento #MeToo, específico de Hollywood. Sin embargo, llevada al contexto mexicano, es más similar al thriller Un actor malo, otra película que aborda el acoso sexual en la industria del cine mexicano. 

    Señorita 89 (2022-2024)

    La serie Señorita 89 es un thriller situado en el México de los años 80, donde las jóvenes finalistas de un concurso de belleza, Miss México, se reúnen en una finca para tres meses de preparación y tratamientos para llegar al certamen, aunque pronto se revelan las turbias dinámicas perpetuadas por este perverso sistema. En un elenco con nombres como Juan Manuel Bernal, Mónica del Carmen y Ximena Romo, Ilse Salas destaca con uno de los roles principales, el de Concepción López-Morton, la matriarca del concurso.

    Los episodios son dirigidos por varios cineastas, como Jimena Montemayor (Restos de viento), pero la serie es consistente en temáticas con la filmografía de otra de sus directoras, Lucía Puenzo, quien ha explorado dinámicas de abuso en competencias femeninas como en La caída.

    Familia (2023)

    En Familia, su primera colaboración con el director Rodrigo García (hijo del legendario escritor Gabriel García Márquez), Ilse Salas interpreta a una de tres hijas (las otras dos son Natalia Solián y Cassandra Ciangherotti), que deben lidiar con una difícil decisión tomada por su padre (Daniel Giménez Cacho): vender la casa y la finca de la que la familia ha vivido y creado recuerdos por generaciones. Esta reunión desatará disputas, memorias tiernas y resentimientos entre las hermanas y el padre.

    Es una de esos dramas con ligeros tintes cómicos que se construyen por su brillante ensamble, que proyectan las emociones y recuerdos de personajes bien desarrollados. Si eres aficionado al cine francés, te recordará a El viñedo que nos une, aunque algo hay también que se parece a la dinámica familiar entre hijos adultos de Hasta que la muerte los unió.

    Pedro Páramo (2024)

    Pedro Páramo es el largometraje debut como director del reconocido fotógrafo mexicano Rodrigo Prieto, adaptación de la monumental obra de la literatura nacional escrita por Juan Rulfo. En ella, Ilse Salas tiene un papel en apariencia menor, pero crucial: ella es Susana San Juan, amiga de la infancia y eventual esposa del personaje titular. Aquí vemos a Salas en un rol contenido y triste, que logra evocar los misterios del pasado de Susana, y también su eventual tragedia, viviendo postrada en cama y atrapada entre sus traumas y su imaginación.

    Como adaptación de una de las obras más emblemáticas de la literatura latinoamericana, seguro querrás revisarla si te gustaron la película Como agua para chocolate o la serie Cien años de soledad.

    Sabrás qué hacer conmigo (2015)

    Dirigida por Katina Medina Mora (Lu-To), Sabrás qué hacer conmigo es una película de drama y romance que, junto con Güeros, contribuyó al despegue de Ilse Salas como una de las grandes actrices mexicanas de la actualidad. Aquí ella es una mujer que lucha por salvar a una madre enferma y depresiva, quien se enamora contra su mejor juicio de un fotógrafo que padece epilepsia y otros demonios personales.

    Es una película que aborda con sensibilidad y elegancia, sin sensiblería barata, cuestiones como la enfermedad y el luto, por lo que te gustará si disfrutaste de la emotiva y emblemática Los insólitos peces gato. Si, por el contrario, lo que te atrae son los romances improbables con toques de melancolía, la disfrutarás si Deseando amar o Ella están entre tus películas favoritas.

  • ‘V/H/S’: todas las películas de terror en orden cronológico

    ‘V/H/S’: todas las películas de terror en orden cronológico

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    De El proyecto de la bruja de Blair a Actividad paranormal, sobran los ejemplos de películas de terror que usan—o abusan—el recurso del metraje encontrado (o found footage), y son menos aún las que logran destacar. La franquicia de V/H/S es singular porque mezcla esta técnica con narrativas antológicas. Cada película presenta una narrativa principal en la que almas inocentes descubren una colección de misteriosas cintas de video. El contenido de cada una es uno de los cortos enmarcados por cada entrega. La franquicia también ha servido para “semilleros” para directores de terror en ascenso, con la ocasional contribución de algún veterano.

    Nuevas entregas han llevado a la franquicia a contextos retro, como los años 80 y 90. Dada su naturaleza antológica, la narrativa no sigue un curso lineal salvo ciertos elementos compartidos que aluden a un villano en común. Por lo tanto, no existe una forma “correcta” de verla como tal. Sin embargo, si quieres experimentarla en orden cronológico, en esta guía te explicamos cómo y dónde ver todas las películas de V/H/S, incluyendo los spin-offs.

    V/H/S/85 (2023)

    Aunque es una de las entregas más recientes, V/H/S/85 es, técnicamente, la primera entrega en el orden cronológico de la franquicia, pues los cinco segmentos y la narrativa que los enmarca en ella suceden en el año 1985. Entre los cortos de esta antología hay uno dirigido por Gigi Saul Guerrero (Bingo infernal) situado en el contexto del terremoto de 1985 en la Ciudad de México, además de otro dirigido por Scott Derrickson que se vincula directamente con otra película suya, El teléfono negro (The Black Phone), basada en el cuento de Joe Hill.

    V/H/S/85 es considerada una de las entregas más sólidas de la franquicia, aunque tenemos que advertirte que comenzar por aquí puede darte una idea errónea de lo que encontrarás en las siguientes antologías. Con excepciones, 85 tiende a inclinarse un poco más hacia la comedia de terror que hacia los sustos puros y duros, más comunes en las otras entregas. Tenlo en mente si prefieres que tu terror se parezca más a Evil Dead: El despertar y no tanto a la clásica El despertar del diablo (Evil Dead) de Sam Raimi.

    V/H/S/94 (2021)

    V/H/S/94 fue la primera entrega de la saga en situarse en el pasado. La intención era hacer un reboot suave de la franquicia ante la respuesta irregular de las originales. Situada en 1994, esta antología es enmarcada por el relato de un equipo SWAT cuya redada de un almacén se sale terriblemente de control.

    94 está en el canon de las mejores películas de found footage, allá arriba con clásicos como [REC]. Destaca por el corto “The Subject”, considerado uno de los mejores de toda la franquicia, y que fue dirigido por Timo Tjahjanto (La noche nos persigue), quien ya había creado un segmento para la segunda entrega. Otro de los segmentos destacados es “Storm Drain” de Chloe Okuno, quien más tarde realizaría Observada (The Watcher), su aplaudido largometraje debut con Maika Monroe.

    V/H/S/99 (2022)

    La que sería la segunda precuela de la franquicia en orden de estreno, V/H/S/99, mantuvo la narrativa de sus cinco cortos en el año 1999. Sin embargo, tiene una diferencia significativa respecto a otras entregas, pues aquí no hay una trama más amplia que enmarca a las otras. En su lugar, hay animaciones en stop motion con figuras relacionadas a uno de los segmentos.

    Dicho esto, esta es una de las razones por las que funciona como uno de los mejores puntos de entrada a la saga. Además, tiene algunos grandes cortos, como “Suicide Bid” de Johannes Roberts (director de Terror a 47 metros) y “The Gawkers” de Tyler MacIntyre (Tragedy Girls), por lo que encontrarás algo que te gustará aquí si has visto y disfrutaste al menos una de estas películas.

    Las crónicas del miedo (2012)

    La película que lo comenzó todo, la original V/HS (conocida por el inexplicable título localizado de Las crónicas del miedo) es, si no estás viendo la franquicia en orden cronológico, un punto de entrada perfecto por establecer las bases del formato que seguirían todas las secuelas y precuelas en mayor o menor medida: una narrativa que enmarcaría una antología de cortometrajes de terror en formato found footage. En este caso, el “marco” es la historia de un grupo de criminales consignados con recuperar un video, lo que termina por salir muy mal cuando lo que recuperan son terroríficas cintas.

    Otro elemento interesante de ver la entrega original es que permite notar la evolución de los cineastas involucrados. La primera V/HS contó con cortos realizados por cineastas como Ti West (quien dirigiría la trilogía formada por X, Pearl y MaXXXine), David Brucker (La casa oscura) y Adam Wingard (Godzilla vs. Kong), así que si has seguido sus trayectorias, en esta antología puedes ver sus comienzos.

    Sirena (2016)

    Sirena (SiREN) es el primer spin-off oficial de la franquicia V/H/S, pues se trata de una adaptación—o mejor dicho, narrativa paralela—del segmento “Amateur Night” de la primera película. Rescata varios de sus elementos, pero cuenta una historia nueva sobre una despedida de soltero acechada por una depredadora inesperada, convirtiendo a la saga en su propio universo cinematográfico.

    Hay que advertir que, salvo este vínculo con la narrativa de la original, este spin-off no tiene nada en común ni con el título del que se desprende ni con el resto de la saga. No se trata de una película de metraje encontrado, sino de una producción de monstruos más tradicional con ciertos toques de humor, por lo que la disfrutarán menos los fans de V/H/S y más quienes disfruten de películas como El desesperar de los muertos o Dance of the Dead: El baile de los muertos, del propio director Gregg Bishop.

    V/H/S: Las crónicas del miedo 2 (2013)

    La primera secuela que tuvo la franquicia, V/H/S: Las crónicas del miedo 2 (o simplemente V/H/S/2) retomó básicamente el mismo formato de la original, con una trama sobre investigadores privados desenmarañando una misteriosa desaparición, dando pie a cuatro historias de terror en esta antología.

    V/H/S/2 es considerada la más sólida de las tres entregas originales, con algunos de los mejores segmentos de la franquicia, como “Safe Haven” del ya citado Timo Tjahjanto y Gareth Huw Evans (eventual director de Estragos), así como “A Ride in the Park”, de Eduardo Sánchez y Gregg Hale (respectivamente, codirector y productor de El proyecto de la bruja de Blair). Terror found footage de primer nivel.

    Kids vs. Aliens (2023)

    Uno de los segmentos de V/H/S/2, “Slumber Party Alien Abduction", trata sobre niños y adolescentes que deben enfrentarse a una abducción alienígena en plena pijamada. Segundo spin-off oficial de la franquicia, Kids vs. Aliens es una adaptación directa de tal cortometraje (contrario a Sirena, que retomaba algunos elementos de “Amateur Night” para una historia nueva).

    Una vez más, esta adaptación se despoja de la técnica de found footage, por lo que los no iniciados ni siquiera sabrán que es parte de la franquicia de V/H/S. Dicho esto, podrán disfrutarla quienes busquen una versión más adulta de historias como Zathura: una aventura espacial o Super 8.

    V/H/S Viral (2014)

    Debe tomarse como una señal que, después de esta entrega, la franquicia de V/H/S se mantuvo inactiva por unos siete años. V/H/S Viral es generalmente considerada su punto más bajo, y esta es una de las razones por la que no recomendaríamos a nadie entrar a la saga por este punto.

    Hay aspectos interesantes como la exploración de la “viralidad” de un contenido y sus efectos en una colectividad, lo que podría volverla parecida a la muy superior Cuando acecha la maldad. Fuera de esto, es la entrega de la que es mejor pasar de largo a menos que seas un completista.

    V/H/S/Beyond (2024)

    La más reciente entrega de la franquicia al momento de la redacción es V/H/S/Beyond, que tiene una singularidad respecto a sus predecesoras: aunque no son tramas conectadas, hay un hilo temático más claro, con la mezcla lovecraftiana de terror y ciencia ficción sobre visitantes de otros planetas como elementos comunes de toda la antología.

    Es, por lo tanto, una entrega que tiene más en común con películas como Señales o Encuentros cercanos del tercer tipo. Es, además, una de las mejores entregas de la franquicia, con segmentos dirigidos por artistas como el actor Justin Long, la actriz Kate Siegel (con guión de su esposo, el aclamado Mike Flanagan) y Jordan Downey (El cazador de monstruos).

  • Good Boy y más películas de terror protagonizadas por perros

    Good Boy y más películas de terror protagonizadas por perros

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Por siglos, perros y humanos han sido inseparables, al grado de que los primeros son llamados los “mejores amigos” de los segundos. Esta simbiosis entre especies ha generado una simpatía y cariño únicos hacia los caninos… y una angustia muy particular cuando los vemos aparecer en el cine de terror.

    En los mejores casos, como en Good Boy, son los héroes que se sobreponen a los horrores. Pero en los peores, son corrompidos y convertidos en villanos trágicos o, peor aún, en víctimas. Son giros que le hablan a lo más primitivo de nuestros miedos humanos, a perder la inocencia y la seguridad. Seleccionamos para ti algunas películas de terror protagonizadas por perros para ver online, aunque debemos dejar la advertencia: algunas de estas películas no serán nada placenteras para los canófilos.

    Good Boy: Confía en su instinto (2025)

    Good Boy: confía en su instinto es única entre las películas de terror protagonizadas por perros. Mientras que en la mayoría terminan siendo villanos, aquí el can Indy es el protagonista y héroe como protector de un humano que, al viajar a una casa rural de su familia, comienza a ser acechado por una oscura presencia que amenaza su vida.

    Al narrar desde la perspectiva de un ser que no puede hablar, se trata de una película de terror más bien minimalista, que cuenta con imágenes y aspira a las emociones puras. En ese sentido, se parece más a propuestas como Nadie podrá salvarte (contada casi por completo sin diálogos) o, yendo un poco más lejos, a la experimentación de Skinamarink.

    Manada voraz (2025)

    Basada en la novela The Dogs de Allan Stratton, Manada voraz es una película de terror que tiene a perros no necesariamente como villanos, pero sí como monstruosas manifestaciones de… algo. La trama sigue a un adolescente y su madre que, huyendo de un padre supuestamente abusivo, se mudan a un remoto pueblo rural. Entre abusadores, un vecino sospechoso, el pasado violento de la casa y el propio estrés de su situación familiar, el chico pronto comienza a sentirse perseguido por caninos rabiosos y sangrientos.

    Es el tipo de historia con elementos sobrenaturales, pueblos rurales y traumas familiares con toda la herencia de Stephen King, por lo que te recordará a películas como It (Eso) y, claro, Cementerio de mascotas.

    Cujo (1983)

    Por excelencia, la prototípica película de terror protagonizada por un perro. Basada en la novela homónima de Stephen King, Cujo narra la paulatina degeneración de un San Bernardo por una infección de rabia, al mismo tiempo que se descompone la dinámica de una familia por una infidelidad. Más pronto que tarde, el can sucumbe a la infección y ataca sin piedad a quienes se le atraviesan.

    Tiene a un perro por protagonista, pero es casi una monster movie en todo el sentido del término. En ese sentido, te puede gustar si disfrutas de películas como El hombre lobo o Tiburón, aunque por su temática habría que vincularla con títulos sobre la descomposición familiar como El legado del diablo.

    Cementerio maldito 2 (1992)

    La primera Cementerio de mascotas es ya un clásico del terror basado en relatos de Stephen King, aunque tiene por animal emblemático a un gato muerto y resucitado con resultados siniestros. La secuela, conocida como Cementerio maldito 2 (Pet Sematary 2) tiene a un grupo de niños—Edward Furlong entre ellos—que sepultan al perro Zowie en el cementerio Miꞌkmaq para revivirlo, aunque como bien dicen, “algunas cosas deben permanecer muertas”.

    La segunda parte, hay que decirlo, no es tan buena como la primera, pero ambas forman un buen conjunto. También te gustará si disfrutas de otras obras de King adaptadas a la pantalla como El resplandor, o historias de familias acechadas por males sobrenaturales como Poltergeist.

    El mejor amigo del hombre (1993)

    Esta película de culto toma bastante influencia de la clásica Cujo, aunque con un trasfondo y ejecución muy diferentes. El mejor amigo del hombre comienza cuando un laboratorio de experimentación animal es expuesto y uno de sus especímenes, un can, escapa. Sin embargo, el responsable advierte que no es cualquier canino, sino que ha sido mutado por medio de empalme genético con características de otras especies y que, en manos equivocadas, es un asesino letal.

    Es el equivalente canino de Brightburn, en la que una fuerza que podría ser para el bien (en este caso, un chico con superpoderes) se convierte en un arma terrible y brutal.

    Soy leyenda (2007)

    Basada en la novela homónima de Richard Matheson (de la que es la tercera adaptación cinematográfica), Soy leyenda sigue al último hombre vivo en Nueva York luego de una pandemia que aniquiló a casi toda la humanidad, salvo por algunos pocos que mutaron en una especie de vampiros. Aunque no es exactamente una protagonista, Sam, una pastor alemán, es su acompañante en esta existencia postapocalíptica.

    Esta versión tiene mucho en común con otras anteriores como La última esperanza (The Omega Man), aunque también tiene influencia de infinidad de clásicos del cine de zombis que, a su vez, fueron inspiradas por la novela de Matheson. La noche de los muertos vivientes o Exterminio (28 Days Later), por ejemplo.

    La cosa del otro mundo (1982)

    Uno de los grandes clásicos de John Carpenter es La cosa del otro mundo (The Thing), en la que una entidad extraterrestre cambiaformas aterriza en la Antártida y los investigadores de una estación científica cercana se enfrentan a su letal habilidad para infectar a otros seres vivos y suplantarlos al imitar su apariencia física. No es, técnicamente, una película de terror protagonizada por perros… Sólo digamos que, si no la has visto, este es un can que se va a quedar grabado en tu mente para siempre.

    Aunque es un remake de otra película de 1951, esta versión es más elaborada y seria, algo posible en un mundo posterior a Alien, el octavo pasajero. Aunque hay un sentido de desesperación lovecraftiana que disfrutarás si has visto otras como Conjuros del más allá (The Void) o Color Out of Space.

    Los usurpadores de cuerpos (1978)

    Otra película de terror que técnicamente no es protagonizada por un perro, pero vaya que el can que verás en Los usurpadores de cuerpos (Invasion of the Body Snatchers) te va a dejar marcas psicológicas. Sólo digamos que en esta historia, seres alienígenas llegan a la Tierra y se convierten en clones de seres humanos a los que suplantan. Excepto que, a veces, cometen errores y se transforman en clones de otra cosa. O más de una cosa a la vez.

    Remake de una película de 1956, esta producción hacía eco de la paranoia de la Guerra Fría de su tiempo, y forma un genial díptico de terror con La cosa del otro mundo y Sobreviven (They Live), ambas de John Carpenter.

  • 10 secuelas de terror mucho mejores que las originales

    10 secuelas de terror mucho mejores que las originales

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    En el cine, las secuelas tienden a ir de más a menos. Muchas, sobre todo en industrias como Hollywood, son motivadas por la posibilidad de explotar algo que funciona para obtener dinero fácil, en detrimento de la creatividad. Pero no siempre es el caso y, en raras ocasiones, se dan secuelas de terror que resultan tan buenas o incluso MUCHO mejores que las originales.

    Lo cual no quiere decir, necesariamente, que las primeras partes sean malas, sólo que, a veces, un ligero incremento de presupuesto, un cambio de director, un guión más inteligente o incluso una revaloración tardía puede hacer toda la diferencia para elevar estas películas de terror al canon de verdaderos clásicos del género o, por lo menos, a un excelente rato de entretenimiento. Si te interesa saber cuáles películas mejoraron la original, aquí tenemos una lista.

    Aliens, el regreso (1986)

    Haremos un poco de trampa aquí, pues decir que Alien, el octavo pasajero es ampliamente superada por su secuela, sería inexacto e injusto. La primera película, dirigida por Ridley Scott, es una de las mejores películas de la historia y un clásico inmortal del terror. La continuación no es necesariamente “mejor”, sino igualmente maravillosa en sus propios términos.

    ¿Qué hace a Aliens, el regreso una de las mejores secuelas de terror? Que toma las bases sentadas por la original y, por vía del cine de acción y el cine bélico, hace algo más frenético y emocionante, sin dejar fuera las grotescas imágenes de los fatídicos destinos sufridos por quienes se enfrentan a los xenomorfos, aquí en plural. James Cameron toma una página del manual de El mundo en peligro (Them!, 1954) y enfrenta a Ellen Ripley (Sigourney Weaver) a hordas de alienígenas implacables. Junto con la original, es el estándar de oro para la franquicia, al que debes volver si te gustó Alien: Romulus y al que aspiran sagas como Depredador, aunque también encontrarás elementos en común con películas de acción y ciencia ficción como Al filo del mañana.

    El despertar del diablo 2 (1987)

    Esta es otra de las grandes secuelas de terror que se encuentran en un territorio extraño: El despertar del diablo 2 (Evil Dead II) es, a la vez, parte secuela y parte remake de la original El despertar del diablo (Evil Dead). ¿Qué fue diferente? Que el director Sam Raimi tuvo un presupuesto mayor a su disposición, y que hizo la secuela en clave de comedia. Una disparatada y extrema comedia bañada en sangre.

    Alocada tanto por su premisa y acontecimientos como por la demencial actuación de Bruce Campbell como Ash, esta película sentó las bases y mitología para (al menos) esta versión de la franquicia, así que si te topaste con la serie Ash vs. Evil Dead, debes saber que aquí comenzó todo. Es, también, una de las comedias de terror más influyentes, y todas las que combinen hábilmente humor con gore e historias de héroes improbables, como El desesperar de los muertos o La cabaña del terror, le deben algo a la película de Raimi.

    Evil Dead: El despertar (2023)

    Por otro lado, la saga de Evil Dead no siempre fue cómica: la primera película de Raimi tenía un tono más serio y horripilante, con ideas casi lovecraftianas. Hubo, años más tarde, un remake en esa misma clave, Posesión infernal de 2013, que dejaba atrás el humor pero ponía el horror al frente y al centro.

    Aunque es una secuela independiente de todas las anteriores, Evil Dead: El despertar se encuentra en medio de los dos mundos, entre el terror espeluznante y trágico de las posesiones demoníacas y un humor tan macabro como cínico que se deleita con la crueldad de una madre poseída y dispuesta a destruir a sus propios hijos. Si estás en algún sitio del espectro entre El exorcista y su tragedia familiar, y el humor estúpido de Muertos vivos (Braindead); esta película te encantará.

    Avenida Cloverfield 10 (2016)

    Este es otro caso en las secuelas de terror que quizá sería injusto señalar como mucho mejores que la original, sino que sería más apto calificar como igual de buena, en términos diferentes. La original Cloverfield: Monstruo se mueve tanto del terror found footage como del cine de kaijū o monstruos gigantes.

    La secuela, Avenida Cloverfield 10 hace algo tan diferente que realmente no hay un tejido conectivo con la original más allá del nombre y el contexto de una invasión alienígena. Pero el verdadero villano aquí no viene del espacio, sino que se trata de un John Goodman en plena forma como un paranoico catastrofista que encierra a dos personas en un búnker para mantenerlos a salvo, incluso si es en contra de su voluntad. Casi no se parece a su predecesora, pero sí a propuestas más recientes como Nadie podrá salvarte y ¡Nop! por sus amenazantes presencias alienígenas, o a Dejar el mundo atrás por su ambiente de paranoia apocalíptica.

    Sonríe 2 (2024)

    La original Sonríe parte de una premisa simple: un ente maligno “infecta” a las personas para provocarles alucinaciones horripilantes hasta llevarles al suicidio, y quien lo presencie se “contagia” en un ciclo sin fin, todo como una alegoría sobre los pesares de descuidar la salud mental.

    Sonríe 2 no brilla particularmente por su originalidad, pues repite la trama con personajes nuevos. Sin embargo, podemos incluirla entre las mejores secuelas de terror por añadir un elemento clave: a través de su trama sobre una exitosa cantante pop que sobrevive a una tragedia (Naomi Scott), comenta sobre las exigencias del mundo del espectáculo y las necesidades performativas de ser una celebridad. Sigue siendo terror psicológico que, en la escuela de Babadook, Relic: herencia maldita y Háblame, ofrece sustos de sobra mientras reflexiona cuestiones como la depresión, el luto y la culpa.

    Depredador: La presa (2022)

    La original Depredador era, en resumidas cuentas, un relato de supervivencia sobre guerreros expertos enfrentándose a un guerrero todavía mejor, aunque todo el asunto estaba sobrecargado de testosterona, con los bíceps de Arnold Schwarzenegger y Carl Weathers como única cosa con algo de profundidad. Las secuelas han oscilado en calidad con excepción de una indiscutiblemente buena: Depredador: La presa (Prey).

    Como sugiere su título original, el relato está más centrado en la potencial presa, una joven guerrera comanche que se topa con uno de estos invasores alienígenas con tecnología más avanzada, conocidos como Yautja, y ella es la única con las habilidades de observación y análisis para idear una forma de detenerlo. Es, fácilmente, la mejor película de su saga, y temáticamente se acerca más a los territorios de Aliens y de la saga Terminator.

    Pesadilla en la calle del infierno 3 - Los guerreros del sueño (1987)

    La original Pesadilla en la calle del infierno es un clásico por propio derecho al inyectar al gastado subgénero slasher una dosis de surrealismo y, así, inventar a uno de sus villanos más formidables: Freddy Krueger (Robert Englund), quien tiene el poder de asesinar a sus víctimas en sus pesadillas.

    Pesadilla en la calle del infierno 3 - Los guerreros del sueño es una de las secuelas de terror que superan a la original por brindar otro giro a la fórmula: en vez de convertir a sus protagonistas en víctimas pasivas, les otorga el poder de luchar contra Freddy en sus sueños, lo que brinda dinámicas más interesantes para la narrativa que otras entregas de la saga, y que en cierto modo han heredado películas como Maligno o Doctor Sueño.

    La novia de Frankenstein (1935)

    Dentro del canon de los Monstruos Clásicos de Universal, la original Frankenstein de James Whale es una de las películas más emblemáticas, con un impacto tal que su representación del relato y del monstruo (interpretado por Boris Karloff) son lo primero que se viene a la mente cuando se piensa en cualquier iteración del relato creado por Mary Shelley.

    Incluso así, esta primera entrega se queda un tanto en la superficie, y es realmente La novia de Frankenstein la que profundiza más en la mitología y temas de soledad y tragedia, con una actuación todavía más profunda de Karloff, una icónica aparición de Elsa Lancaster como la Novia, y una deliciosa sensibilidad camp que ha influido a tantos otros clásicos. Indispensable para aficionados de los otros Monstruos Clásicos de Universal como Drácula, pero también de otras adaptaciones cinematográficas de Shelley y del terror con cierto espíritu camp como La muerte le sienta bien.

    MaXXXine (2024)

    La trilogía X de Ti West, protagonizada por Mia Goth, es una saga de slashers autorreflexivos que aborda temas como la sexualización de las mujeres en el mundo del espectáculo, la cosificación y la moralización femenina en la cultura popular; y la idealización de la fama. X trata los primeros dos puntos, la precuela Pearl lo segundo. Sin embargo, y aunque cada una por su cuenta es una gran película, es MaXXXine la que amarra la tesis de la trilogía entera.

    Hay que decirlo, la tercera entrega de la trilogía es más ligera en términos de sustos e imágenes impactantes comparada con sus predecesoras, pero con sus incontables referencias a la cultura cinematográfica del terror, ofrece algo para todos desde los fans de Psicosis hasta los de películas giallo como Rojo profundo.

    Terrifier 3: El payaso siniestro (2024)

    Si somos sinceros, la primera Terrifier es una de esas películas que se construyen en la fama creada por lo extremo de sus imágenes, y no necesariamente en el buen sentido. Las violentísimas ejecuciones realizadas por Art el payaso (David Howard Thornton), en las que claramente se invirtió la mayoría de su bajísimo presupuesto, son la única—y morbosa—justificación para adentrarse en esta primera película.

    Terrifier 2 fue una mejoría considerable no sólo en cuestión de presupuesto, sino en la intención de proponer una narrativa que justifique la carnicería visual. Terrifier 3 lo es todavía más, expandiendo la mitología con elementos sobrenaturales más claros para explicar la maldad de Art y el origen de su contraparte, Sienna (Lauren LaVera). Claro que esta saga es una clara descendiente de slashers como Halloween, pero lo que las define son sus imágenes de gore extremo. Será para ti si disfrutaste la experiencia de Audición, de Takashi Miike, o la igual de impactante Mártires, de Pascal Laugier.

  • 10 grandes películas mexicanas de terror

    10 grandes películas mexicanas de terror

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    El terror es uno de los géneros más ricos y flexibles en el cine. Su amplia diversidad de elementos y vertientes—desde vampiros y lo sobrenatural, hasta lo psicológico y asesinos seriales—pueden adaptarse a diversos imaginarios, incluyendo el cine mexicano. Aunque con una presencia inconsistente a lo largo de las décadas, las películas mexicanas de terror han logrado consolidarse como clásicos entre los fans de lo espeluznante y aterrador, incluso más allá de las fronteras del país.

    Si disfrutas del género, a continuación, te recomendamos 10 películas indispensables para conocer más sobre el cine de terror mexicano, desde sus primeros exponentes hasta títulos contemporáneos.

    La llorona (1933)

    Estrenada en 1933 y dirigida por Ramón Peón, La Llorona es la primera película mexicana de terror de la que se tiene conocimiento, precediendo por un año a El fantasma del convento (1934) de Fernando de Fuentes, que ostentó dicho título por largo tiempo. Además, es una de las primeras producciones sonoras del país, luciendo la novedosa tecnología de grabación para dar vida a los característicos alaridos del espectro titular, icónico del folklore latinoamericano.

    Esta película toma prestado de las diversas versiones y variaciones que existen de la leyenda, para construir un relato sobre una familia perseguida por la maldición de La Llorona a través de diversas generaciones. La narrativa incluso salta en el tiempo entre varias épocas, otra novedad para su tiempo y que le ayuda a mantener un ritmo atrapante para trascender las evidentes limitaciones propias del cine sonoro en sus primeros años. No esperes algo tan convencional como eventuales adaptaciones de la leyenda (como La maldición de La Llorona), pero hemos de advertirte que, al ser una de las primeras películas sonoras en México, podrías encontrarla un poco errática en su ritmo.

    El vampiro (1957)

    Un clásico absoluto del cine de terror nacional, estrenado en el ocaso de la Época de Oro del cine mexicano y en plena entrada del país a la modernidad. El vampiro, de Fernando Méndez (director de la también fenomenal Ladrón de cadáveres), a todas luces toma inspiración del mito de Drácula—y de su icónica adaptación cinematográfica de la Universal de 1931—para proponer un relato que alude a un México que aún intenta librarse de las sombras del colonialismo europeo. Germán Robles interpreta al enigmático Conde Lavud de Hungría, cuyas nobles intenciones por adquirir una hacienda enmascaran su verdadero plan siniestro.

    Aunque la inspiración en Drácula de la Universal es evidente, sería muy injusto y limitante describir a esta película como una “mexicanización” de este clásico. Es una película que, por propio derecho, toma la mitología del vampiro y la adapta al contexto nacional. Notarás el paso del tiempo en los efectos especiales, sin duda, pero a mis ojos, eso sólo la vuelve más entrañable.

    Santo vs. las mujeres vampiro (1962)

    Uno de los actores más prolíficos en lo que respecta al cine fantástico en México fue El Santo (nombre real: Rodolfo Guzmán Huerta). En tan solo un par de décadas, el icónico luchador apareció en más de 50 producciones de lo que hoy conocemos como “películas de luchadores”, producciones populares y de bajo presupuesto que mezclaban desde terror y ciencia ficción hasta elementos de acción, comedia y surrealismo con encuentros de lucha libre.

    Uno de los títulos más famosos en la vasta filmografía del luchador es Santo vs. las mujeres vampiro, que como podrás intuir, ve al héroe al servicio de un profesor para proteger a su hija de las villanas titulares, que buscan una sucesora para su aquelarre. Como tantas otras películas del Santo, esta producción no brilla por su complejidad narrativa, ni por su refinamiento fotográfico, editorial ni de efectos especiales. Sin embargo, el cine de luchadores tiene su propio valor sui generis, además del encanto de una simple lucha del bien contra el mal—y ni hablar de los obligados combates de lucha libre a media película—.

    Hasta el viento tiene miedo (1968)

    Carlos Enrique Taboada es uno de los cineastas indispensables al momento de hablar de películas mexicanas de terror, e incluso si su filmografía abarcó otros géneros, sus obras más conocidas e influyentes fueron las usualmente nombradas en su “tetralogía del terror”. Hasta el viento tiene miedo fue su primera película como director dentro del género.

    En ella, ya demostraba la afinidad por el terror gótico que imprimió en el guión de El espejo de la bruja (1962), dirigida por Chano Urueta. Su trama, sobre la aparición de un fantasma en un internado de mujeres, ilustra las tensiones entre la estricta directora del colegio y las alumnas más liberales, un eco del choque generacional en una época de liberación femenina. Es una película que vale mucho la pena ver, no sólo por ilustrar la transformación en valores de la época, sino también porque demuestra la versatilidad del terror para abordar temáticas sociales.

    Alucarda, la hija de las tinieblas (1977)

    Uno de los grandes clásicos de culto del cine mexicano es Alucarda, la hija de las tinieblas, la más famosa entre las películas dirigidas por Juan López Moctezuma, un artista que, contrario a sus contemporáneos, no venía de las escuelas de cine, sino que era un anglófilo aficionado a la literatura y la cultura popular, proveniente del mundo de la radio y la televisión.

    Hablada totalmente en inglés, la película toma inspiración de obras literarias como Carmilla (1872), de Sheridan Le Fanu. Su trama sigue a dos jóvenes huérfanas en un convento, que sucumben a tentaciones prohibidas y desatan una fuerza malvada entre sus paredes. Lo que sigue es un maratón de blasfemias y transgresiones que parten tanto del vampirismo como de las posesiones demoníacas y que, incluso hoy, incomodan a las conciencias más puritanas. Si propuestas como Los demonios de Ken Russell o las más recientes Benedetta e Inmaculada te entretienen más que ofenderte, con Alucarda estarás en tu elemento.

    Santa Sangre (1989)

    Aunque dirigida por el provocador artista chileno Alejandro Jodorowsky, en coproducción con Italia y hablada en inglés, Santa Sangre se sitúa en México y, según diversas lecturas, está firmemente anclada en la idiosincrasia del país.

    Su trama surrealista comienza con una violenta tragedia de una familia circense que marca para siempre al protagonista, Fénix (Axel Jodorowsky), quien comienza la historia como paciente en un hospital psiquiátrico. En adelante, la película se adentra en los terrenos de un demencial slasher con performance, amputaciones, culpas y traumas edípicos, en el improbable entrecruce de la violencia psicosexual de los giallos italianos como Rojo profundo, y el pensamiento psicomágico de Jodorowsky. O sea: uno de los cócteles de influencias más alucinantes que encontrarás en esta lista.

    Somos lo que hay (2010)

    El canibalismo es uno de los más grandes tabúes incluso cuando es abordado dentro de este género, pero Somos lo que hay parte de él para anclar su narrativa, paradójicamente, en el realismo social. Esta es una película mexicana de terror que habla de marginación social, precariedad económica y violencia intrafamiliar (sin duda te hará pensar en Los olvidados), por mencionar sólo algunos de los temas en esta historia sobre una familia de caníbales que pierde a su patriarca, dejándolos en la incertidumbre.

    Puntos extra porque, además, esta película del director Jorge Michel Grau contiene un interesante cameo que la vincula con la clásica Cronos, de Guillermo del Toro. Da para fantasear con la idea de que hay vampiros y caníbales sueltos por la Ciudad de México.

    Vuelven (2017)

    Una de las problemáticas sociales más graves en el México contemporáneo es la violencia del narcotráfico, que ha dejado una estela de desplazamientos e incluso de familias rotas por crímenes directos. Vuelven, de la directora Issa López (catapultada al reconocimiento internacional años después por True Detective: Night Country) aborda estas consecuencias desde el terror que camina una línea entre el gótico y el realismo social.

    Es una fábula agridulce, entre la esperanza y la crueldad, protagonizada por niños que han quedado en el abandono y cuya lucha por sobrevivir es atravesada por la fantasía, pero también por los fantasmas de quienes ya no están. Ecos de las voces que claman justicia y que, en esta ficción, aguardan en las sombras para conseguir legítima venganza, en una historia que encontrarás a veces pesimista, y a veces esperanzadora.

    Huesera (2023)

    El largometraje debut de la cineasta Michelle Garza Cervera, fanática confesa del cine de terror, bebe de fuentes tan diversas como el surrealismo ansioso de David Lynch, las psiquis fragmentadas de Roman Polanski en El inquilino y el body horror de David Cronenberg de La mosca. Todo, con una saludable dosis de crítica feminista para deconstruir la cultura guadalupana en México, y sus profundas ramificaciones en los roles de género convencionales y, por extensión, en el cuerpo femenino como campo de batalla.

    Huesera es, en esencia, una película mexicana de terror que aborda el insoportable peso de las expectativas alrededor de la maternidad. Peor aún, en una protagonista (Natalia Solián) que ha abrazado dichas expectativas desde la conformidad, y que comienza a ser perseguida por una siniestra entidad cuando la verdad se asoma por las grietas. Si buscas terror que, además, te haga reflexionar sobre problemáticas sociales y culturales contemporáneas, no puedes fallar con esta película.

    Un cuento de pescadores (2025)

    Para bien o mal, el grueso de las películas mexicanas de terror se sitúan en la Ciudad de México, la capital del país, obviando el potencial en el folclore de otras regiones. Una de las gratas excepciones es Un cuento de pescadores, situada en el estado de Michoacán.

    Se trata de una antología que entrelaza cuatro relatos alrededor de la Miringua, un espectro que, según la leyenda, habita en el lago de Pátzcuaro. Y fiel a la tradición, se trata de historias sobre tentación romántica, represión sexual y violencia, que despiertan preguntas sobre el verdadero origen de la maldad en los corazones de los personajes. Si te gustan las narrativas antológicas con historias que se entrelazan, como la ya clásica Magnolia o incluso la contemporánea del género La hora de la desaparición, tienes que ver Un cuento de pescadores.

  • Películas y series en stop motion para ver si te gustó Soy Frankelda

    Películas y series en stop motion para ver si te gustó Soy Frankelda

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Para el cine mexicano, Soy Frankelda es un hito histórico: se trata del primer largometraje de animación en stop motion realizado por completo en el país. La película, que se desprende de la exitosa serie animada Los sustos ocultos de Frankelda (también creada por los hermanos Arturo y Rodolfo “Roy” Ambriz), expande esta historia de fantasía, cuentos de terror, monstruos y fantasmas aptos para toda la familia, con una narrativa sobre una protagonista que toma control de su poder y su talento.

    La animación en stop motion o cuadro por cuadro es, además, una técnica que brinda un resultado con una vibra singular e irrepetible por otras vías. Si te gustó Soy Frankelda por esta razón o por sus temas macabros, de fantasía o reivindicación, aquí te compartimos otras películas y series en stop motion similares para ver online.

    Soy Frankelda (2025)

    Como una suerte de precuela para la serie Los sustos ocultos de Frankelda, Soy Frankelda es una película que explora los orígenes de la protagonista (originalmente Francisca Imelda), cuyas aspiraciones de ser escritora de terror en el siglo XIX terminan mejor encaminadas a ayudar al príncipe Herneval, un monstruo o “Susto” proveniente de un mundo que necesita del miedo humano para sobrevivir.

    Es una película que toma bastante inspiración de la historia de Mary Shelley y su Frankenstein, pues reivindica a las mujeres escritoras. Sin embargo, su mundo de fantasía con imágenes macabras y monstruos es algo que sin duda le debe mucho a las imaginaciones de Tim Burton y Henry Selick, creadores de clásicos en stop motion como El extraño mundo de Jack.

    Los sustos ocultos de Frankelda (2021)

    La exitosa serie de animación en stop motion de la que se originó Soy Frankelda es, en realidad, una antología de cuentos de terror de corte infantil en cinco episodios, unidos por una vaga narrativa. Los sustos ocultos de Frankelda sigue a la fantasma homónima, atrapada en una mansión, mientras narra algunos relatos de su cosecha.

    Es un gran complemento para el largometraje, aunque su formato antológico recuerda a viejas series de terror para niños como Escalofríos y ¿Le temes a la oscuridad?, que presentaban relatos individuales en cada episodio.

    Los huesos (2023)

    La animación en stop motion requiere muchos recursos y un nivel de cuidado que no son comunes en el cine latinoamericano, por lo que resulta admirable cada vez que es completada una producción con esta técnica, de cualquier tipo. Un ejemplo de ello es el cortometraje chileno Los huesos, de los directores Joaquín Cociña y Cristóbal León.

    Es un corto que también lidia con temas de terror y de lo macabro, aquí como una vía para criticar el pasado colonial del país. En técnica, dirección de arte y temática es muy similar al largometraje de los directores La casa lobo (una maravilla difícil de ver), y que podría recordarte a antologías como La casa, de Netflix.

    Pinocho de Guillermo del Toro (2022)

    Aunque Soy Frankelda es el primer largometraje en stop motion 100% mexicano, un precedente importante es Pinocho de Guillermo del Toro, pues si bien fue encabezada por el cineasta mexicano y contó con contribuciones de estudios mexicanos como El Taller del Chucho, fue una producción para Netflix y con mayoría de recursos estadounidenses.

    Esta adaptación de Pinocho sigue una historia similar a su contraparte clásica de Disney, pero tiene un espíritu y contexto totalmente diferentes. Situada durante el ascenso del fascismo en Italia, se trata de una fábula con un pie plantado en la fantasía gótica sobre la infancia durante los horrores de la guerra, en una vena muy similar a otros clásicos de Del Toro como El espinazo del diablo y, claro, El laberinto del fauno.

    Oni: La leyenda del dios del trueno (2022)

    Soy Frankelda es una historia sobre una mujer que se adentra a un mundo de fantasía con notable influencia en el folklore mexicano—entre varias otras influencias—, donde debe reclamar su poder para salvar el día. Si esta historia de reivindicación femenina y superación en stop motion es lo que más te gusta de la película, tienes que ver la serie de animación cuadro por cuadro japonesa Oni: La leyenda del dios del trueno.

    La historia sigue a una pequeña niña con un poder oculto que aspira a convertirse en la heroína de su aldea, habitada por demonios y espíritus. Más en clave de aventura que de terror, esta serie de Netflix toma mucho prestado de los clásicos de Studio Ghibli como El viaje de Chihiro, y también te recordará a la fantástica Kubo y la búsqueda samurái, también una maravilla del stop motion por propio derecho.

    El extraño mundo de Jack (1993)

    Ya adentrándonos en el terreno de los clásicos, sobra señalar la influencia de El extraño mundo de Jack (The Nightmare Before Christmas) en Soy Frankelda: los Ambriz heredan la sensibilidad de Henry Selick y Tim Burton para fantasías tan macabras como entrañables. Ambas películas tienen en común, además, sus espectaculares números musicales.

    El mundo de fantasía concebido aquí por Burton y Selick tiene un pie puesto en la sensibilidad de la fantasía musical de Disney, pero su faceta macabra sería heredada a producciones futuras de ambos directores como El cadáver de la novia del primero, o Coraline y la puerta secreta y Wendell y Wild del segundo.

    El cadáver de la novia (2005)

    La música, el siglo XIX y una protagonista azul con un origen más o menos macabro son sólo dos elementos que comparten esta ya clásica película de Tim Burton, y la producción mexicana en stop motion. El cadáver de la novia también lidia con un mundo paralelo y con una historia de amor, aunque un tanto diferente.

    Tratándose de Burton y su peculiar sensibilidad para abordar la muerte con un humor ácido y hasta sórdido, esta película es la culminación de una filmografía que, hasta ese momento, contaba con títulos como Beetlejuice o el cortometraje Frankenweenie (mismo que reharía años más tarde como largometraje en stop motion).

    Coraline y la puerta secreta (2009)

    Quizá con una sensibilidad todavía más marcada para abordar lo tétrico y oscuro en películas familiares, Henry Selick ha desarrollado su filmografía casi por completo en la animación cuadro por cuadro. Basada en la novela homónima de Neil Gaiman y producida por el estudio Laika, Coraline y la puerta secreta narra la aventura de una niña que, desencantada por la reciente mudanza con su familia, descubre un mundo paralelo donde todo parece ser mejor que en su vida real, hasta que deja de serlo.

    Si algo demuestra esta obra maestra en stop motion es que Selick es digno del mismo reconocimiento que Burton recibe por El extraño mundo de Jack. Una aventura fantástica con varios paralelismos con Alicia en el País de las maravillas, y a la que seguro volverás si te gustan las otras producciones de Laika como ParaNorman o Los Boxtrolls.

    ParaNorman (2012)

    ParaNorman ya es un clásico dentro del canon tanto de su estudio, Laika, como del cine de animación en stop motion. Esta historia sobre un chico que puede hablar con los muertos y que es la única esperanza para salvar a un pueblo de una invasión zombi, tiene puntos en común con Soy Frankelda más allá de la técnica de animación: ambas tratan sobre protagonistas que deben desafiar las expectativas y a alguna autoridad para cumplir con sus destinos.

    Esta encantadora película gustará no sólo a los fans de la animación cuadro por cuadro y de las producciones de Laika (como Coraline y la puerta secreta), sino también a seguidores del cine de zombis como La noche de los muertos vivientes, de la que sin duda captarán incontables referencias.

    The Shivering Truth (2018-2020)

    Con todo y su brillante animación en stop motion, Soy Frankelda es, ante todo, una película de fantasía apta para toda la familia. Si eres un aficionado de esta técnica de animación, pero buscas algo con un poco más de sordidez para adultos, no dejes de ver la serie The Shivering Truth, una antología de pesadillas animadas cuadro por cuadro.

    Se trata de relatos independientes en cada uno de sus 12 episodios, que bien podrían ser descritos como una versión adulta de Los sustos ocultos de Frankelda. Sin embargo, dadas sus temáticas y aspiraciones de audiencia, piensa que está más en los terrenos de La casa de Netflix, de Anomalisa, de Mad God o de la propia Stopmotion, valga la redundancia.

  • Demián Bichir: sus mejores películas (más allá de ‘Teléfono negro 2’)

    Demián Bichir: sus mejores películas (más allá de ‘Teléfono negro 2’)

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Nacido en Torreón, Demián Bichir es un actor mexicano y miembro de una de las dinastías del cine, el teatro y la televisión más famosas y prolíficas del país. Con una carrera que comenzó desde su infancia y que despegó durante la época del Nuevo Cine Mexicano de los años 90, es uno de los íconos de la cinematografía nacional.

    También es uno de los histriones latinoamericanos que han tenido éxito en el cine de Hollywood, incluso mereciendo una nominación al Oscar y colaborando tanto con megaproducciones como con películas independientes, y más recientemente lo hemos visto en Teléfono negro 2. Si su aparición en esta producción de terror te dejó con ganas de conocer más sobre su trayectoria, aquí seleccionamos para ti las mejores películas de Demián Bichir y te decimos dónde verlas online.

    Rojo amanecer (1990)

    Uno de los primeros roles significativos de Demián Bichir en el cine fue en esta película de Jorge Fons, quizá la más emblemática sobre la masacre del 2 de octubre de 1968 junto con El grito (1968). En realidad son dos de los hermanos Bichir, Bruno y Demián, quienes interpretan en Rojo amanecer a dos jóvenes que participan en el movimiento estudiantil ante la reprobación de sus padres más conservadores (Jorge Bonilla y María Rojo).

    Se trata de una de las películas fundamentales del cine mexicano sobre la represión del gobierno en una de las instancias más brutales de su historia, y de la que toman inspiración otras posteriores como Olimpia o No nos moverán. Para quienes vienen de una perspectiva extranjera, un par de ejemplos comparables podrían ser—guardando proporciones entre conflictos—La batalla de Argel o, más recientemente, La semilla del fruto sagrado.

    Hasta morir (1994)

    El primer largometraje como director de Fernando Sariñana (Amar te duele) fue una de las más significativas en la carrera temprana de Demián Bichir, pues además le mereció el Premio Ariel como Mejor actor. En Hasta morir interpreta a “El Mau”, un cholo de Tijuana que se reencuentra en la Ciudad de México con su viejo mejor amigo, “El Boy” (Juan Manuel Bernal), con quien planea un crimen cuyo dinero les permitirá comenzar nuevas vidas en Los Ángeles. Sin embargo, cuando uno de ellos mata a un policía por accidente, el plan cambia radicalmente.

    Este drama social es un clásico un tanto olvidado de su década, opacado por otros más reconocidos, pero en el que se nota la influencia de otra obra monumental sobre la juventud en los márgenes de la sociedad: Los olvidados, de Luis Buñuel. Por lo tanto, es también una pariente de dramas similares como la sórdida Heli o la más aterrizada Ya no estoy aquí.

    Cilantro y perejil (1996)

    Cilantro y perejil es ya una comedia romántica mexicana clásica, que contribuyó a la consolidación de las carreras tanto de Demián Bichir como de la gran Arcelia Ramírez. Se ha convertido en un clásico por su planteamiento realista de las complicaciones que pueden surgir en una pareja por motivos económicos; además de las dificultades que rodean a la decisión de separarse.

    Ambos Bichir y Ramírez son sensacionales en pantalla, en una comedia romántica que no le pide a otras grandes del canon como Cuando Harry conoció a Sally, y que brilla por sus reflexiones sobre los conflictos de pareja y la idealización del amor romántico, algo visto—aunque de forma un tanto más extrema—en películas como La guerra de los Roses.

    Sexo, pudor y lágrimas (1999)

    Posiblemente una de las películas más emblemáticas del período que, junto con contemporáneas como Y tu mamá también o Amores perros, auguraba una transformación en el cine mexicano a la vuelta del siglo, en sus temáticas y abordajes. Sexo, pudor y lágrimas, además, terminó de hacer estrellas del cine nacional a Demián Bichir, Cecilia Suárez y Susana Zabaleta.

    Bajo una fachada de comedia superficial, es una película que aborda las complejidades del amor romántico y el deseo sexual, a veces con fatales consecuencias. Junto a sus mencionadas contemporáneas, marcó una mayor apertura en el cine mexicano de la que emergieron películas como Las oscuras primaveras, por citar sólo un ejemplo.

    Una vida mejor (2011)

    Demián Bichir contribuyó a producciones estadounidenses como Che! El argentino de Steven Soderbergh, pero su consolidación en el país del norte vendría con Una vida mejor (A Better Life), un drama del director Chris Weitz (Un gran chico) sobre un jardinero inmigrante ilegal que sale en busca de su camioneta robada junto su hijo, a quien busca darle una vida mejor de la que él tuvo.

    Es uno de esos dramas aleccionadores e inspiradores sobre la cultura del esfuerzo, similar a En busca de la felicidad, aunque más similar al drama La misma luna por su temática de migrantes mexicanos en Estados Unidos.

    Los 8 más odiados (2015)

    Dado el perfil de todos los involucrados—el director Quentin Tarantino y un elenco con nombres como Samuel L. Jackson, Kurt Russell y Jennifer Jason Leigh—, el wéstern Los 8 más odiados bien podría ser el proyecto más notable de Demián Bichir a nivel internacional. En él interpreta a un “señor Bob”, un mexicano encerrado durante una nevada en una mercería junto a otros personajes sospechosos y peligrosos.

    Es una película similar al debut de Tarantino, Perros de reserva, por su desarrollo con saltos en el tiempo para desenrollar un misterio lleno de traiciones de identidades ocultas. Siendo Tarantino, está inspirado en spaghetti wésterns como Por un puñado de dólares y Érase una vez en el Oeste, donde se desarrollan intrigas similares con resultados sangrientos.

    7:19, la hora del temblor (2016)

    El terremoto del 19 de septiembre de 1985 es uno de los desastres que más han marcado a la civilización mexicana, y naturalmente ha sido explorada en ya varias ocasiones dentro de la ficción audiovisual. 7:19, la hora del temblor es la mejor de las tres (siendo las otras dos El día de la unión y la serie Cada minuto cuenta), con una trama que reúne a Demián Bichir y Héctor Bonilla—entre otros actores—como víctimas de diferentes trasfondos sociales atrapadas bajo los escombros.

    Es un drama sumamente efectivo y claustrofóbico, desarrollando la mayor parte de su trama en los espacios cerrados del derrumbe de un edificio. En ese sentido, aunque se sitúa en un contexto totalmente diferente, resulta muy similar al drama Las torres gemelas con Nicolas Cage y Michael Peña, en el que oficiales de la policía de Nueva York luchan por sobrevivir bajo el desastre provocado por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.

    Tierra (2021)

    Tierra (Land) es un drama modesto e íntimo en el que Robin Wright debuta como directora, compartiendo escena con Demián Bichir, ambos en papeles de personas que, tras vivir experiencias traumáticas, llevan solitarias existencias, viviendo de la tierra. Bichir es la poderosa contraparte dramática de Wright como protagonista, una mujer que debe afrontar su duelo por una profunda pérdida.

    Temáticamente, es una película parecida a Manchester junto al mar, aunque con una trama centrada en la supervivencia en la naturaleza como catarsis, similar a Alma salvaje, con Reese Witherspoon. No es la producción más extraordinaria de su tipo, pero es elevada por el trabajo actoral de Wright y Bichir en conjunto.

  • 10 películas de terror que no dan miedo (para adultos miedosos este Halloween)

    10 películas de terror que no dan miedo (para adultos miedosos este Halloween)

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Por definición, el cine de terror está diseñado para hacernos sentir emociones fuertes o, por lo menos, incomodarnos al confrontarnos con nuestros miedos, sea en la forma de monstruos, fantasmas, pesadillas, asesinos seriales o nuestro propio mundo interior. Y claro, Halloween es el momento perfecto para un maratón de películas del género.

    Pero lo cierto es que no todos estamos cómodos con estas experiencias trepidantes y, más que divertir, puede resultar perturbador. Pero todo bien: aquí nos gusta incluir a todos en la fiesta. Especialmente para adultos miedosos que quieran participar en un maratón de Halloween, seleccionamos 10 películas de terror que no dan miedo, casi totalmente libres de jumpscares y violencia, y que puedes disfrutar online en streaming.

    Frankenstein (1931)

    Si buscas películas de terror que no den miedo, no puedes errar con los Monstruos Clásicos de Universal Pictures. Similar a Drácula con Bela Lugosi, su predecesora en ese canon, Frankenstein de James Whale es una adaptación relativamente inocente de su material de origen. Y no sólo eso, presenta una de las iteraciones más famosas del monstruo, y la apariencia de Boris Karloff es casi su inmortal sinónimo.

    Es una película tan mansa que, en realidad, se aleja de los temas éticos y existenciales que aborda la novela de Mary Shelley, para proponer aquí el trágico relato de un monstruo marginado, en una clave mucho más ligera que la adaptación de Kenneth Branagh con Robert De Niro, o la de Guillermo del Toro. Asusta tan poco a ojos de hoy, que podrás verla incluso con niños.

    El vampiro (1957)

    En un espíritu muy similar al de los Monstruos Clásicos de Universal encontramos esta maravillosa película mexicana protagonizada por Germán Robles y Abel Salazar. El vampiro tiene como punto de partida a Drácula, pero no de Bram Stoker, sino la encarnación filtrada por Tod Browning y Bela Lugosi, para contar un relato de humanos contra monstruos con un subtexto anticolonialista.

    El resultado es una película deliciosamente kitsch, con efectos especiales prácticos de los años 50 que, más que dar miedo, te van a arrancar una sonrisa de nostalgia o fascinación por una época más inocente. Imperdible si te gustan otros Monstruos Clásicos como los ya mencionados Drácula, Frankenstein, El hombre invisible o El hombre lobo.

    Nosferatu (1922)

    ¿Quieres ponerte incluso más retro? Entonces viaja al pasado para remover un elemento clave para provocar terror en una película: el sonido. El clásico del cine expresionista silente, Nosferatu de F.W. Murnau, es una de las primeras y esenciales películas de vampiros.

    Hay violencia moderada y nada de jumpscares aquí, pues esta “sinfonía del horror” (adaptación no autorizada de Drácula de Bram Stoker, así que verás muchas similitudes) es más una producción que vive y muere por su atmósfera de claroscuros e imágenes grotescas. Piensa más en La cumbre escarlata de Del Toro o en la propia Drácula con Lugosi para darte una idea de lo que verás aquí. Y también conocerás de dónde viene un meme muy específico de Bob Esponja.

    Coraline y la puerta secreta (2009)

    Si las medimos con la vara del cine infantil más comercial y pulcro, las películas de Henry Selick no podrían parecer de lo más inocentes, con sus figuras retorcidas y atmósferas tenebrosas heredadas del Expresionismo Alemán. Sin embargo, Coraline y la puerta secreta da con el perfil si lo que buscas son películas de terror que no den miedo para los adultos.

    Basada en la novela homónima de Neil Gaiman, este es un relato de fantasía infantil donde una niña, inconforme con la vida familiar que lleva después de mudarse, encuentra la entrada a un mundo paralelo donde todo parece perfecto, hasta que no lo es. Siendo justos, si da miedo o no dependerá de si consideras a El extraño mundo de Jack (también de Selick) más como una película de terror que de Navidad. Si la clasificas en el segundo campo, Coraline será para ti como una versión ligeramente más perturbadora de Alicia en el País de las maravillas.

    Beetlejuice, el súper fantasma (1988)

    En el canon del cine accesible para la familia pero con la dosis ideal de perversidad retorcida para calificar como cine de terror, Henry Selick sólo es superado por su antiguo colega, Tim Burton. De hecho, podríamos llenar esta lista con otras películas suyas, como El cadáver de la novia o El joven manos de tijera. Pero optamos por su segundo largometraje, la comedia de terror Beetlejuice, el súper fantasma, que lo colocó en el mapa del cine mundial y en los corazones de generaciones de adolescentes inadaptados.

    Esta comedia fue la que presentó al mundo un estilo reconocible, una historia sobre una pareja recién fallecida (Geena Davis y Alec Baldwin) y convertidos en fantasmas atados a su casa, por lo que contratan al “bioexorcista” titular (Michael Keaton) para deshacerse de la familia humana que se ha acaba de mudar. Lo sórdido y mórbido es tratado aquí como broma, y la violencia no va más allá de la caricatura.

    Abigail (2024)

    Seamos claros, esta película no está en absoluto libre de violencia, pero aclaremos que es diversión pura. Lo malo es que explicar de qué se trata Abigail y por qué es tan divertida, es arruinar buena parte de la sorpresa. Te recomendamos no ver tráilers y quedarte con los siguiente: hay baños y baños de sangre, pero cada uno es provocado por situaciones tan crecientemente absurdas que te retamos a no reír una vez que se revelen las sorpresas y comience la masacre.

    Recomendamos esta película especialmente para quienes hayan disfrutado de la otra propuesta original de la dupla de directores formada por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, Boda sangrienta (Ready or Not). El par también dirigió la divertida recuela (secuela y reboot) de Scream, así que eso te dará una idea de por dónde va el asunto.

    Los Cazafantasmas (1984)

    La belleza de los efectos prácticos comunes en el cine de terror—y derivados—en los años 70 y 80, es que su artificialidad podía ser muy evidente, a veces consiguiendo el efecto no deseado de divertir. Los Cazafantasmas es una comedia sobrenatural que lleva esto a los extremos más caricaturescos. Claro, hay casas embrujadas, fantasmas y hasta posesiones demoníacas, pero todo está diseñado para hacer reír, incluso en los momentos más oscuros de la trama.

    En lo que respecta a comedias de terror, ninguna—ni siquiera sus eventuales secuelas—se le comparan. Sin embargo, tantas otras a lo largo de los años, como Gremlins, Este es el fin y Abigail hacen eco de su singular mezcla de humor absurdo con terror sobrenatural.

    El despertar del diablo 2 (1987)

    En 1981, el director Sam Raimi y el actor Bruce Campbell realizaron la primera El despertar del diablo (The Evil Dead, o Posesión infernal), sobre un grupo de estudiantes de vacaciones en una remota cabaña del bosque, donde sufren posesiones demoníacas y un terrible final. Era seria y sumamente violenta. Años más tarde, la dupla realizaría la secuela, El despertar del diablo 2, que era virtualmente un remake con una diferencia clave: el tono de comedia.

    Con el exagerado estilo actoral de Bruce Campbell, frases tan cursis como icónicas y tanto baños de sangre como amputaciones cada vez más ridículas, es imposible no reír con la violencia absurda en pantalla. Es menos parecida a las secuelas y remakes que vendrían después, mucho más oscuras y violentas (Evil Dead: El despertar está en el extremo opuesto del espectro); y mucho más cercana a comedias de terror como El desesperar de los muertos o la demencial Muertos vivos (Braindead) de Peter Jackson.

    La bruja (2015)

    Una de las propuestas más serias en esta lista es La bruja, largometraje debut de Robert Eggers que lanzó a Anya Taylor-Joy al estrellato. Sin embargo, clasifica perfectamente entre las películas de terror que no dan miedo, al menos no en el sentido de la violencia extrema y los jumpscares.

    Tomando como referencia clásicos del cine expresionista alemán, esta película aspira menos a “dar miedo” y más a perturbar con su atmósfera de incertidumbre y creciente locura. Si has visto otras películas de Eggers como El faro o el remake de Nosferatu, ya sabes a qué te enfrentarás aquí. Otro referente similar es El resplandor, más enfocada en la opresión psicológica que en el susto barato.

    Los muchachos perdidos (1987)

    Un clásico de culto del cine de vampiros que no te dará miedo si puedes tolerar el ocasional brote de violencia, en una historia que ironiza sobre las convenciones del subgénero. Los muchachos perdidos es la historia de dos hermanos adolescentes que se mudan con su madre divorciada a un pueblo ficticio de California, sólo para descubrir que es un nido de vampiros.

    Tal vez el asunto de los adolescentes y los vampiros te haga pensar en Crepúsculo o, en el otro lado del espectro, Déjame entrar. Pero nada que ver con eso. Si a algo se parece Los muchachos perdidos, es a Los Goonies.

  • 10 películas de terror familiares para ver con tus hijos en Halloween

    10 películas de terror familiares para ver con tus hijos en Halloween

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Los maratones de cine de terror son piedra angular de todo Halloween. Pero hay de sustos a sustos, o mejor dicho, no todos los públicos son iguales. Lo cierto es que, si realizas actividades en Noche de brujas, probablemente hay niños en tu círculo para quienes no organizarías una función de El exorcista ni de otros títulos potencialmente traumatizantes.

    Si es tu caso, no te preocupes, acá te tenemos cubierto. Seleccionamos 10 películas de terror familiares perfectamente aptas para ver con tus hijos u otras infancias en Halloween, desde clásicos noventeros de lo sobrenatural hasta fantásticas animaciones en stop motion, todas con la dosis adecuada de sustos.

    El cadáver de la novia (2005)

    El director Tim Burton es uno de los expertos en lo que respecta a crear comedias familiares con el toque perfecto de sordidez, en las que la muerte y el más allá son menos motivo de miedo que de humor. Así lo demostró desde su segunda película, Beetlejuice, y ese mismo espíritu se ve en tantas de sus películas posteriores. Por ejemplo: El cadáver de la novia.

    Esta fantasía musical sobre un novio que propone matrimonio accidentalmente a una novia zombi es tan mórbida como suena. Pero se trata de una película de terror familiar perfectamente amplia para niños, con una dirección de arte vistosa, impecable, y una gran historia sobre la naturaleza del amor.

    Frankenweenie (2012)

    Remake del cortometraje homónimo de Tim Burton, esta es otra demostración de la habilidad del director para equilibrar temas oscuros relacionados con la muerte y la decadencia, con un tono familiar o incluso infantil. Tomando inspiración del clásico Frankenstein con Boris Karloff, Frankenweenie es la historia de un chico que, tras perder a su perrito en un accidente, se las ingenia para regresarlo a la vida, aunque sus actos tienen efectos imprevistos.

    Debajo de su fachada de sordidez, se trata de una película sobre el irrompible vínculo entre un niño y su mascota. Piensa en Mi perro Skip, pero con un giro hacia el terror.

    Coraline y la puerta secreta (2009)

    Junto a Tim Burton, en el canon de películas de terror aptas para toda la familia, encontramos también al director Henry Selick—juntos trabajaron en El extraño mundo de Jack, otro clásico de este tipo—. Basada en la novela homónima de Neil Gaiman, Coraline y la puerta secreta es otra producción en stop motion y con un estilo similar dirigida por Selick para el estudio Laika, con varios elementos de terror.

    La historia trata sobre una niña que se muda a un nuevo hogar con su familia, pero se siente frustrada e insatisfecha por la falta de atención de sus padres. Su aburrimiento la conduce a descubrir un mundo paralelo donde existen versiones alternativas de sus padres en apariencia perfectas, aunque la verdad de este mundo resulta ser algo más siniestro. Una historia de mundos paralelos similar a Alicia en el País de las maravillas, en su siniestra versión para Halloween.

    ParaNorman (2012)

    Otra maravillosa producción en stop motion de Laika, e igual o más macabra que Coraline y la puerta secreta, es ParaNorman. Se trata de una divertida aventura en la que un chico que puede comunicarse con los fantasmas, para detener la maldición de una bruja sobre su pueblo, que será invadido por zombis.

    Si te gustan clásicos como La noche de los muertos vivientes, es una perfecta introducción al cine de zombis para infancias, con una historia de familias disfuncionales que te recordará a la igual de divertida La familia Mitchell vs. las máquinas.

    Abracadabra (1993)

    Un título de Halloween para niños indispensable es, sin duda, esta comedia de Disney que inicialmente fracasó en taquilla, pero que hoy es un clásico de culto de la temporada. Abracadabra (Hocus Pocus). La trama sigue a tres brujas, las hermanas Sanderson, que son accidentalmente resucitadas por un adolescente en plena Noche de Brujas, y debe encontrar la manera de detenerlas.

    Se trata de una comedia relativamente inocente, pero que funciona como película de terror para niños por sus elementos sobrenaturales y macabros. Ideal si disfrutaste de otros clásicos similares como Las brujas de Nicolas Roeg o La mansión embrujada, también de Disney.

    Las brujas (1990)

    Aquí podríamos tener una diferencia de opiniones. Sí, Las brujas es considerada una película para niños, pero dado que su trama y efectos visuales traumatizaron a generaciones de niños en los 90, se recomienda discreción para presentarla a tus hijos.

    Basada en la novela infantil homónima de Roald Dahl y con la magnífica Anjelica Huston como antagonista, esta película sigue a un niño que es convertido en ratón al descubrir una convención de brujas, y su aventura para regresar a la normalidad. Es un relato ligeramente más macabro que Abracadabra (Hocus Pocus) de Disney, y también es ideal si te gustan otras películas infantiles basadas en cuentos de Dahl, como Willy Wonka y la fábrica de chocolate, que también tiene cierto grado de perversidad.

    Cuentos al caer la noche (2021)

    Cuentos al caer la noche (Nightbooks) es una película sobre un niño inadaptado y aficionado a los cuentos de terror, que queda atrapado en el departamento neoyorquino de una bruja, quien le exige una nueva historia cada noche a riesgo de morir.

    Se trata de otra película de terror perfectamente familiar, con una grandilocuente actuación de Krysten Ritter como la antagonista, en una película que, con el paso de los años, podría gozar el mismo estatus de culto que Las brujas o Abracadabra, con un ligero toque macabro que también la acerca al territorio de Gretel & Hansel: Un siniestro cuento de hadas (que sí es para adultos).

    Los locos Addams (1991)

    Los locos Addams son un clásico de la comedia familiar, equilibrando lo macabro con historias accesibles e incluso cómicas. De todas las adaptaciones que han tenido a lo largo de los años, es posible que la de 1991 sea considerada la definitiva, para muchos, incluso por encima de la clásica serie de los años 60.

    Con tantas referencias a clásicos del terror y un ácido sentido del humor, es un clásico indispensable tanto para fans de los Monstruos Clásicos de Universal como de títulos de Tim Burton en la línea de Beetlejuice o El joven manos de tijera. Otras películas similares incluyen La familia Monster y la adaptación animada de Los locos Addams de 2019.

    La tiendita de los horrores (1986)

    La premisa de una planta antropófaga que se sale de control podría no sonar como lo más accesible para niños (y si hablamos de la versión de 1960 dirigida por Roger Corman y protagonizada por Jack Nicholson, quizá no lo sea). Sin embargo, bajo la dirección de Frank Oz, esta iteración de La tiendita de los horrores es una hilarante comedia musical apta para todo público.

    Es una de esas películas que gozan del singular encanto de los efectos especiales prácticos y marionetas complejas de los años 80. Con su trama humorística, este tipo de efectos y la actuación de Rick Moranis (con una aparición especial de Bill Murray), comparte mucho de su ADN con otra clásica comedia de terror: Los cazafantasmas.

    Monster House - La casa de los sustos (2006)

    Aunque ya se notan las costuras en su animación, Monster House es una comedia de terror animada que merece su lugar en el canon de películas de terror para niños, que hoy goza prácticamente de estatus de culto. La trama sigue a un grupo de niños que deben enfrentarse a una casa embrujada consciente de sí misma y que aterroriza a su vecindario.

    Es perfectamente inocente, ideal para niños, con un cierto grado de humor macabro comparable al de las eventuales Coraline y la puerta secreta y, sobre todo, ParaNorman.

  • 10 escalofriantes películas de terror en tendencia con los usuarios de JustWatch este Halloween

    10 escalofriantes películas de terror en tendencia con los usuarios de JustWatch este Halloween

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    El terror es uno de los géneros más populares entre los cinéfilos de manera consistente a lo largo del año, pero nunca más que en la temporada de Halloween. Es la temporada ideal para un maratón de historias cargadas de elementos sobrenaturales, zombis, asesinos seriales y demás entes capaces de provocar destinos horripilantes.

    Para que no te pierdas buscando qué ver en esta temporada, aquí te contamos cuáles son algunas de las películas de terror en tendencia entre los usuarios de JustWatch para ver este Halloween, una mezcla de propuestas recientes en diversos subgéneros para un maratón muy balanceado.

    La hora de la desaparición (2025)

    La sensación de terror de 2025 es La hora de la desaparición (Weapons), la nueva propuesta del director Zach Cregger después de la igualmente exitosa Bárbaro (Barbarian). Y ambas manejan un sentido del humor sutilmente irónico que ha resultado divisivo: muchos la aman, tantos otros la odian.

    Su trama aborda la misteriosa desaparición de 17 niños de un grupo escolar, todos durante una misma madrugada, desde la óptica de diversos personajes, como un caleidoscopio episódico. Es como Intriga de Denis Villeneuve por vía de Magnolia de Paul Thomas Anderson, pero con un toque de comedia camp à la Ten cuidado con mamá (Serial Mom) de John Waters y un poco de la extrañeza surrealista suburbana que David Lynch brinda en Terciopelo azul. Es difícil de poner en palabras, tienes que verla para entender sin que te arruinemos más la experiencia.

    La hermanastra fea (2025)

    La hermanastra fea se inserta en una sucesión de títulos de terror feminista, después de Titane y La sustancia, que ha encontrado un campo fértil en el body horror y cuya popularidad no es casualidad. Pero esta película, dirigida por la noruega Emilie Blichfeldt, brinda un giro deliciosamente perverso al cuento de La Cenicienta desde la perspectiva de Elvira (Lea Myren), la hermanastra que está dispuesta a todo—desde tratamientos cuestionables hasta mutilaciones—para ser elegida por el príncipe del reino.

    Aunque es una versión macabra de un cuento de hadas clásico, no creas que es una de esas películas de bajo presupuesto como Winnie the Pooh: Miel y sangre. Tiene más en común con la violencia implacable y el relato sobre la belleza de El demonio neón, más una actuación demencial por parte de Myren que haría temblar a Mia Goth en Pearl.

    El teléfono negro (2022)

    El teléfono negro fue una de las grandes sorpresas del terror en su año de estreno, adaptación del cuento homónimo de Joe Hill (hijo de Stephen King) bajo la dirección de Scott Derrickson. La trama sigue a Finney (Mason Thames), un chico secuestrado por “El Raptor” (Ethan Hawke). Cautivo en un sótano, recibe misteriosas llamadas de las víctimas pasadas del criminal por medio de un teléfono de pared desconectado.

    Con el estreno de la secuela, es una buena oportunidad para revisar esta película de Derrickson, más contenida en comparación con otras propuestas suyas como El exorcismo de Emily Rose, y más cercana a Siniestro. Algo hay de King en el ADN de Hill, con una historia sobrenatural de niños enfrentándose a una maldad tremenda, que nos recuerda un poco a It (Eso).

    Exterminio: La evolución (2025)

    Con la original Exterminio (28 Days Later), el director Danny Boyle y el guionista Alex Garland revitalizaron el subgénero de zombis. Casi tres décadas más tarde—apropiadamente—, ambos se reúnen para continuar la historia de la humanidad tras el Apocalipsis en Exterminio: La evolución.

    La primera entrega ha tenido una influencia innegable en el subgénero que puede verse reflejada en la última, incluso ignorando el capítulo intermedio, Exterminio 2 (28 Weeks Later). Exterminio: La evolución es la culminación de películas como Guerra mundial Z o series como The Last of Us, que imaginan—con más o menos esperanza—una sociedad humana que sobrevive a la peor catástrofe.

    La sustancia (2024)

    El fenómeno de horror corporal de 2024, La sustancia, causó tal impacto que sigue entre las películas de terror más populares a más de un año de provocar revuelo en Cannes 2024. Su trama trata sobre una actriz veterana que es desechada por la industria del entretenimiento, por lo que se somete a un fármaco que crea una copia perfecta, aunque rejuvenecida, de sí misma y con la que tiene que dividir su existencia.

    Heredera del horror corporal al estilo de David Cronenberg visto en La mosca o Cuerpos invadidos, se trata de un festín que adorarán los fans de lo grotesco, pero también de las reflexiones feministas que la directora Coralie Fargeat viene planteando desde Venganza del más allá.

    Sangre fría (2023)

    Un thriller de terror psicológico del que vale la pena no revelar demasiado. Sangre fría (Cold Meat) comienza con un hombre que salva a una mujer de su ex abusivo, para luego quedar ambos atrapados en su auto durante una helada, mientras algo ronda en el exterior.

    Como thriller, comparte algunos elementos en común con la película de supervivencia Sola (Alone), aunque los giros de tuerca con su protagonista tienen más que ver con lo que vemos en Avenida Cloverfield 10 y con la trama de violencia de género de El hombre invisible de 2020.

    Haz que regrese (2025)

    Luego de su fenomenal largometraje debut Háblame, impactante alegoría sobre la depresión y el luto, los hermanos Danny y Michael Philippou regresan con Haz que regrese, otra película de terror sobrenatural que lidia con temas similares. Tras quedar huérfanos, dos hermanos son adoptados por una mujer que no está llevando sus pérdidas del todo bien.

    Es una escalofriante propuesta de terror que, como El legado del diablo, Sonríe, Babadook y varias otras en años recientes, recurre a las convenciones del género para abordar cuestiones de salud mental y abuso, para un doble golpe emocional.

    Exterminio (2002)

    A propósito del estreno de su tardía secuela, Exterminio (28 Days Later) ha vuelto a lo alto del ranking entre las películas de terror en tendencia. Esta película trata sobre un hombre que despierta de un coma para descubrir que la propagación de un virus ha diezmado a la civilización.

    Grabada en video digital, esta película le devolvió al subgénero de zombis una vitalidad que quizá no veía desde que George A. Romero le dio su forma actual con La noche de los muertos vivientes. Y también ha sido inspiración de tantos otros fenómenos de la cultura popular, desde los más evidentes como The Walking Dead hasta clásicos como la española [REC].

    Together: Juntos hasta la muerte (2025)

    Otra de las sensaciones recientes del body horror es la comedia de terror Together: Juntos hasta la muerte, que se adentra en los territorios de las relaciones tóxicas y la codependencia. Protagonizada por Dave Franco y Alison Brie—esposos en la vida real—, la trama sigue a una pareja que se muda a las afueras de la ciudad para perseguir las ambiciones de ella, creando resentimientos al tiempo que una maldición provoca que, al contacto, sus cuerpos comiencen a fusionarse en una sola persona.

    Es otra película de aspiraciones cronenbergianas en la superficie, con imágenes de cuerpos fundidos o mutilados para satisfacer a fans de títulos como La mosca. Sin embargo, temáticamente, está más cercana al folk horror de Midsommar, otra película de terror que lidia con relaciones románticas en sus formas menos sanas.

    Pecadores (2025)

    Podemos decir que Pecadores es una de las películas de terror más populares del año si entendemos que el género es sólo la superficie de muchas otras cosas más que esta producción de Ryan Coogler tiene para ofrecer. La trama sigue a dos gemelos gánsteres (Michael B. Jordan) que regresan a su pueblo en Mississippi durante los años 30, en busca de su propio camino en los negocios. Lo que se encuentran, sin embargo, es una maldad vampírica dispuesta a acabar con ellos.

    Si te quedas con eso, Pecadores es una película de terror con vampiros sumamente entretenida en la línea de otras ya clásicas como Del crepúsculo al atardecer o Los muchachos perdidos. Sin embargo, es mucho más que eso, pues ofrece comentarios sobre la ética del cine gánster (con más de un guiño a la Cara cortada original), más una reivindicación de la herencia cultural africana de los esclavos en Estados Unidos hasta la actualidad, lo que la vuelve una pariente bastante más cercana de Fruitvale Station, el primer largometraje de Coogler.

  • 8 películas del Día de Muertos para celebrar con un maratón

    8 películas del Día de Muertos para celebrar con un maratón

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    El Día de Muertos es una de las festividades más observadas en todo México, y una de las más conocidas del país en el resto del mundo. Al mismo tiempo homenaje solemne y celebración alegre de nuestros antepasados y amigos fallecidos, sus múltiples facetas y raíces en el folklore han sido representadas en el cine tanto nacional como internacional.

    Seleccionamos aquí para ti ocho películas del Día de Muertos para que conozcas más sobre la festividad o para que la celebres con un maratón de clásicos mexicanos y de propuestas contemporáneas de otras partes del mundo.

    Macario (1960)

    El gran clásico del cine mexicano para ver en el Día de Muertos, no sólo por situarse en vísperas del mismo, sino porque su narrativa hace eco del rol de la vida y la inevitabilidad de su final en la cosmovisión mexicana. Ambientada durante la época del Virreinato, Macario sigue al protagonista homónimo (Ignacio López Tarso), un indígena muy pobre que sufre por mantener a su familia, y que sueña con poder disfrutar de un banquete sin tener que compartirlo. Cuando su esposa (Pina Pellicer) roba un pavo para él, se le aparecen tres figuras misteriosas que le piden parte de su comida, y sus respuestas cambiarán su destino.

    Se trata de una de las películas más emblemáticas no sólo entre los títulos del Día de Muertos, sino del cine mexicano en general. Las imágenes del propio López Tarso en personaje y de la escena en las Grutas de Cacahuamilpa son icónicas, pero su narrativa sobre el trágico e inevitable destino de la muerte es universal. Un clásico del cine mundial que debes ver si te gustaron títulos como El séptimo sello de Ingmar Bergman o Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi, ambas con temáticas similares.

    Hasta los huesos (2002)

    Una de las grandes películas del Día de Muertos hechas en México, a menudo obviada debido a su duración, es la animación en stop motion Hasta los huesos de René Castillo, uno de los grandes hitos del cine nacional con esta técnica. Es, además, profundamente significativa puesto que encapsula la peculiar dualidad entre tragedia y alegría de la festividad, con una trama sobre un hombre recién fallecido que, al ser recibido en el mundo de los muertos con una fiesta, descubre que haber dejado la vida atrás quizá no fue algo tan malo.

    Es una breve pero poderosa maravilla de la animación mexicana, un antecedente necesario para trabajos como Cerulia o el largometraje Soy Frankelda, y que debes revisar si disfrutaste de dichos títulos, o si eres aficionado a las grandes obras del stop motion como El extraño mundo de Jack.

    ¡Que viva México! (1979)

    Aunque no se trata de una película enteramente sobre el Día de Muertos, la gran obra inconclusa del soviético Serguéi Eisenstein—filmada en los años 30 y ensamblada décadas más tarde por Grigori Aleksandrov—es un retrato episódico de la cultura y política mexicana desde una óptica extranjera, comenzando en tiempos prehispánicos y concluyendo en los años posteriores a la Revolución Mexicana y la promesa de un Estado socialista. Todo concluye con un epílogo que honra la obra de José Guadalupe Posada, cuya iconografía es casi sinónimo de la festividad de Día de Muertos.

    Aunque es una obra sobre México, su forma y discurso la vuelven pariente más cercana de El acorazado Potemkin, Octubre y otras obras de Eisenstein, abiertamente de propaganda. En la cinematografía nacional, sería comparable a algo como La fórmula secreta, de Rubén Gámez.

    Maclovia (1948)

    Uno de los grandes clásicos de la Época de Oro del cine mexicano, dirigida y protagonizada por varios de sus nombres esenciales: el legendario cineasta Emilio Fernández, con las estrellas María Félix y Pedro Armendáriz frente a la cámara. Su trama es el típico romance trágico entre personas de dos clases sociales distintas: él, un pescador; ella, la hija del jefe de la comunidad. Ambos son separados cuando aparece un tercero en discordia dispuesto a todo por estar con ella.

    Podemos considerar a Maclovia una película del Día de Muertos dado que se sitúa en la isla de Janitzio, lago de Pátzcuaro, Michoacán, donde se observa uno de los rituales más emblemáticos de la festividad y que es recreado en la película: La Velación. Un clásico imperdible si has visto y te gustó la monumental Enamorada (también del trío Fernández-Félix-Armendáriz), o si disfrutas de las historias de amores prohibidos como Flor silvestre.

    Día de muertos (2019)

    El primer largometraje de animación mexicano centrado en la celebración de su título, Día de muertos (aunque en algunos territorios se le conoce como Salma y su gran sueño). La trama se sitúa en un pueblo donde las almas de los muertos regresan una noche al año, excepto para una joven de 16 años que desconoce los nombres de sus padres.

    Hay que decirlo, puede que el apartado visual no esté tan pulido como el obtenido por grandes estudios como Pixar. Sin embargo, se trata de uno de los primeros esfuerzos mexicanos de animación en 3D sobre el tema, así que si disfrutaste de propuestas similares como Coco o la saga de animaciones en 2D de Leyendas, merece una oportunidad.

    La leyenda de la Nahuala (2007)

    Dentro de la animación mexicana, las películas de la saga Leyendas ya son clásicos del cine para niños, y si bien ninguna de ellas trata específicamente sobre el Día de Muertos, muchas de ellas toman prestado de la iconografía de la festividad—con evidente influencia del arte de José Guadalupe Posada—. Y todo comenzó con La leyenda de la Nahuala, sobre un grupo de niños en la época del Virreinato que se enfrentan al espíritu de una bruja que posee una vieja casona.

    Es cine de aventuras apto para toda la familia, que disfrutarán quienes hayan visto los otros episodios de la saga como La leyenda de las momias de Guanajuato, con algo del espíritu de Los Goonies en la mezcla.

    Coco (2017)

    Esta producción de Pixar es, probablemente y dado el enorme brazo mercadológico tanto de Disney como de Hollywood por extensión, la película más famosa de todas sobre el Día de Muertos. Y no es algo necesariamente negativo: Coco captura y honra el espíritu de la celebración, estableciendo un emotivo vínculo entre la visita de los muertos al mundo de los vivos, con el poder del recuerdo y el cariño. Todo con una bella historia sobre los legados familiares, el amor y los resentimientos.

    Se trata de espectáculo en la más pura tradición de Pixar, para llenar el ojo con la misma belleza visual de otras como WALL-E, pero también el corazón con una historia conmovedora al estilo de Up: Una aventura de altura.

    El libro de la vida (2014)

    La otra gran producción internacional en el canon de películas del Día de Muertos es El libro de la vida, aunque sí es dirigida por un mexicano: Jorge R. Gutiérrez, creador de la serie El Tigre: Las aventuras de Manny Rivera. Esta película también trata con la búsqueda de reafirmación ante el peso de las expectativas familiares: un joven hombre se debate entre seguir el camino establecido y ser torero, o dedicarse a su pasión por la música, mientras lidia con un triángulo amoroso y viaja por tres mundos fantásticos.

    La película también rescata la iconografía típica de la festividad, en particular a través de su singular diseño de personajes. Debes verla si disfrutaste de Coco o si estás familiarizado con el trabajo de Jorge R. Gutiérrez, quien también creó la serie Maya y los tres, una producción de fantasía situada en el mundo prehispánico.

  • Todas las películas de Batman en orden

    Todas las películas de Batman en orden

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Creado por Bob Kane y Bill Finger para su debut en Detective Comics en 1939, Batman es uno de los superhéroes más queridos—y fascinantes—de la cultura popular junto a su homólogo de DC Comics, Superman. Su historia en el cine es igual de vasta y variada, con adaptaciones que van desde el camp a lo más sombrío, y todos los matices en el camino.

    Al ser uno de los superhéroes con más adaptaciones al cine, a través de varias décadas y con actores diferentes, puede ser algo confuso aproximarse por primera vez a la franquicia. Esta guía está para explicarte cómo ver todas las películas de Batman en orden cronológico de estreno, es decir, según las “eras” de cada actor interpretando al superhéroe.

    El hombre murciélago (1943)

    Similar a Superman, Batman tuvo su debut en pantalla grande por medio de un serial cinematográfico, con un total de 15 episodios de entre 15 y 20 minutos de duración cada uno. Titulado El hombre murciélago, fue protagonizado por Lewis Wilson como Bruce Wayne y por Douglas Croft como Dick Grayson/ Robin.

    Cabe señalar que este serial tenía un fin propagandístico, pues la trama sigue a Batman y Robin como agentes del gobierno que descubren el complot de un agente japonés contra Ciudad Gótica, poco después del ataque a Pearl Harbor. Sin embargo, este serial es notable por introducir uno de los elementos fundamentales en la mitología del Caballero de la noche: la Baticueva.

    Batman y Robin (1949)

    Ya después de la Segunda Guerra Mundial, el primer serial cinematográfico de Batman tuvo una secuela directa, aunque con otros actores. Batman y Robin fue protagonizado, respectivamente, por Robert Lowery y John Duncan. Además, marca la primera aparición en pantalla grande de uno de los intereses amorosos de Bruce Wayne, Vicki Vale (interpretada por Jane Adams).

    Al igual que su predecesor, este serial tuvo un total de 15 episodios de entre 15 y 20 minutos de duración. Sin embargo, fue un tanto infame por su calidad inferior en comparación, con disfraces risibles para ahorrar en costos de producción. Sin embargo, este par de seriales permanecerían como las únicas apariciones cinematográficas del superhéroe por más de una década.

    Batman (1966)

    Si piensas en un tema musical asociado al Hombre Murciélago, es muy probable que el primero que venga a tu mente—y probablemente el único—sea el de la serie televisiva de los años 60, protagonizada por los icónicos Adam West y Burt Ward. Dicha serie partía de una visión sencilla: los superhéroes son para niños, con una moral simplista, humor físico bobo y vestuarios coloridos. Hoy en día, es considerado un perfecto ejemplo para ilustrar el significado del camp.

    Batman (también conocida como Batman: La película) es una adaptación de dicha serie al cine, estrenada poco después de transmitirse el último episodio de la primera temporada. La película sigue a Batman y Robin en una misión que los enfrenta a todos sus rivales en Ciudad Gótica de la serie—el Guasón, el Pingüino, el Acertijo y Gatúbela—, y que introduce algunos de los elementos más graciosos y absurdos en la mitología del superhéroe, como el “repelente de tiburones”.

    Batman en los 90: Michael Keaton, Val Kilmer y George Clooney (1989-1997)

    Batman no volvería a la gran pantalla en prácticamente tres décadas, pero cuando lo hizo, fue un suceso cinematográfico. Primero comenzó con polémica: el director sería Tim Burton, que para entonces sólo había dirigido las comedias La gran aventura de Pee-Wee (1985) y Beetlejuice (1988). El protagonista de esta última, Michael Keaton, fue confirmado para el papel de Bruce Wayne, despertando desconfianza en los fans que esperaban un tono oscuro para el nuevo Hombre Murciélago, pues sus créditos eran como comediante.

    El resultado fue en otra dirección, más inspirada en los cómics de Frank Miller y Alan Moore. Con una dirección de arte gótica, la singular sensibilidad visual y humorística de Burton, combinada con la fenomenal banda sonora de Danny Elfman y las actuaciones tanto de Keaton como de Jack Nicholson en el rol del Guasón, hicieron de Batman (1989) un éxito absoluto. Para su secuela, Burton insistió más en la oscuridad: Batman regresa (1992) fue más violenta, grotesca y sexualizada, con Danny DeVito como un mutante Pingüino y Michelle Pfeiffer como una perversa Gatúbela. No era exactamente un producto para niños.

    La franquicia tomó un giro radical cuando Burton y Keaton pasaron a otras cosas. Val Kilmer asumió el rol de Bruce Wayne y Joel Schumacher fue contratado como director, con una visión más cercana a la serie clásica de los años 60—a su vez inspirada en los cómics de Dick Sprang de los años 50—, Batman eternamente volvió a la exageración del camp. La secuela Batman y Robin (1997), ahora protagonizada por George Clooney, se volcó de cabeza en esa dirección, alienando a los fans de las entregas de Burton con sus dirección de arte neón, sus infames Batitarjetas de crédito y Batipezones. El rechazo sepultó a la franquicia—y a las grandes franquicias del cine de superhéroes, indirectamente—hasta inicios del siglo siguiente.

    La Trilogía del Caballero de la Noche de Christopher Nolan (2005-2012)

    Batman sólo volvería a la pantalla grande después de dos acontecimientos. Primero, el éxito cinematográfico de X-Men (2000) y El hombre araña (2002), que demostraron la posibilidad de adaptar a superhéroes más complicados de una manera aterrizada y creíble. Por otro, el ascenso de un joven cineasta llamado Christopher Nolan, que ganaba notoriedad por dirigir los cerebrales thrillers Amnesia (2000) e Insomnia (2002), remake de la película noruega homónima.

    En sentido totalmente opuesto al fiasco de George Clooney y Joel Schumacher, Batman Inicia (2006) llegó a salas de cine con dirección de Nolan y una actuación de Christian Bale como un héroe novato, pero serio y realista, en una detallada transición de niño rico y resentido a protector de Ciudad Gótica, equipado con tanques, visión térmica y armadura de kevlar. Su hiperrealismo influyó para siempre en el cine de superhéroes, desde las producciones iniciales del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) hasta el espíritu del eventual Universo Extendido de DC (DCEU), de la propia Warner Bros.

    La secuela, El caballero de la noche (2008), no sólo es considerada la inusual secuela que supera a su predecesora en todo sentido, sino que es considerada popularmente como una de las mejores películas de su década. La interpretación de Heath Ledger como un Guasón más perturbado y realista hizo del actor una leyenda póstuma. La conclusión de la trilogía, El caballero de la noche asciende (2012), tuvo algunos tropiezos de guión y dirección, pero presenta una resolución con la suficiente fuerza para consolidar a esta adaptación cinematográfica del Hombre Murciélago como una de las mejores a la fecha.

    Batman en el DCEU, de Zack Snyder (2016-2023)

    Para cuando debutó en cines el reboot de Superman con El hombre de acero (2013), de Zack Snyder, las reglas del juego en las franquicias de superhéroes habían cambiado por completo. El UCM de Disney había lanzado exitosamente una narrativa interconectada un año atrás con The Avengers: Los Vengadores (2012), y Warner no quería quedarse atrás con sus personajes rivales de DC Comics. Tomando como plataforma la película de Snyder, el estudio lo nombró cabeza creativa del entonces DCEU, y apuró la introducción de otros personajes a su canon cinematográfico.

    El nuevo Bruce Wayne, ahora en la piel de Ben Affleck (apodado “Batfleck”), sería introducido en Batman vs Superman: El origen de la justicia (2016), que introdujo a casi todos los demás héroes y villanos de la saga para apresurar el crossover de Liga de la Justicia (2017), cuyos problemas detrás de cámaras y mala respuesta redundaron en un corte del director, La Liga de la Justicia de Zack Snyder (2021). Esta encarnación del personaje se distinguió por su clara inspiración en las historietas de Frank Miller: un héroe veterano, más despiadado y atormentado que la versión de Nolan y Bale. Su capacidad para la violencia incluso fue motivo de crítica para algunos fans.

    Esta versión de Batman tuvo un pequeño cameo en Escuadrón suicida (2016), emparejado con el mal recibido Guasón de Jared Leto. También tuvo una participación en una de las películas finales del DCEU, Flash (2023), cuya narrativa multiversal reintrodujo también a Michael Keaton como su versión del personaje. Cabe decir que hay un Hombre Murciélago más en esta película, pero no arruinemos la sorpresa para quienes aún no la han visto.

    Batman de Robert Pattinson y Matt Reeves (2022-actualidad)

    La última iteración cinematográfica del personaje en live action es, quizá, la más aterrizada y oscura de todas—metafórica y literalmente—. Concebida inicialmente como una película en solitario para el Caballero de la noche en el DCEU con guión y dirección del propio Ben Affleck, el proyecto pronto derivó en un reboot ante la decadencia de la franquicia.

    El casting de Robert Pattinson (aún perseguido por la sombra de Crepúsculo) tuvo una polémica respuesta inicial, pero una vez que Batman (2022) llegó a cines, los comentarios fueron positivos. Su Bruce Wayne es, quizá, el más taciturno y antipático de todos, arrojado a un viaje de redención al lidiar con una versión del Acertijo (Paul Dano) que haría temblar a nuestra sociedad hiperconectada. Sin embargo, la dirección de Matt Reeves y la fotografía de Greig Fraser fueron criticadas por presentar una Ciudad Gótica tan oscura, que a veces no se podía apreciar la acción en las sombras.

    Esta versión de Batman fue uno de los estrenos más exitosos en la taquilla post pandemia, y ya tiene una secuela confirmada. Además, tiene uno de los spin-offs más aclamados en una franquicia de superhéroes: la miniserie de crimen El Pingüino (2024), protagonizada por Colin Farrell y Cristin Milioti.

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    Checa la lista a continuación para descubrir todas las películas de Batman en el orden cronológico de su estreno, por actor.

  • Todas las películas y series de Indiana Jones en orden cronológico

    Todas las películas y series de Indiana Jones en orden cronológico

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    Para los aficionados al cine de aventura y fantasía, pocas sagas son comparables a la de Indiana Jones. Creada por George Lucas—lo que la convierte en una especie de “saga hermana” de Star Wars— y dirigida en su mayoría por Steven Spielberg, estas películas buscaban emular el espíritu de los viejos seriales de aventuras de los años 30 y 40.

    Con los años, se ha convertido en una franquicia multimediática, pero el corazón de todo está en las películas. Ya seas fan de Harrison Ford o quieras conocer a uno de los grandes íconos del cine de aventuras, esta guía explica el orden cronológico correcto para ver la saga de Indiana Jones, incluyendo la serie de televisión.

    Las aventuras del joven Indiana Jones (1992-1996)

    Años después de que la trilogía original de Steven Spielberg fue concluida, la saga fue revivida para el formato televisivo, pero no como continuación, sino como precuela. Concebida también por George Lucas, la serie sigue a Indy durante su pasado, tanto en la infancia como la adolescencia y temprana adultez, con el personaje narrando estas aventuras en retrospectiva, desde la vejez. La serie duró 28 episodios más cuatro películas para televisión, en las que el protagonista es interpretado por Corey Carrier como niño, Sean Patrick Flanery como joven, y George Hall como anciano, con una aparición de Harrison Ford en un solo episodio.

    Las aventuras del joven Indiana Jones no era realmente una historia de origen para Indy. En realidad, en cada episodio, el protagonista interactuaba con varias figuras verdaderas de la historia del siglo XX, como Laurence de Arabia y Pancho Villa. Así que, en cierto modo, era televisión educacional disfrazada de serie de aventuras y acción, con valores de producción envidiables para la época en dichos segmentos, y con invitados a nombres tan diversos como Catherine Zeta-Jones, Daniel Craig, Christopher Lee y Vanessa Redgrave. En resumidas cuentas, podemos decir que esta serie se encontraba a medio camino entre el cine de aventuras y documentales de National Geographic. Será para ti si estás en este particular sitio del diagrama de Venn, o si eres un fan que quiere saberlo todo sobre Indy.

    Indiana Jones y el Templo de la perdición (1984)

    Aunque esta fue la segunda película de la saga en ser producida, es, en realidad, una precuela de la primera entrega. Por lo tanto, si quieres seguir el orden cronológico, es la primera película que debes ver. Situada en 1935, la trama sigue a Indy (Harrison Ford) en una aventura para liberar a los niños de un pueblo en India Británica, secuestrados por un culto de magia negra que rinde culto a la diosa Kali.

    Hay que decirlo, Indiana Jones y el Templo de la perdición es un punto de entrada extraño a la franquicia, pues se trata de la entrega más oscura y violenta de todas (aunque a mí me gusta más que las otras por eso, en lo personal). Sin embargo, eso no quiere decir que ese espíritu de aventuras inocentonas haya quedado a un lado, sino todo lo contrario. Además de introducir a uno de los personajes más queridos de la saga, Short Round (Ke Huy Quan), aquí hay persecuciones, combates y situaciones de riesgo con probabilidades imposibles que oscilan entre la adrenalina y la comedia física, del modo que sólo la dupla de Lucas y Spielberg sabían hacer. No es la película que mejor captura el espíritu de asombro y emoción de Indiana Jones dados sus giros más sombríos, pero funciona si quieres seguir el orden cronológico.

    Los cazadores del arca perdida (1981)

    La película inaugural de la saga es, en términos simples, la película de Indiana Jones por antonomasia, y el mejor punto de entrada si no estás siguiendo el orden cronológico. La trama sigue a Indy al ser reclutado por el ejército estadounidense para buscar el Arca de la Alianza, artefacto mítico que los propios nazis persiguen pues, según Hitler, haría a su ejército invencible.

    Los cazadores del arca perdida es una película perfecta de fantasía y aventuras, inmortalizada por una iconografía que, si no has visto aquí, reconocerás por referencias en infinidad de películas y series, desde Toy Story hasta Paddington. La escena de la piedra rodante, el inconfundible tema musical de John Williams, el encantador cinismo de Harrison Ford en el rol y el tono ligero de aventuras de un arqueólogo intrépido contra los nazis. Todo es establecido en esta película, y el conjunto brinda unas dos horas de entretenimiento inolvidables.

    Indiana Jones y la última cruzada (1989)

    La tercera película de la trilogía original rompe un poco la cronología con un flashback a la juventud de Indy. Sin embargo, el grueso de la trama se desarrolla en 1938, poco antes de la Segunda Guerra Mundial. Una vez más, los rivales son los nazis, que ahora están en busca del Santo Grial.

    Esta carrera es lo que conduce a Indy a un elemento crucial de esta película, que la convierte en una de las preferidas de la saga entera por los fans—y por mucho, la más divertida de todas—: su padre, Henry Jones, Sr. (interpretado por Sean Connery, el icónico James Bond original del cine). Las discusiones entre papá e hijo son uno de los aspectos más graciosos de Indiana Jones y la última cruzada, uno que otras posteriores no han podido replicar de la misma manera. Se trata de tal duelo de personalidades—y actuaciones— bajo una dirección de Spielberg para exaltar la comedia de las situaciones, que el verdadero conflicto incluso acaba quedando en segundo plano. Todas las entregas de esta saga son aptas para ver en familia, pero esta en particular es muy recomendable para ver de esta forma.

    Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008)

    La saga de Indiana Jones permaneció dormida durante casi dos décadas—si no contamos la serie precuela—, pero fue resucitada por Spielberg y Harrison Ford para una cuarta entrega que, por mucho tiempo, sería considerada la última. La trama nos reúne con Indy en 1957, y en tiempos de plena Guerra Fría los enemigos son, naturalmente, los soviéticos. El arqueólogo se reúne con su pareja de la primera película, Karen Allen (Marion Ravenwood), y descubre que tiene con ella un hijo (Shia LaBeouf). Su objetivo será encontrar la calavera titular, cuyos poderes telepáticos son la ambición de la Unión Soviética.

    Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal tiene una mala reputación entre los fans de la saga por varios motivos. Para algunos, el problema es el personaje de LaBeouf; para otros es que, incluso dentro de los confines fantásticos que han definido a Indiana Jones, la cuarta película estira la credibilidad a límites extremos—y si no me crees, sólo hace falta ver la infame escena del refrigerados—. Por otro lado, es la película de la saga con más nexos narrativos a la original, Los cazadores del arca perdida, por lo que tienes más probabilidades de disfrutarla si eres un nostálgico de la original.

    Indiana Jones y el dial del destino (2023)

    Tuvieron que pasar 15 años más para que la saga tuviera su entrega final, y con un Harrison Ford octogenario declarando que se retira definitivamente del papel, es muy probable que así sea para siempre. Además, esta es la primera—y única—película de la franquicia que no es dirigida por Steven Spielberg, sino por James Mangold (de Contra lo imposible). La trama retoma la historia de un derrotado Indy en 1969: vive solo y está por retirarse como catedrático universitario, pero vuelve a la acción una última vez cuando resurge un viejo líder nazi (Mads Mikkelsen), y aparece su ahijada Helena Shaw (Phoebe Waller-Bridge) pidiendo su ayuda para encontrar el artefacto del título.

    Aunque está lejos de ser una mala película, Indiana Jones y el dial del destino me decepcionó como un final para las grandes aventuras del doctor Jones, pues sólo logra evocar las grandes glorias del pasado sin capturar el espíritu que las hizo tan divertidas y épicas. Sólo hay ecos y repeticiones de elementos y estructuras narrativas pasadas: un olvidable compinche infantil por aquí, un antagonista nazi por acá, una aliada de motivaciones dudosas, persecuciones en locaciones exóticas. Claro que no todo es malo: la dirección de Mangold logra imágenes bellas y secuencias de acción emocionantes, además de que Waller-Bridge es uno de los personajes más carismáticos de la saga. Además, si coincides conmigo en que la música es uno de los puntos fuertes de Indiana Jones, te gustará saber que John Williams regresó para musicalizar esta despedida para el personaje.

  • Las 10 mejores películas animadas originales de Netflix

    Las 10 mejores películas animadas originales de Netflix

    Lalo Ortega

    Lalo Ortega

    Editor de JustWatch

    El catálogo de Netflix contiene un mundo de títulos para todos los gustos, desde películas de acción en live action a fantasías coreanas, y todo lo que haya a medio camino entre ambas. Puede ser un caos tedioso al momento de elegir qué ver, pero hay que decir que la selección de películas animadas originales de Netflix es, en realidad, muy rica y diversa.

    Esta plataforma de streaming pareciera ser de las pocas que entiende que la animación no está restringida al público infantil, sino que sus técnicas permiten expresar ideas para públicos de todos los grupos etarios que de otra forma sería imposible. Para muestra, aquí te recomendamos las 10 mejores películas de animación originales del servicio, además de la enormemente popular Las guerreras K-pop, una de las sensaciones del año.

    La familia Mitchell vs. las máquinas (2021)

    Esta película, a menudo subestimada en el canon reciente de grandes películas de animación, fue la segunda en una gran racha del estudio Sony Pictures Animation, que se había anotado el Oscar a Mejor largometraje animado por Spider-Man: Un nuevo universo (2018).

    Aunque no ganó, La familia Mitchell vs. las máquinas sí fue nominada al galardón y, merecidamente, se anotó otras victorias en la temporada de premios de 2019. Su innovadora animación entre 2D y 3D es la presentación perfecta para su alocada historia sobre una familia disfuncional en un último viaje en carretera juntos, interrumpido ni más ni menos que por el Apocalipsis creado por máquinas rebeldes. Todos nuestros miedos colectivos sobre la Inteligencia Artificial envueltos en un colorido e hilarante paquete inolvidable por todas las risas que te provocará—y en lo personal, es una de mis películas favoritas de la década, por lo que no dudo en recomendarla—.

    Perdí mi cuerpo (2019)

    La idea de una mano cercenada que cobra vida y recorre París en busca de su cuerpo podría sonar un tanto mórbida, pero hay que entender que esta película de animación parte de un melancólico surrealismo.

    La producción francesa Perdí mi cuerpo es, por un lado, la odisea de esta mano para volver a su dueño. La historia de este último es revelada mediante flashbacks que narran una infancia dolorosa y una frustrada juventud marcada por dificultades para forjar conexiones. Se trata de una narrativa adulta sobre un joven hombre que ha olvidado cómo sentir, pero que sigue adelante por la posibilidad de conseguirlo. Es una de esas películas que vale la pena ver si te sientes perdido en la vida o en búsqueda de conexión.

    Klaus (2019)

    Si hay una clase específica de películas animadas originales de Netflix que abundan en su catálogo, son las de temática navideña. Varias de ellas valen bastante la pena, pero si hubiera que elegir solamente una, ésta sería nuestra recomendación sin dudarlo. Se trata del largometraje debut como director del animador español Sergio Pablos, quien ha contribuido a producciones tan diversas como Mi villano favorito (2010) y Hércules (1997) de Disney, por mencionar unas cuantas.

    Klaus bien podría ser descrita como una historia de origen para el personaje de Santa Claus, San Nicolás o Papá Noel, como sea que prefieras llamarlo. Su animación apastelada es la vía perfecta para transmitir un relato sobre melancólicos personajes en busca de conexión comunitaria en un remoto pueblo del Ártico. Si no la has visto, te garantizamos que se convertirá en una de tus películas navideñas favoritas. Y si ya la conoces, no nos dejarás mentir al decir que es una maravillosa historia de aventuras para cualquier época del año.

    Nimona (2023)

    Basada en los cómics de ND Stevenson, esta producción tuvo un singular camino para poder llamarse una película animada original de Netflix. Su producción comenzó en Blue Sky Studios, estudio de animación perteneciente a 20th Century Fox y responsable de títulos como La era de hielo (2002). Cuando The Walt Disney Company adquirió a Fox, el proyecto fue cancelado—en buena medida, por su temática—y resucitado más tarde por Netflix y el estudio Annapurna.

    Nimona era la primera producción del estudio con representación abierta de la comunidad LGBTQIA+. La trama se sitúa en un reino medieval futurista y trata sobre un caballero de origen plebeyo que se vuelve fugitivo tras un accidente, y se alía con una adolescente perseguida por su habilidad de cambiaformas. El par colabora para derrotar a un reino definido por construir barreras para segregar a personas como ella. Es una gran película por motivos más allá de su temática: la animación frenética, que hace eco de la protagonista, es alucinante, colorida y muy distinta a las animaciones 3D convencionales, además de contar con grandes actuaciones de voz del elenco liderado por Chlöe Grace Moretz y Riz Ahmed. Si buscas una producción familiar, visualmente espectacular y que enseñe sobre amistad y tolerancia, es una gran opción en Netflix.

    Los hermanos Willoughby (2020)

    Adaptación del libro infantil homónimo de Lois Lowry, esta es una de las películas de animación más subestimadas en el catálogo de Netflix. Una colorida dirección de arte y una historia infantil—aunque con un sentido del humor con un ligero toque macabro—le otorgan, precisamente, el aspecto de un libro para niños que ha cobrado vida.

    “Ligero toque macabro”, decimos, porque Los hermanos Willoughby sigue a cuatro hermanos que resienten a sus padres negligentes. ¿Entonces qué hacen? Fácil: idear planes para deshacerse de sus progenitores para siempre y sustituirlos por unos nuevos. Y no, el asunto es todo menos predecible en adelante. En la superficie, es una tierna e inofensiva película familiar sobre niños que buscan amor y aceptación, pero también encontrarás algo para adultos aquí, con un sutil pero ácido sentido del humor y una trama que aborda la negligencia paternal.

    Pinocho de Guillermo del Toro (2022)

    No podemos hacer una lista de las mejores películas animadas originales de Netflix sin mencionar esta obra maestra en stop motion del cineasta mexicano Guillermo del Torom(dirigida en colaboración con el animador maestro de la técnica, Mark Gustafson).

    Esta adaptación del cuento clásico de Carlo Collodi es, quizá, de las obras más accesibles para el público general en la filmografía del director. Sin embargo, Pinocho de Guillermo del Toro varios de los temas—y estilo visual—que han marcado otras películas como El laberinto del fauno (2006) o incluso El espinazo del diablo (2001): la infancia en la guerra, la lucha contra el fascismo, y el valor de desobedecer a la autoridad en tales tiempos oscuros. Si eres fan de la filmografía del director, buscas una interpretación más ambiciosa del cuento clásico, o te inspiran las historias sobre oponerse a los abusos de autoridad, esta película será para ti.

    Las guerreras K-pop (2025)

    Este es uno de los éxitos de animación más recientes de Netflix. Aunque es producida por Sony Pictures Animation—otro gran despliegue de la pericia del estudio—, es una celebración de la cultura popular del país asiático, instada por el deseo de la codirectora Maggie Kang de realizar una película inspirada en su herencia coreana.

    Las guerreras K-pop bien podría ser descrita como una amalgama de la cultura asiática y productos de la cultura popular estadounidense, como Josie y sus gatimelódicas. Aquí, la trama sigue a una banda de k-pop de chicas que, en secreto, también usan sus voces para combatir demonios ancestrales. Un fascinante pastiche de influencias con una dirección de arte visualmente alucinante que disfrutarás si te gustaron propuestas como Spider-Man: Un nuevo universo y La familia Mitchell vs. las máquinas; si eres fan del pop coreano o aficionado a la cultura del país asiático en general.

    La casa (2022)

    Otra propuesta de animación adulta en Netflix es, en realidad, tres historias en una. Esta es una antología de tres cortometrajes animados en stop motion que, por medio de personajes tanto humanos como animales antropomórficos, aborda historias sobre la locura, la pobreza y la búsqueda de la felicidad.

    Las tres historias de La casa suceden dentro de la misma casa, pero a través de diferentes épocas, que van desde finales del siglo IX, a la primera década del siglo XXI, a una era post-apocalíptica no especificada. A pesar del hilo conductor entre cada segmento de la antología, puede distinguirse un estilo y visión para cada una, ya que todas son dirigidas por distintas personas. Una gran opción si prefieres tu animación con un toque más adulto, que analice temas profundos de la sociedad, o con una notoria mano autoral.

    Más allá de la Luna (2020)

    Producida por Netflix Animation en colaboración con otros tres estudios, esta película podría ser descrita como el intento de la plataforma por emular una fábula al estilo de Disney. Es decir: una fantasía musical repleta de aventuras y emotivas canciones.

    La trama de Más allá de la Luna sigue a una adolescente que, afectada por la muerte de su madre años atrás y el inminente nuevo matrimonio de su padre, construye un cohete para ir al espacio y demostrar que existe la diosa de la Luna, Chang'e. Es un tierno relato que, debajo de los elementos de aventura espectacular, esconde un mensaje sobre reconciliarse con la pérdida. Es una película perfectamente apta para el público familiar, que disfrutarás más si te gustan las animaciones acompañadas de emotivas canciones, precisamente al estilo Disney. Debes saber que la película es dirigida por Glen Keane, animador fundamental en producciones como La sirenita (1989) y Aladdin (1992), así que si disfrutas de los clásicos de aquella época de Disney, encontrarás un espíritu muy similar aquí.

    Monstruo del mar (2022)

    Hablando de Disney, aquí hay otra propuesta que, directa e indirectamente, toma prestado de tantas otras aventuras animadas del estudio. En este caso, se trata del debut como director en solitario de Chris Williams, animador que colaboró en diversos departamentos para producciones como Lilo & Stitch (2002) y Grandes héroes (2014).

    La influencia de Disney en Monstruo del mar es notoria, desde el diseño de los personajes hasta sus actitudes (incluyendo las de las criaturas fantásticas). A pesar de ello, es una gran película de aventuras que nos habla sobre la importancia de arriesgarse a demostrar que las cosas pueden ser diferentes de los prejuicios establecidos. Es otra gran alternativa para ver en familia si buscas inculcar en niños valores como la tolerancia, la aceptación y la curiosidad.

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